Disclaimer: Angel Beats! y todos sus personajes son propiedad intelectual de Key/Visual Arts. Si aparece un personaje que no hayan visto en el anime o leído en el manga y/o novela ligera, me pertenece a mí x,DU.
Extensión: 990 palabras.
Advertencias: Presencia necesaria de un OC. Situado antes de la llegada de Otonashi.
Resumen del capítulo: Hikari necesitaba ayuda. Sabía que la presidenta del Consejo Estudiantil era una buena alumna, pero el ambiente que la rodeaba era un poco intimidante.
Amistad
I. Ayuda
La mayoría de los murmullos presentes en el salón, sonaban bastante animados. Si aguzaba un poco su oído, era capaz de escuchar como hablaban de ropa nueva, del programa de anoche o de ciertos comentarios en Facebook y Twitter, entre otras cosas, situación que logró hacerla realmente miserable.
Sabía que era su culpa estarse remordiendo ahí, en su puesto, por sus calificaciones pero, aún así, ¿por qué ella no podía disfrutar sus días de escuela, como todos los demás?
— Ugh… si sigo así, reprobaré el año— masculló Hikari Kurenai, apenas le hubo echado un nuevo vistazo a sus calificaciones, sólo para remorderse un poco más.
Avergonzándose de ellas, las guardó rápidamente en su mochila y, mirando a ambos lados para cerciorarse de que nadie estuviese fisgoneando sus notas, ya derrotada, apoyó su rostro en la mesa. Su cabello negro cubrió parte de su rostro, lánguido, al igual que su mirada, mientras observaba a sus compañeros levantándose para ir a almorzar al enorme comedor del colegio. Se veían tan animados que le daba envidia.
Al parecer, ella era la única que se atormentaba por los frutos de su mediocre estudio.
Tratando de animarse pensó que, si tenía un poco de suerte, podría ocultar estas notas de sus padres y así, en secreto, mejorar sus calificaciones para que, a fin de año, este desastre no se notara tanto. La muchacha de cabello corto giró su vista a una de las ventanas del salón, tratando de distraerse un poco con la vista que se le ofrecía del exterior. Sin embargo, no pudo.
Ese sol, tan resplandeciente, parecía burlarse de ella, al igual que sus compañeros, quienes parecían reírse de su miseria. No. Sólo ella se mofaba de sí misma. Se conocía lo suficiente como para dar por sabido que los planes de subir su rendimiento escolar, simplemente no darían los frutos que, sin ningún esfuerzo, esperaba recoger.
— ¡Vamos a almorzar! Escuché que habría un nuevo menú hoy — oyó murmurar a sus compañeros, mientras dejaban al sala y bajaban al comedor.
Ella debería hacer lo mismo, pensó abatida, cerrando sus ojos. Además de sus notas, la deprimía el hecho de no tener ninguna amiga o amigo con quien pasar el día, a quien confiarle sus problemas o con quien divertirse. Que chica tan lamentable.
— ¡Nada de deprimirse!— se gritó a sí misma, levantándose con rudeza y golpeando con sutileza sus mejillas. Varios de sus compañeros la miraron, un poco sorprendidos, para luego ignorarla y seguir los caminos que ya habían previsto. Hikari, afinando el oído, pudo escuchar como diversos murmullos, nada favorables a su persona, se cruzaron por el salón, para continuar por el pasillo. Arrugando el entrecejo, replicó enojada—. ¡Váyanse, manga de engreídos! ¡¿Quién los necesita?
El arrastre de una silla la interrumpió, provocando que girara su atención hacia la fuente de ese ruido. Mierda, pensó, al darse cuenta que Kanade Tachibana, la presidenta del Consejo Estudiantil, seguía presente en la sala. La actitud pulcra y elegante de la presidenta impusieron su presencia y sus finos ojos dorados se posaron en ella, intimidándola. Con paso tranquilo y suave, Kanade se aproximó a su compañera.
— No deberías gritar en el salón.
— Lo siento, presidenta— se disculpó Kurenai y añadió, para evitar que Tachibana le diese un sermón—. Prometo que nunca más lo haré.
— Eso está bien— le concedió la otra y agregó, antes de marcharse—. Deberías disfrutar un poco tu vida en esta escuela.
Apenas hubo concluido, Ángel le dio la espalda, dirigiéndose a la salida de la clase. Las ansias que tenía por comer Mapo Tofu se habían acrecentado durante esa clase. Lo único bueno del asunto es que ese platillo no era popular, así que había nulas posibilidades de que se agotara antes de que llegase al comedor.
— ¡E-Espera!— ahora era Hikari quien le había detenido. Kanade se giró, levemente contrariada, esperando las palabras que Kurenai deseaba decirle. La chica de cabello oscuro, tragando saliva, le consultó, un poco nerviosa—. ¿A- A ti te va bastante bien, cierto?— al ver la expresión anonadada de la albina, decidió explicarse—. Ya sabes, me refiero a los estudios. ¿Te va bien, cierto?
Kanade se limitó a asentir, por lo que Hikari, con un poco más de aplomo, decidió proseguir:
— Por eso me preguntaba… si, por casualidad, me podrías enseñar…— concluyó, con un tono de voz más bajo del que había comenzado y un poco sonrojada, por la vergüenza de pedírselo a alguien con quien nunca había cruzado palabras antes. Al percatarse de que Tachibana no decía nada en respuesta, se apresuro a añadir—. Sólo si quieres y puedes. Yo no obligo a nadie.
— Está bien. Si quieres, puedo enseñarte— le respondió—. Podríamos empezar ahora, en la hora de almuerzo.
— ¡No!
— ¿No?
— Esto… necesito prepararme… mentalmente… ¡eso es!– explicó, no muy convencida y se apresuró a puntualizar—. ¿Qué tal mañana?
— Por mí no hay problema— confirmó la presidenta y, con la tranquilidad que le era habitual, se despidió.
La chica de cabello negro la vio alejarse y, sólo cuando se cercioró de que estaba completamente sola en la sala, se dejo caer en la silla, exhausta—. Realmente la presidenta es intimidante.
Ahora que lo pensaba un poco, gracias a su propia reacción, cayó en la cuenta de algo. Al parecer, al igual que ella, la presidenta Tachibana no tenía amigos, pues la había visto dirigirse sola a almorzar. Tampoco notó que nadie se le acercara para decirle algo como "te espero en el comedor" o, en el caso de que Tachibana tuviese reunión del Consejo Estudiantil, "que te vaya bien en la reunión. De ahí nos vemos".
No. Nadie ni siquiera le había lanzado una mirada de empatía.
— Eh~, parece que ser tan impresionante no lo es todo— murmuró para sí, con la vista aún pegada a la ventana, sin tener ganas de levantarse.
Tachibana, a pesar de ser una alumna modelo, estaba tan sola como ella.
Fin Capítulo I. Ayuda
Por: Nana Walker
N/A: ¡Holas~! Vuelvo al fandom con un nuevo fic multichapter el cual, en su totalidad, participó en el desafío de la comunidad reto diario, en Livejournal (sí, eso significa que lo tengo todo escrito). La verdad, no es que sea muy fan de Kanade, pero pensé que se merecía un fic. Después de todo, a su manera, es una mártir x,DU. Hubiese puesto notas de autora al principio, pero me di cuenta que soy la única que pone notas mamastróficas en sus fics, así que evitaré hacerlo x,DU.
Espero que les haya gustado el primer capi y que no hayan odiado tanto a mi hija (se refiere a su OC).
En fin, muchas gracias por leer. Comentarios, críticas constructivas, sugerencias y teorías conspirativas son bien recibidas :3
Bye bye y cuídense mucho ;3
