Disclaimer: Umineko no Naku Koro ni y todos sus personajes son propiedad intelectual del equipo de 07th expansion.

Extensión: 815 palabras.

Advertencias: Para este drabble, si has leído los primeros 10 capítulos del manga o vas al día con la sound novel, no hay spoilers. En cambio, si solo has visto el anime… hay seudo spoilers 8D

Resumen: María podía ser perspicaz de vez en cuando. Cualquier excusa valía si con ello la existencia de las brujas era reafirmada.


Momentos en la vida de un mueble

I. El cabello de Beatrice

Esa lluvia no la detendría. De vez en cuando, algunas de esas gotas furiosas caían en sus ojos, logrando que estos escocieran y, con inteligencia, tomaban la apariencia de lágrimas, nublándole así la visión y provocando que, el conjunto de rosas, se viera como una mancha roja y uniforme. Algo— tal vez una bruja mala— deseaba impedir que encontrase su rosa roja y enferma, solitaria y alicaída, mediante aquella tormenta distractora. Sin embargo, María Ushiromiya no pensaba rendirse. Tenía que proteger a su rosa, que sollozaba en la oscuridad, indefensa ante ese chapucero asesino.

— La rosa de María…— susurró, esperando que la enferma respondiese a su llamado o, lo que sería mejor, se dejase ver entre sus hermanas.

No obstante, una voz, de mujer adulta y sofisticada, respondió a su llamado. La niña, sorprendida, se giró, topándose en el acto con una mujer interrumpiendo la escena.

— ¡Beatrice!— gritó emocionada, reconociendo el atuendo de la bruja. Al alzar la vista, se topó con la sonrisa extendida de Beatrice quien, portando un paraguas, se acercó a ella.

— Hola María, ¿has estado bien?— le consultó, cubriéndola de la lluvia.

— ¡Uu~ María está con mucha energía, uu~!— afirmó la niña y añadió, un poco deprimida—… pero, la rosa de María desapareció. Mi primo George la marcó. Estaba aquí, pero ahora no está. La rosa de María no está… uu~

La bruja observó la rosaleda un rato y, sacando una carta, se la entregó a María, dándole instrucciones de leerla después de la cena familiar. Si lo hacía bien, ella, Beatrice, traería la rosa de vuelta al terminar la tormenta: eso le prometió.

— Pero no le digas a nadie nuestro trato, ¿vale?

— ¡Uu~! ¡María se quedará callada, uu~!— prometió la niña, mientras guardaba la carta en su pequeño bolso rosa.

La rubia, sonrió y, agachándose hasta quedar a la altura de María, le extendió el paraguas. Acto seguido, la niña, entendiendo que su adorada bruja le estaba prestando la sombrilla, le agradeció con un abrazo, logrando que algo cayese al suelo. Extrañada, dirigió su mirada al objeto que había caído.

— UU~… ese… ¿no es el cabello de Beatrice, uu~?— consultó bastante pasmada, aprovechando de alargar su mano hasta aquella maraña de cabello dorado.

— ¡Matanga!— gritó la bruja, quitándole la peluca de las manos y provocando que María la mirase con detención. Sin duda, ¡esa no era Beatrice! Aquel cabello corto y castaño le corroboraban, con decepción, que esa mujer no era Beatrice, sino que Shannon, la sirvienta. Al notar la expresión desilusionada de la menor, Shannon se puso nerviosa—. ¿Q-qué?

— ¡TÚ NO ERES BEATRICE, UU~!— chilló, exasperada y furiosa—. ¡No eres Beatrice, uu~!

— S- sí… ¡Sí lo soy!— le contestó, encascando la peluca mojada sobre su cabeza, chorreando está ultima y corriéndole el maquillaje. Si no inventaba una excusa pronto, María abriría su boca durante la cena y el plan se iría al mismo infierno. Pensó durante unos cuantos segundos hasta que, una idea no tan brillante, se le pasó por la mente—. ¿No ves el vestido que uso? Es mágico~ y sólo Beatrice puede usarlo.

— Pero…

— ¡Si es por el cabello, es normal! Lo que sucede es que…

— ¡Uu~ María ya entendió, uu~!— contestó la niña, feliz y respondió, ante la cara pasmada de Shannon—. Cómo Beatrice aún no revive, no puede materializarse, uu~. Por eso, tomó prestado el cuerpo de Shannon, uu~. Uu~, lo tomó prestado, uu~.

— Eh… sí, ¡eso hice!— le dio la razón, irguiéndose y tomando una postura más digna—. Esto también debes mantenerlo en secreto, María. Si dices que yo estaba posesionando el cuerpo de Shannon y usando este vestido, no creerán en mí, ¿entiendes?

— ¡Uu~, María entiende, uu~! ¡María guardara el secreto uu~!— prometió, nuevamente, mientras le dedicaba una sonrisa a Shannon. Antes de despedirse lanzó un elogio, tratando de alabar a la Bruja Dorada—. Espero que pronto revivas, Beatrice. Tu figura humana es mucho más bonita que la de Shannon.

— ¿En serio?— le consultó la empleada, con un dejo de voz molesto, cosa de que la infante no se percató. Apenas María afirmó con la cabeza, Shannon, la supuesta Bruja Dorada, se despidió, tratando de apresurarse para seguir con el plan.

¿Con qué ella era fea, eh?, pensó la joven, fastidiada y con la moral un tanto alicaída después de ese golpe bajo: por algo decían que los niños no mentían. No entendía como, una bendita peluca, cambiaba tanto las percepciones de la gente y se arrepintió no haberle dicho su excusa a la niña: la Bruja, en un intento por estar a la moda, se había teñido el cabello.

Si le hubiese dicho eso, de seguro, no hubiese recibido ese golpe a su autoestima.

Tratando de olvidar ese pequeño episodio, se limitó a mover el nombre de María Ushiromiya varios reglones más arriba, en la lista de homicidios. Se lo merecía por bocona y grosera.

Fin oneshot: I. El cabello de Beatrice

Por: Nana Walker


N/A: ¡Holas gente~! Decidí volver al fandom con otra cosa, en un plan completamente distinto a todo lo que tengo colgado (sí, intentos de humor). La idea es hacer 10 oneshots cortitos con Kanon y/o Shannon como protagonistas, siendo todos cómicos. Hasta la fecha ya tengo listos 5 y estoy escribiendo un sexto x,Du, así que espero que no les moleste tanta tortura :3

En fin, muchísimas gracias por leer. Comentarios, sugerencias y críticas constructivas son bien recibidas :3

Bye bye y cuídense miles :D