La historia me pertenece pero sus personajes son de la autora Suzanne Collins, provenientes de su obra Los Juegos del Hambre.


One Short - Gale Hawthorne

Los Juegos del Hambre

"Las palabras que no se dijeron"

Había vuelto por primera y quizás última vez desde que había decidido irse al Distrito 2.

Solo por ella.

Quería verla, comprobar si lo había olvidado o no, si lo reconocería, quería decirle y confesarle tantas cosas, cosas que le había ocultado por tanto tiempo, cosas que podrían cambiar su destino.

Elevo la vista al frente y la vio, sabía que era ella, nunca olvidaría esa larga y hermosa trenza. Estaba de espaldas a él observando algún punto que desconocía.

Iba a gritar su nombre pero ella se le adelanto.

-¡Gale!-

Se quedó estático, sorprendido.

¿En qué momento lo había descubierto? Desde que fijo su vista en ella, en ninguna ocasión había volteado a verlo.

Escucho pasitos acelerados acercándose y ahí, de la nada, sin previo aviso, apareció un pequeño niño rubio de tez blanca y unos inconfundibles ojos grises.

-Mami, el Tío Haymitch le está gritando a los gansos de nuevo-

La vi sonreírle y tomarle de la mano.

-Después iré a ver que le ocurre- Le dijo con un deje de tristeza- Ahora vayamos a donde papá nos espera-

-¿Estas bien mami?- Su inocente mirada denoto preocupación.

-Sí, Gale- Y pudo verlo, por unos segundos lo miro de reojo, a él- Estoy bien- Dijo sonriendo.

Y sin más siguieron su marcha, al bosque... a SU bosque. Ese que ya no era separado del Distrito 12 por un alambrado sino que podía ser visitado con plena libertad.

Y fue en ese instante en que al fin lo comprendió, se había dirigido a él, le había contestado una pregunta que nunca había sido pronunciada, ya no había rencor ni lastima, mucho menos amor más allá de la amistad. Porque las cosas habían cambiado, ella lo había hacho, ahora tenía una familia, una entera. Y solo podía haber una persona capaz de hacerle sentir tal seguridad de protección hacia ella y los suyos, solo Peeta Mellark.

Su chico del pan, ese que la había cautivado en mucho menos tiempo del que a él le había costado convertirse en su amigo.

Su compañero en los juegos, su compañero en la vida.

Y no tenía por qué preocuparse en si lo olvidaría o no, ya que sabía que el nombre de su hijo era en honor a él.

Con eso pudo comprender la importancia de su existencia para Katniss Everdeen... no, ese nombre no representaba a su amiga, como tampoco los sobrenombres de "La Chica en Llamas" ni "Sinsajo", demasiadas formalidades para la historia que tenían juntos.

Para él era simplemente Catnip, o a lo lejos su chica del bosque.

FIN.