† TRIBUTO 14/2 †
por
Tary Nagisa
¡Hiiiii! n-n
Aquí estoy con mi aportación para este 14 de Febrero. Una pequeña serie de Fic's, todos one shots e independientes uno de otro, espero que les guste n.n?
Bey Blade No me pertenece sino a Takao Aoki. Yo... no pretendo hacer lucro de su trabajo, solamente tomé prestados a sus personajes para hacer un pequeño y simple Fic.
1. Capitulo 1- Declaración o Chocolate de Amor
En la Abadía.
- ¡Con que no fueras presumido, Kai!. ¡Con eso bastaba! –decía un molesto pelirrojo, al ir caminando por uno de los pasillos hacia la salida de la abadía con el mencionado.
- ¡Ja!. ¿Presumido? –preguntó el aludido, entrecerrando sus ojos presuntuoso.- Yo no soy presumido, Tala... –le dijo sonriendo, deteniendo sus pasos para ver al ruso.
- ¡Cierto! –corrigió enseguida éste.- ¡Eres arrogante!. ¡Altanero!, ¡Sarcástico!, ¡Odioso!... –retomaron su camino, mientras el oji-violeta enumeraba las "cualidades" de su acompañante, Kai Hiwatari.
En ese preciso momento...
En la entrada principal de la Abadía.
- ¡Por favor!. ¡Necesito hablar con Kai! –decía desesperado aquella persona, siento retenido por uno de los guardias que custodiaba el lugar.
- ¡Lo siento muchacho!, pero te equivocaste de domicilio. Aquí no hay nadie con ese nombre... –dijo al tomarlo del brazo, tratando de encaminarlo para que saliera del lugar.
- ¡No! –se resistía.- ¡Sé que Kai se encuentra aquí!. ¡Quiero verlo! –seguía diciendo el castaño, soltándose del agarre del hombre, y siguiendo firme a su petición.
Estaba seguro de que Kai ahí estaba. Y tenía que verlo.
- ¡Qué aquí no hay ningún Kai! –contestó un molesto hombre, al tratar de sacarlo de una vez por todas, y a la fuerza, pues aquel muchachito insolente se lo había ganado a pulso.
- ¡KAIIIIII! –el intruso visitante comenzó a gritar su nombre, a ver si así lo dejaban verlo.
En el pasillo.
- ¡Vanidoso!, ¡Egocéntrico!, ¡Enfadoso!... –y la larga lista de bellas "virtudes" y "cualidades" del bicolor seguía y seguía, hasta que fue interrumpido por el mismísimo aludido.
- ¿Oye?, ¿Qué no acabas de describirte, Tala? –sonrió burlesco, viendo como el ruso gruñía por lo bajo.
- ¡Hmf!. De hecho... –entrecerró sus ojos.- Te acabo de describir a ti, Kai. No lo vuelvas contra mí, ¿quieres? –una sonrisita presuntuosa adorno sus labios, cruzando tranquilamente sus brazos.
- Triste... –mencionó un serio ruso-japonés al entrecerrar sus ojos, agregando arrogante.- Y yo que pensé que... –no pudo terminar, pues algo atrajo la atención de ambos.
- ¡¡KAAIIIIIIIII!! –se escuchó a alguien gritar su nombre en alguna parte de la abadía, haciendo que ambos bey-luchadores detuvieran sus pasos, mirando el largo pasillo, y luego, entre ellos mismos.
Sin duda estaban confundidos, así que salieron al patio, viendo como un muchacho reñía con uno de los guardias al quererlo sacar éste por la fuerza.
- ¡Kai!, ¡Kai! ¡KAAAAIIIIII! –decía fervientemente el intruso, a pesar de la fuerza que el sujeto usaba para retenerlo y todavía llevar hacia la salida.
El mismísimo aludido y Tala, veían fijamente la escena.
¿Quién era ese muchacho?, ¿Y por qué llamaba una y otra vez al bicolor? –se preguntaba esto último el pelirrojo, levantando confundido el ceño ante aquella imagen.
- ¡Te di...go que te mar...ches! –el hombre seguía tratando de sacarlo, pero el muchacho se resistía mucho.
- ¡N...oooo! –seguía luchando para no ser movido ni un centímetro más, aguantando todo lo que podía por permanecer en el lugar.
- ¿Quién es ése, Kai?. ¿Lo conoces? –la voz del ruso lo sacó de su trance, reaccionando ante aquella escena.
No había dudas.
- ¡¡Kaaaaiiiiiiii!! –el muchacho cayó al suelo por la presión ejercida entre ambos, dejando al hombre sin aire por su último esfuerzo.
- ¿W-wyatt? –articuló confundido Hiwatari por lo bajo, comprobando que en efecto era el castaño.
Aquel llamado atrajo la presencia del guardia y el muchacho, los cuales eran analizados por su mirada.
- ¡Ahh!, Kai! –una sonrisa apareció en sus labios, brillando intensamente sus ojos emocionado al verlo ante él.
Siendo el momento justo que aprovecho el guardia para alzar al intruso con fuerza y de la chaqueta, dejándolo colgado en el aire.
Ahora si lo sacaría.
- Suelta al chico. –le ordenó serio el pelirrojo, acatando ésta, segundos después el hombre.
- Y retírate... –agregó fríamente el bicolor, retirándose inconforme el guardia.
- ¡Kai! –el castaño llegó con ambos, lanzándose a los brazos del mencionado, dándole un fuerte y efusivo abrazo.
Tanto Ivanov como el mismísimo Kai se desconcertaron ante tal muestra de afecto, y el primero, hasta se molesto un poco, pues su ceño se frunció.
- Hmf... –donde Tala gruñó por lo bajo, dirigiéndose al ruso japonés.- ¿Quién es éste, Kai? –le preguntó despectivamente, viendo como el muchacho dejaba de abrazarlo poco a poco, pero no del todo.
- ¡Ah, disculpa! –el castaño le miró.- No te había visto... –comentó apenado, sonriéndole nerviosamente al ruso.- Soy Wyatt. Amigo de Kai... –su sonrisa aumentó, dándole la mano educadamente al otro.
- Hm... –siendo la única respuesta del pelirrojo, antes de entrecerrar molesto sus ojos, y cruzar sus brazos.
¿Qué no lo había visto?. ¿Pues quién se creía que era?
- Yo soy Ta... –inició serio, siendo interrumpido antes de poder terminar.
- Lo sé. Eres Tala Ivanov. –sonrió, agregando después-. Líder hace dos años de los Demolition Boys, y hace algunos meses, capitán de los Blitzkreigs Boys, y también... fuiste el compañero de equipo de Kai... –una sonrisa pacifica adornó su rostro.
- ¿Co-cómo sabes eso? –cuestionó levemente molesto y confundido, ante aquellos datos tan específicos y correctos.
- ¡Ah!, ¡Eso es porque yo sé T-O-D-O, lo que respecta a Kai!. ¿Y sabes algo?... –sonrió un poco más- Te envidio un poco... –el pelirrojo levantó confundido una ceja, del mismo modo que Kai entrecerró cansado sus ojos.
- Wyatt... ¿A qué veniste a Rusia? –preguntó tranquilo el ruso-japonés, cruzando lentamente sus brazos.
- Yo... –sus ojos volvieron a brillar.- Quería... –se sonrojó un poco, al recordar el obsequio que le traía y lo que significaba.- Yo... quería verte y hablar contigo, Kai. –sonrió nervioso y muy, MUY sonrojado.
- ¿Y por eso veniste hasta Rusia? –reafirmó confundido, sin dejar de verle.
- Bueno... ¿Qué más podía hacer si regresaste a Rusia y ya no supe de ti?. ¡Tenía que verte Kai! –su sonrisita nerviosa aumentó un poco, haciendo que el bicolor suspirara cansado.
Al parecer, Wyatt seguía con esa pasión y obsesión hacia su persona.
- Tala... –volteó a ver al mencionado.
- ¡Sí, sí!, ¡Ya sé!. ¡Ya me voy! –pesadamente y enojado, se dirigió al pasillo, quedándose detrás de un pilar para ver y escuchar lo que ambos hacían y decían.
¿Qué más podía hacer si lo habían corrido?
- ¿De qué querías hablar Wyatt? –tranquilamente cruzó sus brazos.
- ¡Kaiiii! –volvió a abrazarlo efusivamente como si lo acabara de ver. ¡Te extrañe tanto!, ¿Por qué no vamos a tomar algo o me muestras la ciudad? –se aferró alegre a su brazo, viéndole emocionado.
- ¡Hmf! –los ojos violetas de Tala, ardían como el fuego.
- No tengo muchas ganas de salir Wyatt, mejor... dime que querías decirme... –le vio fijamente, sin cambiar su semblante serio mi apartarlo tampoco de su lado.
- Bueno... –dijo desanimado, volviendo a sonrojarse.
Se puso enfrente del ruso-japonés, viéndole por breves segundos, y desviando su mirada al sentirse avergonzado y apenado.
Silencio entre ambos.
El viento sopló levemente, moviendo sus mechones.
Kai miraba a Wyatt. Wyatt miraba a Kai.
Ambos se veían fijamente. Perdiéndose el castaño en aquellos hermosos y místicos ojos violetas.
"¡Tú puedes Wyatt!. ¡Hazlo!, ¡Todo estará bien!. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Sólo que te diga que no, pero... ¡Sé positivo, Wyatt!, ¡Si se puede, tú si puedes!" –él mismo se echaba porras, e intentaba tomar valor.
Era el momento.
- Yo... –apretó con fuerza sus puños, bajando su cabeza, y ocultando su mirada y sonrojo.
- ¡Hmf! ¡Maldición! –sentenciaba molesto Ivanov, al ver claramente la escena. ¡Le va a decir...! –sus puños se cerraron con fuerza, aumentando su molestia y enojo.
- Kai, yo... –recordó el presente que le había llevado, mostrándolo poco a poco. Yo... –tun tun, tun tun. –su corazón latía cada vez más rápido, y según él, más fuerte.
- Yo... -tutun tutun tutun.
La desesperación, impotencia y rabia se apoderaban a cada segundo del ruso.
- ¿Wyatt? –el bicolor se le acercó un poco, al ver que no se movía ni emitía sonido alguno.
¿Qué le pasaba?
Sin embargo, esos centímetros y su voz lo pusieron más nervioso y alterado que antes, haciéndolo sudar.
- Yo... -tutun tutun tutun tutun tutun tutun- ¡Te traje esto! –le extendió repentinamente el obsequio, al no aguantar más.
- ¿Eh? –le vio confundido y después, el regalo que le ofrecía.
- Tómalo, Kai... –volvió a ofrecérselo, muy nervioso, pero con una pequeña sonrisa.
- Gra...cias –aceptó el presente, leyendo encima una pequeña nota.
"Para Kai Hiwatari. La mejor persona, y el mejor bey-luchador del mundo. Wyatt"
- Kai tú... –el oji-violeta le miró de nuevo.
- Tú me gus... –desvió su mirada apenado-
- ¡Hmf! –una aura rojiza invadía y rodeaba el cuerpo de Tala.
Estaba más que confirmado.
- Me gu... gus... –comenzó a tartamudear de lo nervioso que estaba. Me gust... –sonrojado, se lanzó y lo besó.
Hiwatari estaba inmóvil. Viendo los ojos cerrados de Wyatt. Sintiendo, como había unido sus labios con los suyos... sintiendo, el tímido y dulce beso del castaño.
- ¡Grrr! –gruñendo, más que molesto el ruso, con ganas de darle una buena arrastrada al tal "Wyatt".
Apenado y sonrojado, el castaño se separó lentamente del bicolor, encontrándose con cierto temor al verse reflejado en sus urbes violetas.
- Me... gus...tas –dijo al fin, mirando al suelo, y evitando cualquier contacto visual.
- Wyatt, yo... –no sabía que decir, aún seguía en shock por aquello.
Repentinamente, y sin tiempo para que el ruso-japonés articulara sonido alguno, el castaño se hecho a correr hacia la salida.
- ¡Ey Wyatt, espera! –le llamó confundido al ver su reacción-acción tratando de que se detuviera. ¡Wyatt! –su llamado fue en vano.
- ¿Qué le pasa a ese chico, eh? –cuestionó confundido el pelirrojo, al llegar a su lado como si nada.- Ni siquiera se espero para saber tu respuesta... –su vista permanecía en el camino que el joven visitante e intruso, sobre todo, había tomado a todo marcha.
- ¿Me estuviste expiando? –preguntó serio y molesto el ruso-japonés por sus palabras.
- ¿Eh?, Bueno... –miró hacía el cielo- Seamos realistas... –volvió a verle- No todos los días vine desde Japón un chico a declarársele a Kai Hiwatari, ¿verdad?. No podía perdérmelo Kai... –trató de justificarse, terminando con una sonrisa entre presuntuosa y ¿sexy?.
- ¡Hmf! -ahora era él, el que estaba molesto y con un aura rojiza que se avivaba con cada segundo que pasaba.
- Por cierto... –miró el regalo.- ¿Qué es lo que te regalo, eh? –preguntando curioso, se apoyó en su hombro, tratando de enterarse de aquello.
- ¡Hmf! –rió un poco.- Eres muy curioso, ¿verdad, Tala? –mencionó, percatándose de como lo utilizaba de recargadera.
- Hn –asintió el pelirrojo, viendo como comenzaba a destaparlo.
Al quitarle la envoltura, se encontraron con un enorme chocolate en forma de corazón. Que con mermelada de fresa, tenía escrito un mensaje: "Me gustas Kai".
- ¡Ahh!, ¡Qué lindo! –dijo burlesco el ruso, recibiendo una mirada fría por parte de su acompañante. ¿Mhm?... –por fin entendió. ¡Ahora entiendo! –miró fijamente al bicolor.- ¡Por eso se fue!. Espera que le des una respuesta en el Día de Blanco... –explicó, al recordar la costumbre que tenían en Japón, entendiendo su punto Hiwatari.
- ¿Y bien? –le golpeó levemente.- ¿Cuál será la respuesta del gran Kai Hiwatari? –le miró suspicaz, analizando cualquier reacción.
- Eso no es de tu incumbencia Tala... –entrecerró sus ojos, tratando de no darle mucha importancia al asunto, regresando ambos, de nueva cuenta hacia el pasillo.
- ¡Oye, espera! –lo detuvo.- Dame un pedacito, ¿si? –le quitó el delgado plástico que lo cubría, esperando que dejara arrancarle un pequeño trocito.
- ¡Es mío! –lo hizo a un lado, evitando que le cortara la puntita.
- ¡No seas tacaño Kai!. Sólo un pedacito, ¿si? –pidió ya más "amable", esperando su respuesta.
- Hm. ¡Ya qué! –volvió a extenderle el chocolate para que tomara un poco, y dejara de moléstalo.
- ¡Lo ves!, ¿Que te costaba?. ¡Nada! –se llevó la puntita a su boca, probándolo. Por lo menos no sabe tan mal... –dijo neutro al darle una pequeña mordida, llevándolo de nuevo a su boca.
- ¿A ver?. Déjame ver... –con una sonrisa maliciosa se acercó al pelirrojo, mordiendo la parte que sobresalía de su boca, rozándose levemente sus labios.
- Tienes razón... no sabe tan mal. –concordó con su respuesta, sonriendo malicioso al incitar al ruso.
- Hn... –asintió éste, sonriendo presuntuoso al arrancar otro pedazo y dárselo en la boca a Hiwatari, mordiendo el chocolate que sobresalía de su boca, hasta convertirse en un beso dulce y prolongado.
Fin.
¿Qué les pareció éste pequeño Fic? n.n
Espero que les haya gustado... n-n
Éste fue el primero de más o menos 4 Fic's en total. Como ya dije, son One Shot y no tienen nada que ver el uno con el otro nxn
Bueno, los dejo porque no he terminado la tarea y ya es noche n.n?
Recuerden dejar reviews, sip? ;)
Nos veremos, pues... ñ.ñ
