Disclaimer: Los personajes pertenecen a Suzanne Collins
Este fic participa en el minireto de marzo del Torneo entre distritos en la arena, del foro Hasta el final de la pradera.
El Distrito 2, que se dedica a proveer a Panem de Agentes de la Paz
Distrito 2. El Distrito de las armas. El Distrito de los Agentes de la Paz. El Distrito de los guerreros.
Puede que para el Capitolio tan sólo seamos unos muñecos armados que manejan para mantener el orden de los distritos. Puede que para el resto de distritos tan sólo seamos unas herramientas para mantenerlos sometidos.
Nos consideran unos brutos y unos sádicos por entrenarnos desde pequeños en el combate cuerpo a cuerpo y en el dominio de las armas. Esa es nuestra profesión. Creen que no somos más que fuerza bruta, sin cerebro, aspiraciones ni objetivos.
Pero se equivocan. Todos ellos. No somos nada de eso, somos gente como cualquier otra.
Pero no sólo tienen una imagen equivocada de nosotros, también malinterpretan los juegos. En el Capitolio los ven como un mero entretenimiento mientras que en el resto de distritos los ven como una carnicería televisada.
Pero no. No lo entienden. Desde los inicios de la humanidad siempre se han estado disputando batallas para ver quien es el más fuerte. Siempre ha prevalecido esa ley. Y los juegos son eso mismo, una forma de demostrar que somos fuertes.
No sé cómo es posible que los juegos sean tan temidos. Ese evento es una gran prueba. El Distrito 2 se encarga de entrenar a sus habitantes para convertirlos en agentes de la paz. Y los juegos son la mayor prueba para demostrar que somos unos luchadores, unos guerreros. Esa es nuestra forma de ser, es nuestra naturaleza.
Participar en los juegos es muy complicado. La gente se muere por demostrar su valía, su fuerza, su perseverancia y sus habildades. Morir durante los juegos es morir con honor, porque no hay mejor forma que morir luchando. Ganar significa gloria y riqueza.
No estoy hecha para contemplar los juegos y temer que pronuncien mi nombre en la cosecha. No estoy hecha para ver como otros luchan por alcanzar la gloria y la fama. No. Eso no va conmigo. Yo estoy hecha para combatir, para pelear, para no rendirme y seguir peleando por continuar adelante. Este año me presentaré voluntaria, competiré y venceré Los Juegos del Hambre. Este año miles de voces corearan mi nombre y me aclamaran. Este será mi año, será el año de Lyme Clarkton.
373 palabras sin contar el disclaimer, el aviso y la nota de autora que escribo a continuación.
A ver, he escogido a Lyme, una vencedora que apareció en Sinsajo, porque en mi opinión la tienen un poco marginada. Suzanne nunca mencionó cuál era su apellido, así que me he tomado la libertad de ponerle uno.
