N/A: Bueno estaba escuchando mi playlist y de repente surgió esta idea, sé que Loki está muy fuera de carácter, pero no me importa (wuajajaja ok no) y sé que el titulo no es súper guay pero bueno.

El nombre Haraldr lo saque de google, de nombres nórdicos, significa guerrero y es lo más parecido a Harold

Él prólogo lo saque de algún manga (cuyo nombre no recuerdo) que leí hace tiempo y lo adapte. Si ustedes saben de él manga del que estoy hablando, no duden en decirme para que le de él crédito.

Espero les guste.

Disclaimer: Ninguno de los dos son míos, son de J.K.R y Stan Lee respectivamente

Mi pequeño de ojos verdes

A lo largo de su existencia Loki había sido muchas cosas

Un embaucador

Un guerrero

Un manipulador

Un bromista

Pero nunca, nunca había sido un padre amoroso. El más claro de los ejemplos eran sus otros hijos que a pesar de que no los odiaba, tampoco los amaba con locura; se podría decir que los niños le agradaban y por lo tanto cuando Odín los había desterrado a pesar de que había dolido mucho y no había podido hacer nada para evitarlo, lo había superado.

Sin embargo, aquí estaba perdidamente enamorado de su pequeño. Cuando había visto esos brillantes ojos verde esmeralda tan parecidos a los suyos, que sin embargo brillaban con la luz de la ternura y de la inocencia, se había dado cuenta que lo amaba más allá de toda razón y toda lógica.

Repasando los hechos se dio cuenta que no lamentaba ninguna de las cosas que había hecho, ya que sin ellas su pequeño no habría nacido.

Había llegado aquí porque una pareja que no podía tener hijos hizo alguna especie de ritual y de alguna manera término siendo transportado hasta este lugar.

La mujer pelirroja de ojos verdes (aunque nada parecidos a los de él o los de su hijo) y el hombre de pelo castaño, que realmente parecía tener una fregona en lugar de cabello ya que estaba todo alborotado y sin orden aparente y que llevaba lentes redondos; le habían pedido que los ayudara a concebir un hijo, que era el más grande anhelo de sus corazones.

Había estado aburrido en Asgard sin nada que hacer excepto, tal vez, molestar a Thor; así que pensándolo bien no tenía nada que perder y talvez podría tener algo de diversión a costa de los débiles mortales. Aunque estos en particular eran algo diferente y pronto se dio cuenta de que tenían magia, bastante de hecho. No como la de Asgard si no un tipo diferente.

Así que tomando el control del cuerpo del hombre ayudo a concebir al niño.

A pesar de no tener buenas experiencias con los nacimientos (ya que todos sus hijos le habían sido arrebatados después de una mirada) decidió quedarse y observar al pequeño que saldría, resultado de la mortal y el mismo.

Había pasado los siguientes nueve meses en viajes entre Asgard y Midgard, porque si desaparecía por completo de Asgard seria sospecho y muchos no dudarían en acusarlo de estar haciendo travesuras o ideando un plan para reírse a costa de otros (no es que hubieran estado equivocados en las ocasiones anteriores que lo habían acusado) y lo que menos deseaba era llamar la atención para sí mismo.

Por lo tanto, después de la espera llego el día del nacimiento de su hijo, estaba emocionado (aunque no lo admitiera). Y cuando por fin lo vio y lo sostuvo en sus brazos su corazón dio un salto de pura felicidad, no podía creer que la mitad de esta criatura tan hermosa y perfecta era de él.

Con sus pequeñas manos hechas puñitos, su hermosa piel de un suave color melocotón, la pelusita que podría decir era su cabello, de color caoba y una mezcla perfecta del cabello de la pelirroja y su propio cabello negro como las plumas de los cuervos. También estaban sus pequeñas mejillas regordetas que estaban sonrojadas y lo que remataba a este perfecta creación, eran sus hermosos ojos jade como joyas, tan profundos que parecían llenar tu alma con la bondad y amor que irradiaban, este bebe era… era simplemente perfecto, no había otra palabra para describirlo, todas las demás eran simples subestimaciones.

Siempre había despreciado a los mortales por ser débiles y cobardes, pero al ver a su hijo supo que no podría odiarlos otra vez, ya que el mismo era un mortal, a pesar de llevar también su sangre.

No había tenido intención de relacionarse con él bebe, principalmente porque todo lo que había hecho había sido para dejar de estar aburrido, simplemente deseaba verlo y después seguir con su vida… pero ahora después de haberlo sostenido en sus brazos supo que no podría vivir sin involucrarse en su vida.

Y tan pronto como la esta revelación lo golpeo también se dio cuenta de que nunca podría llevarlo a Asgard, posiblemente en el momento en el que pusieran un pie ahí su hijo le seria arrebatado como Odín había hecho con los otros y supo con certeza que esta vez su corazón no lo soportaría, no soportaría ser separado de este bebe. Preferiría ser torturado cualquier día antes que permitiera ser alejado del niño.

Así que muy a su pesar decidió que la pareja lo criara, no sin antes hacerlos jurar que lo protegerían de cualquier cosa aun si tuvieran que perder sus vidas en el proceso.

La pareja estaba tan emocionada con su hijo y estaban totalmente enamorados del niño (no es que fuera difícil, después de todo el niño irradiaba amor y ternura y era fácil enamorarse de él) había aceptado inmediatamente.

Su pequeño Haraldr.

O como los mortales los habían nombrado Harry James Potter.

Decidió que era mejor visitarlo dos veces al año para ver como crecía y atender sus necesidades, a pesar de que no era mucho, eso era mejor que nada. Los días acordados habían sido su cumpleaños, 31 de Julio, y el día en el que los mortales celebraban lo que conocía como Navidad.

Con mucho esfuerzo había regresado a Asgard, no sin antes, con mucha paranoia poner cientos de encantos para que le avisaran si estaba lastimado, perdido o enfermo y así acudir para ayudar o cuidarlo. También había agregado uno para esconder a su pequeño de la vista de Heimdall, que lo menos que deseaba era que Odín supiera de su existencia.

~ Salto de tiempo ~

Había llegado después de la pequeña fiesta que los mortales habían hecho para su pequeño, se estaban escondiendo así que solo había asistido el padriperro (el padrino que se podía convertir en perro) de su hijo.

Podría jurar que cada vez que lo veía era más hermoso.

Le había dado un pequeño collar grabado con runas de protección y lo había visto dormir por algunas horas antes de irse depósito un suave beso en su sedoso cabello.

~ Salto de tiempo ~

Había tenido un día horrible como niñera de su hermano cuidando de que no se metiera en algún lio, así que decidió que lo mejor era ir a la cama temprano.

Se despertó de repente…

Uno de los encantos que había trazado en su hijo, le estaba mostrando que estaba bastante herido y sin pensarlo dos veces se había escabullido para verlo.

Cuando llego a la pequeña casa de la pareja su corazón se detuvo… el piso superior de la casa estaba casi destruido, sin importarle nada corrió al cuarto en el que sabía que estaba su pequeño.

Apenas noto el cadáver del castaño, cuando llego a la habitación vio con horror como la pelirroja también estaba muerta y su pequeño estaba llorando y sangrando profusamente de una herida en su frente que tenía la forma de rayo.

Sin perder tiempo lo tomo en brazos y el niño inmediatamente se calmó, reconociendo esos brazos que lo habían sostenido antes. Y lo sano.

De pronto, como una revelación, recordó que lo mortales le habían dicho de una profecía, no la había tomado en serio, había otro niño que se adaptaba y echando de lado sus miedos decidió que el otro niño era el de la profecía y no su pequeño bebe.

Al parecer se había equivocado, pero no importaba. Haraldr perdió a los mortales que lo criaban. Decidió que nunca volvería a cometer otro error de ese tipo, el cuidaría, se enfrentaría al universo entero, incluyendo a su Padre, para garantizar su bienestar.

Se dio cuenta que no lo podría encerrar en una burbuja (que era su mayor deseo, porque eso no era saludable) así que lo entrenaría para que se pudiera defender.

El juro que lo criara rodeado de amor y cariño, lo protegería y lo enseñaría a defenderse (aunque con gusto desgarraría por la mitad a cualquiera que deseara hacerle daño).

Y con todo eso en mente beso su cicatriz sellando el silencioso juramento que había hecho.

-Fin-

IzarBlackRiddle