LECCIONES DE VIDA
SUMMARY
La vida nos da muchas lecciones, para Haruhi, la única chica en un internado enteramente masculino se resumían en: no dejes que te descubran y no te enamores de quien no te pueda corresponder HikaruXHaruhi
LECCIÓN 1
Ante todo disimular.
-Supongo que este es el lugar…
Caminó hacia el interior del lugar trayendo consigo unas cuantas maletas un tanto gastadas, rodeada de otros jóvenes de primer ingreso que al igual que ella portaban el uniforme reglamentario y que observaban a su alrededor tratando de digerir aún el hecho de haber conseguido la entrada a semejante internado, sin embargo, ninguno sabía de ese sentimiento más que ella.
Por fin, después de meses de estudio su esfuerzo había dado frutos. Había logrado ingresar al internado Ouran con una beca completa. Sus clases iniciarían al día siguiente y con ello, el reto más grande de toda su vida; graduarse como abogada sin que se descubriera el hecho de ser mujer.
Pero como toda historia, hay que comenzar desde el principio…
Haruhi Fujioka.
Una joven de larga cabellera castaña, poseedora de unos expresivos ojos del mismo color. Sencilla, bonita, amable e inteligente eran cualidades por las que normalmente era descrita. Siempre con un impresionante deseo de aprender había sobresalido por sus notas en la educación básica. Aún con todo, los tiempos en los que había nacido no eran los correctos para alguien con su talento, ya que en esos momentos la educación para las mujeres no podía ir más allá de la básica. "Es un desperdicio de talento" le habían dicho sus amigos y fue justamente eso lo que la impulsó a no permanecer atenida a las exigencias de la sociedad de aquél entonces.
Puesto que su madre había muerto presa de una extraña enfermedad solo le quedaba su padre a quien le expuso su plan. A pesar de que sabía el peligro al que se estaba exponiendo no estaba dispuesta a permanecer cruzada de brazos ante la situación y si era su única alternativa lo haría… se vestiría de hombre y tomaría una identidad falsa para ingresar a un colegio superior.
Curso la escuela media con profesores particulares, siempre vestida de hombre. Este hecho no represento gran amenaza más que en contadas ocasiones, ya que era mucho más sencillo ocultarse estando en su propio hogar que fuera de el. Terminando su educación media, fue su padre quien le consiguió una identificación falsa de estudiante, avalada por todos sus profesores anteriores quienes no dudaron en ayudarle aún siendo algo tan riesgoso.
Ouran.
Un internado para jóvenes adinerados que impartía la mejor educación de todo Japón, solo existían dos opciones para ingresar en él, demostrar por lo menos una de sus dos cualidades preferidas: riqueza o inteligencia.
Y entonces la relación quedaba así: Haruhi-inteligencia-Ouran.
¡Bingo!
El largo cabello de Haruhi fue cortado hasta que simulo el corte de cualquier chico de instituto. Su anatomía le era de gran ayuda puesto que era tan delgada y estaba tan poco desarrollada que podía pasar por su papel a la perfección.
Estudió por meses para presentar el examen para dicho internado. Aún a pesar de su falsa identidad no le fue necesario cambiar su nombre puesto que Haruhi-chan no se distanciaba demasiado del Haruhi-kun.
Y entonces… ingresó. Y a eso se podría llamar el verdadero inicio de todos sus problemas.
-Puedo suponer que tu eres Fujioka Haruhi ¿me equivoco? – un joven alto y atractivo de aspecto calculador la miraba interrogante desde la entrada del internado.
-S-si soy yo- le respondió la castaña aún sorprendida por la repentina aparición del joven.
-Permíteme presentarme, mi nombre es Ootori Kyouya y de ahora en adelante seré tu profesor de Cálculo- se inclinó frente a ella con expresión indiferente mientras Haruhi trataba con torpeza de responder el saludo- solo te aviso, en mi clase no permito alumnos mediocres; dado que tu ingresaste con una beca, quiero pensar que tienes mas valía que todos estos niños ricos…
-C-claro…
Continuaron caminando por entre los pasillos del internado hasta que algo, o más bien alguien, choco contra ella haciéndola caer.
-¡D-discúlpame!- al levantar la mirada se encontró con un estudiante de cabello pelirrojo que le extendía la mano en señal de ayuda- es que tengo algo de prisa y…- fue entonces que se percató de la presencia de Kyouya y repentinamente se sonrojó- ¡Ootori-sempai! ¿qué hace aquí?
-No creo que mis asuntos tengan que ser discutidos con un estudiante, Kaoru- respondió cortantemente.
-L-lo siento…n-no quise… es que Hikaru…- balbuceó el pelirrojo completamente sonrojado- ¡es cierto!- gritó repentinamente- tengo que ir a ver a Hikaru, parece que hay algo importante de lo que quiere hablar conmigo…
Las cejas de profesor Ootori se fruncieron hasta formar una delgada línea mientras balbuceaba frases ininteligibles. Sin decir palabra se encaminó con decisión mientras que Haruhi y Kaoru trataban de seguirle el paso, algo que se les estaba complicando bastante hasta que al fin se detuvieron frente a una de las puertas del edifico de dormitorios.
-Adelante Haruhi- dijo Kyouya cortantemente entregándole la llave de la habitación- conozca su nueva habitación y a su nuevo compañero.
-Pero Ootori-sempai…-balbuceó el pelirrojo tratando de impedir el avance de la joven, quien solo atinó a mirar al profesor dubitativamente aún con la llave puesta en el cerrojo.
-Dije, adelante Haruhi…
La castaña no lo pensó dos veces ante aquella fría orden y giró la manija de la recámara. El sol que se asomaba por la ventana la cegó por unos instantes hasta que pudo distinguir a una persona sentada en una de las dos camas gemelas. Frente a ella se encontraba…
-¿Kaoru? ¿cómo entraste? ¿en qué momento cambiaste tu ropa?- un momento, algo no andaba bien. Haruhi se alejó de la puerta solo para chocar de espaldas con el pelirrojo- ¿Kaoru?
-Lo siento Haruhi… te presento a mi hermano gemelo Hikaru Hitachiin- dijo Kaoru sonriendo ante su confusión- creo que tu presencia justo en este lugar aclara el misterio de porque mi hermano me citó aquí.
¿Gemelos?
-No tengo ni la menor idea de quien seas, pero vete….- le dijo Hikaru mirándola reprobadoramente.
-Tu no tienes la decisión aquí- Kyouya decidió tomar cartas en el asunto inmediatamente.
-Si quiero puedo tenerla- un golpe seco resonó en la habitación, el claro sonido de la bofetada dada al pelirrojo por su hermano.
-¿Compórtate, quieres?- el gesto de Kaoru se relajó ante sus propias palabras- no estuvo en nuestras manos el estar en habitaciones separadas.
-¡Pero somos hermanos!- aclaró Hikaru aún sosteniéndose la mejilla golpeada.
-En este internado ese hecho no importa, y ahora si nos disculpas, creo que lo mejor es que conozcas a tu compañero… él es Fujioka Haruhi; y ahora, si no te molesta, tengo asuntos mucho más importantes que atender- recitó Kyouya impasible para después salir de la habitación llevando consigo a un sonrojado Kaoru.
…
Silencio.
Hikaru solo la miraba con el ceño fruncido y la mandíbula fuertemente apretada.
-A-así que seremos compañeros- comento la castaña en un vano intento de romper aquella incómoda tensión.
-Creo que eso es obvio…- le respondió el pelirrojo sarcásticamente.
…
-¿Sabes? No tienes porque ponerte así solo porque los separaron de cuarto- Haruhi parecía cada vez más molesta por la actitud del joven.
-Hemos estado juntos desde el día en que nacimos, eso no tenía porque cambiar- contestó Hikaru sin apartar el tono cortante de su voz.
-Eso solo demuestra lo inmaduro que eres, ni siquiera eres capaz de sobrellevar una vida sin la presencia de tu hermano- si lo que ese egoísta quería era guerra, pues bien, la había conseguido.
-¿A quién llamaste inmaduro?- reprochó el pelirrojo.
-¿Ves a algún otro inmaduro por aquí?- ni ella podía creerse lo que estaba diciendo. Siempre había mantenido la compostura en todo tipo de situaciones puesto que, y ella lo sabía, siempre había sido independiente y madura. Definitivamente los nervios a ser descubierta le estaba afectando.
Hikaru Hitachiin.
Hermano mayor y heredero de la familia Hitachiin, dueños de una importante compañía dedicada a la confección y diseño de ropa de última moda. Desde muy pequeño siempre estuvo demasiado ligado a su gemelo, Kaoru, con la egoísta idea de que fuera de ellos nadie más importaba. Su mundo se encontraba dividido en "nosotros" y "aquellos alrededor de nosotros".
Poseedor de un carácter poco paciente que acababa de ser puesto a prueba por primera vez.
-¿Quieres pelea acaso?- le dijo a la castaña tomándola por la solapa de la camisa y acorralándola contra la pared- ¡no vuelvas a llamarme así!
-Pues no encuentro otra forma de describirte a ti o a lo que estás haciendo ahora mismo…- prosiguió Haruhi tratando de mantenerse impasible mientras que la verdosa mirada del heredero Hitachiin parecía traspasarla.
-¿Sucede algo Hika-chan?- una cabellera rubia se asomó a través del resquicio de la puerta que había permanecido entre abierta todo ese tiempo- Takashi y yo escuchamos …- el pequeño se interrumpió abriendo de golpe la puerta hasta quedar frente a ella.
-Honey-senpai…- murmuró el pelirrojo tratando de no parecer molesto, cosa que no lograba del todo bien- el es Haruhi, mi… nuevo compañero de habitación.
-¡Wai! Es muy lindo. ¡Takashi! ¡Ven a ver esto Takashi!-gritó el pequeño aún mirando fijamente a Haruhi mientras balanceaba en sus brazos un conejo rosado de peluche.
Sin embargo, el joven que lo acompañaba se negaba a apartarse de la puerta mirando impasible la escena.
-Mitsukuni, creo que es hora de retirarnos, es hora de la comida y usa-chan se molestara sino se alimenta correctamente- recitó el joven gravemente.
-¿De verdad lo crees, Takashi?- Honey sostuvo frente a sí a su conejo rosado mirándolo con preocupación- creo que tienes razón, parece un poco enfadado… ¡entonces nos veremos Hika-chan, Haru-chan!- acto seguido salió de la habitación dando saltitos, segundos después asomó nuevamente la cara para gritarles- ¡y ya no peleen!
-¿Se ha dado cuenta?... me parece tan inocente- dijo Haruhi sorprendida de la perspicacia de alguien tan pequeño como él- ¿dejan entrar familiares aquí?
-Haninozuka Mitsukuni, tercer curso de instituto…-dejo en claro el pelirrojo aún mirándola con desprecio- las personas a veces no son lo que parecen Haruhi-kun- esto último lo hizo remarcando el kun con desprecio mientras se encaminaba hacia su cama- y de una vez…
-De una vez nada- sentenció Haruhi aún tratando de reponerse ante la sorpresa de que aquél pequeño fuese en realidad un estudiante de curso superior- no vengo dispuesto a atenerme a alguna de las, y estoy segura de ello, estúpidas reglas que seguramente querrás imponerme…
-¡Oye no te parece des…!
-¡Lo siento, he llegado en cuanto Kyouya me ha avisado de su llegada!- la puerta de la habitación había sido azotada de la nada, por un atractivo rubio de mirada azul brillante que la observaba con admiración; y que, sin más, se lanzó a abrazarla girándola por toda la habitación- ¡Eres tú!
-¿Senpai?- Hikaru parecía tan o más impresionado que la castaña, quien aún se debatía entre el asfixiante abrazo del recién llegado, y cuyo rostro había adquirido un brillante carmín.
-¡Ah Hikaru!- el rubio soltó repentinamente a Haruhi para lanzarse a estrechar la mano del heredero Hitachiin, quien solo miraba a la joven tirada en el suelo tratando de levantarse con toda la dignidad posible- he escuchado que tus notas han sido excelentes como siempre… aunque sigues teniendo problemas ¿no es cierto?
-Si… claro, Suoh-senpai- balbuceó el pelirrojo aún si despegar la vista de su compañera.
-Espero que no des muchos problemas, ya conoces a Kyouya… en cuanto tenga una oportunidad te echará de aquí ajajaja- rió el joven egocéntricamente mientras acomodaba uno de sus rubios mechones por detrás de su oído, sin prestar más atención a nada.
-¿Quién te crees que eres tú?- preguntó repentinamente Haruhi repuesta de la sorpresa inicial, aún conservando un halo rosado en las mejillas.
-¡Ah, es cierto, no me he presentado!- y en un gesto en extremo galante, se inclinó hasta quedar una de sus rodillas sobre el suelo mientras que la miraba fijamente- Mi nombre es Tamaki Suoh… y soy el hijo del director de este internado.
Hijo del director.
¡Y pensar que segundos antes ella se había imaginado a si misma estrellándolo contra la pared!
-¡Confiamos completamente en ti, estudiante plebeyo!- le gritó Tamaki aún mirándola fijamente- se dice que eres una rareza por haber ingresado aquí con una beca total… no es como si otros no lo hubiesen hecho, pero no con una beca pagada en su totalidad- de nuevo, los ojos del heredero Suoh se iluminaron mientras que el se lanzaba de nuevo, acogiendo en sus brazos el delgado cuerpo de Haruhi- ¡Eres tan lindo cuando me miras así!
-De verdad no lo creo… es un simple estudiante más- balbuceó el pelirrojo recorriendo con la mirada a la castaña de arriba abajo- su vestimenta solo muestra su verdadera personalidad, no es mas que un plebeyo.
-¡Mal…!
-¡No la llames así, Hikaru!- defendió Tamaki, logrando que un nuevo sonrojo se posara en las mejillas de la joven- ¿no sabes acaso que el orgullo plebeyo es fácil de dañarse?
El sonrojo desapareció de inmediato siendo sustituido por un gesto desganado.
-Malditos ricos bastardos…
NOTAS DE LA AUTORA:
-.-u
De verdad que tarde extremadamente mucho en terminar este capítulo… fue una experiencia muy graciosa, porque podría decirse que yo ya tengo toda la historia de principio a fin… solo en mi mente obviamente.
Pero la experiencia traumante fue que al comenzar a pasarla a papel o a computadora no podía, así de simple, no podía…
En fin… he comenzado y ahora a terminar…
Espero les guste, y como prueba de ellos dejen reviews nee? n.n
Bye!
°°°Yamileth Li°°°
