DISCLAIMER: Los nombres de los personajes no me pertenecen, es parte del Universo Sailor Moon de Naoko Takeuchi. La historia del drabble es enteramente mía.

NOTA: Participa en el Tercer desafío del fanpage Es de FanFics.

CONTEO: 486 palabras.

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Si me preguntan qué hacía alguien como yo caminando en una plaza como esa, no sabría qué responder.

De aquella tarde tan sólo tengo el recuerdo de ella.

Fue un seis de abril cuando mis ojos se cruzaron con los de mi Serena. A decir verdad, no era un día especial, el clima pintaba ordinario, las nubes no estaban en su mejor forma, ni el azul del cielo era de lo más bello. Tal vez fue que el seis de abril se opacó con el rubio de su melena.

Mis mejillas se enardecen cuando evoco su visión, y en mi cabeza repito una y mil veces las palabras pronunciadas, como esperando que en los recuerdos de la mente suenen mejor.

—Disculpa, ¿podrías darme la hora?

Recuerdo haberla visto fijar su mirada en mi muñeca izquierda y sonreír ante la bobería de mi pregunta.

Como pude intenté esconder mi mano delatora, pero era demasiado tarde, ella sabía que en mi timidez el mejor recurso para hablarle había sido ese. Ahora dependía enteramente de ella el dejarme avanzar.

Su dedo índice apuntó con gracia hacia el enorme reloj de la plaza principal. A 20 metros del piso estaba mi vergüenza hecha tiempo con sus dos manecillas anunciando las cinco con diez de la tarde y el segundero marcando el compás.

—Es cierto, perdona, no lo vi.

De nuevo su sonrisa, de nuevo esos ojos celestes y esa piel lechosa adornada por sus rojas manzanas a modo de mejillas.

¿Qué más podía decir? ¿De qué otra forma podía detenerla? Por un momento quise ser dueño de aquel reloj; lanzarle un hechizo que le detuviese el tic-tac para quedarme estático en la atemporalidad del encuentro, para disfrutar a mis anchas de cada parte de su perfecta anatomía y tal vez hasta robarle un casto beso antes de volver a la normalidad.

Pero no, el tiempo no se detiene, ni siquiera se regresa, eso sólo pasa en los sueños y en la remembranza de mis memorias que la mantienen intacta.

Ella se abrió paso entre los ancianos que alimentaban a las palomas y los niños que corrían alegres por el empedrado de la plazuela, mientras yo me quedé cada vez más atrás de su presencia.

Desde ese día, cada seis de abril me paré en esa plaza, con la esperanza de una nueva oportunidad…

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—Papá, ¿qué haces?

—Escribiendo mis memorias.

—Escribiendo de mamá, querrás decir.

—¿Acaso hay algo más aparte de ustedes que pueda ocupar mi vieja memoria?

—No, nada…

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Cuando te vi alejarte pensé que de ti sólo obtendría un desdén por mi torpeza. Hoy que veo a nuestros hijos sé que las almas gemelas tienen formas extrañas de coincidir.

Un abril te encontré y en otro te fuiste, pero eso ya no importa, pues ni la muerte misma puede quitarme el bello recuerdo de tu dedo apuntado a las cinco con diez.

Con amor, para mi dulce bombón, Seiya.

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NOTA DE AUTORA: El 6 de abril de 1998 fue la primera transmisión en México de la tercera temporada del anime, y sí es del arco Stars en donde sale mi Seiya. :)

¡Hola, mis queridos lectores! A quienes me siguen les mando un gran saludo, sé que dije que tal vez no iba a escribir más hasta el año entrante, pero se me atravesó este desafío, y dije ¡vamos!

A quienes espero lleguen a leerme gracias a Es de FanFics, bienvenidos a este mi espacio en donde mi amor por Sailor Moon termina en tantas historias, tantas anécdotas, tantos besos, tan infinitos como las estrellas.

Un beso grande a todos, espero haber cumplido con las especificaciones, y feliz año nuevo a todos.

¡Abrazos!