Dicen que todos tenemos un motivo por el cuál existimos ¿y tú? ¿tienes ya tu motivo para existir?

-O-

En una isla del Grand Line.

-¡Vamos Kirara!-Se oían mis gritos, mientras corría por toda la calle que a pesar de no ser mas de las 8 de la tarde, se encontraba vacía.

-¡Hi!- me respondió o mas bien me gritó fríamente, mi fiel amiga Kirara, un demonio con aspecto de zorro de dos colas, era de color amarillo cálido, excepto las puntas de sus patas, orejas y colas que eran de color negro y con ojos de un color rojo carmesí.

-!Eh¡Tú, detente mocosa, ya veras cuando te atrape¡, !no sabes con quien te estás metiendo¡-Me gritaba la voz de mi perseguidor a mis espaldas, era un tipo bastante feo a mi parecer, rubio con cicatrices en la cara, moreno de piel y delgado. Al que por cierto, acababa de darle la paliza de su vida, ¿que por qué, lo hice?, pues porque este estúpido tenía algo que debía ser mío, ¿queréis saber que es?, pues escuchad (leed) atentamente porque no se trata de una baratija, es un arma, supongo que os preguntareis que tiene de especial, pues veréis, este arma es Artemisa, la reina de todas las armas, dicen que perteneció a Artemisa la reina de la guerra, de ahí viene su nombre, este arma es indestructible, pero no todo el mundo puede dominarlo porque requiere un fuerte espíritu y una gran habilidad mental, no se sabe de nadie que haya sido capaz de usarla, aunque puede que haya una excepción, Gold Roger, dicen que fue capaz de usarla, pero que se negó a quedarsela, ¿por qué?, pues eso nadie lo sabe, algunos dicen que fue por la maldición que porta este arma, y otros simplemente dicen que el no necesitaba de ningún arma para enfrentarse a los peligros del océano y que por eso no la quiso, aunque yo no me creo ninguna de las opciones, pero bueno, la gente se aburre y algo tendrán que hacer ¿no?, aunque se trate de inventarse la vida de otro.

-¡Ja!, sigue soñando perdedor, jamás te entregaría tan preciado tesoro, pero si tanto lo quieres, ¿por qué, no vienes a buscarlo?- Le grite con diversión, lo único que hacia este tipo, era gritar que se las pagaría en vez de venir a buscarla y encima me amenazaba de que su jefe iría a por mi, bah si es como este cobarde no tengo de que preocuparme.

-¡Me las pagaras maldita mocosa insolente, ya veras esto no acabara así!- me gritaba furioso, jajaja tendríais que ver las cara que ponía, y como se le hinchaba la vena de la frente, parecía que iba a explotar de un momento a otro y encima estaba maldiciendome, ¿enserio cree que eso funcionara?, bah yo me largo este tío me estaba empezando a resultar muy molesto.

-Ale, lo que tu digas campeón, ahí te quedas- me despedí de ese idiota con toda la elegancia del mundo, vamos que le enseñe el dedo corazón y le saque la lengua antes de saltar a un tejado y desaparecer.

-O-

-Jajajaja, menudo idiota, realmente se pensaba que pidiendo las cosas se las devolvería, todo el mundo sabe que la violencia es el método mas efectivo y que si quieres algo solo tienes que cogerlo, es una de las leyes de todo pirata-Le comentaba a Kirara, mientras me sentaba en la arena de la playa, tan suave y cálida. Había corrido todo lo lejos posible de ahí, y ese tío se pensaba que había desaparecido por arte de magia ,jajaja, y lo único que hice fue camuflarme en las sombras e irme de allí, con sumo cuidado, ¡y él ni se entero¡, daba vergüenza que me pusieran en la misma calaña que ese ser sin cerebro.

-Alice-Sama- oí la voz de Kirara, que al parecer había adoptado, una forma humana zorruna, haber como os lo explico, Kirara es un demonio zorro y puede adoptar tres formas, la primera es de mini zorro, tiene el aspecto de un zorro normal solo que con dos colas, la segunda forma es como la primera solo que su tamaño aumenta bastante, y sus patas y colas comienzan a echar fuego, no me preguntéis porque, simplemente es así, ah y sus colmillos crecen mas de la cuenta, esta es la forma que tenía antes y bueno la que esta usando ahora, que es la de un zorro con aspecto humano, tan solo tiene una cola, y extraños símbolos morados en las piernas y manos o ¿patas?, y las partes que tenia en negro se vuelven blancas, ah, y por si no ha quedado claro su color no cambia excepto en el ultimo caso.

-Dime, Kirara-Chan- le dije mirando el mar, el sol estaba poniéndose, ¡era hermoso!.

-¿Estas segura de esto?-me dijo con el tono de voz notablemente preocupado, ella no estaba de acuerdo en que yo fuera pirata, decía que era muy peligroso.

-Por supuesto que si¡-dije poniéndome de pie de un salto- Es mi sueño, siempre he querido ver mundo, surcar los mares, y que mejor forma que hacerlo que de pirata, puede que todavía no tenga tripulación, ni barco, ni nada pero lo conseguiré poco a poco.

-pero...-titubeo sin saber que responderme

-Nada de peros¡, he tomado una decisión y no cambiare de idea, no estas obligada a venir,-le dije lo mas seria que pude con la mirada fija hacia unas rocas- ¿are?- exclame llamando la atención de Kirara, vi una extraña cosa amarilla entre las rocas, al parecer estaba escondida, aunque ese color tampoco es que ayude a disimularlo. Me acerque corriendo, era..¿un submarino?, que clase de loco tiene un submarino amarillo chillón, una gota de sudor recorrió mi nuca, pensé que los piratas iban en barco, al parecer estaba equivocada.

-¿eh?, Alice¡, ¿a donde vas?, -dijo Kirara siguiéndome.-Vuelve, es muy peligroso.

Pase de ella olímpicamente, y toque el submarino, estaba frío, era puro metal, me pregunto si seria igual por dentro. Ante esa idea una idea traviesa surco mi rostro.

-!Ah, no¡, eso si que no¡-me regañaba Kirara leyendo mis pensamientos- es demasiado peligroso, no sabes a quien pertenece es mejor que lo olvides y vayamos a buscar un barco.

-Oh, vamos¡, solo 5 minutos, además si ahí poca gente solo tenemos que cargárnoslos y quedarnos el submarino, vale que no es el barco de mis sueños, pero por algo se empieza¡

-Estas mal de la cabeza-fue lo único que me dijo, la verdad es que me dolió su actitud.

Me di la vuelta y subí a bordo, no estaba mal, tenia cubierta y todo. Ahora si me empieza a gustar este submarino. Intente abrir la puerta, pero sorpresa, estaba cerrada.

-¡Kuso!.-maldije, no iba a rendirme, eso nunca, busque alguna otra entrada, nada.

Justo cuando iba a darme por vencida, lo vi, una ventana abierta, la gran pregunta era, ¿cabria yo dentro?.¡Vamos a probar!

-Vamos...vamos..-todo mi cuerpo entro hasta, la cintura, mierda, no conseguía entrar mas, y yo que pensaba que no tenía caderas, puse mis manos a los lados y me impulse hacia adentro. Nada, ni un centímetro.

-Dice el capitán, que debemos ponernos en marcha- Oí unas veces que se acercaban por el pasillo,¡mierda, me van a pillar, como puedo ser tan gafe¡

-Si, sera mejor no hacerle esperar- oí como conversaban, ante mi, afortunadamente había logrado entrar aunque mi short no había salido tan bien parado. Antes de que me descubrieran me había metido en un cuartito...¿de la limpieza?, espero que si porque si no, no sabría decir que son esos pelillos que rozan mi pierna.

-¿que hace la ventana abierta?- dijo uno de ellos cerrando la ventana...¿con llave?, venga ya, desde cuando la gente cierra las ventanas con llave o era una puerta secreta jajaja, oye pues eso molaría.

-No lo se, pero menos mal que nos hemos dado cuenta antes de zarpar, si no, no quiero imaginarme lo que nos haría el capitán.-le respondió su compañero a la vez que un escalofrío cubría sus espaldas, tendríais que ver los uniformes que llevaban, eran unos monos blancos con ese extraño símbolo en la espalda, y ambos llevaban gorros, no podía verlos mejor porque ya se habían ido y solo tenía una pequeña rendija de la puerta para verlos.

Me asegure de que no hubiera nadie y salí de ese cuarto que tantos escalofríos me daba.

-Menuda decepción- suspire al ver que todo por dentro era gris, frío y monótono.- yo me esperaba algo mas la verdad.

TODO absolutamente todo era gris y no había diferencia entre los pasillos, parecía un laberinto aburrido y soso. ¡Me niego a quedarme aquí¡, no puedo pasar días enteros aquí metida, me volvería loca, bueno mas de lo que estoy.

Me acerque a una ventana e intente abrirla, cerrada, etto...si las ventanas están cerradas con llave. ¡¿como demonios voy a salir de aquí?¡ Intente abrir todas las ventanas, nada, todas cerradas, corrí y corrí a través de los pasillos de metal, no,no,no, me había perdido, era todo tan igual que no sabia por donde estaba la salida.

-kya¡-grite ante el repentino temblor, pero no era un maremoto y solo quedaba una opción...¡Estábamos sumergiéndonos!.

-Oh, no¡, si Kirara se entera, me mata y seguramente me impediría ser pirata- maldije mi suerte una vez mas en este glorioso día (ironía modo;ON)- en menudo lío me he metido...

No, no debía auto compadecerme, eso era de débiles, y yo podía ser tonta pero nunca seré débil, pienso superar todos los obstáculos por muy duros que resulten. Decidida corrí hacia lo que supuse que seria el primer piso, donde estaría la salida. Cerre los ojos e intente sentir las presencias de los componentes del barco, no me costo hacerlo, pero no porque se me de bien si no porque...habia miles!. Este submarino estaba lleno de piratas, Ahora si que no había quien saliera de aquí.

oí pasos, muchos pasos, se estaban acercando, por lo menos mas de 15 personas, vi una habitación, e hice lo mas lógico, me metí dentro. Apoye mi oído en la puerta, intentando saber si se habían ido o no, desgraciadamente para mi estuve mas atenta de lo que había fuera, que lo que había dentro.

-¿Se puede saber quien eres tu?-dijo una voz masculina.