:( Ya lo sabía pero que dolor verlo en la serie.


No. El encuentro no era casual. Había sido anunciado antes por otras razas y otras profecías. Cuando se había dado cuenta de lo que significaba la alegría y el miedo que experimentó no podía compararse con nada. Con nada, excepto verla.

Y si como de alguna absurda película de romance se tratara, se encontraron a la mitad de un calle desolada y corrieron a los brazos de el otro, ignorando todo peligro inminente que los acechaba, sintiendo sus corazones latir como si apenas empezaran a vivir en la espera de un abrazo y de un reencuentro tranquilo que no llegaría. Nunca había reencuentros tranquilos cuando se trataba de ellos. Es como si la tierra intentara colapsar con su simple presencia en el mismo plano existencial. Es demasiado para contenerlo. Así que el universo sólo tenía dos opciones: separarlos o matarlos. La primera, dolía tanto o más que la segunda.

Pero si a la muerte se le puede engañar ¿por qué al universo no?

Si, lo admite, no era un plan, ni siquiera estaba contemplado, fue un error, uno para que ella fuera feliz, aunque esa fuera la única consecuencia positiva que tuviera.

Y entonces, Rose hizo la pregunta.

-¿Es necesario decirlo? –contestó.

Por supuesto que era necesario. Moría por decirlo, quería gritarlo, su cuerpo quería explotar al pronunciarlo. Casi había muerto del dolor cuando quiso decirlo y el universo se lo impidió. Y ahora, ahora le entregaba una segunda oportunidad, a él, el renegado.

-¿Es necesario decirlo? –se repitió a si mismo mientras la mujer de su vida besaba a alguien que era idéntico a él pero que no era él y dolía como si de repente ella le dijese que Mickey era el amor de su vida y que había decidido casarse con él, no; dolía como si ella sostuviese en sus brazos el bebé de otro hombre. Dolía tanto como verse a sí mismo besándola y no ser él.

Estaba engañándose. Mintiéndose descaradamente como si se le pudiese mentir a un Señor del Tiempo. Sintiéndose jodidamente sólo. De nuevo. Y se odia, se odia tanto que siente que morirá en cualquier momento. Y es entonces cuando un ángel gritón aparece frente a él y lo toma del brazo mientras le dirige una triste sonrisa y él la ve con la misma tristeza a punto de consumirlo pero ya no siente sus piernas flaquear, ahora esta firme, ahora puede seguir.

Donna lo lleva con cuidado a la TARDIS, temiendo que decida de repente empezar a golpearse a mi mismo pero el Doctor se deja llevar mansamente con el corazón en la mano decidido a no voltear. Y no lo hizo. Decidió que su último recuerdo de Rose definitivamente no sería ese donde besaba a alguien que era él sin ser él. Sin nunca ser él.


¿Review?