Algo que podría deshacer tus planes y hacerte rever los últimos años de tu corta vida

Lily estaba extasiada ante los rumores que se corrían en el colegio acerca de su mejor amigo. Le gustaba alguien, todos decían eso, pero nadie sabía quién era ese alguien. ¿Cómo se había hecho tan pública esa información sobre su amigo, sin aclarar el detalle más importante? La chica no lo sabía, pero iba a averiguarlo.

Lo encontró en la sala común de Slytherin, como siempre. Lily no era la primera en romper la tradición familiar Weasley (todos en Gryffindor, no importaba cuanto siguieras el árbol genealógico), su hermano mayor, Albus, se le había adelantado.

Nadie creía que la tierna niña que lloró cuando sus hermanos mayores la dejaron y se fueron a Hogwarts se convertiría en esa "ambiciosa muchachita", como solía decirle su abuela Molly hasta que le dijo que ya no era una niña y que detestaba ese apodo, cuando tenía trece, el año anterior. Y nadie imaginaría que su plan ya estaba siendo trabajado en su cerebrito a los diez años, cuando fue a buscar a sus hermanos a la plataforma y conoció formalmente a su amigo.

-Hey, Scor, ¿podemos hablar a solas?-dijo, obligando al chico a levantar la vista de su tarea.

-¿Qué pasa, Lil?

-¡No aquí!-susurró.

-Nadie nos presta atención, no estés tan alterada.-trato de tranquilizarla, pero ella estaba muy nerviosa.

-¿Quién es?-preguntó bruscamente.

-¿Quién es qué? Deberías ser más específica, me canso de decírtelo.

-Ya sabes, los rumores que andan dando vueltas al colegio sobre El amor de Scorpius Malfoy.

-Bueno, yo creé el rumor, esperando que llegara a esa persona...-dijo su amigo, dubitativo.

-Yo creo que ya se ha enterado.-Insinuó Lily.

-¿Eso crees?

-Sí.-y ante el silencio del chico agregó, -¿puedo saber quién es esa persona?

-Si te lo dijera no te agradaría.

Eso la desilusionó demasiado.

-¿Es de mi familia?

-Bueno, sí.

-Oh, ya veo.-dijo, y se fue.

Su plan se había esfumado casi tan rápido como había llegado. Sabía que su prima Rose también estaba interesada en Scorpius, pero ella fue más astuta (por algo el Sombrero la había puesto en Slytherin, ¿no?). Decidió que se pegaría mucho a Albus, simulando ser la "hermanita perdida", y así se haría también amiga de Scorpius, gran amigo de su hermano. Una vez que fueran amigos, ella podría acercarse cada vez más, y tal vez terminarían siendo algo más que amigos.

Claro que no contaba con que su prima estaría al acecho.

Estaba muy, verdaderamente enojada.

Se quedó en un aula vacía, no quería salir.

-¿Lil?

Solo él le decía así.

-¿Qué pasa, Scor?-dijo con voz cansada.

-Me preguntaba...bueno, pues, ya que eres mi mejor amiga y ya te has dado cuenta, y, por sobre todo, eres mi mejor amiga...

-Ya quedó claro, soy tu mejor amiga, continúa.-lo animó, odiaba ver dudar a su Scorpius.

-Bueno, quería que me aconsejaras que se supone que debo hacer con esa persona...

¡Demonios! ¡Le estaba pidiendo consejos amorosos! Y sobre todo, ¡consejos amorosos para encarar a su prima!

-Bueno, Scor, no estoy segura, depende de ti, y de si te sientes listo para dar ese paso hacia adelante.

-¿Crees que debería decirle a esa persona lo que siento, o debería seguir aparentando?-dijo rápido.

Bueno, era una pregunta extraña, por sobre todo, en especial porque él jamás era tan preciso y directo.

-Si estás tan seguro como pareces, deberías decirle. La verdad ante todo, Scor, la verdad ante todo.-lo dijo a propósito, ya que su amigo, de la gran familia Malfoy, no creía en ese dicho, le parecía tonto para un Slytherin, y más para un sangre pura como él.

-Lo dices a menudo. Supongo que tienes razón. Te veo luego. Gracias por el consejo, Lil.-y se fue con una sonrisa que ocultaba un gran nerviosismo.

Al otro día, Lily no podía pensar en lo que Scorpius le diría. No lo encontró en la sala común, asi que fue sola hasta el gran salón. Tampoco estaba allí. Buscó a su hermano. Tampoco lo encontró.

-¿Dónde se habrán metido?-se dijo.

-Hey, Lily, ¿cómo estás?-le dijo su primo Hugo.

-Bien, supongo. ¿Tu? ¿Has visto a Al y Scor?

-Bien. Los vi hace poco, salieron, aparentemente uno le tenía que contar algo al otro, o eso es lo que entendí cuando los salude y casi me tiran.-parecía algo alterado.

-Gracias, ¡te veo luego!-salió corriendo, dejando atrás un Hugo perplejo y algo enojado.

Los encontró sentados bajo un árbol, hablando. Iba a acercarse, interrumpirlos, pero lo pensó mejor. Tal vez estuvieran hablando algo que le interesara. Se escondió cerca.

-¿...ir directamente al grano?-escuchó decir a la voz de su hermano. Sonaba algo irritado.

-Es que...no sé cómo decirlo...-¿Scorpius dudando dos veces un una semana? Algo verdaderamente extraño estaba pasando, y Lily debía saberlo, en ese mismo instante. Siguió escuchando.

-¡Tengo hambre, así que mejor apresúrate!-otra vez su hermano siendo un niño.

-No tendrás más hambre después de que lo diga.-¡¿Tan grave era?!

-¿Qué tan grave puede ser?-Albus expresando sus pensamientos, demasiado extraño.

-Albus, estoy realmente, realmente, enamorado de ti.

No existen adjetivos para describir lo que sintió Lily en ese instante.

¡Debió saberlo! ¿Cómo no se dio cuenta? ¿Cómo se dejó enamorarse de él? ¡No era posible!

No quiso escuchar como continuaba, pero no podía moverse. Estaba negada a que eso pasara, su Scorpius no podía ser gay, y menos estar enamorado de su hermano. Si quisiera a alguien no tan cercano a ella tal vez lo aceptaría con mayor facilidad, pero no podía. Y no podía saber cómo reaccionaría su hermano.

-¿Es...es de verdad?- dijo Albus.

-Por supuesto, una persona no bromearía con esas cosas. ¿Qué dices?

-Tengo...tengo que asimilarlo.

-Entiendo.

Albus se fue corriendo. Lily se dio a conocer a Scorpius. No se creía capaz pero lo fue.

-¿Lil? ¿Hace cuanto estás ahí? ¿Qué tanto escuchaste?

-Lo suficiente para saber que eres gay. ¿Por qué no me lo dijiste? ¡Soy tu mejor amiga, Scorpius!-la chica estaba enojada.

-Pensé que te abrías dado cuenta, siempre fuiste muy intuitiva.

-Tal vez, pero, ¿en serio estás enamorado de mi hermano?

-Lo escuchaste. ¡Y me habías dicho que sabías quién me gustaba!

-¡No, yo pensé que te gustaba Rose!

-¿Rose? ¿Me crees capaz de que me guste Rose? ¿Es que no me conoces, Lil?

-¡No, no lo creía, pero tampoco te creía capaz de no contarme algo tan importante!-gritó Lily.

-¿Acaso te parece tan importante? Pero, ¿por qué?

-Porque estaba enamorada de ti, ¿sí?-no podía creer lo que había dicho.

-Lo siento, Lil, pero ya lo sabes. No me gustas, jamás me gustaras. Pero siempre serás mi mejora amiga.

-Yo no quería ser solo tu mejor amiga.-dijo dolida.

-Lo sé, te entiendo, pero no puedo cambiarlo, debes aceptarlo-dijo con cariño.

-Lo sé, pero me será difícil.-susurró.

-Eres mi Lil, puedes lograr lo que sea.

-No todo. No te pude conseguir a ti.

-Hay cosas que no pueden cambiar, nadie puede cambiarlas. Tampoco podrías hacer que el cielo fuera verde.

Ambos se rieron tímidamente.

-Creo que podría encontrar la forma.-dijo, guiñándole el ojo.

-¿Me perdonas?-dijo Scorpius.

-No hay nada que perdonar.