Casi tanto como una eternidad…

Una vez más me encontré esperándola. Mirando la nada, totalmente deprimido sin poder

sentir su dulce aroma.

¿Por que me pasaba esto? De que iba eso de enamorarse de la persona incorrecta, ¿quien

lo decidía?

Algún idiota, dije en vos alta.

Hubiera sonado muy descontextuado si alguien me hubiera escuchado, cosa que no

estaba pasando.

Di un largo suspiro y me propuse con todas mis fuerzas encontrar algo más en que

pensar.

¿Porque podía hacer cualquier hechizo, transformarme en perro, aparecerme a

kilometros del lugar en que estaba, y muchas cosas mas y me resultaba tan difícil dejar

de esperarla?

No iba a volver, lo había dejado claro la última vez que habíamos estado juntos.

Ahora tenia una vida, un esposo, un amo y un ideal, no era una adolescente loca y

rebelde a la que le gustaba pasar el tiempo acostándose con su primo.

Suspire de vuelta y recordé que me había propuesto dejar de pensar en ella. No iba a

traerla con el mero pensamiento.

Pase unos minutos con la mente en blanco. Pensando en no pensar, se que suena ilógico,

pero les aseguro que funciona.

Me pase así el resto de la noche, que es increíblemente larga cuando estas solo y

deprimido.

Quise ver el amanecer, así como lo habíamos hecho juntos esa ultima ves, desnudos y

compartiendo un cigarrillo.

Allí estaba el cielo rosa-amarillento, allí estaba yo, pero esta ves solo tenia conmigo el

cigarrillo que me sabía muy mal en soledad.

Y otra ves pensando en ella.

Me desplome en la cama y allí me quede no se cuanto tiempo, solo se que el sol entro

por mi ventana a raudales.

Estaba oscuro ya cuando desperté. Seguía en la misma posición, despatarrado sobre la

cama. Quise mirar hacia el ventanal para ver el reloj que estaba junto a el, pero en la

oscuridad la punta del cigarrillo que yo había despreciado iluminaba la cara de Bella

cada vez que ella pitaba.

Quizá aun estaba dormido, pero cuando la mujer que te desvela esta desnuda, fumando

un cigarrillo mirándote en la oscuridad, no intentas despertarte, ni siquiera te importa,

solo lo disfrutas, y esperas que dure para siempre.