Holaaaa! Yo aqui de nuevo con otra idea! Este sera el rpimero de los que yo creo, seran uno Oneshots sobre momentos vividos entre Hiei y la familia de una Oc, Nora

Espero les guste. De una vez digo que me inspire en este capitulo por un MMD de los hermanos Kagamine que vi en youtube

Antes de que se me olvide: ninguno de los personajes de la serie Yu Yu Hakusho me pertenece

Ahora si, disfruten:


Noche de invierno

Eran poco más de las 11 de la noche en el Ningenkai. Ya la mayoría de la gente se había retirado a descansar, pero en una casa en particular, dos de sus habitantes estaban lejos de dormir esa noche.

Pero, se debe empezar desde el principio.

Más o menos una hora antes, la mayor de los hermanos que vivían en ese lugar, preparaba algo para cenar, pensando que los gemelos ya estaban en sus respectivas camas. Ella tenía el cabello de un color morado oscuro y ojos azul marino, era alta para su edad (16) y su cuerpo era delicado, pero fuerte. Llevaba puesta una playera de manga corta y unos leggins ajustados y de tela fina. La muchacha ya estaba por servir la comida, cuando escucho como las ramas del árbol que se encontraba en el jardín se agitaban. Un ningen normal pensaría que eso se debía al viento o que un gato estaba trepando. Pero, después de lo que había pasado meses atrás, la chica no se iba a dejar sorprender por nada. Procurando no hacer ruido, tomó un cuchillo de uno de los cajones de la cocina y se acercó lentamente a la puerta corrediza que llevaba al patio. Por las difusas sombras que se proyectaban por la luz del exterior, divisó una figura, aparentemente de un hombre, que estaba a corta distancia, a juzgar por las huellas en la fina capa de nieve que cubría el exterior. Con cuidado, quitó el seguro de la puerta y, lo más rápidamente que pudo, la abrió de golpe y apuntó con el cuchillo al sujeto que estaba ahí.

-Así piensas defenderte? Me das pena

-Hiei… Hiei? Qué haces aquí?

Frente a ella, un youkai de cabellos negros la miraba sin expresión alguna. Ninguno dijo nada, pero con la mirada, el ojirojo le dio a entender a la adolescente que ya no había necesidad de empuñar esa arma. Aún así, ella lo bajo con lentitud y no deshizo su guardia por completo.

-Repito, qué haces aquí?

-Salí a dar una vuelta ya que Kurama no está y no tengo ánimos de soportar a Urameshi o al deforme. Aprovecho y corroboro que sigues viva

-Ya no soy tan ingenua ni cobarde como antes, por eso no te preocupes

-Quién dijo que estaba preocupado, Nora?

Hace no mucho, unos youkais atacaron la ciudad y se llevaron a muchos ningens, entre ellos, la peli morada. Aunque lograron rescatarla, junto a otras chicas que habían sido secuestradas, impulsada por el miedo, cometió varios errores que casi causan que los mataran a todos. Desde entonces, Noriko (llamada Nora por gente de confianza) se propuso volverse más valiente y capaz de defenderse sin la necesidad de tener a alguien vigilándola a cada rato. Simpatizó bastante bien con el Reikai Tantei, aunque se llevó mejor con el pelinegro. Aunque él rara vez iba a verla.

-Bueno, quieres pasar?

Hiei no contestó. Simplemente hizo a la chica a un lado y caminó hacia la sala. La muchacha cerró la puerta corrediza, le puso seguro y sacó un par de platos hondos de un estante. Ni le preguntó al ojirojo si tenía hambre; ya sabía la respuesta. Sirvió algo de comida para ambos y le pasó uno de los platos a Hiei.

-No te pedí que me sirvieras nada

-Lo sé. Sólo come y calla, ¿ok?

Hiei esbozó una media sonrisa, la cual se veía algo irónica. Tomó el cuenco con fideos y se mantuvo recargado contra la mesa del comedor. A su izquierda, percibió un ligero movimiento proveniente del sillón de la sala, frente al cual se ubicaba un kotatsu* y una televisión. Normalmente se hubiera colocado en guardia, pero únicamente dijo en voz alta:

-No deberían espiarnos, niños

-¿Qué…?- preguntó Nora sin saber a qué se refería el pelinegro

-¡Te dije que tuvieras más cuidado, Akihiko!

Del sofá de la sala se asomó una cabecita de cabellos morados. Una niña, de no más de 7 años de edad y ojos dorados salió de su escondite con una mueca de puchero en la cara. Luego, junto a ella se colocó también un niño de la misma edad con las mismas facciones y colores de pelo y ojos que la pequeña. En vez de enojo o asombro por ser sorprendidos, su cara demostraba mucho sueño.

-Lo siento, Aki, pero… ya quiero dormir

-¡Pero yo quiero ver una película con Onee-san!

"¿Una qué?" pensó el ojirrojo

-¡Akihiko! ¡Akiko! Ustedes deberían estar en sus cuartos desde hace más de media hora

-Sí, pero ella quería… quedarse despierta contigo- dijo el niño señalando a su melliza y tallándose sus ojitos, clara señal de mucho cansancio

-Quién diría, en esa media hora tú nunca los notaste- le dijo Hiei a la peli morada mayor con tono burlón, a lo que la chica se sonrojó y volteó hacia otro lado apenada

-Onee-san, ¿nos dejas quedarnos a ver la película?

-No, nena, ustedes deben dormirse temprano

-¿Pero por qué?

-Porque necesitan descansar para poder crecer

-Pero…

-Tu déjalos y ya- interrumpió Hiei de repente –No veo problema

-No lo hay, pero después se les va a hacer costumbre

-¡No es cierto!- exclamaron ambos niños a coro, uno refiriéndose a lo cansado que se sentía y a no querer repetir la experiencia y la otra por convencer a su queridísima hermana

La peli morada se quedó pensando. Con Akihiko no sería problema, pero Akiko no cedería hasta cumplir su pequeño capricho. Y el pelinegro seguiría llevándole la contraria. ¿Qué hacer en momentos así?

En ese momento, se acordó de una escena de su infancia. Cuando tenía unos 5 años más o menos, igual que los gemelos, decidió quedarse hasta tarde despierta. Como se negaba rotundamente a irse a su cuarto, su madre la dejó ver una película de terror, con la condición de que la vería completa y no iría a despertarla por pesadillas. Haciéndose la valiente, aceptó ver la película, pero luego no pudo pegar ojo en toda la noche. Claro, ¿por qué no funcionaría con su pequeña hermanita si era igual de miedosa que ella a su edad? Entonces, con una sonrisita malévola en su rostro, dijo:

-Muy bien, te quedaras conmigo, pero con una condición. Vamos a ver una película de terror y, cuando termine, no quiero que te levantes porque tienes pesadillas, ¿entendido?

-¿De t-terror?- preguntó la pequeña de ojos dorados ya no tan entusiasmada como antes

-Así es

-¡E-está bien! S-seré valiente

-Eso espero. ¿Y qué hay de…? Bueno, creo que no contaremos contigo- dijo Nora al ver al chico ya roncando en el sillón

-¡P-pero yo también tengo una condición!- exclamó de repente la menor

-¿Cuál?

-¡Que Onii-san la vea con nosotras!- dijo aferrándose al brazo del ojirojo, el cual hizo un gesto de sorpresa

Eso no se lo esperaba. La ojiazul le dirigió una mirada de duda al Jaganshi, a lo que él sólo se encogió de hombros como respuesta. "Bueno, no creo que vaya a haber gran diferencia con si se queda o no" pensó.


Un poco más tarde, los tres se encontraban sentados en el piso con el cobertor del kotatsu abrigándolos, mientras que el niño de cabello morado estaba recostado detrás de ellos. La película ya iba a más de la mitad de la historia y la pobre de Akiko la estaba pasando muy mal. En cuanto a los dos mayores, uno miraba aburrido la pantalla y la otra dirigía miradas burlonas a su hermana.

En una escena, la protagonista revisa un amplio pasillo para asegurarse de estar completamente sola, pero al voltear, se encuentra con el monstruo principal mirándola de frente y grita horrorizada. La pequeña niña, también asustada, ahogó un grito y se abrazó al cuerpo de Hiei.

-Dijiste que serías valiente- le dijo Nora con malicia

-¿No deberías irte ya?- le preguntó el pelinegro con buena intención, aunque usando un tono más brusco del que hubiera querido utilizar

-N-no, la veré completa

-¿Segura?

-H-hai


Poco más de una hora después, los tres seguían viendo la película y el varón más chico seguía cómodamente dormido, con la diferencia de que la pequeña niña estaba sentada sobre el regazo de Hiei, ante la mirada sorprendida de Noriko. A comparación de lo que creía que pasaría cuando su hermana se aferró al Jaganshi (que si la golpeaba, que si la incineraba, que si le gritaba hasta de lo que se iba a morir, etc.), cada que la peli morada temblaba o daba un respigo, el ojirojo acariciaba su cabeza, haciendo que se calmara y que la perplejidad en el rostro de su hermana aumentara.

Cuando la película terminó, Hiei se estiró como gato.

-Será mejor que me vaya, mañana debo ir a una misión de Muku… hn?

Su intento por ponerse de pie fue interrumpido por un par de bracitos que se aferraron a su cintura.

-¡Akiko! ¡Deja que Hiei se levante!- gritó la oji azul no por regañarla, sino por temer por la vida de su hermanita

-¡N-no! T-tengo miedo…

De nuevo, contrario a lo que la joven esperaba, el youkai sólo dio un suspiro y cargó a la niña una vez se incorporó.

-No dormirá si sigue así. Supongo que tendré que quedarme

-Pero tienes trabajo…

-No importa, me marcharé mañana temprano- el chico comenzó a caminar dirigiéndose hacia las escaleras (sí, aún con Aki-chan en brazos), pero antes de subir, se giró y le dijo a la chica:

-No te olvides de tu hermano

Luego emprendió la marcha hacia la habitación de los gemelos. No conocía la casa al 100%, pero al menos sabía dónde estaban los cuartos de los inquilinos. Después de que subiera, Nora sólo se levantó y cargó a Akihiko hasta su cuarto. Pero, una vez ahí, la pequeña armó un gran alboroto porque no quería que ninguno de los otros 3 se alejara de ella. Como terminó despertando al oji dorado, éste se enojó y les gritó que se fueran a otro cuarto para que lo dejaran dormir en paz. Y así lo hicieron: la mayor de los hermanos preparó 3 futones y recostó y arropó al más chico, mientras que el koorime se recostaba en el de en medio junto con la niña, quien de inmediato se quedó dormida, al igual que su gemelo.

-Lamento hacerte pasar la noche aquí- dijo Nora mientras se recostaba obre su propio futón, el cual estaba a la derecha del pelinegro

-Da igual- el pelinegro estaba recostado de lado y se apoyaba en su brazo izquierdo, mientras Akiko estaba descansando junto a él –De todas maneras, tú también debes tener cosas que hacer, ¿no?

-Bueno, sí. Buenas noches

-Descansa…- murmuró Hiei, aunque la muchacha no lo escuchó

Unos minutos después, ya todos en esa casa estaban profundamente dormidos.


Ya eran más o menos las 3 de la mañana. Finalmente, la niña había logrado dormir algo, aunque terminó despertándose de todas formas, no por una pesadilla, por suerte.

-Onii-san, Onii-san- dijo en voz baja mientras movía al pelinegro, quien no tardó en abrir los ojos

-Hn, ¿qué pasa?

-Tengo mucha sed, pero no quiero bajar sola

-Ok- dijo mientras se levantaba, seguido por la peli morada chica

Procuraron no hacer mucho ruido y, para disgusto de la niña, sólo encendieron luces hasta que llegaron a la cocina. Una vez que ambos tomaron un poco de agua y dejaron los vasos en el fregadero para lavarlos en la mañana, volvieron a subir y a recostarse en la colcha que compartían.

-Onii-chan

-¿Hn?

-Bueno… ¿podrías… ser mi almohada?

-Está bien- dicho esto, el ojirojo estiró el brazo en el que anteriormente se apoyaba, dejando que Aki-chan se recostara sobre éste y se acercara más a su pecho

-¿Estas cómoda?- le preguntó con una sonrisa en su rostro que casi nunca mostraba

-Sí, me siento segura contigo Onii-chan

-Me alegro. Vamos a dormirnos ya

-Hai

Dicho y hecho, unos minutos más tarde, ya los dos se hallaban en los brazos de Morfeo


Nora caminaba por un largo e interminable pasillo, atenta a cualquier sonido que se hiciera notar. Aunque aparentemente se encontraba completamente sola, no había que confiarse. Un ligero quejido la hizo voltear a ver a sus espaldas, sin encontrar nada raro. Sin embargo, una vez que volvió la vista al frente, se encontró cara a cara con una criatura gigantesca.

Ella lanzó un grito desgarrador.

La adolescente se despertó muy sobresaltada y con su respiración agitada. Miró a su alrededor, viendo que se encontraba en una habitación familiar.

-Fue… sólo un sueño… Por Inari, qué susto me lleve

Intentó volver a recostarse y dormir un poco más, pero el rostro de aquella horrible criatura se hizo presente en su mente. Volvió a hacer el intento de dormir varias veces, pero no lograba calmarse

-Genial, lo que me faltaba

"Perturbada por una pesadilla, como si fuera una niña pequeña" pensó mientras se apoyaba en su lado izquierdo. Inevitablemente, vio frente a ella a Hiei durmiendo boca arriba con ambos brazos extendidos a los lados.

Para cuando se dio cuenta, ya estaba a su lado con la cabeza apoyada en su brazo derecho.

"¡Sólo una noche! ¡Prometo que será sólo una noche!" .

Para asombro de la muchacha, estando al lado del mayor, se sentía más tranquila. A su lado, sabía que nada podía hacerle nada. Con este pensamiento, al poco rato se quedó dormida.


Menos de media hora después, el oji dorado se despertó sintiendo un ligero escalofrió que recorrió toda su columna. Se abrazó a sí mismo, pero el escalofrío volvió.

-Hace mucho frío…- dijo medio dormido, mientras rodaba lentamente, saliéndose de su futón y terminando en el del vecino junto con sus hermanas


A la mañana siguiente, pasadas la ocho, Hiei abrió los ojos lentamente, percatándose de un ligero dolor en sus dos brazos.

"¿Por qué me pesan tanto?"

"Sólo recuerdo haber hecho de almohada a Akiko…" pensó mientras volteaba hacia su lado derecho, encontrándose con la mayor de los habitantes peli morados de esa casa

"¿Cuándo creció tanto?... Un momento, ¿qué diablos hace Nora aquí?"

"Entonces, Aki está de este lado…" se dijo al voltear hacia su lado contrario, encontrando a ambos gemelos junto a él

-Oigan, ¿qué creen que están haciendo?- dijo en voz alta, buscando despertar a los hermanos, cosa que logró… una hora después

-¡Lo siento, lo siento lo siento! no era nuestra intención hacerte dormir mal- se disculpó Noriko con el pelinegro, quien movía sus brazos buscando ya no sentirlos entumecidos

-Da igual, pero será milagroso que vuelva a quedarme una noche…- murmuró esto último, aunque fue perfectamente escuchado por la chica

-Onii-chan, ¿volverás pronto?- preguntó la oji dorada

-Tal vez- dijo caminando hacia el gran patio de la casa, subiendo a las ramas del árbol de un salto y desapareciendo rápidamente


Que tal, eh? Dejenme sus comentarios, criticas, etc en los reviews. Tambien me gustaria que me dieran un par de ideas para más oneshots de estos 4

Espero que les haya gustado, cuidense!