Memorias de una Geisha
By: Dita
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Etto…hola lectora/es, ejem bueno como pudieron leer en el título, esta historia esta inspirada en una de mis películas favoritas. La historia me cautivó por completo así que decidí hacer mi propia interpretación de la misma. Hay ciertos aspectos en la historia que cambiaré para que el fic no sea idéntico a la película pues me gusta darle mi propio toque a las cosas.
Tal vez en un principio no parezca un SasuHina, pero ciertamente me gusta desarrollar mis historias, sean pacientes por favor.
Advertencia: este fic puede contener escenas de violencia y/o sexo explicitas, si eres muy joven o no te gusta leer estas situaciones, por favor no sigas leyendo. No quisiera recibir quejas del fic o facturas del psicólogo xD.
Declimer: los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo los estoy utilizando para escribir esta historia. El fic esta inspirado en la película de 'Memorias de una Geisha' y ambientada en el Japón de 1925.
Pareja: SasuHina
Clasificación: T
Genero: romance/drama, AU
-diálogos-
"pensamientos"
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Capitulo I
-Cuerpo vendido-
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Una historia como esta nunca debería de ser contada, pero hay personas que merecen el oírla. La vida de una geisha esta tan llena de secretos como el mismo Japón, una vida tan prohibida como indescifrable…tanto, que lleva una vida en descubrir los secretos que encierran esas bellas doncellas danzantes en kimonos debajo de la mascarilla blanca, de sus labios rojos cual sangre o debajo de sus sonrisas seductora. Esta es la historia no de una geisha común, si no de la que alguna vez fue la geisha mas famosa de todo Japón. Una geisha que si bien se había perdido en el sendero de la felicidad, se abrió paso entre los bosques de la tristeza y logró superar sus miedos. Una geisha que, a pesar de ser débil, luchó por romper aquellas reglas que se habían pensado inquebrantables para las que eran unas artistas.
Esta es su historia…
Septiembre de 1917.
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· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·
Hinata's POV-
· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·
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Era una noche oscura de mi séptimo otoño y hacía frío, incluso ahí, dentro de los brazos de mi primo y las cobijas del futuon, me estaba congelando. En la habitación de al lado, mi padre estaba atendiendo un asunto relacionado a la pasada muerte de mi madre. El señor con el que hablaba mi padre era uno de sus ayudantes en la fábrica donde mi padre era el dueño, una fábrica de kimonos. Entre mis pequeños brazos estaba mi recién nacida hermana Hanabi dormida placidamente, al parecer, imperturbable por las fuertes y graves voces de los hombres que estaban prácticamente junto a nosotros. No había estado escuchando asu conversación hasta que escuché al señor mencionarme a mí y a mi primo.
-Hiashi-sama… ¿Esta usted seguro que desea hacer esto?, es decir, son su hija y su sobrino de los que hablamos- se escuchaba la voz de el amigo de toda la vida de mi padre. El señor que estaba hablando con papá era alto, más que mi padre, de cabello canoso y amables ojos castaños. Pero ahora parecía mostrar una mirada tristona.
-Tanaka-san, usted entenderá la situación en la que estoy ahora, debo sacrificar parte de mis posesiones para mantener con vida a mi hija recién nacida Hanabi- pude escuchar la voz de mi padre desde el cuarto donde nos encontrábamos Hanabi, Neji-niisan y yo.
-Entiendo Hiashi-sama- finalizó levantándose del piso de tatami donde estaba sentado. –Lamento lo de Eiko-san…debió ser duro para los niños su perdida después del nacimiento de Hanabi-sama- expresó sinceramente, mi padre se levanto poco después.
-Desde el nacimiento de mi primera hija estuvo débil…no fue culpa de Hanabi- mencionó mi padre tristemente. Yo sentí como si mi corazón fuera apretado fuertemente por algo al escuchar lo que decía mi padre, mas quise seguir escuchando y no hacer nada más. –Además sabemos que tu hermana siempre quiso tener tres hijos…ella fue demasiado arriesgada aun sabiendo que su cuerpo era débil-
-Lo se Hiashi-sama, lo se-
-Respecto a los niños… ¿Podrías decirme donde serán enviados?- preguntó mi padre meramente preocupado por algo que no lograba entender del todo. Tuve un mal presentimiento.
-El chico será enviado al distrito Hanamachi a una posada para trabajar de criado y la niña…será enviada a la Okiya U…- fue cortado por mi padre antes de terminar. Intenté buscar un significado para lo que significaba 'Okiya', mas no lo encontré…quise seguir buscando en mi mente, pero el grito de padre me sacó de concentración
-¡No dejaré que mi hija se convierta en una puta! ¡Una Hyuuga no puede serlo! ¡Primero dejaría que fuera una sirvienta antes que una de esas putas!- mi padre gritó bien fuerte tanto que me asustó a mi y despertó a Neji-niisan que dormía abrazado a mi delgada complexión. El me miró con curiosidad y yo le indiqué que no hablara. Baje la mirada a Hanabi, me alivié al verla aún dormida entre mis brazos. Tenía solo dos años sin embargo era aún muy pequeña.
-Hiashi-sama, su hija no será una geisha- aclaró Tanaka-san, lo cual hizo que mi padre se tranquilizara -Tengo que llevarme a los niños ahora, de lo contrario el tren que los llevará a Hanamachi- dijo pesimista.
-Adelante, están dormidos en esa habitación- al momento de escuchar los pasos de Tanaka-san acercándose. Cerré los ojos para parecer dormida.
-Hinata-sama…Hinata-sama- intentó despertarme Tanaka-san, yo abrí los ojos asustada –Neji-sama…Neji-sama- llamó a mi primo que ya estaba con los ojos abiertos –Vengan conmigo- dijo tomando primero a Neji-niisan que intentó liberarse en vano pues Tanaka-san ya lo estaba cargando como si fuera un costal, seguido tomó mi muñeca para llevarme fuera de la casa. No quería soltar a Hanabi así que la tomé fuertemente pero alguien me la arrebató de las manos, alcé la vista a punto de llorar y me encontré a mi padre con mi hermanita en brazos. En cuanto esta salió de mis brazos comenzó a llorar.
-¡Ane-ue! ¡Ane-ue!- escuché su vocecita llamarme, apenas podía hablar y sus palabras tropezaban entre si .lloraba por mi.
-¡Hiashi-ojiisama!- gritó Neji cuando lo soltaron en la parte de atrás de una carreta que tenía barrotes para hacer de cárcel -¡Hiashi-ojiisama!- gritó desesperado de nuevo mi primo. Yo apenas estaba conciente de lo que parecía pasar, no quería entenderlo. Pero al final lo supe; padre nos había vendido. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos aperlados.
-¡¡Chichi-ue!!- grité con todas mis fuerzas…pero solo escuche a mi hermanita llorar y el sonido de las redas de la carreta sobre el frió sendero que nos llevaría a la esclavitud. Me abracé a Neji y repetí muchas veces su nombre, esperando que el no desapareciera de repente…esperando que el no me abandonara. Finalmente me quedé dormida.
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Desperté cuando el estruendo del tren avanzando se hizo presente. Exaltada casi me caigo de la butaca donde estaba sentada fuertemente abrazada de Neji-niisan. El tren era meramente para gente de bajos recursos. Una punzada en mi muñeca me sorprendió, al verla había un moretón. Supuse era debido a la presión que Tanaka-san había echo sobre mi al sacarme de la mansión Hyuuga. Bajé la mirada ante tal palabra y muy bajito susurré 'Chichi-ue' Neji-niisan me abrazó fuertemente y amos seguimos llorando.
Sentí la mirada de los demás pasajeros sobre nuestra persona. Ambos íbamos bien vestidos, el con un haori negro y yo iba vestida con un caro kimono de seda color violeta con flores moradas oscuro. Todos seguramente se preguntaban el por que un par de niños de familia adinerada (o al menos eso parecíamos, lo cual no estaba tan alejada de la realidad) iban en un tren de tercera clase, descalzos, sucios y atemorizados. Pero nadie se acerco preocupado, nadie nos preguntó si estábamos bien…a nadie le importábamos. Así fueron 3 largas horas.
Cuando llegamos a Hanamachi, un fuerte olor a comida inundo nuestros sentidos. Me di cuenta que estaba algo hambrienta al distinguir el olor a carne cocida se colaba por las ventanas del tren. Al frenar, fuimos los primeros en bajar. Tanaka-san apurado nos llevó a ambos cargando hacía otra carreta, le dio indicaciones sobre donde debíamos ir y rápidamente partimos.
Hanamachi era un lugar atestado de gente, bicicletas y puestos de variadas cosas que circulaba por las numerosas y estrechas calles. Era de noche pero el ajetreo parecía imparable. Gente corriendo, prostitutas en las calles, vendedores gritando…era todo un desastre. Salí de mis pensamientos cuando la carreta paró y sacaron a Neji de la carreta.
-¡Hinata-sama!- gritó mi primo forcejeando con Tanaka-san que ahora tocaba la puerta de una posada. Alcé la vista y vi el nombre 'Posada Uzumaki'. Escuche la puerta abrirse y un joven de cabellos rubios y ojos azules atendió a Tanaka-san, no mucho después una señora pelirroja apareció detrás de el y tomó a Neji-niisan con delicadeza pero parecía que aun que mi primo era fuerte no se podía soltar. El no dejaba de gritar mi nombre. Tanaka-san recibió un fajo de billetes de parte del rubio alto y volvió a cerrar la puerta. Cuando me di cuenta que solo habían vendido a Neji-niisan me puse a gritar su nombre como loca mientras lloraba. El resto del viaje estuve golpeando a Tanaka-san por haber vendido a mi primo. Finalmente llegamos a una ostentosa casa, me tomó con fuerza y me sacó de la carreta con violencia. Tocó un par de veces y una vieja salió a recibirnos.
-¿Es la hija de Hyuuga-sama?- preguntó con voz suave pero severa.
-Es ella- dijo recibiendo el dinero que ahora le ofrecían, la mujer me tomó firmemente del brazo y me jaló dentro del lugar. –Chiyo-san, solo una cosa…Hisashi-sama ordenó explícitamente que esta niña no debe estudiar para geisha, deberá servir a la Okiya como sirvienta- dijo ya de espaldas. Estaba a punto de irse cuando grité su nombre con voz quebrada y llorosa.
-¡Ta-tanaka-san! No me deje aquí…- pero la puerta se cerró y yo lloré mas.
-A Tsunade-sama no le va a agradar esto- dijo la anciana, aun tomándome del brazo me arrastró por la gigantesca casa –Escúchame bien niña, Tsunade-sama te hará preguntas y responderás siempre con la cabeza baja, luego te inspeccionara pero no debes quejarte- dijo parando frente a una puerta, antes de abrirla me arregló un poco la pinta y finalmente entramos.
Era una estancia grande, llena de libros y pergaminos, numerosos adornos estaban repartidos por la habitación y al final de la misma estaban dos mujeres, la primera era de cabello castaño oscuro y ojos negros que tenía un cerdito en el regazo y estaba sentada a un lado y hacía atrás de la otra. La segunda era sin duda imponente. Era rubia con ojos cafés, expresión frustrada y cabe mencionar que tenía unos pechos protuberantes que se veían aun con el kimono puesto. Subió la mirada para fijarla en mí, frunció el entrecejo y tronó la lengua.
-¿Qué regalito me traes ahora Chiyo?- dijo con fatiga mientras recibía el sake que le ofrecía la chica que estaba detrás de ella.
-Es la hija de Hyuuga-sama…- dijo suavemente. La otra casi escupe la bebida que anteriormente había tomado cuando la señora dijo el nombre de mi familia.
-¿¡Hyuuga!?- soltó una carcajada entre eufórica y encolerizada, dejó el recipiente con sake en su escritorio y se levantó para acercarse a mi –Interesante, con que a ese viejo rabo verde se le ocurrió vender a su hija, no lo culpo, la enana se parece mucho a Eiko- al decir el nombre de mi madre subí rápidamente la mirada cosa que molestó a la mayor y la volví a bajar susurrando un 'lo-lo siento'. –Dime enana, ¿Cuál es tu nombre?-
-Hy-Hyuu-ga Hi-Hinata- tartamudee sollozando.
-Bien Hi-hinata- se rió burlona -¿Qué edad tienes?- bajó para estar a mi altura.
-Si-siete in-inviernos, ca-casi ocho- la mujer se volvió a reír burlona, yo me avergoncé.
-Oi ¡Shizune!, ¿Habías escuchado alguna vez el numero Si-siete?- volteo a ver a la joven que sonrió contrariada –Que te quede algo claro Hi-Hinata- me miró con dureza, cosa que me asustó –Mas te vale dejar este estupido tartamudeo a menos que quieras que te de 25 azotes con bambú cada vez que lo hagas, es molesto y dudo que cuando seas una geisha les agrade a los hombres oír que su dama de compañía tartamudea como retrasada- dijo fría y despectivamente.
-Tsunade-sama, no podemos dejar que esta niña sea geisha- intervino Chiyo.
-¿Huh? Y explícame por que no- musitó enfadada la rubia.
-Fue una orden directa de Hyuuga-sama- dijo serena la otra. En ese momento yo estaba aterrorizada y casi no podía mantenerme conciente.
-¡Ese maldito rabo verde!- de alguna manera me molestó que llamara así a mi padre –Siempre me quita la diversión, ya veo…no quiere que su 'querida' hijita sea una puta cara jajaja- musitó enfadada, luego me tanteó las piernas, al primer indicio de fuerza, mis rodillas se doblaron y caí al suelo –Esta niña es tan delicada que si la pongo a trabajar se romperá- dijo sonriendo, por alguna razón tuve la sensación de que le agradaba como sonaba eso. –Mientras Fugaku-sama no sea el que diga eso, esta enana no trabajará aquí-
-Fugaku-sama ya lo ha ordenado- entró una voluptuosa y muy hermosa mujer de cabellos negros y ojos rojos.
-Ugh… ¿Que te apetece Kurenai? ¿Por qué interrumpes en mi despacho sin permiso?- me dio la impresión de que el amiente se había puesto mas tenso que antes.
-Por que Fugaku-sama exige que se haga todo como Hyuuga-sama indicó- explicó la más joven de ambas. Vi como la oji roja me veía con compasión pero antes de que la rubia se diera cuenta regresó su mirada a Tsunade-sama.
-¿Y a Fugaku-sama por que le interesa esta enana o su padre?- preguntó de nuevo la rubia. Aun que me cueste aceptarlo, yo también tenía curiosidad de que era lo que estaba pasando, así que escuche con atención.
-El mismo Hyuuga-sama ha mandado una carta por medio de Tanaka-san- sacó la carta y la otra la arrebató de su mano, intenté leer que era lo que decía, pero me rendí al ver que por más esfuerzo que hacía, igual no podía leerla. Por otro lado, Tsunade-sama parecía cada vez mas enfadada conforme sus ojos leían la carta que mi padre había enviado.
-Ese bastardo…- refunfuñó arrugando la carta y aventándola justo frente a mí, casi me golpeaba. Tomó el cuello de mi kimono y me levantó un poco del suelo. Estaba asustada y me daba miedo lo que la señora me quería hacer, cerré los ojos esperando lo peor. Pero me soltó y caí fuertemente en el suelo. La rubia regresó a su asiento y se empinó el sake. –Shizune…- mencionó mortalmente a la chica que estaba tras ella, la otra se paró rápidamente –Lleva a esta mocosa con TenTen, mañana la quiero lavada y lista para trabajar- una sonrisa sínica cruzó por su rostro –Le daré tanto trabajo que ni siquiera le daré tiempo de llorar o de lastimarse- bajó la mirada a los papeles que tenía frente a ella. –Lárguense… ¡TODAS!- acto seguido todas salimos y se fueron por su respectivo camino. Me quedé sola con la chica que se hacía llamar Shizune. Unas ganas inmensas de llorar inundaron mi ser y comencé a temblar.
-Tranquila…- me dijo amable, pero no me pude calmar, así que me abrazó –Debió ser duro, perdona a mi tía y llora- dicho y echo, me solté a llorar fuertemente mientras ella me cargaba hacía una habitación. La abrió y ahí estaba una linda niña de mas o menos mi edad, estaba sentada leyendo un pedazo de periódico, que escondió en cuanto se dio cuenta de que había alguien mas ahí. Asustada subió la mirada y suspiró al ver a Shizune.
-Shizune-neechan, me asustaste, pensé que era Chiyo o Tsunade- su rostro se tornó chistoso, pero cuando me vio pareció preocupado -¿Y ella?-
-Acaba de llegar- me depositó en el suelo, mas yo seguía llorando –Cuida de ella esta noche TenTen, evita que grite…Tsunade-sama esta que echa humo y si descubre que es Hinata la que hace el escándalo le dará varios azotes de bambú- la castaña llamada TenTen hizo una mueca de horror y se apresuró a ir a abrazarme.
-Por su bien no dejaré que grite- prometió, acto seguido Shizune salió. Yo seguía llorando, no quería eso… ¿Dónde estaba mi Neji-niichan? Quería estar con mi hermanita Hanabi, quería estar en mi casa, no en una Okiya con gente que parecía odiarme, no quería ser sirvienta, quería ser la hija de Hyuuga Hiashi.
-Ne-neji-niisan- solloce fuertemente y lloré aun mas –Chichi-ue, Hanabi- hablé fuertemente pero la otra me tapó la boca.
-Calla, no seas tonta, si Tsunade-baachan te oye te irá mal- me hizo voltear a verla –Mira, pórtate bien y tal vez Tsunade te deje ir a la escuela de Geishas-
-E-eso n-no se pu-puede- dije débilmente, no sabia que era una geisha, tampoco me importaba demasiado, sabia que era imposible para mi, bajé la mirada.
-Claro que puedes- sonrió alegre –Además considerarte afortunada, vivimos en la Okiya mas adinerada de Hanamachi- su rostro se torno algo sombrío –Lo siento Hina…pero ahora eres propiedad de los dueños de esta Okiya…tu cuerpo fue vendido a los Uchiha-
Mis ojos se cerraron con fuerza…ahora era una mera posesión…
· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·
CONTINUARA…………………
· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·さすけ· ·ひなた· ·
¡¡Gracias lectora/es!! ¡¡Me alegra que hayan llegado hasta aquí!! TTTT mi teclado esta malo y en verdad aprecio que lean mis historias y mas ahora que me cuesta escribir por la falta de teclas de mi teclado.
¡¡GRACIAS!!
Diccionario de términos usados en el fic:
Futuon: Cama japonesa que consiste en un colchón en el suelo, una almohada y cobertores.
Kimono: Traje japonés anteriormente usado como ropa cotidiana, ahora se usa en ocasiones especiales. Existen varias derivaciones de Kimonos.
-Haori: un traje parecido a un kimono, es usado por hombres. (Para mas referencias, ver el traje de Inuyasha)
-niisan/sama/chan: Término usado para los hermanos mayores. También puede ser usado por niñas a chicos mayores que ellas y a los que sienten afecto o fraternidad.
Okiya: Casa de geishas. Aquí viven solamente mujeres.
Geisha: artista y dama de compañía.
Hanamachi: Distrito en Japón donde normalmente están las Okiyas y prostitutas. Su significado es también es literal 'Hana flor' 'machi ciudad'
Tatami: piso en una sala para recibir invitados. Un tatami tiene el tamaño de una persona recostada. Existen cuartos desde 6 hasta 30 tatamis.
-sama: Termino usado hacia personas con mayor estatus social/político/etc. que tu. También puede ser usado para personas que admiras mucho.
-san: Término agregado al final de un nombre, ya sea de mujer u hombre. Esto le da formalidad.
Chicha-ue: Forma japonesa muy formal para llamar a tu padre. Esta forma es algo antigua
Ane-ue: Forma japonesa muy formal para llamar a tu hermana mayor. Esta forma es algo antigua...
-ojiisama/san/chan: Término usado para los tíos o señores mayores.
Sake: bebida alcohólica japonesa echa a base de arroz fermentado.
-baachan: Término usado para viejas o señoras mayores
