Cómo hacer que funcione

Summary: ¿Tendrá su pasado dictar su futuro?

Capitulo sin betear

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen son de la grandiosa Stephenie Meyer y la historia le pertenece a la Maravillosa HydeLuver.

Aclaración: Esto lo aclaro HydeLuver así que creo que es importante decirlo. Este capítulo puede ser confuso pero la historia empieza con Bella pensando en su vida después de la secundaria. Esto da una idea a lo que la conduce a sus decisiones en el presente. Es una historia Bella/Edward aunque el nombre de Edward no se menciona en este capítulo.

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Bella se apoya en el marco de la puerta de su dormitorio, observando la pila de ropa en el lado superior de su cama y luego la pequeña maleta abierta en el piso. Ella sabe que no hay forma alguna que todas sus pertenencias de los últimos cinco años alcancen en una maleta tan pequeña. Esto la pone nerviosa ya que la obliga a volver por el resto o dejar atrás gran parte de sus posesiones. Sin embargo esta segura que la primera no es una opción. Por lo cual decide buscar entre sus cosas y tomar las más importantes con ella. Cruza la habitación y comienza a lanzar cosas a su maleta. Esta segura que no tiene tiempo por lo cual no se molesta en doblar su ropa y envolver artículos frágiles.

Al pasar de unos minutos la pequeña bolsa amenaza con explotar. Explora su habitación por última vez en busca de algo que pudo haber olvidado y justo cuando va a cerrar su equipaje, descubre el pequeño marco de plata, al lado de su cama. Bella camina lentamente hacia el y lo toma entre sus manos. Han sido meses desde que paso, pero recuerda cada segundo de ese momento, ella está de pie en el centro y sus padres a la derecha y su hermana Tania a la izquierda sosteniendo su mano y sonriendo. Fue tomada el día de la graduación en la secundaria. Y al día de hoy es una de sus fotos favoritas. No solo porque es una foto de su familia, sino porque en el fondo, justo detrás de Tania, ella lo puede ver. Lleva un smoking, corbata y su cabello cobrizo esta peinado hacia atrás. Solo la mitad de su cara es visible, pero ella puede asegurar que la estaba buscando cuando la imagen fue tomada. La pequeña sonrisa en sus labios y el brillo en sus ojos verdes completan el cuadro para ella. Las cuatro personas que ama capturadas en un marco de ocho por diez.

Bella se sienta en el borde de la cama tratando de recordar ese día. Fue hacia siete años y para ese entonces solo habían estado saliendo durante un par de meses. Incluso entonces sabían lo especia que era su relación. No hubo juegos. Eran solo dos personas que habían sido heridas en el pasado y que querían algo sano, algo sencillo. Todo había empezado como una aventura sin sentido. Él estaba recientemente soltero y ella había estado sola durante mucho tiempo, quería un poco de romance antes de ir a la universidad. Sus pequeñas citas, maquillaje por su parte, durante un tiempo parecían insignificantes, hasta que un día empezaron a significar más.

Sorprendentemente fue el quien tomo la iniciativa de hacer oficial su relación. Fue el quien luchó contra su vacilación inicial y fue quien comenzó a hacer las cosas de "novio", cosas como pagar sus citas o ir a dejarla a clases. El la llevo a su casa a conocer a sus padres y compartir con ella cosas que nunca le dijo a nadie excepto talvez a su ex novia. Le tomo un tiempo aceptar su afecto y luego le estuvo agradecida por estar con ella.

Le sorprendió la facilidad con la que ella se enamoró de él después de convertirse en exclusivos. Él le ofreció el apoyo y el amor que necesitaba, y a cambio, ella le ofreció la estabilidad y la comodidad que no tenía en su relación anterior.

Después de la graduación pasaron el verano juntos, disfrutando el uno del otro. Se había entregado a él mentalmente, espiritualmente y… físicamente. Todos los temores que la hacían abstenerse de sus demás novios eran inexistentes con él. El miedo sí, pero se convirtió en un no-factor en su vida, aun cuando su exnovia amenazo con destruirla, Bella estaba más concentrada en su relación que nada más e importo.

Ella fue finalmente feliz, sus amigos aceptaron su relación y le aclararon "que era solo cuestión de tiempo". Era evidente que algo sobrenatural pasaba. Su familia quien había sido inflexible en cuestiones románticas, estaban encantados de tenerlo alrededor. Lo invitaron a cenar o a jugar cartas y rápidamente el hizo un fuerte vínculo con su hermana y sus padres. Y ella estaba feliz que el pasara tiempo con su familia también.

A medida que pasaba el tiempo juntos ninguno prestaba atención al escaso tiempo que les quedaba. Cuando la tercera semana de agosto dio la vuelta ambos se sorprendieron. Su tiempo junto había terminado. Él se iría al otro lado del país Nueva York y ella se quedaría en Washington.

"Vamos a hacer este trabajo" Prometió mientras le secaba las lágrimas "Nos queremos, podemos hacerlo"

Parecía tan esperanzado y optimista que ella no tenía el corazón para decirle lo contrario, las relaciones a distancia no tenían una alta tasa de éxito, y menos para personas de su edad. Aun asi, contuvo las lágrimas y le ofreció su mejor sonrisa.

"Esa es mi chica" dijo mientras la acercaba más a él, ella se permitió tomar su olor y el sonido de su voz, sabiendo que sería un largo tiempo para volver a estar de esa forma. Ella daría todo por tener este último momento para siempre.

Dos días más tarde se encontró afuera de su volvo, justo cuando el metía sus maletas en la cajuela.

"Sin llorar" era su lema, y ella no lloro, no delante de el de todos modos

"Te llamare cuando llegue ahí ¿de acuerdo? Te amo Bells" dijo

Ella asintió con la cabeza "Yo también te amo"

El la beso, se subió a su coche y arranco, ella espero a que su coche estuviese lejos y cuando ya no lo pudo ver, entro a su casa y lloro por días, lo más destacado de sus días fueron su llamadas diarias. Eso la hacía sentirse mejor, pero nada se comparaba con tenerlo cerca. Nada.

Una semana más tarde era su momento para iniciar el capítulo hacia una nueva vida. Por suerte ella no iba muy lejos de su casa. Y además tenía a Jasper para calmar su ansiedad y soledad. Tratando por todos los medios de encontrar un equilibrio. Las tareas y clases ocupaban la mayor parte de su tiempo. No socializaba mucho por estar pendiente de las llamadas que él le hacía. A medida que el semestre avanzaba, todo se facilitó. Se instaló y logro conocer a gente nueva. Su carga de trabajo se hizo menos abrumadora e incluso pudo salir unas cuantas veces. Sin embargo la mejor parte de su vida era hablar con él. Se hablaban por Skype por lo menos una vez al día. Y nada había cambiado. A excepción de que su cabello estaba más largo, ahora tenía un pircing. Su ropa cambiaba con respecto a la estación y ahora su piel era un poco más clara.

En octubre sus conversaciones de una hora tuvieron que ser reducidos a quince minutos por exámenes de mitad de periodo y proyectos en marcha. Eventualmente acordaron llamarse cada dos días, luego de cada dos días se finalmente se acordó que no iba a funcionar. Por alguna razón ella no se sentía tan triste como pensó que estaría, le dolía no lo podía negar. Pero cuando dos días después Jasper la invito a una fiesta la noche siguiente ella dijo que sí. En la fiesta ella bailaba y bebía… ella no pensó en él, en absoluto.

Unas semanas después ella estaba en casa para acción de gracias, y en su cuarto los cuadros de ellos la hicieron sentirse nostálgica y decidió llamarle para saber cómo estaba. Fue la primera vez desde la separación que ellos se comunicaban, y ella estaba agradecida que no era incomoda. Se dio cuenta que estaba en Nueva York para las vacaciones. Se rieron y bromearon de bromas pasadas. Justo como en los tiempos viejos. Pero a la hora de despedirse ela casi se despide con un "Te amo" pero en lugar de eso ella rio y colgó.

Al inicio todo le recordaba a él. No ayudo que su familia y amigos preguntaran por el todo el tiempo. Por primera vez en su vida no podía esperar volver a la universidad. Cuando lo hizo sin embargo algo le faltaba. Ya no disfrutaba todo como antes. En el fondo sabía que le echaba de menos, pero no quería admitirlo. Esto se prolongó durante mucho tiempo, hasta que antes de vacaciones de navidad, decidió llamarlo. Estuvo instantáneamente feliz de saber que él estaría en su casa para las fiestas. Y el sonó aliviado de que ella estuviese sola aun. La anticipación la consumió y estaba extasiada ¿Qué importaba si apenas pasaba los exámenes finales y su GPA era apenas respetable? Nada le importaba. Solo verlo

La reconexión era natural en ellos. Pasaron los días previos a navidad juntos. Recordaron sus días en la secundaria de Forks y a sus amigos. Él le preparo la cena y ella le hizo chocolate caliente. Los dos abrazados en el sofá, hasta que ella se fue quedando dormida y él tuvo que llevarla a su casa. Paso la navidad con su familia. Y antes de que el volviera a su casa, él le dio una nota y la beso en la mejilla. Ella abrió la nota una vez que salió y sonrió ante el simple mensaje: "Vamos a hacer este trabajo"

A la mañana siguiente ella golpea a su puerta. El abrió la puerta con los ojos aturdidos, el peo un desastre; PERFECTO. Ella se lanza a sus brazos y lo besa con toda la pasión que tenía. De buena gana él le regresa el gesto, y cierra la puerta detrás de ella. Y hacen el amor por primera vez en meses. Es claro lo que son de nuevo.

A pasar las tres semanas recuperan el tiempo perdido, besos robados, haciendo el amos a las tres de la tarde, salidas con amigos. Todo había vuelto a la normalidad. Solo que esta ve consiente del tiempo.

"Justo ahora estoy aquí" Le dijo el cuándo la atrapo mirando el reloj. Ella ama a forma en la que él la puede tranquilizar solo con una frase. Ella se apoya en él y su preocupación se va.

Un deja vu la ataca cuando días después él está de nuevo frente a ella, listo para despegar. Pero esta vez no hay lagrimas amenazando con salirse de sus ojos. Ella se preparó para este momento. Él le sonríe mientras reajusta su postura varias veces y frunce los labios. Después de unos segundos ella se da cuenta del cambio en su estado de ánimo. Habla en serio ahora, más solemne.

"¿Que pasa ahora?" El pide

Bella se encoje de hombros. "Vamos por caminos separados nuevamente" responde con indiferencia

"Está bien" comienza "Voy a estar aquí, si me quieres"

"¿Qué significa eso?" Pregunta mientras inclina la cabeza

"Tal vez podamos intentarlo de nuevo, claro si quieres" responde, mirando nerviosamente lejos de ella

"Yo… Me encantaría eso" dice y se ríe cuando él la levanta y la hace girar alrededor.

Al verlo marchar esta vez no hace tanto daño como la primera. Y eso talvez se deba a que sabe que esta vez será diferente. Ambos se aman y ninguno se puede ver con otra persona que no sean ellos dos. El está única persona con la que ella se ve en el futuro y se iria al infierno de ida y vuelta solo con tal que eso dure para siempre.

Los próximos meses son más fáciles. Ella convenció a sus padres de dejarla ir a Nueva York un par de veces. Se comunican por teléfono. Ella le contaba sobre sus estudios y amigos. Y el de todas las audiciones a las que asistía. Todo iba bien. Hasta que él consiguió un papel que le obligo a permanecer en Nueva York. Le prometió que las cosas no cambiarían, que el siempre estaría para ella cuando le necesitara. Prometió que su relación era su prioridad y que nunca la dejaría. Sin embargo su agenda se hizo apretada y su tiempo escaso. El primer año se vino abajo, todas sus promesas fueron incumplidas. Ella tenía días son saber de él y cuando supo solo obtuvo disculpas.

"Lo siento, la grabación duro más de lo que espere" decía o "No he escuchado tu mensaje"

Esto se prolongó durante tres meses, dos semanas y seis días

A medida que se acercaban los exámenes finales, le informo que no iría a casa durante el verano. De hecho le dijo que estaba saliendo de la escuela y que probablemente se mudaría definitivamente a Nueva York.

"Posiblemente" le exigió, pero en el fondo sabía que él ya había tomado su decisión. La comprensión le llego y luego el miedo al entender que no había forma de su relación funcionara con ellos tan lejos definitivamente. Le quedaban tres meses y ella debía enfocarse en sus calificaciones.

"Mi trabajo está aquí, por lo que es obvio que debería de estar aquí, puedes transferirte y estar conmigo. Sería bueno para ambos"

Por supuesto que ella había pensado en eso tan pronto como él le dijo de su traslado permanente. Pero ¿A dónde iría? ¿Qué escuela decente la querría con sus defectuosas notas? "¿Que le diré al director de admisiones? Perdón por la notas pero estaba ocupada manteniendo la relación con mi novio. Pero prometo ser mejor aquí. Incluso si la única razón por lo que hago esto es mi novio" Si eso funcionaria.

"Bella yo no sé qué es lo que quieras que yo haga. Esta es la oportunidad de mi vida, no puedo simplemente no tomarla. Lo siento" dijo. Más disculpas

"Yo no te pediría que renunciaras a ella. Pero no es justo el que esperes que sea yo la que vaya a ti y deje todo tirado para estar contigo"

"¿No soy digno de eso?" dijo el con amargura en su voz, lo que la tomo con la guardia baja. Eso para ella fue, por mucho. La declaración más egoísta que había hecho y lo cual le ayudo a su decisión más fácil.

"Lo eres. Pero ya no puedo más. Lo siento" Era su tiempo para disculparse, su turno para ser egoísta.

Un silencio ensordecedor colgaba de la línea después de esa declaración, y no fue hasta después que se despidió que pudo respirar tranquila. La relación por la cual había trabajado tanto se había acabado, por ella. Ella fácilmente hubiese saltado ante la oportunidad de estar con él en Nueva York, dejar la universidad e ir. Incuso hacer audiciones por ella misma. Y tarde o temprano hubiese conseguido algo. El problema es que ella no podía hacer so por el, ella tenía que hacerlo por ella misma. Si ella dejara la universidad por él. Ella le reclamaría por su tiempo ¿Y luego qué? la relación seria un fracaso, y ella se quedó sin nada. Mientras tiraba el teléfono exhalo profundo y sintió que su ritmo cardiaco tomaba su ritmo habitual.

"Has hecho la elección correcta" se decía, con la esperanza de convencerse a sí misma que así era.

En realidad, resulto ser su mantra por los próximos tres años. Que fue el tiempo que le tomo a ella ver o hablar con él de nuevo.