Doble personalidad
Capitulo 1: Cambios
Era de noche en Domino a lo lejos se podía distinguir la figura de un joven, este iba caminando en sus ojos se notaba una mirada vacía que no miraba a ningún lugar en especifico, su ropa tenia rastros de sangre tal vez de alguna rencilla, junto a el paso una joven que volvía de trabajar, ella noto las condiciones en las que se encontraba aquel jovencito de cabello tricolor.
-¿Oye te encuentras bien?- pero el paso de largo ignorando aquellas palabras, noto que el se tomaba su abdomen de una manera insistente y caminaba tambaleante, en un momento aquel joven cayo de rodillas, ella se acerco a revisarlo y vio varias heridas en su abdomen como si le hubieran clavado un cuchillo repetidas veces, segundos después aquel chico quedo inconsciente.- debo llevarte a un hospital.
De inmediato la chica paro un taxi cargo al joven y lo metió, el conductor al ver el estado del chico se preocupo y supo que tenia que dirigirse a un hospital, al ser tarde no había mucho transito y llegaron rápido, los doctores al ver la condición en la que se encontraba lo llevaron rápidamente a urgencias.
Mientras en la noche fría un joven parecido al que había sido trasladado al hospital, al parecer buscaba a alguien ya que no dejaba de correr y nombrar a una persona.
-¡YUGI! ¿Dónde estas? Respóndeme.- en eso sonó su celular.- hola…no abuelo aun no lo encuentro no se a donde se pudo haber ido… sabes con gritarme no solucionaras nada, seguiré buscando cualquier cosa yo te llamo.- cuelga.- ¿A dónde fuiste?
Yami se había dado cuenta de que Yugi no estaba en su habitación, despertó y salió por un vaso con agua, al bajar noto la puerta de la entrada principal abierta la cerro y fue por lo que deseaba, cuando regresaba vio la puerta de la habitación de Yugi abierta, tuvo un mal presentimiento así que fue a revisarlo y fue cuando noto que no estaba, lo busco por toda la casa y no lo encontró, le aviso a su abuelo cosa de lo cual se arrepintió ya que dio el grito en el cielo y Yami decidió salir a buscarlo, pensaba ¿Por qué Yugi tendría que salir a la calle ya siendo tan noche? Se suponía que debía estar dormido, el sonido de su celular lo saco de sus pensamientos.
-Buenas noches.
-Buenas noches llamo del hospital general de Domino.- se quedo helado al escuchar lo ultimo.- se le comunica que aquí esta internado un joven llamado Yugi Moto.
-Es mi hermano menor ¿Qué le ocurrió? ¿Por qué esta internado? ¿Esta bien? Conteste.- decía con desesperación.
-Joven solo le informo de su hermano los doctores lo están atendiendo, le pido venir para mas informes.
-Voy para allá.
-Aquí se le espera, venga con cuidado tenga una bonita noche.- cuelga.
-Después de esta noticia mi noche no será bonita.- marco a su casa de inmediato le contestaron.- abuelo ya se donde esta Yugi… quieres dejar de gritar, Yugi esta en el hospital general de Domino te veré allá.- cuelga, realmente se arrepentía de avisarle a su abuelo pero sabia que eso era lo correcto aunque no quisiera.
Yami de inmediato tomo un taxi llegando rápidamente al hospital, fue a recepción para pedir informes sobre Yugi, la recepcionista le pidió que esperara al doctor ya que solo el doctor le podría informar, Yami fue a la sala de espera, se quedo pensando ¿Por qué había salido? El abuelo Solomon llego a los 20 minutos entro y vio a Yami sentado, se dirigió a donde estaba su nieto.
-¿Qué te han dicho?
-Nada estoy esperando al doctor para que me diga como esta.
-Ese muchacho no tenia a que salir, lo mas seguro es que se fue a una fiesta a escondidas.
-No lo creo Yugi no es así.
-Claro como siempre ahí vas a defenderlo, tu hermanito no es un angelito y tampoco es un niño para que lo defiendas siempre.
-Y ahí vamos de nuevo.- rodando los ojos en fastidio.- abuelo este no es el momento ni el lugar para ponerte a reclamarme eso, tienes razón ya no es un niño pero tampoco es un adulto como tu lo crees, sabes que después de la muerte de mamá cambio mucho.
Era verdad, la madre de los chicos había muerto hace 8 años a causa de un accidente automovilistico, Yugi fue el que resulto el mas afectado ya que fue un golpe muy fuerte para el ya que solo tenia 7 años, ya no era el mismo chico alegre, se aislaba mucho, el abuelo también había cambiado se portaba muy estricto con ambos chicos, cualquier cosa lo hacia enfadar y se ponía a gritarles y a hacerlos menos como si no valieran eso hacia que Yugi ocultara lo que sentía por miedo a ser reprendido por sus emociones y sentimientos, el abuelo cada vez se volvía mas estricto tanto que ya rayaba en lo abusivo, Yami sabia muy bien la situación y trataba de darle a Yugi todo el cariño y comprensión que podía y que su abuelo les negaba, una vez el abuelo trato de golpear a Yugi pero Yami no se lo permitió desde entonces las peleas entre Yami y el abuelo eras cotidianas, Yugi solo se ocultaba no queriendo escuchar aquellas peleas le asustaban demasiado, no había día en que no se pelearan tanto así era que llegaba a las confrontaciones físicas, Yami era golpeado con tal de que a Yugi no lo tocaran pero no siempre se dejaba había veces en que se defendía como podía, cada día el ambiente se volvía mas violento, en momentos el doctor salió y pregunto por los familiares de su paciente.
-Familiares del joven Yugi.- al escuchar Yami fue a preguntar por su hermano.
-Si doctor el es mi hermano ¿Cómo se encuentra?
-Su hermano esta estable tiene 3 heridas de puñaladas en el abdomen, fueron profundas, cuando llego estaba cubierto de sangre.
-Por Dios.- Yami puso una mano en su pecho.
-Lo curioso es que cuando le limpiamos la sangre, la mayoría no era suya.
-¿Qué? No entendí eso ¿podría repetirlo?
-Se me hizo raro que de su abdomen saliera tanta sangre como para mancharlo en casi su totalidad, le limpiamos la sangre, la analizamos y eran de dos sujetos más.
-¿Qué fue lo que paso entonces?- realmente Yami no sabia que pensar.
-¿Cómo se encuentra ahora mi nieto?
-Esta estable sin duda se va a recuperar.
-¿Podemos verlo?- pregunto el abuelo.
-Claro síganme.- el doctor guio a Yami y al abuelo a la habitación de Yugi, al llegar Yugi vio al doctor en compañía de su hermano y su abuelo, sonrió abiertamente al ver a Yami.
-Hermano me da mucho gusto verte.- estiro los brazos en señal de que quería que Yami lo abrazara.
-Hola ¿Cómo estas?- se sentó y lo abrazo.
-Los dejo pueden estar poco tiempo.- dijo el doctor retirándose.
-Yo estoy bien Yami pero ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué paso?- Yami se sorprendió ante lo dicho por Yugi.
-¿No lo recuerdas?- Yugi negó.- yo iba a preguntarte ¿Por qué habías salido de la casa?
-¿Salí de la casa?- Yami asintió.- no me acuerdo solo se que me fui a dormir y desperté aquí.
-¿Esperas que crea que no sabes a que saliste?- Yugi se asusto al escuchar a su abuelo.- que conveniente perdiste la memoria y no sabes, no soy tonto dime a que saliste de la casa.
-No lo se digo la verdad, no lo recuerdo.- en un momento se quejo y puso una mano en el abdomen.- me duele.
-Dime a que saliste o eso no será lo único que te duela.- dijo el abuelo en forma muy amenazante.
-Bien ya basta, estas excediéndote y este no es el lugar para que te pongas a amenazar a nadie, ten un poco de consideración estas en un hospital.
-Y ahí vas a defenderlo, no eres su guardián y por una vez deja de defenderlo.
-Lo defenderé siempre es mi hermanito, lo voy a defender de tus abusos, por una noche piensa y mantén la boca cerrada.
-Eres un malcriado inmaduro…
-Miren quien habla de madurez.- los dos comenzaban a pelear, Yugi se tapo los oídos y cerro los ojos.
-Ya basta por favor no mas peleas por favor.- lo dijo en susurro pero Yami alcanzo a escucharlo, volteo a verlo y paro la discusión, entendió que ese no era el lugar para ponerse a pelear.
-Tranquilo Yugi no era mi intención alterarte, si dices que no recuerdas yo te creo, lo averiguaremos después por ahora solo descansa.
-¿Enserio me crees Yami?- Yami asintió, Yugi le sonrió.
-Eres un farsante.- replico el abuelo.
-Mejor cállate.- contesto Yami, solo se limito a decir eso.
El abuelo Solomon se había mantenido al margen escuchándolos platicar con un gesto de fastidio en su rostro, Yugi estaba feliz de que Yami estuviera ahí para el, paso el tiempo y dieron las 1:30 de la mañana, el doctor entro a la habitación.
-La hora de visita se termino, podrán visitarlo mañana.
-Ya era hora.- dijo Solomon.
-Doctor ¿Se puede quedar mi hermano conmigo?- pregunto Yugi.
-Solo si tu abuelo lo autoriza.
-Por supuesto que no, tu hermano tiene escuela mañana temprano, tú.- dirigiéndose a Yami.- muévete tenemos que irnos.
-Lo siento Yugi vendré mañana a verte después de la escuela.
-Que te muevas, rápido.- Yami se levanto para marcharse hasta que sintió que Yugi lo tomo de una mano y lo jalo haciendo que se sentara de nuevo.
-No vas a ir a ningún lado yo quiero que te quedes aquí, quédate aquí.- comenzaba a alterarse aunque en su tono de voz se noto algo de seriedad.- no me dejes solo.
-Yugi aunque yo me quiera quedar no me dejan hacerlo además solo será por un rato te prometo que…
-Quédate aquí, quédate aquí.- ya estaba muy alterado, el doctor mando llamar a una enfermera al ver que no se iba a calmar.
-Jovencito compórtese o tendré que inyectarlo.- dijo el doctor.
-No se lo diga y solo hágalo.- dijo el abuelo, el doctor ordeno a la enfermera inyectarlo pero Yugi no quería se resistía mucho.
-No quiero Yami no los dejes.- Yami lo veía forcejear, vio a la enfermera que iba a ponerle la inyección y la detuvo.
-No será necesario señorita yo se una manera de dormirlo sin la necesidad de inyecciones.- dirigiéndose a Yugi.- ven y dame un abrazo.- Yugi de inmediato se aferro a Yami y comenzó a cantar una canción, la misma que su madre les cantaba cuando eran pequeños, Yugi embelesado por la melodía comenzaba a cerrar sus ojos, la voz de su hermano lo envolvía en un manto de paz y seguridad, a los pocos minutos se quedo dormido con una sonrisa en su rostro, Yami lo coloco en la cama.- listo ya se durmió y no fueron necesarias las inyecciones, ya podemos irnos.
-Solo muévete y vámonos.- en el tono de su abuelo se notaba su molestia.
Los dos salieron aunque ya era muy tarde encontraron un taxi, en el trayecto fue silencio total pero llegando a casa las cosas cambiaron.
-Tenemos que hablar.- dijo el abuelo Solomon.
-¿Hablar o gritar?- respondió Yami.
-Depende de ti.
-Mas bien de ti, yo estoy dispuesto a hablar como las personas, dime que me quieres decir.
-Como siempre tienes que hacer de su guardián, deja que viva su vida ya deja de meterte, ya no es un niño déjalo madurar.- le decía gritando.
-¿Que no se suponía que ibas a hablar? Estas gritándome.- trataba de mantener la calma y no contestar de la misma manera.
-No veo otra manera de hacerte entender, quieres hacer de su padre cuando solo eres un niño.
-Déjame ver si entendí, ¿Yugi no es un niño pero yo que soy el mayor si lo soy? Si que estas mal, estoy cansado, adiós.- dio media vuelta ya no quería escuchar las incoherencias que su abuelo decía.
-Ven acá aun no termino contigo, regresa o te va a ir muy mal.- su tono era amenazante.
-Yo si acabe contigo y me voy a arriesgar después de todo tus golpes ya no me afectan como antes.- dijo Yami mientras subía los escalones.
-No me dejes hablando solo.
-Muy tarde ya lo hice ahora solo deja de alterar mis nervios y ya cállate.- se escucho el sonido de la puerta cerrarse, Yami cerro con llave.-Dios dame paciencia, solo lo soporto por no tener a donde ir, debo ser fuerte tanto por mi como por Yugi.- se acostó y se tapo bien, tardo otro rato pero finalmente se quedo dormido.
Mientras en el hospital Yugi se encontraba dormido, de pronto comenzó a tener un mal sueño eso se podía deducir por las muecas de dolor y angustia que ponía, recordaba en sus sueños los insultos de su abuelo, cosas como eres un inútil, que tonto y torpe eres, eres un retrasado, eres débil, idiota y cosas así, en un momento abrió sus ojos poniendo una mirada llena de frialdad, se levanto pero lo detuvo unas especies de mangueras, eran las que le inyectaban suero, sin mas las tomo y se las arranco causándose una herida que sangraba cosa que al parecer no le importaba mucho, se llevo esa parte sangrante a su boca tomándose su propia sangre después de eso salió de ahí, comenzó a caminar quería saber un poco mas del lugar en donde estaba, caminaba por los pasillos del hospital pero parecía estar ajeno al mundo, una de las enfermeras de turno lo vio y fue a donde estaba el.
-Jovencito ¿A dónde crees que vas? Deberías estar descansando.- pero Yugi la ignoro y solo siguió su camino sin tomar en cuenta a nadie.- jovencito ¿No me escuchaste?- lo tomo de una de sus manos pero Yugi de inmediato se zafo.
-No me molestes, solo sigue tu camino y déjame seguir el mío.- hablo con mucha seriedad pero más que nada con mucha frialdad.
-Volvamos a tu habitación ahora.- Yugi volteo a verla, la tomó de ambas muñecas, de un momento a otro sonrió y con mucha fuerza empujaba a la enfermera hasta que la acerco a una ventana y logro lanzarla a través de la ventana, se escucho un grito que termino cuando se estrello contra el piso, Yugi sonrió de satisfacción por lo que había hecho.
-Eso te sacaste por molestarme, ya puedes morir en paz jajajaja.- procedió a retirarse de ahí, recorrió mas el hospital sin ser visto, después regreso a su habitación para dormirse sin ningún remordimiento por lo que había hecho.
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Hola aquí estoy de regreso con una nueva locura, conforme avance la historia se vera lo que pasa detrás del comportamiento de Yugi, sin mas que decir me despido nos veremos en el segundo capitulo. Sayonara.
DarkYami Motou.
