Disclaimer: Todos los personajes son de Rumiko Takahashi. Esta historia esta escrita sólo para entretenimiento nada de lucro.
Los amores de RIN
Capítulo 1
De entre toda la multitud que se congrega en el Aeropuerto Internacional de Tokio buscando frenética las puertas de embarque para sus respectivos vuelos, deambula una muchacha de unos veintitantos años, de larga y sedosa cabellera morena, de grandes y verdes ojos que resalta especialmente por una belleza se diría que serena. No parece estar prestando atención a todo lo que sucede a su alrededor: hombres de negocios que caminan a pasos largos y rápidos sabiendo exactamente a dónde se tienen que dirigir, niños que corretean alegremente entre las maletas del resto de viajeros, madres que tienen que ir tras sus pequeños para que no se pierdan …
"Última llamada para pasajeros con destino a Londres-Gatwick, embarquen por puerta 42"
"Última llamada para pasajeros con destino a Londres-Gatwick, embarquen por puerta 42"
¡Ohh!, Vaya, ese es mi vuelo, debo dirigirme a la puerta 42. En poco menos de una hora estaré volando con destino a Londres…. Europa, no sabes qué ganas tengo de volver; qué ganas tengo de escapar de Tokio, de los Taisho y sobre todo de ellos. Parece que todo empezó ayer y en realidad hace ya casi quice años …
Disculpe señorita, ¿me permite su tarjeta de embarque y su identificación?
Sí, perdone, estaba distraída … aquí tiene.
¿Va usted de vacaciones a Londres? Es una ciudad muy bonita, ¿la conoce usted?
No, no voy de vacaciones y sí, conozco la ciudad. Viví allí durante algún tiempo.
Aquí tiene, muchas gracias, ya puede pasar. ¡Qué tenga un agradable vuelo!
La muchacha entra en el finger y se dirige hacia el asiento que le indica su billete. Deja el equipaje de mano en el compartimento correspondiente, se sienta, ata su cinturón y cierra los ojos …
Todo comenzó hace más de quice años … y finaliza el día de hoy!
(Flashback)
Una pequeña de unos nueve años salió corriendo del auto que conducía su padre, el nuevo chófer de la mansión Taisho, en dirección al jardín de la casa. Desde siempre le habían fascinado las flores y en aquel lugar había cientos de ellas, incluso algunas que nunca había visto (esas habían sido importadas especialmente por y para la señora de la casa, gran amante de la jardinería; pero esto lo supo algún tiempo más tarde).
Rin, cariño, vuelve inmediatamente – le recriminó su padre – Por favor, vas a conseguir que me llamen la atención el primer día de trabajo.
Lo siento papá, no quise ponerte en un apuro – sollozó la pequeña
Ya está amor, no pasa nada, sólo recuerda que somos nuevos aquí y que ese no es tu jardín, que si quieres ir deberás pedir permiso antes.
No se preocupe. Soy Izayoi y usted deber ser el Sr. Atai … y esta preciosidad es … ¿Rin?
La pequeña afirmó con un tímido y leve movimiento de cabeza. Pocas veces había visto una mujer tan bella como la que tenía delante. Una sola persona había conocido en su vida que pudiera igualar la belleza de la señora de la casa, y esa era su madre. Ni siquiera la larga y devastadora enfermedad había podido hacer mella en su incomparable belleza. Izayoi le mostró una gran sonrisa a la que la pequeña respondió extendiéndole su manita a modo de saludo.
Rin Atai a su servicio, señora …
Izayoi Taisho, pero tú puedes llamarme Izayoi. Y sí, si quieres puedes ir al jardín, pero prométeme que tendrás muy buen cuidado de él.
Pero Rin, ya había salido disparada. Al final iba a resultar que no estaría tan mal vivir en aquella casa (al menos podría disfrutar de aquel fabuloso jardín).
Disculpe señora, la niña … le encanta la jardinería, le recuerda a su madre.
No, por favor, estoy encantada de que así sea. A mi marido y a mis hijos no comparten la misma afición. Así que me gustará poder compartir mis conocimientos con alguien más. Pero, pasemos a la casa, le tengo que presentar a mi marido y al resto de personal que nos atiende. Y no se preocupe por Rin, seguro que en jardín se encontrará a los muchachos, suelen pasar el rato allí jugando y entreteniéndose … en fin, ya los conocerá.
Rin estaba tan emocionada contemplando todas las flores que había que ni siquiera se pudo dar cuenta de los dos jóvenes que la estaban mirando. Al final el mayor decidió que ya era la hora de hacerse notar y de aquella niña se identificara ¿qué hacía allí? ¿quién era?
Oye tú, ¿quién te crees que eres para venir a jugar aquí? ¿cómo has podido entrar sin permiso? – le dijo muy frío el chico mayor. Debería tener unos quince años. Era muy alto y muy guapo. Su cabello era de un rubio tan claro que parecía blanco. Lo que más llamaba la atención eran sus ojos de color miel.
S.. s … soy …. R …Rin – no atinaba a decir la pequeña que se había visto sorprendida
Bien Rin, y, ¿qué demonios haces en nuestra casa? – el mayor dijo esto en un tono bastante serio y la pequeña estaba a punto de llorar, y es que no estaba haciendo nada malo.
Basta ya Seshoumaru, la estás asustando .. no tienes nada de tacto con las mujeres!!
Mira renacuajo, ¿vas a ser tú quién me diga cómo tengo que comportarme? Enana, te hice una pregunta ¿qué haces aquí?
Soy Rin, la hija de Matsuda Atai, el nuevo chófer y la señora bonita me dio permiso para jugar aquí
Ja, ja, ja … la "señora bonita" debe ser mamá. Entonces todo aclarado. ¡Bienvenida, Rin! Yo soy Inuyasha y el estirado es mi hermano mayor, Seshoumaru – habló el menor de los dos chicos, también era alto y muy guapo, con ojos de color miel pero no tan intensos como los del mayor. Éste debía tener unos once años.
Hola Inuyasha, encantada de conocerte – y la pequeña la alargó la mano como antes hiciera con la señora de la casa. Pero Inuyasha le estiró el brazo para darle un cálido abrazo. La pequeña se sonrojó.
Conmigo ni lo intentes enana. Date por saludada! – y sin decir nada más se marchó al interior de la gran mansión
Rin se sintió apenada por la forma en la que le había hablado el hermano mayor, ¿acaso había hecho algo malo? Prefirió no pensar más en eso y decidió en tener más cuidado al acercarse a él, volcaría todas sus atenciones en el menor que había resultado ser mucho mejor y más amigable.
Rin, seguro que debes estar hambrienta. Venga vamos a merendar alguna cosa a la cocina, yo te acompaño.
Pero … adentro está él y yo no quiero que se enfade conmigo ..
¿Él? ¿Seshoumaru? No te preocupes, si el "niño hielo" decide acercarse a ti, no dudaré en defender a mi "princesita". ¡Vamos! Que no me puedo aguantar las ganas de comer.
Inuyasha cogió a Rin de la mano y se la llevó a merendar. La casa era enorme y muy bonita. Por todos lados había jarrones con las flores que Izayoi recogía todos los días. Le daban un aspecto muy cálido y hogareño a todas las habitaciones.
¿Por qué es así tu hermano?
Bah! Ni te preocupes por él, siempre ha sido así de distante y frío, más desde que se murió su mamá … ¡ups!, creo que no te lo tenía que haber dicho
¡Ohhh! Pero … ¿no sóis hermanos?
Sí, no, bueno sí y no. Somos hermanos de padre pero no de madre y su mamá murió hace algunos años. Sus padres estaban separados cuando papá conoció a mamá y luego nací yo y después su mamá tuvo un accidente y Seshoumaru vino a vivir con nosotros.
Pero yo no tengo la culpa de eso, no fue nada amable conmigo … sabes, creo que te prefiero a ti – y Rin le plantó un sonoro beso en la mejilla a Inuyasha – vas a ser mi preferido, no me gusta tu hermano! Vamos a merendar, yo también tengo mucha hambre.
Los dos entraron a la cocina sin darse cuenta de que Seshoumaru los había estado escuchando desde lo alto de la escalera principal. Caía una sola lágrima que secó rápidamente con su mano.
Yo no necesito a nadie y menos a ti, Rin Atai ¿quién se cree que es esta niña?
Continuará …
