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Atracción.

Estaba nervioso y no sabía la razón, es decir, llevaban tiempo viéndose, acostumbraban a bromear, en realidad Johnny lo hacía, y pasarla bien un rato, entonces ¿por qué se sentía así?

Le gustaba que Johnny hablara de cosas tan casuales que las hiciese parecer situaciones extremadamente divertidas, por ello, y, sobre todo, le gustaba que pasaran mucho tiempo hablando de trivialidades, pues ambos terminaban siempre riendo.

A veces Jack se sentía mal, estaba comenzando a ver de una forma (para su punto de vista), inapropiada a su amigo, sentía que lo estaba traicionando, pero no podía evitarlo, mientras Johnny hablaba, Jack lo miraba cuidadosamente sin perderse ningún detalle de lo que hacía o decía…

Sonrió mientras apretaba sus manos, la sensación extraña en su estómago se presentaba de nuevo. Sin darse cuenta sus mejillas volvían a ser de un tono rosa pálido, tenía una mirada tierna en su rostro.

Cuando Jack dejaba del lado esa pequeña molestia de culpa, Johnny siempre tenía un espacio en sus pensamientos.

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Piropo

-Y dime… ¿Así que te gustan las espadas?... – Después de encontrarle un posible doble sentido a esto, se golpeó la frente, no podía llegar e intentar decirle aquello a el inocente samurái, un piropo no iniciaba de aquella forma.

Johnny practicaba algunos diálogos frente a su espejo, así podía darse cuenta de estar diciendo lo adecuado o ser lo suficientemente inapropiado para controlar un mínimo la cantidad de cosas que le decía a Jack, aunque este se terminara riendo.

Johnny pensó que tenía que ser más delicado cuando se trataba de Jack, sí querías comenzar a ganárselo, tendría que ser por un piropo, pero no uno de sus acostumbrados al estilo Johnny, no, tendría que ser uno muy suave, como Jack.

Pensó en diversas cosas que se relacionaran con el samurái, pero todo lo que le venía a la mente eran espadas. Hasta que pensar con más calma le hizo acordar en la tierna sonrisa de Jack.

Quedó completamente embobado, casi hipnotizado al imaginárselo. Se sacudió la cabeza y cuando se miró una vez más al espejo, su cara tenía un fuerte rojo carmín.

Si quería hacerle un piropo a Jack, primero tendría que poder hablar frente a él sin trabarse.

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Lindo.

Jack era puntual, había llegado al parque al menos 30 minutos antes de lo acordado, para él no era una molestia tener que esperar a Johnny quien solía llegar mucho más tarde, aunque últimamente no lo hacía esperar mucho, de todas formas, a Jack le gustaba estar sentado tranquilamente en las bancas y observar todo tipo de detalles, desde las personas que pasaban, hasta los árboles que lo rodeaban.

Creyó escuchar la voz de Johnny, justo era él, con una brillante y alegre sonrisa, caminaba directo hacia Jack. En ese momento pasaron de frente, un grupo de chicas, iban vestidas de una forma muy llamativa, todas eran "señoritas" atractivas, lo bastante lindas para llamar la atención de cualquiera.

En ese momento Jack se cohibió, no por la presencia de aquellas mujeres si no que un pensamiento lo hizo ponerse inseguro, "Johnny preferiría ir tras ellas, ¿no?, es decir, sólo mírate y míralas a ellas, a él le gustan ese tipo de mujeres".

Jack bajó la cabeza, no recordaba haberse sentido tan inseguro consigo mismo, pero una mano en su hombro lo hizo subir la cabeza.

- ¿Qué pasa amigo? ¡¿Te duele el estómago?! - Johnny lo miró atento.

Jack sonrió, Johnny ni siquiera le había prestado atención al grupo de mujeres junto a ellos. Ahora se sentía muy tonto.

-Gracias – Fue lo único que pudo decir, e inmediatamente se tapó la boca al reír delicadamente viendo una divertida cara de desconcierto de su amigo.

Jack a veces podía ser inseguro, pero también podía ser muy lindo.

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Despedida.

Se estaba haciendo tarde, ese día había llegado a su fin y comenzaba a anochecer. Los dos tenían que tomar caminos distintos y por más que Johnny intentó convencer a Jack de acompañarlo, este le insistió en que no era necesario.

Finalmente había llegado el momento de despedirse.

-Sí bueno… fue muy divertido, hombre. Hay que salir juntos más seguido. – Johnny se rascó la nuca.

-Me encantaría que estuviésemos más tiempo juntos. – Jack le sonrió.

-Entonces me voy por aquí, y tú te irás por allá… - Hacía señales a todas las direcciones.

Hubo un momento en silenció y los dos comenzaron a reír. Cuando callaron se quedaron viendo unos segundos, Johnny se movió casi por impulso, era ahora o nunca.

Se acercó en un movimiento, rápidamente beso la mejilla de Jack.

-Nos vemos Jack. – Johnny le sonrió, se giró rápidamente y casi se fue corriendo.

Jack lo vio irse, estaba estático e inconscientemente llevó la mano a su mejilla. Estaba muy muy avergonzado, pero también estaba muy feliz.