A complicated Life

Summary: ºUna Vida Complicadaº Sakura es una chica de una familia de clase media que vive con su hermano. Shaoran es un chico de padres separados con 3 hermanos que acaba de llegar a la ciudad donde conoce a su próximo mejor amigo Eriol. S&S T&E

N/A: Hola a todos los lectores de este nuevo Fan Fict espero sea de su agrado ya que va a contener muchísimo amor, amistad, tragedia y suspenso.

No se olviden de dejar un review, bueno ahora a leer.

Aclaraciones Narrativas:

Pensamientos

-Acciones-


Capitulo I

Un raro encuentro

Como todas las mañanas, una chica de cabellos castaños sale del baño apresurada porque se le hace tarde para el colegio, entra rápidamente a su habitación, se viste con el uniforme del colegio, guarda sus útiles, y baja las escaleras a toda prisa, pisando tan fuerte, que hace ruido por toda la casa. Como siempre, se ha quedado dormida más tiempo pues ni siquiera el despertador ha logrado levantarla.

-¿Otra vez tarde hermanita?- ríe un muchacho de cabellos negros, hermano de la chica, y que tiene por nombre Touya "el ogro" Kinomoto.

-Ya va a empezar. –piensa la chica mientras suspira. -Si ya se me hizo bastante tarde- le contesta resignada cuando toma una rebanada de pan para metérsela a la boca y salir corriendo rumbo al colegio-

El nombre de la chica es Sakura Kinomoto, y es una jovencita que cursa el tercer año de secundaria, vive en la ciudad de Tomoeda junto con sus padres y su hermano mayor el ogro, que se encuentra cursando el 3º año de preparatoria. Sakura es una chica con una vida bastante ordinaria, es la típica adolescente extrovertida, inteligente y educada.

Y con una suerte tan buena que llega exactamente cuando estaban cerrando la puerta de entrada.

-Srita. Kinomoto- exclama el guardia de seguridad al verla entrar apresuradamente- A ver si ya va llegando más temprano. Es la última vez que la dejo pasar. – Dice el guardia un tanto molesto porque la chica siempre llega tarde.-

-Lo Siento. – Pronuncia apenada mientras hace reverencias como loca.- será la última vez que suceda.- se disculpa para después sonreírle

-Suba a su salón, las clases están por comenzar.- le dice el guardia cerrando la puerta detrás de la chica.

Sakura asiente y después se pone a correr como bólido subiendo las escaleras de dos en dos.

La suerte de Sakura era tal que llegó al salón en el momento justo en que el profesor pronuncia su nombre al pasar lista, a lo cual no le quedo más remedio que dejarla pasar. Sakura rápidamente se sentó en su butaca que se encontraba junto a la ventana y a su lado derecho estaba su mejor amiga Tomoyo Daidouji, considerada una de las chicas más bonitas de la escuela, quien ríe cada mañana al ver llegar a su querida amiga tarde.

Las clases transcurren normalmente y al llegar la hora de la salida Tomoyo buscaba insistentemente a la castaña porque quería hablar con ella pues tiene algo que muy importante que contarle, pero Sakura ya había salido del salón y ahora no le quedaba más remedio que buscarla entre la multitud de gente en el patio central. Hasta que la encontró y corrió tras ella.

-¡Sakura!- gritó repentinamente la joven de cabellos negros intentando pasar entre los demás alumnos.

Sakura se detuvo al oír que alguien la llamaba, volteo a ver y vio a su amiga, le sonrió y preguntó. - ¿Que pasa Tomoyo? –dijo intrigada al ver tan agitada a su compañera.

-Por fin te alcancé. –Tomoyo tomaba aire, pues era mala en deportes, y correr no era su fuerte. -¿Podemos salir esta tarde a tomar un helado? Quiero presentarte a alguien.

-¿A quién? –interrogó Sakura con la mirada algo confundida.

-Es un chico que conocí en las vacaciones de verano con el cual me llevo muy bien, y quiero tu opinión. –la chica de ojos amatista se sonrojo, un evento extraño en Tomoyo cosa que intrigo más a su amiga.

-¿Mi opinión? No me digas que… ¡no!... ¿en serio?… no lo creo… ¿te gusta este chico? –le comenta a Tomoyo en tono de burla, este era su momento para molestarla, por lo regular era al revés el comentario.

-¿Si puedes o no? – Preguntó algo molesta por el comentario de la castaña e intentando cambiar el tema.- Anda di que si… por favor….- puso su carita de perrito porque sabía que a Sakura así la convencía.

-Está bien…- dice finalmente, suspira y le sonríe otra vez.- Te veo a las cuatro en la heladería ¿te parece?

-¡Genial!- dijo realmente feliz la amatista, abrazó a su amiga y se despidió de ella.- Entonces nos vemos mas tarde.

-Hasta Pronto.- se despidió Sakura viendo partir a su amiga muy contenta.


El tiempo antes de la cita transcurrió rápidamente, la ojiverde se vistió especialmente para la ocasión, se pone unos pantalones de pana color azul claro, con una blusa algo escotada de un tono más claro que el pantalón, se recoge el cabello en una coleta y se lleva sus lentes de sol para esa tarde tan hermosa.

-¿Vas a salir? – le preguntó Touya que estaba sentado en la sala y a pesar de estar leyendo el periódico escuchaba perfectamente cada movimiento en la casa.

-Si.- le contestó Sakura, paseándose enfrente de su hermano. -¿Algún problema?

-¿A dónde? ¿Con quién? ¿A qué hora regresas?- el típico interrogatorio de Touya cada vez que su hermanita salía, de no ser porque Sakura se le imponía, Touya sería capaz de ir con ella a todos lados para que ningún chico se le acercara.

-Nunca pierde la oportunidad para molestarme.- pensó fastidiada y bufando contestó. - A la heladería, con Tomoyo, alrededor de las ocho ¿Algo más detective? – rió en tono de burla mientras tomaba su bolso y caminaba a la puerta.

-Chistosita.- contentó el chico observando partir a su hermana. -Cuídate mucho y ve con cuidado ¿está bien?

-Está bien. –dijo cerrando la puerta al salir.


Sakura caminaba tranquilamente rumbo a la heladería ya que llevaba quince minutos de sobra, raro en ella, y al pasar por una librería chocó con un muchacho que se encontraba mirando un libro del Marqués de Sade titulado Julieta.

-Lo siento.- se disculpó para descubrir que el chico ni siquiera había notado el incidente. -¿Marqués de Sade? ¿Julieta? Qué libro tan repugnante –pronunció en voz alta sin importar que el chico estuviera ahí.

-¿Acaso te importa lo que lea? – Le contestó el muchacho, y esta vez sí volteó a ver quién era ella.- Ni siquiera nos conocemos, además una chica tan fresa y pedante como tú no entendería libros así.- le dijo molesto el chico por el comentario de la chica.

-Que grosero eres.- le respondió bastante ofendida, era cierto, no se conocían, y por eso él no tenía derecho de juzgarla. Además, ella no era ni fresa, ni pedante.

-Me vale lo que pienses o digas de mi…- le contestó con orgullo. Decidió ir a comprar el libro, así que se metió a la tienda, lo tomó, se acercó al vendedor para pagar el precio del ejemplar y al salir del establecimiento se fue ignorando a la chica que estaba bastante molesta

-Que chico tan grosero, espero no volver a encontrármelo… Nunca.- pensó enojada y de nuevo reanudo su camino.

Sumida en sus pensamientos acerca de aquel chico, Sakura llegó a la heladería y se encontró a su amiga muy entretenida platicando con un chico de cabello oscuro y ojos azules.

-Perdón por hacerlos esperar.- dijo cuando llegó a la mesa donde su amiga y su acompañante la esperaban.

-No te preocupes acabamos de llegar.- le respondió Tomoyo parándose para hacer las presentaciones.- Mira te presento a Eriol Hiragizawa, es el chico del que te hable.

-Mucho gusto Sakura.- dijo Eriol cuando se levantaba para saludar a la amiga de la chica.

-El gusto es mío.- contesta Sakura bastante apenada por la amabilidad con la que le habló el amigo de Tomoyo, en ese momento, el celular de Eriol sonó.

-Lo lamento debo atender esta llamada, en un momento vuelvo. – se disculpó para levantarse de su silla y salir de la heladería para contestar.

-Es bastante guapo y además todo un caballero.- comentó Sakura en voz baja a su amiga y mirándolo desde su lugar mientras él hablaba por teléfono.

-¿Verdad que sí? Además viene de una buena familia y es bastante amable conmigo.- dijo orgullosa Tomoyo, y con un leve tono rojizo en su cara.

-Me da gusto que sea alguien así, y no como el muchacho que me encontré hace unos momentos.- susurró esa última frase acordándose de aquel chico y frunciendo el ceño.

-¿Un muchacho? ¿Hace unos momentos? ¿De qué hablas?- preguntó Tomoyo alzando una ceja y como siempre, con su tono suspicaz en la voz.

-Un tipo bastante grosero con el que tropecé por desgracia de camino hacia acá –empezó a hablar muy rápido porque estaba realmente enojada por lo sucedido.

-Ya… cálmate…- se rió Tomoyo, mientras le daba unas palmaditas en la espalda.

-Lo siento, es que personas como él me hacen enojar. – en ese momento Eriol regresó a la mesa.

-Disculpen la tardanza, era un amigo que acabo de conocer con el cual me llevo bastante bien.- les explicó a las chicas quienes le sonrieron.

-Por lo visto eres muy sociable….- dijo Tomoyo y pensó.- Espero que sea solo con los chicos.- y se rió nerviosa por su pensamiento.

-Bueno y cuéntenme ¿cómo se conocieron? Debe de ser interesante la historia.- pregunto Sakura para empezar la charla y no caer en el silencio.

Eriol y Tomoyo se voltearon a ver, y le empiezan a contar a la castaña como fue que se conocieron, una joven que trabajaba en la heladería llego minutos después a pedir su orden y la tarde transcurrió normalmente, al final Sakura se ha divertido mucho con su amiga y con Eriol. De camino a su casa va sumida en sus pensamientos, distraída como siempre, y choca de nuevo con el muchacho de la librería.

-¿Otra vez tú? A ver si ya te fijas por donde caminas, chica distraída.- le dijo mientras soltaba el humo de su cigarrillo.

-Lo siento.- se volvió a disculpar, Sakura no había reconocido al chico hasta que el tono arrogante de él la hicieron mirarlo a la cara. -¡Otra vez tu! ¿Tienes algún problema conmigo?

-Sí, y uno muy grande porque siempre estorbas.- le respondió apagando su cigarrillo en la pared de una casa.

-¡Ay como lo odio!- pensó apretando los puños, no se iba a dejar de ese tipo. -Pues yo no tengo la culpa de que siempre te cruces en mi camino. – le gritó con todas su fuerzas, sin darse cuenta de que el chico ya iba a unos cuantos pasos de ella, ignorándola. Ahora Sakura echaba humo por las ojeras del coraje, así que ella imito al chico y se fue rumbo a su casa.

Después de ese segundo encuentro, Sakura pasó toda la noche pensando en aquel muchacho, preguntándose la manera de que un ser humano sea tan descortés y grosero con una señorita como ella. Mientras cenaba con su hermano este, al notarla distraída, empieza a molestar como siempre

-¡Ya reacciona niña!- le dijo al aventarle una servilleta hecha bolita.

-¿Hoe?… ¿Qué te pasa? Déjame en paz.- le contestó Sakura regresándole la servilleta y hundiéndose en sus pensamientos otra vez.

-Ya come porque no te lo voy a calentar, deja de pensar tonterías para que te vayas a dormir y mañana no llegues tarde.- se burló de ella mientras tomaba sus platos y los llevaba al fregadero.

-Está bien… está bien. – refunfuño y también se levanta y a pesar de que estaba casi la mitad de su cena, dejó sus platos en el fregadero para que su hermano los lavara.

-Buenas noches y haber si ya te paras temprano.- se despidió Touya mientras fregaba los trastes.

-Ja, ja que gracioso. Buenas noches.- Sakura subió las escaleras rumbo a su cuarto y cuando llegó a él se puso su pijama, la cual consistía en 2 piezas de un tono verde limón que combinaba con sus ojos para después tumbarse en la cama para poder descansar.

Mientras Sakura se va a dormir el chico con el que tropezó dos veces en el mismo día, vuelve a su cabeza y tiene un sueño bastante extraño donde se encuentra sola y a lo lejos ve una persona pero no la reconoce. Esta persona la llama por su nombre una y otra vez y por más que Sakura intenta acercarse cada vez se ve más lejos a aquella persona.


A la mañana siguiente Sakura se despierta intrigada por aquel sueño, y voltea a mirar el reloj y vuelve a cerrar los ojos, segundos después vuelve a mirar el reloj y se da cuenta de que son las 6:45 por lo cual solo tenía quince minutos para vestirse, desayunar y llegar al colegio a tiempo.

-¡Demonios! – Se levantó rápidamente de la cama arrojando sus sabanas y su pijama por toda la habitación. -No voy a llegar… no voy a llegar… no voy a llegar… -se repetía una y otra vez

Esta vez la suerte no estuvo con la castaña. Al llegar al colegio la puerta ya estaba cerrada y por más que rogó no le permitieron la entrada, tampoco podía regresar a casa porque por las prisas había olvidado las llaves, y su hermano, seguramente, ya se encontraba en la escuela y sus padres como todas las mañanas habían salido más temprano que ellos rumbo al trabajo.

-Que mala suerte… y todo por ese extraño sueño –exclama la castaña- Resignada y sin nada más que hacer comenzó a caminar sin rumbo mientras seguía pensando. - Que extraño, jamás me había pasado algo así ¿Tendrá algo que ver con aquel muchacho? Pero… ¿en que estas pensando Sakura? No pienses tonterías.

Sakura seguía caminando y al llegar a un parque con una hermosa fuente se dispuso a pasar su día en ese lugar, y con el dinero de su almuerzo se compró un helado de chocolate, su favorito, y se sentó en una banca enfrente de aquella fuente. Observaba a unos chicos jugar fútbol y de repente… su helado se encontraba en el suelo por un balonazo.

-Que suerte la mía – pensó con tristeza al ver su postre en el suelo de tierra, de repente la sombra de un chico con el balón se reflejó.

-Lo lamento, no era mi intención –dijo el chico y en eso se acerca uno de sus amigos.

-Vamos Yamasaki sigamos jugando

Sakura viendo a los chicos se sorprendió cuando vio al que le había venido a gritar al otro muchacho. -¿Hoe?… ¿Otra vez tu? – grita bastante molesta

-Ay que chica tan fastidiosa –le contesto sin siquiera mirarla- Vamos Yamasaki sigamos jugando.- Le dijo a su amigo ignorando a la castaña.

-Por lo menos ya dime tu nombre para saber quien me hace la vida de cuadritos.- le gritó al ver que todos los demás se habían acercado al ver la discusión.

-No tiene caso decirle mi nombre a alguien sin importancia.- contestó con altanería, sus amigos al darse cuenta de la situación les hacían un circulo para ver quién de los dos se dejaba vencer.

-¿Alguien sin importancia? ¿Después de insultarme ayer y hoy tirarme mi helado sigues de grosero conmigo?, Eres insoportable.- Sakura estaba al borde de la histeria con ese chico y los jugadores lo empezaron a notar.

-Vamos chicos, sigamos jugando –se acercó un chico por el balón para retomar su juego.

Sakura no iba a darse por vencida, así que se levanta y lo siguió, pero si apenas hubo caminado algunos pasos, tropezó y cayó. Aquel chico al ver la torpeza de la chica y por qué no le cayera encima, se hizo a un lado, pero los reflejos de Sakura la hicieron agarrarse de la primer cosa que encontrara en su camino y esa cosa fue el chico arrogante y maleducado, para mala suerte de ambos, Sakura cayó encima de él y sus caras quedaron a pocos centímetros de distancia.

-Que hermosos ojos.- pensó el chico al verla directamente a los ojos y sentir su respiración en su boca, no pudo evitar acercarse poco a poco a ella

Sakura se sorprendió al ver la cercanía de sus rostros y sobre todo de sus bocas que pensó. -¿Qué piensa hacer?

-No me había dado cuenta lo hermosos que son tus ojos… me gustaría… me gustaría… besarte….- lo dijo sin pensar el chico en voz alta, mientras lentamente separaba la lejanía de esos dulces labios rosas…

Continuará…

N/A: Espero que les haya gustado este primer capitulo y me manden muchísimos reviews para inspirarme un poco más y seguir escribiendo esta intrigante historia.

Actualizare lo más pronto posible nos vemos en el próximo capitulo:

El inicio de muchos problemas