Disclaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto.

Aviso: Este fic participa en el reto Regalos de San Valentín del foro La Aldea Oculta entre las Hojas.

No es la tradición

A pesar de que tuvo la oportunidad de vivir en la Tierra decidió quedarse, no era algo de lo que se arrepentía. Después de lo que había hecho consideraba que era justo que redimiera sus pecados.

Además no quería estar allí y ver que la había perdido. Estuvo cegado por una mala interpretación de la voluntad de Hamura Ootsutsuki y luego los celos le nublaron el juicio. Cada vez que la veía tejiendo una bufanda para alguien más no podía evitar desear que hiciera lo mismo por él, incluso se la había pedido pero eso no cambió los sentimientos de Hinata.

El tiempo había pasado, era difícil para él calcular cuánto pues en la luna era una palabra que perdía significado. Solo sabía que San Valentín estaba cerca y quería hacerle un regalo.

Sabía que no era la tradición. Que lo correcto era que las mujeres entregaran chocolates a sus amigos, conocidos y a su persona especial, no estaba seguro de cuál era la diferencia pues era poco lo que conocía de la tradición, pero él tampoco planeaba declararse.

Sería una forma de redimirse. Algo sencillo que pudiera borrar parte del daño que había hecho aunque sabía que no era suficiente. Tampoco le diría que sería de su parte.

Bajó a la Tierra y buscó un regalo. Algunos lo miraron intrigantes, quizás era por su ropa o por el hecho de que buscaba un regalo cuando no era la tradición. Incluso podía ser el hecho de que avanzara con los ojos cerrados.

No tenía sus marionetas y no tenía ojos pero la oscuridad no le molestaba, ya estaba acostumbrado a ella. Sin sus ojos pudo "ver" la Tierra y saber de la guerra que habían tenido, incluso eligió a alguien con quien casarse aunque ella eligió a alguien más y el sentimiento era correspondido.

Su regalo era algo sencillo, quizás insignificante. No tenía experiencia haciendo obsequios, nunca los había hecho antes pero sintió que un portarretratos la haría feliz.

Dejó el regalo sin que nadie lo notara y regresó a la luna. Su pequeña misión había terminado y no quedaba nada que lo atara a ese planeta.