Capítulo 1: Tras los EXTASIS...
Sophie abraza a Runcorn y lo besa... ya ha terminado todo y es hora de celebrar. Es exactamente como sabían que ocurriría... y, sin duda, lo están disfrutando.
Las risillas de Parvati y los comentarios ingeniosos de Justin les regresan a la realidad, pero no les alejan de su personal y profundo gozo.
-Vaya, Sophie... así que 12 Excepcionales. Hermione va a rogar para que le dejen dar sus EXTASIS en el verano-la felicita Parvati.
-Sí, merecido te lo tienes-Justin le extiende la mano, pero ella prefiere darle efusivo abrazo.
-Siempre tan tímido, aunque éso no me sorprende... lo que sí lo hace es que ya no te preocupen tus compañeras, Sophie-es el comentario de Runcorn.
-Me extraña que sigas tan celoso mi calabacín-su novia le reprende.
Sus voces se apagan cuando aparece Neville y les saluda.
-Mi buen Neville... que buenas notas que has obtenido. La profesora McGonagall estará complacida con el resultado de nuestra casa.
-No son mejores que las tuyas, Parvati-comenta Justin.
-¿Y a quién le importa tener un par de Sobresalientes en Adivinación y Estudios muggles?-Sophie pregunta.
-Pues, un Excepcional en Herbología compensa un trío de Pobres... ¿no lo crees, amor?-eleva la comisura de sus labios Runcorn, antes de recibir un codazo de Neville.
-No seré profesor, si éso es lo que están pensando... al menos no todavía. Me iré de viaje a Nôite amazónica, tengo una invitación de un amigo por lechuza para acompañarlo en una investigación de campo.
-¿¡Qué?!-exclaman los cuatro al unísino.
-Tal como lo escuchan... hace un par de años que me escribo con el profesor Miguel Arcángel. Él hace clases de Cuidado, perdón Búsqueda y Cuidado en su escuela. Necesita un asistente que conozca de hierbas. Son un excelente indicador del clima y del suelo...
-Claro, Neville...-lo interrumpe Runcorn-...y mi gnomo ya no estará en huelga.
-Ése no es un comentario muy afortunado, calabazote...-Justin se ríe con él, de buena gana.
-¿De qué estás hablando?-se queda pensativa, y sin entender, Parvati.
-Amiga mía... después de convertirse en líder del ED, simplemente está tratando de no resaltar tanto. No le resultará, profesor Longbottom-Sophie concluye.
Neville se encoge de hombros y se aleja por un pasillo. El silencio se hace insoportable hasta que una risilla rompe el suspenso.
-Jijijiji... ya lo entendí-sonríe Parvati.
-Lenta, pero segura, mi amor-Justin la recompensa con un suave piquito.
-La pompa no me va, pero sin ella... te aseguro que no serías mi amigo-le dice, al abrazarlo, Runcorn.
-Ahora sólo debemos pensar que haremos con nuestro futuro, ¿no creen?-Sophie acota, tomando a su calabacín de la mano.
La chispeante Spinks aparece, sorprendentemente triste y cabizbaja, frente al cuarteto. No consiguen reaccionar ante tamaña e impactante sorpresa. Las lágrimas, amargas y sutiles, aún bajan rodando por sus mejillas menos sonrosadas que lo habitual. Ella les mira y sigue adelante sin pronunciar palabra. Intercambian miradas de incredulidad y buscan a alguien en los alrededores que le esté jugando una broma... nada.
-¿Qué les pasa?-La voz de Luna los saca de su asombro.
-Spinks acaba de pasar por aquí llorando-responden a coro los cuatro.
-¿De qué hablan? Estaba recién con ella... en el baño de Myrtle. Le contaba chistes que la hicieron reír por primera vez en más de 40 años-se encoge de hombros y sigue caminando con paso firme sin quedarse a escuchar más conjeturas.
Vuelven a quedarse mudos... dos seguidas no es habitual. Se intercambian cariñosos pellizcos para comprobar que no sueñan. Siguen allí, todo es real. Lo que es muy positivo, sus resultados son completamente ciertos. La profesora McGonagall, que había estado en una alta ventana oculta todo el tiempo en su forma animágica, salta frente a ellos y recupera su aspecto humano para anunciarles que ya es hora: la ceremonia de entrega de El diploma de la lechuza (a las mejores calificaciones finales), para la señorita Roper está a punto de comenzar.
-Ejem, ejem...-tose Minerva muy Dolorísiticamente-...creo que podrán continuar sus rituales amorosos más tarde.
-¡Oh, es cierto! Neville, Spinks y Luna sólo nos estaban retrasando... ¿no es así, profesora?-pregunta Sophie.
-Sabía que no me defraudarías...-la aplaude Minerva-...tu mente es tan despierta que a veces me pareces águila en vez de serpiente.
-Es una serpiente emplumada, profesora-acota Runcorn.
-No he pedido su opinión señor Calabacín-ríe, en respuesta, Minerva.
Runcorn frunce el ceño y su novia se lo vuelve a estirar. Comienza a caminar al salón sin soltarlo. Justin, simplemente, le ofrece el brazo a Parvati y les siguen con toda la reverencia de la nobleza. Un arco triunfal de varitas les espera al ingreso. Los cuatro estandartes decoran el salón sobre cada mesa. El deseo del Sombrero seleccionador se ha cumplido... Hogwarts está unido otra vez. Los detalles carecen de importancia, ya serán aburridísimamente contados por Cuthbert Binns en su aburrídisima clase de Aburridísima historia de la magia. Quizás la profesora McGonagall esté pensando en exorcizarlo de una vez... o conseguir que se retire de alguna manera menos bulliciosa. Aunque éso de hacerse notar nunca le ha parecido del todo desagradable. Presenta al cuarteto, cada uno dirá unas palabras que representan el espíritu de su casa, antes de proceder al acto principal de la ceremonía. Aún tiene sus legítimas dudas, pero no va a discutir con los Jefes de casa... ellos son quienes mejor representan todo lo que se espera de sus familias académicas.
-Un león no se duerme en los laureles, su instinto permanece alerta ante cualquier cosa nueva a la que enfrentarse... en la sabana los cobardes no logran sobrevivir.
-Un tejón no permite la impunidad, su entereza le permite proteger al inocente y distinguirlo del culpable... en la la madriguera los tiranos no son admitidos.
-Un águila no renuncia a su libertad, su curiosidad es el viento de cola que le empuja a encontrar grandes ideas... en los riscos los farsantes no alcanzan el infinito.
-Una serpiente no desperdicia las oportunidades, su versatilidad la hace ajustarse a las diferentes circunstancias para obtener el máximo provecho... en el nido los ingenuos no consiguen sus objetivos.
El retrato de Albus comienza a aplaudir, pero lo interrumpe la entrada de Harry Potter al salón.
-Vaya, ni siquiera para la entrega de El diploma de la lechuza puedes dejar tus ínfulas, san Potter-es el comentario sarcástico de Draco.
-Ni tú las palabras destelleantes, Malfoy-es la respuesta de Harry antes de estrecharle la mano.
Los aplausos regresan y llenan el salón de bote a bote con el gesto de El niño que, gracias al sacrificio del último Director en ejercicio, vivió para contar su historia.
-¿Lo tienes, Malfoy?
-Claro, Potter.
Harry toma un paquete envuelto toscamente en papel gris y camina hacia Minerva. Ésta no comprende que ocurre, pero recibe el presente.
-Ábralo, profesora.
-Pero, Harry... éste, señor Potter. No es el momento ni el lugar. Lo haré en mi despacho.
-Es ahora.
No espera la respuesta, rasga el papel y saca un retrato de Severus Snape. Lo cuelga junto al de Albus Dumbledore y vuelve a tomar su lugar. Severus mira a Albus con una mueca que aparenta algo de desagrado. Por respuesta, recibe un guiño sugerente.
