Esta es mi nueva historia de Digimon (la 2da), sé que aun no termino "Nuestras Vidas" y de hecho aun va para largo, pero he estado trabajando en esta historia que es más corta que "NV" y la quería publicar, cambiar de aires pues espero les guste.

Warning!! Es MIMATO, y tiene LEMMON, este cap tiene lemmon... conste que los he advertido ¬¬ (si me pegó lo pervert :P)

Well es todo ;D


Cap 1. Del Pasado al Presente

Año 1354. Hikarigaoka, Japón.

Eran noches increíblemente tenebrosas, los habitantes de Hikarigaoka vivían en el terror pues desde hace algunas noches gente había empezado a desaparecer sin dejar rastro, hace unos días habían encontrado la ropa de uno de los desaparecidos, pero no había pista de él ni de ninguno de los otros. La gente temía lo peor que algún mounstruo, criatura o asesino estuviera rondando la ciudad, no sabían qué hacer, lo único que les quedaba era permanecer en sus casos en cuanto oscurecía, solo algunos valientes y escépticos salían, sin embargo corrían la misma suerte que los anteriores, desaparecían y el responsable seguía libre.

Cuando generalmente se esperaba que ya no hubiera gente en las calles esa noche fue diferente, 4 jóvenes se encontraban en el centro de la ciudad riendo y bromeando. Uno de los guardianes se acercó a ellos.

Jóvenes – lo ignoraron - ¡Hey! – les gritó para llamar su ateción, silencio – no deberían de estar aquí, ¿no saben que hay gente desapareciendo por las noches?

¿Y eso qué? – preguntó el chico castaño que estaba recostada en una banca.

¿No entienden que es peligroso?

Si es tan peligroso ¿qué hace usted aquí? – preguntó uno de los rubios, el más alto y con mirada fría.

Díganme sus nombres, los escoltaré a sus casas.

No somos de aquí – dijo el menor de los rubios.

El hombre se empezaba a poner nervioso ante la actitud de los chicos, demasiado confiados y tranquilos. Por un momento temió que ellos fueran los responsables de la gente desaparecida, pero ese pensamiento rápidamente se esfumó al notar a una chica entre ellos.

No, no puede ser. Una chica no podría ser una asesina, menos una chica tan linda y delicada como ella.

La pelirroja se levantó y se acercó al hombre tranquilamente.

Gracias – le dijo coquetamente, mientras lo rodeaba y se ponía por detrás de él.

¿Por qué? – dudó el hombre de haber hablado en voz alta.

Por haber pensado en lo linda y delicada que luzco.

Fue una llamada de alerta para el hombre, ¿qué estaba sucediendo?

¿Cómo sabe exactamente lo que estaba pensando? ¿Serán brujos? – el hombre había perdido todo su valor, estaba temblando.

Los cuatro rieron.

No nos insultes – le dijo el castaño.

No somos brujos – agregó el menor de los rubios.

Somos vampiros – dijo en un susurro la chica.

Y antes de que pudiera pedir auxilio la chica le encajó sus afilados colmillos en el cuello, terminó rápidamente sin dejar ni una sola gota.

¿Qué tal estaba? – preguntó el castaño.

Horrible – se quejó ella – pésima alimentación, además de que estaba algo viejo.

Nadie te dijo que te lo comieras – le dijo Matt – sólo tenías que asesinarlo – dijo tranquilamente y empezó a caminar.

¿A dónde vas? – le preguntó su hermano.

Buscaré algo decente para cenar.

Año 2008. Odaiba, Japón.

Era como cualquier noche de fin de semana en Odaiba, muchos jóvenes y adultos estaban en fiestas, discos y bares, no se podían quejar; Odaiba tenía buen ambiente en las noches de los fines de semana. Unas chicas estaban en una disco, la cual estaba repleta de gente… apenas y se podían mover entre la gente, sin mencionar que era imposible intentar bailar. Una de ellas se acercó a la barra para ver si lograba que alguno de los bar tender le sirviera algo, ya que anteriormente los meseros no habían sido de mucha ayuda.

Disculpa… disculpa – le hablaba a uno y a otro, pero parecía que no la veían – oye… esto es inútil – dijo para sí misma.

De repente notó que alguien la veía del otro lado de la barra, un chico rubio parecía muy divertido con la escena, ella decidió no prestarle atención ¿cómo se atrevía a burlarse de ella? Después de todo no era la única en esa situación.

Se ha de creer muy simpático… solo porque ya ha de haber conseguido su bebida – pensó indignada.

Volteó de nuevo a donde lo había visto anteriormente, ya no estaba. Tal vez no la estaba viendo a ella, siempre había sido algo nerviosa sin mencionar que gran parte del tiempo se llegaba a sentir observada. Ahora ya no importaba, ella seguía ahí de pie frente a la barra como miles más de personas y no le ponían atención. Tal vez si hubiera usado un escote más pronunciado o quizá una mini falda no tendría esos problemas.

Hola – alguien le habló cerca de su oreja, lo cual hizo que se estremeciera… no esperaba que alguien llegara de repente especialmente cuando estaba sumida en sus pensamientos. Giró la cabeza para ver de quién se trataba, era el chico que se había burlado de ella anteriormente.

Hola – saludó tímidamente, y no es que el rubio fuera tan atractivo que la hubiera dejado sin habla, sino que había que sumarle el hecho de que el chico estaba muy cerca de ella, y como generalmente le sucedía en momentos de leve a alto estrés, su mente se desviaba de lo principal, y no fue la excepción - ¿Cómo es posible que haya llegado tan rápido? Es imposible moverse aquí dentro… un alfiler y este lugar reventará.

El sonrió. Ella regresó al presente.

¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo te moviste tan rápido?

Suerte supongo – dijo él.

Ah – la respuesta no la convencía, pero no encontraba otra explicación.

Soy Matt – se presentó él.

Mimi – ya se sentía un poco más tranquila en su presencia.

¿Quieres algo de beber?

No realmente, la verdad es que tanta espera ya me puso de humor – confesó ella.

Sí, hay demasiada gente.

Si… Aunque sino le llevo unas margaritas a mis amigas probablemente me maten.

Permíteme – dijo mientras la movía un poco para tomar su lugar en la barra – disculpa… - le llamó a uno de los chicos.

Ni te molestes, tengo como 15 minutos intentándolo y nadie me hace caso – le dijo ella para evitarle la molestia.

Sí dígame – uno de los empleados se acercó a ellos como imán a un magneto - ¿en qué le puedo servir?

¿Cuántas necesitas? – le preguntó

Dos – contestó ella sin salir de su asombro.

Deme tres margaritas y una copa de merlot por favor.

Inmediatamente señor.

Mimi no podía evitar lucir sorprendida, sin duda éste chico tenía algo, no se parecía en nada a los chicos que ella había tratado antes. De repente él volteó a verla con una amplia sonrisa, que mataría a cualquier chica y que la sacó de sus pensamientos.

Aquí tienes – dijo mientras le daba dos bebidas.

Ahora falta que no me derrame esto encima – dijo ella.

No te preocupes, te abriré paso.

Okay, tuviste suerte una vez para caminar de un extremo de la barra hasta aquí, sin mencionar el hecho de que el bar tender te atendió rápido, pero honestamente no creo que se repita, no puedes tener tanta suerte – finalizó ella.

Ya veremos – le guiñó el ojo.

Mimi le dijo por donde se encontraban sus amigas y él empezó a caminar, para sorpresa de la chica podían caminar tranquilamente, parecía como si la gente les estuviera abriendo camino, pero eso no podía ser. Todos estaban bailando y pendientes de sus asuntos, nadie se molestaría en hacerles lugar para que pasaran. Y mucho más rápido de lo imaginado ya estaba frente a sus amigas, quienes le habían quitado las bebidas de las manos en cuanto la vieron.

Muchas gracias – le dijo al voltearse, él solo le entregó su copa y estaba por retirarse, pero ella ya no quería que se fuera – Oye, espera – lo llamó.

¿Sí?

Diablos, ya le había llamado… sino le decía nada se vería como una tonta.

No te pagué lo de las bebidas.

No fue nada, parecías una damisela en problemas y tenía que ayudarte – sonrió él – fue un gusto Mimi – se acercó un poco más y le besó la mejilla.

Igualmente Matt… tus amigos deben de estar esperándote – le dijo a manera de despedida.

Vine solo de hecho.

¿Y por qué no te quedas con nosotras? – le preguntó sin pensarlo.

¿Ya me extrañas? – le preguntó divertido.

Eres libre de irte si quieres – le dijo en tono de molesta.

El rió, y se quedó con Mimi y sus amigas, inmediatamente las chicas que iban con Mimi se presentaron, Kari Yagami una castaña de cabello corto y lacio, quien lucía un poco joven para su edad por lo baja de estatura, y un poco tímida pues sólo lo saludó y se acercó a Mimi. Y por otro lado estaba Yolei Inoue una chica de una larga y lacia cabellera morada, quien al contrario de Kari y Mimi era muy extrovertida y ruidosa, y quien inmediatamente se tomó la libertad de acosarlo con preguntas pues notó su interés por su amiga. Él se empezaba a desesperar, su verdadero deseo era el de solo estar con aquella chica de ojos miel que lo había atraído desde el instante en que la vio.

La pelimorada le seguía hablando o preguntando cosas, él ya no tenía idea de qué sucedía, él estaba ensimismado observando a Mimi, como muchas chicas que había visto era linda, pero había algo en ella que lo hacían desearla, quería tomarla de ese lugar y llevársela inmediatamente; cosa que normalmente haría, pero no quería asustarla, intimidarla o espantarla. La veía como él ya había dicho "una damisela en problemas", en extremo delicada. Mientras él seguía en sus pensamientos no se dio cuenta que la dueña de estos ahora estaba frente a él viéndolo confundida, cuando él finalmente se percató de eso se sorprendió un poco y fue bastante notorio.

¿Estás aburrido? – le preguntó acercándose un poco a él para que la pudiera escuchar.

No – le contestó acortando la poca distancia que les quedaba.

La piel de Mimi se erizó al instante, podían sentir la respiración del otro, ella estaba levemente sonrojada, y a pesar de realmente querer terminar los centímetros que los separaban se alejó pues se sentía observada por todos, cuando realmente nadie le prestaba atención, simplemente eran dos individuos más en un mar de gente. A Matt le encantaba ese juego, pero simplemente ya no podía más, la tomó de la mano y se la llevó, sus pies lo siguieron a donde la dirigía, hasta que un aire frío la despertó. Estaban en el exterior del local a varias cuadras, sin embargo siguió caminando hasta que su cerebro la obligó a detenerse, después de todo era un chico del que apenas y sabía su nombre, y que tenía los ojos más azules que había visto en su vida, cuando él sintió un poco de peso en sus pasos se regresó a ella quedando de frente. La tomó de los brazos, era cálida pero estaba temblando, corría un aire desde el norte que la obligaba a temblar, él la acercó para tratar de darle un poco de calor, cosa que sabía era imposible, pero aún así lo hizo ya que su primer impulso era protegerla, y siguiendo ese impulso la besó, fue un beso que la tomó por sorpresa pero que ambos ya sabían estaba cerca de ocurrir, fue un beso tranquilo, pero lleno de deseo a la vez. Mimi pasó sus brazos por su cuello, y abrió la boca sentir su lengua lo que fue una señal para él. Debía poseerla.

Matt interrumpió el beso, caminaron un poco más y entraron en un callejón. El deseaba que llegaran a la casa de alguno de los dos, pero simplemente estaba demasiado lejos y él la necesitaba ya. Además no pudo contenerse cuando otra corriente de aire hizo que ella se pegara a él, el sentir sus finas curvas y proporciones lo torturaba.

Y finalmente ahí estaban, ella atrapada entre la pared del callejón y ese chico que la embriagaba con sus besos, a pesar del frío la temperatura iba subiendo a una velocidad impresionante. Sus manos eran muy hábiles, anteriormente habían estado sosteniendo su rostro para besarla, y ya que había cumplido esa misión ahora se encontraba una en su cintura y la otra sobre su trasero, moviéndola por debajo de la ligera falda. Había pasado de besar sus dulces labios a su piel, era tan suave que sentía que podía quedarse así una eternidad, le desabrochó el sostén, como ella no opuso resistencia siguió con sus besos en tan sensible área. La aprisionó aún más pegándose hacía su cuerpo, ella sintió un bulto y por más fuerte que intentó ser se rindió fácilmente, al sentirla dejarse llevar se deshizo de sus pantis y la acarició, al principio lo estaba disfrutando mucho pero después era como una tortura, él la deseaba y ella a él. Rápidamente se desabrochó el pantalón y le dio un segundo para que lo pensara ya que si se arrepentía después no se sentía capaz de poder detenerse, ella lo besó y eso fue suficiente, se introdujo en ella al principio las embestidas habían sido leves, pero en poco tiempo fueron subiendo la velocidad y magnitud, la situación no era del todo cómoda, pero se sentía tan bien que quería que siguiera. Estaba casi por llegar, ella sentía el orgasmo más grande de su vida, y para él era el mejor sexo que había tenido en mucho tiempo, en el calor de la situación la bestia en él salió su cuello se veía tan apetecible y no pudo evitarlo, una mordida fue suficiente, su sangre era deliciosa, ella se detuvo y fue cuando se dio cuenta de lo que había hecho, pero no había vuelta atrás.

Se separó de ella para ver si era cierto, y así era. La joven lo veía con sus ojos engrandecidos y respiraba con dificultad, no podía creer lo que acababa de hacer.

¿Matt? – le habló ella.

Él se acercó, y la tomó en los brazos, no podía, no quería dejarla ir. No le quedó otra salida. Volvió a acercarse a ella.

No te dejaré ir – la vio nuevamente a los ojos, la besó suavemente y se hizo una cortada. Ella lo vio horrorizada – bebe – ella se negó – sino lo haces morirás, no quiero que mueras – fue suficiente ella bebió.

El proceso fue lento y doloroso, su respiración era agitada, pensó que la había engañado y que la estaba matando. Cuando abrió los ojos, estos eran un poco más claros que como los tenía antes, casi color ámbar y su piel se veía notablemente pálida, en su boca también notó algo diferente, ¿colmillos? Recordó que no estaba sola, volteó a verlo.

¿Qué sucedió? – le preguntó.


Tururururu... Espero que no me haya quedado chafoso xDDDD

pero últimamente me dio por pensar en vampiros, vi unas imágenes de Matt y Mimi en mi laptop e inmediatamente la idea del fic, empecé a escribirlo para ver qué ondas, qué salía y no fue de mi total desagrado xD

Juro que este fic no es solo lemmon, hay trama xD pero lo creí necesario :P

Ay que Matt, en la emoción de la situación la mordió P

RR SVP