AN: Bueno esta es una historia que se va a convertir en algo asi como una serie de siete a nueve capítulos cada una, que va a contar con un capitulo por cada uno de los siete días de la semana, y algún capitulo de prologo o especial, si se me ocurre algo especial. La trama de este fic toma lugar en los hechos que he modificado de la tercera temporada. Bueno sin mas preámbulos, el Fic.
"Who Watches the Watchmens?"
Disclaimer: Este es un disclaimer universal para todos los fanfictions que escriba en estas u otras paginas. Nada me pertenece y no estoy ganando ningún monto monetario de esto.
Este capitulo a sido mínimamente corregido como se explica en la AN del capitulo 8, si ya lo has leído no le hagas caso, no hay ningún cambio en la trama.
Pre-prologo
Emma había visto la tristeza en los ojos de Regina cuando después de un año sin su hijo; un año del cual no tenia memoria, pero de alguna forma sentía que había pasado, y se notaba en lo mucho que había crecido Henry; su propio hijo, el chico que había criado sola durante los primeros diez años de su vida, no la reconociera cuando abrió la puerta, el simplemente la miraba como si fuera una extraña.
Emma no soportaba la mirada triste de esos ojos y decidió saltar como salvavidas para Regina y que no se sintiera peor.
Emma se paro junto a una triste Regina que todavía estaba parada en la entrada del apartamento de Mary Margareth, paso una mano por la espalda de Regina y la coloco en la cintura de esta para luego jalarla y acercarla a ella lo suficiente como para que sus cinturas estuvieran unidas. Regina se quedo dura como piedra ante las acciones de la recién llegada sheriff. -Chico, mira, esta es Regina. Ella es la mas importantes de las razones por las cuales vinimos aquí.- Regina enrojeció mucho por las palabras de a rubia mientras que intentaba descifrar que diablos trataba de hacer la señorita Swan.
-Ella es la alcaldesa de Storybrook, y bueno, nosotras, nosotras eramos novias.- Los colores en la cara de la alcaldesa y en la cara de Snow y David; quienes estaban escuchando desde la cocina; hacían competencias de quien estaba mas colorado.
-Lo que sucedió es que su madre era una psicópata sin corazón que no lo aceptaba y nos tuvimos que separar. Entonces estuve un poco perdida por un tiempo y hui, conocí a tu padre, me embarace, él desapareció y te tuve a ti. Hace unos días él me contacto diciéndome que necesitaba ayuda y que si lo ayudaba me diría donde podía encontrar a Gina. Y bueno eso es lo que paso, tengo que averiguar que le paso al idiota de Neal y de paso vine a pedirle a Regina si quería continuar desde donde lo habíamos dejado. En fin ella dijo que si, así que ahora estamos saliendo devuelta y quisiera que pasaras un tiempo con ella para que la conocieras mejor. ¿O no cariño?- Dijo Emma mientras plantaba un beso en la mejilla de una Regina que ya estaba carmesí por la vergüenza.
Regina solo llego a asentir ante las palabras de la Sheriff. -¿Y bien Henry que te parece si hoy pasas un rato de la tarde conmigo?- Regina le pregunto un poco nerviosa a Henry temiendo que el no la aceptara.
-Sep.- Fue la simple y vaciá respuesta de Henry antes de sacar su teléfono celular y sentarse en el sillón de Mary Margareth.
-Emma me dijo que te gustan los cómics. Si quieres después puedo prestarte algunos de los cómics que tengo en casa.- Dijo Regina esta vez intentando de llamar la atención de su hijo.
Henry miro hacia Regina con sospecha, esa era una linea que todo el que quisiera salir con su mamá usaba para ganarse su aprecio. -Enserio, así que te gustan los cómics, dime ¿Quien es tu héroe y villano favorito?- Henry miro dubitativo a la alcaldesa mientras le hacía una pregunta que le diría si ella en verdad se interesaba en él o solo quería acostarse con su mamá.
Cuando volvieron a Storybrook sin memorias de lo que había pasado en el año perdido; Regina, ya en el primer día extrañaba a Henry y para recordarlo, comenzó revisar su cuarto, vio los dibujos que hizo cuando era un niño y las fotos que tenia, sus pertenencias, el maldito libro que había comenzado todo, aunque ahora era lo que mas le recordaba a Henry, también se puso a revisar entre la vasta colección de cómics que tenia su hijo, los comenzó a leer solo para recordarlo, pero con el tiempo empezó a entretenerse y hasta llevaba algunos a la alcaldía para continuarlos y hace tres días había comenzado a comprarse los suyos propios, para sentirse cerca de Henry, por lo menos, y olvidar un poco el dolor de que no estuviera con ella.
-Bueno diría que mi héroe favorito es...- Regina puso su mano en su barbilla mientras miraba hacia arriba para dar la impresión que estaba pensando demasiado. -Mi héroe favorito es de Marvel y es Gambito de los X-Men, tiene una gran historia y me encanta su romance con Rogue.- Henry sonrió, sabia que lo decía mas o menos enserio, por que si solo había visto las películas no lo hubiese nombrado, solo salio en los orígenes Wolverine y en las películas de X-Men no lo mencionaban, tendría que haber leído los cómics para conocerlo bien. -Y mi villano favorito, seria una villana de DC, sola o con el Joker y también me encanta cuando esta con Selena e Ivy en Gotham City Sirens es Harley Quinn.- Finalizo Regina con una sonrisa en el rostro al ver que su hijo le sonreía ampliamente.
-Genial, enserio te gustan.- Dijo Henry mientras se acercaba a Regina y comenzaba hablar animosamente sobre los nuevos y viejos héroes, cómics y películas.
Emma simplemente sonrió por la sonrisa tanto en el rostro de Henry, tanto como la sonrisa de verdadera felicidad en el rostro de Regina. Ahora solo tenia que fingir con Regina que eran pareja y las cosas podrían seguir así hasta que supieran que era lo que había pasado en el año perdido.
Poco a poco el tiempo paso, se libraron los encuentros con Zelena y sus monos voladores, al mismo tiempo que la alcaldesa y la Sheriff de Storybrook fingían ser una pareja frente a todos para que Henry pasara tiempo con ambas.
El tiempo logro que entre las dos se despertaran ocultos sentimientos que tenían la una por la otra. De pequeños e inocentes picos como saludo subieron a acaloradas sesiones de besos hasta que se dieran cuenta que estaban en publico, lo tomaron como algo común y se mentían a si mismas diciéndose que era necesario si querían pasar por una verdadera pareja. Sin darse cuenta lo comenzaron a hacer cada vez que se veían aunque no hubiera nadie con ellas.
Cuando Regina por fin rompió el hechizo y le devolvió sus memorias de ella a Henry y las memorias del año perdido al resto, ambas se tuvieron que separar ya que todo había vuelto a la normalidad; o lo normal básico para un lugar como Storybrook.
Pero Emma y Regina, ellas no pudieron aguantar tanto tiempo sin la otra, se habían acostumbrado a estar con la otra y con el tiempo sentimientos comenzaron a aflorar, extrañaban los besos de buenos días y de buenas noches, las salidas en familia; de ellas dos con Henry, avergonzar a Snow y a David, pasar tiempo juntas, las veces que tenían que pasar la noche juntas y se la pasaban conversando sobre sus vidas. Ambas se extrañaban mutuamente.
Un día no pudieron aguantarse mas y decidieron gritarse que se amaban, la una a la otra, en la cara, al mismo tiempo, en medio de la calle, frente a varias personas, ya no les importaba nada. Snow se desmayo y David no llego a atraparla, Ruby grito "Lo sabia", Mr. Gold simplemente sonrió junto a Belle y Henry quienes estaban muy felices, pero, desde un alejado lugar alguien también había escuchado, y esta persona tenia planes para arruinar la felicidad de esa unión.
Mientras ambas mujeres se besaban apasionadamente frente a medio pueblo.
La pelea final contra Zelena se había acabado, Regina la había derrotado con su recién descubierta magia blanca; Zelena se había levantado para volver a atacar pero Emma la detuvo de un golpe en la nariz, el cual le rompió la misma.
Emma se acerco lentamente a Zelena, quien estaba arrodillada dándole la espalda mientras se sostenía su sangrante nariz y susurraba palabras inentendibles para Emma.
Emma tomo a Zelena por el hombro para sacarle las manos de la cara y poder esposarla por sus crímenes.
-...miroir et mémoire du passé.- Termino de decir Zelena mientras se daba vuelta rápidamente y manchaba con sangre de su nariz a Emma y Regina.
Ambas mujeres sintieron una fuerte onda de energía rodeándolas antes de desaparecer y dejarlas igual.
-¿Que diablos hiciste?- Pregunto Regina nerviosa ante lo que acababa de suceder, o su hermana había intentado algo y le salio mal, o algo malo les iba a pasar.
-Yia ge entegagas cuando susega hegmanita.- Fue lo que simplemente respondió Zelena, y la verdad es que lo hizo como pudo, no es sencillo hablar con la nariz rota.
Sin mas Emma se limpio la sangre de la pelirroja, la esposo y se la llevo.
No fue si no hasta el año siguiente de la pelea contra Zelena que cayeron en cuenta de lo que había pasado, y cual era el hechizo en el cual habían caído.
Una mañana como cualquier otra Emma se levanto por los gritos de la alcaldesa que se había dormido abrazado a ella, pero ahora le gritaba a Emma, sobre que era lo que le había hecho, por que estaba en su cama y cientos de cosas mas.
Emma se había mudado con Henry y Regina hace ya ocho meses. No era nada raro que durmieran juntas, ya hace ocho meses que lo venían haciendo.
El problema no era que estaba durmiendo con la alcaldesa era que se había despertado con la alcaldesa.
Esa mañana Emma se había levantado con una Regina con el cabello mas corto, que era la misma que había abierto la puerta con lagrimas en sus ojos para encontrar que su hijo había traído a su madre biológica con él.
Emma la tuvo bastante difícil intentando explicarle a Regina que era lo que paso y que era lo que pasaba, que tenia una hermana y que algo les había hecho.
Esto duro una semana entera antes de que Regina volviera a la normalidad. Después de que Regina volviera a ser ella misma, decidieron investigar que era lo que había pasado.
Zelena las había hechizado con magia de sangre, magia oscura casi extinta, no se podía romper ni siquiera con el sobre-utilizado beso de verdadero amor, ya que se llevaba en la sangre. El hechizo consistía en que en una cantidad de tiempo rúnico, que equivalía a una semana al año, se convertirían en sus yos ya superados, tanto en memoria como en aspecto.
Dos meses después de esto le toco el turno a Regina de levantarse con otra Emma. Una Emma bebé, de tal vez dos años. El único problema que se puso en el camino de Regina, fue el de los Charmings queriendo pasar la mayor cantidad de tiempo con Emma, intentando recuperar el tiempo perdido y llevando al bebe Neal a que jugara con ella. Pero de todas formas Regina lo disfruto mucho, le encantaba tener a una pequeña que dependiera de ella.
Eso la hizo pensar, y se dio cuenta que Henry estaba creciendo y no seria un chico por siempre.
Regina lo discutió con Emma cuando ella volvió a ser si misma. Decidieron que iban a adoptar una niña y hacer lo que nadie había querido hacer por Emma.
Y así fue, esperaron hasta después de que Henry cumpliera dieciséis, luego de un mes, Emma y Regina partieron hacia Boston.
En el orfanato Emma se tropezó con una pequeña niña que le pidió si tenia chocolate, y Emma, siendo Emma, le dio del chocolate que tenia en el bolsillo.
Mientras Regina se ocupaba de llenar los papeles, Emma se distrajo y se quedo hablando con la niña hasta que Regina le grito desde la oficina que la necesitaba para que firme.
Todo salio mas que perfecto, su situación económica y empleos, de alcaldesa y sheriff de un tranquilo pueblo, les daban gran ventaja, ademas del hecho que ya tenían un hijo.
Apenas les dieron el okay, Emma salio corriendo de la oficina para presentarle la niña que había conocido a Regina.
Emma encontró a la niña, pero no encontró a la niña. Emma había encontrado a una niña que era la hermana gemela de la misma niña con la cual había hablado antes, la niña la dejo en ridículo contradiciendola ante todo lo que decía. Era idéntica a su hermana, solo que su actitud era completamente contraria a la amable actitud de su hermana.
Regina se rio de Emma por la forma en la cual la estaba tratando una pequeña hasta que ante sus ojos apareció una niña idéntica.
Las dos lo discutieron como por treinta, treinta segundos, antes de decidir adoptar a ambas niñas.
Así fue como Alessa y Luna Benet de seis años de edad se convirtieron en Alessa y Luna Swan-Mills.
Con el tiempo ambas niñas aceptaron el hecho de que tanto en su nuevo hogar como en el pueblo haya magia, y les encantaba el hecho de poder conocer a tantos de los personajes que los niños adoran. Aunque aveces se metieran en problemas por tratarlos como si fueran directamente los personajes que Disney les había mostrado todos estos años.
Prologo
Emma y Regina se habían acostumbrado al hechizo/maldición que les había colocado Zelena, ya no importaba en quien se convirtieran siempre se tendrían la una a la otra para cuidarse, las transformaciones se separaban entre dos meses o una semana siempre.
Emma y Regina se estaban por acostar a dormir, mañana seria su quinto aniversario de bodas, y los padres de Emma, las niñas que ya tenían uno catorce años ya cumplidos en septiembre, y un ya adulto Henry de veintitrés años de edad, les organizarían una gran fiesta en lo de la abuelita y luego tendrían una romántica cena romántica en casa organizada por los chicos.
Emma se había terminado de acostar cuando vio la hora en el reloj de la mesa de luz, ya eran las doce, Emma se volteo y se fue acercando poco a poco al cuerpo de Regina, cuando estuvo finalmente junto a ella se acerco lentamente a su oreja y susurro. -Gina, ya es lunes, feliz aniversario.- Susurro mientras plantaba un beso sobre la mejilla de la alcaldesa. -Que dices si te doy un adelanto de tu regalo.- Susurro esta vez Emma con un tono mas sexual en su voz mientras comenzaba a acariciar la cintura de Regina llegando hasta el borde de su ropa interior y luego subiendo lentamente hasta agarrar uno de sus pechos y apretarlo suavemente, pero lo suficiente como para sacarle un gemido a la ex-reina.
-Feliz aniversario, para ti también.- Respondió una sonriente Regina sobre los labios de Emma antes de besarla. Regina levanto sus manos y con un giro de su muñeca activo su hechizo silenciador. -Claro que quiero un adelanto Señorita Swan, creo que me conoce hace ya mucho tiempo como para no saber que es lo que me gusta.- Dijo Regina mientras de otro movimiento se deshacía de la ropa de ambas y besaba a Emma.
Emma se separo un poco de Regina y puso un dedo sobre sus labios. -Primero, soy Señorita Swan-Mills, recuerdalo bien, mi esposa se pone loca cuando alguien lo dice mal. Segundo claro que se que es lo que te gusta, solo quería saber si tenias ganas, ya sabes que me preocupo por la cantidad de veces que podemos hacerlo. Y por ultimo amo tu magia, pero aveces le quita algo de sensualidad si me quitas la ropa con un movimiento de muñeca y no de una forma completa sensual que permite ver toda tu perfecta anatomía y...-
Emma fue cortada en medio de su discurso por la lengua de Regina que brusca y sensualmente se metió en su boca. -Oh, ya callate y disfruta.- Dijo Regina mientras se giraba y se ponía encima de Emma.
Así con apasionados besos y lenguas que bailaban por ambos cuerpos, las dos se sumergieron en un sensual baile bajo las sabanas que duro varias horas hasta que ambas no dieron mas. Regina se acostó a dormir abrazada a Emma y recostando su cabeza sobre el hombro de esta, Emma simplemente rodeo a Regina con sus brazos y apoyo su mentón en la cabeza de su esposa, y así ambas cayeron en un profundo sueño.
Capitulo 1: Lunes.
Cuando el sol que entraba por la ventana comenzó a molestarla, Emma despertó, pero la luz le molestaba y decidió mantener sus ojos cerrados.
"Oh Dios esa si que fue una buena noche de descanso". Pensó Emma mientras se comenzó a estirar en la cama, cuando se dio cuenta que no podía moverse muy libremente. "Un momento esta no es mi dura cama, esta es muy blanda y las sabanas son completamente finas y suaves, y al parecer hay una chica con buenos pechos conmigo, también parece que ambas estamos desnudas y que el sexo que tuvimos fue asombroso por la forma en la que siento la entrepierna. " El cuerpo de Emma calculaba la situación mientras intentaba abrir sus ojos.
Cuando Emma pudo abrir sus ojos estos no podían creer lo que había frente a ella y donde estaba. "OH MIERDA, ES UNA MALDITA MANSIÖN, este lugar es demasiado grande para ser verdad." Emma bajo la cabeza y observo a la chica que dormía sobre su pecho abrazada a ella. "Al parecer es una pequeña y hermosa chica con rasgos latinos que tendrá mas o menos mi edad, unos quince o dieciséis años. Ahora lo importante, por que no recuerdo nada, ni a ella, ni que paso ayer, ni como llegue aquí." Emma comenzó a acariciar el oscuro cabello de la chica a su lado. "Esta debe de ser la habitación de sus padres."
-¿Como diablos llegue aquí?- Se preguntaba Emma a si misma, mientras miraba el techo del gigantesco cuarto de la que tal vez sea una gigantesca mansión.
Emma se concentro tanto en pensar como diablos había llegado ahí que no escucho los pasos que se acercaban a la habitación, hasta que ya fue demasiado tarde. "OH DEMONIOS, ESOS SON PASOS." Pensó Emma mientras se sentaba de golpe, levantando a la joven chica que estaba durmiendo sobre su hombro hace unos instantes.
Regina abrió ampliamente los ojos ante el violento movimiento que la despertó, sus mejillas se tiñeron de rojo ante la visión de un par de pechos de mujer ante sus ojos. Regina subió su mirada hasta ver los ojos verdes de una joven rubia que parecía tener un ataque de pánico. "ESPERA." La mente de Regina le grito. -¿Que hago aquí? ¿Quien eres tu? ¿Donde estamos?.- Pregunto Regina quien se apuro a cubrirse al caer en cuenta que estaba desnuda. El calor y la humedad que sentía en la entrepierna la lleno de horror. -¿QUE HAS HECHO CONMIGO?-
Emma la miro confundida. -Espera, ¿QUE?.- Pregunto Emma completamente confundida, al parecer ninguna de las dos recordaba nada. -¿Tampoco recuerdas nada?-
Regina estaba aterrada y confundida, no sabia si acaso se había deshonrado a ella misma, al tener relaciones de tipo carnal con esta chica y ahora estaba en esta extraña habitación en un lugar que no conocía.
"Click."
Ambas chicas giraron sus cuerpos y miraron hacía la puerta cuando esta se abrió.
En la puerta había una mujer y un hombre, la mujer era corta de altura y tenia el cabello corto, y el hombre era alto y apuesto con cabello rubio, ambos parecían tener unos cuarenta y tantos años.
-Emma, Regina. Henry estaba llegando y nos dejo entrar. Veníamos a levantarlas para llevarlas a desayunar a Granny's por su ani...- Las palabras de la mujer se murieron en su boca. -ES PORNO.- Grito antes de cubrirse los ojos con las manos como un niño pequeño. El hombre que la acompañaba simplemente se dio la vuelta y cruzo los brazos sobre su pecho.
"DEMONIOS DEBEN DE SER SUS PADRES."
-¡Por favor, no se alarmen y no llamen a servicios sociales. Me vestiré y me iré, les juro que no le hice nada malo a su hija. Solo dejen que me vaya y no me volverán a ver!- Dijo Emma a una velocidad casi inentendible mientras con los ojos buscaba su ropa por toda la habitación sin encontrar ninguna a simple vista. -¿Donde esta mi ropa?- Le grito a Regina mientras la tomaba por los hombros.
-Ehm... Ehm... No.. no.. no lo se.- Dijo una tartamuda Regina, estaba demasiado confundida con las cosas que estaban sucediendo. Estaba en un lugar extraño, con una chica completamente desnuda junto a ella que le gritaba tanto a ella, como a las personas en ropas extrañas que acababan de entrar. Regina no podía parar de tartamudear ante las preguntas que le hacia la rubia, por la desnudes que tenían ambas y a la rubia parecía no importarle.
-¿Que?- Pregunto la mujer de cabello corto que seguía en la puerta mientras sacaba las manos de sus ojos, para ponerlas nuevamente en su lugar cuando se dio cuenta que Emma estaba todavía mas expuesta de que cuando había entrado. -Por favor Emma, cúbrete así podemos hablar.-
Emma se dio cuenta que estaba completamente expuesta.
Rápidamente se metió en la cama junto a la colorada chica que tartamudeaba ante cada palabra que decía. y parecía estar completamente confundida. "¿Nos habremos drogado?". Las dos tomaron las sabanas y las subieron hasta sus pechos para cubrirse de la vista, de los extraños en la puerta de la habitación.
-Emma, Regina ¿Ya es prudente abrir los ojos?- Dijo la mujer mientras se sacaba las manos de los ojos. El hombre seguía respetuosamente dado vuelta.
-¿Quienes son ustedes? ¿Que hago aquí? ¿Donde estoy? ¿Que paso?- Grito Regina completamente fuera de si.
-Regina por favor calmate.- Intento calmarla la mujer.
-Espera, ¿No son tus padres? ¿No los conoces?- Pregunto Emma.
-No, no los conozco, no se ni siquiera donde estoy.- Dijo Regina.
"Dios no metimos en la casa de alguien mas... Un momento... Nos están llamando por nuestros nombres, nos conocen.". -Por favor déjenos vestirnos y nos iremos de su casa, por favor no llamen a la policía o a servicios sociales. No hemos roto, ni robado nada. Por favor déjenos largarnos de aqui.- Emma salto otra vez a la defensiva, tirando una gran cantidad de palabras que no sabia si eran ciertas ya que no recordaba nada de como habían llegado hasta aquí.
-Emma por favor calmate.- dijo esta ves la mujer de cabello corto.
-¿Quienes son ustedes? Y ¿Como es que saben mi nombre?- Pregunto Emma a la defensiva.
-Emma cariño, por favor calmate. Yo soy Mary Margareth, y este es mi esposo David.- David levanto su brazo para saludar mientras seguía dado vuelta. -Somos tus padres, se que no me creerás, pero algo paso.- Emma la comenzó a mirar con el ceño fruncido. -Se que no me crees cariño pero mira, toma el porta retratos que esta en la mesa de luz.-
Emma hizo como se le ordeno y tomo el porta retratos a su izquierda. En el había una foto de una familia. Cuando Emma la vio mas fijamente se dio cuenta de lo que había en la foto.
En la foto había una familia compuesta por dos mujeres, dos niñas idénticas y un joven de unos veinte años. Una de las mujeres era rubia, y era como una versión adulta de ella, de unos cuarenta años, que se veía muy bien para su edad, claramente, y con una asombrosa chaqueta de cuero rojo que le quedaba genial. La mujer que se parecía a ella estaba abrazando de costado a una mujer, que lucia como una versión adulta de la chica a su lado, Regina, creo que ese es su nombre, solo que esta tenia el pelo corto hasta los hombros y vestía ropas finas como si fuera una empresaria, como podrían dos personas que se ven tan diferentes estar juntas como pareja. Detrás de ambas mujeres había un joven con anteojos que tenia las manos sobre los hombros de ambas mujeres, tendrá unos veinte años en la foto, tenia unos finos anteojos y una fina barba de dos semanas se le llegaba a notar. Delante de ambas mujeres había dos chicas idénticas de unos doce o trece años, eran completamente idénticas, lo único distinto que tenían era, la ropa, que era básicamente la misma solo que cambiaban los colores. En la foto todos estaban sonriendo felizmente, de eso no había duda.
Emma se puso seria y encaro los ojos suplicantes de la tal Mary Margareth. -¿Que significa esto? ¿Y que diablos es eso de que son mis padres?- Pregunto Emma mientras pasaba la fotografía a Regina.
Regina observaba mas la forma en la que ese retrato estaba puesto y dibujado que el hecho que una versión adulta de ella estuviera ahí. -¿Que clase de brujería es esta?-
-Emma escuchame, atentamente, ustedes sufrieron un hechizo y se convirtieron en sus propios yo adolescentes, solo cal...- La calmada explicación de Mary Margareth fue interrumpida por Emma.
-¿DE QUE DIABLOS ESTAS HABLANDO? ALEJENSE.- Grito Emma, sacando a Regina de su concentrada observación de la fotografía.
-Emma, cariño por favor calmate.- Mary Margareth se comenzó a acercar a Emma para intentar calmarla.
-NO, alejate, no te atrevas a acercartenos, estas loca.- Dijo Emma mientras con su brazo colocaba a Regina detrás de ella para protegerla, sin importarle si dejaba ver su desnudo cuerpo a los extraños en el cuarto, mientras con su otra mano intentaba alcanzar la lampara de la mesa de luz.
-Esta bien Em..-
-QUE TIENE QUE HACER UNA EN ESTA CASA PARA TENER OCHO MALDITAS HORAS DE SUEÑO SEGUIDAS.- Se escucho la voz de una chica. -Enserio, ¿Por que tantos gritos?- Una de las chicas que estaban en la foto apareció en la puerta. -¿Abuela, abuelo que hacen aquí?-
-Vinimos a buscar a tus madres, pero..- MM fue cortada nuevamente.
-Ah, si, Mamá, tu hechizo de silencio solo silencia sus gritos y gemidos, no los golpes de la cabecera de la cama contra la pared; me mantuvieron despierta hasta las cuatro de la madrugada con su constante martilleo contra mi pared. Y ademas...- La chica se quedo muda al ver a sus madres. -¿Mamá? ¿Ma? ¿Que diablos? Ma, se te ven las...- Dijo la chica mientras se apuntaba al pecho.
Emma se apuro a cubrirse nuevamente. -Bueno, si esto es una clase de súper elaborada broma, quiero que acabe ahora.- Dijo Emma muy seria.
-Emma entiéndelo es magia...- Nuevamente cortaron a Mary Margaret.
-Si claro, ya me encontré con una loca como tu que se creía mi madre y me dijo que tenia magia, para luego empujarme contra un maldito auto.- Dijo Emma con la voz llena de veneno hacia el recuerdo de su vieja tutora.
-Abuela hay que hacer algo, Ma y Mamá no recuerdan nada.-Dijo la niña.
Regina simplemente, comenzó a comprender que era lo que estaba sucediendo. Tomo la fotografía en sus manos y se la mostró al resto mientras sostenía la sabana. -¿Estas somos nosotras? ¿Como sucedió esto? ¿Cuando me volví una... una... lesbiana..? Oh dioses a madre no le gustara esto.- Hablaba sola Regina.
-YA SE.- Grito la niña. -Llamemos al señor Gold, el les mostrara magia y comprenderán.- Dijo la chica.
-No creo que sea una buena ide..-
-Rumpelstiltskin te convoco ante mi.- Dijo la pequeña.
Mr. Gold estaba comiendo tranquilamente con su querida hija Elizabeth el desayuno que les había preparado su querida esposa Belle. Cuando, mientras tomaba un sorbo de su café, sintió la horrible punzada en su cabeza que le avisaba cuando alguien lo estaba convocando.
Mr. Gold se había desacostumbrado a que la gente lo convocara. Ahora cada vez que lo hacían le daba una terrible punzada en el cráneo, esa terrible puntada, lo empujo a meter su nariz en el caliente café. -DEMONIOS, maldita niña.- Maldijo Gold. Las únicas personas que lo convocaban, simplemente eran, los villanos ocasionales que llegaban a Storybrook, y, la familia Charming con su exención Swan-Mills.
-¿Que sucede padre?- Pregunto la tierna Elizabeth. Ella era una copia exacta de su madre, solo que adolescente, con tan solo quince años, era exactamente igual a la imagen de Belle cuando Rumple la había conocido.
-Nada querida, simplemente a tu querida amiga se le ocurrió convocarme.- Dijo Gold mientras se secaba su nariz.
-Luna.- dijo Elizabeth, con su voz llena de esperanza.
-No lo se, pero por el tono, creo que fue su hermana. De todas formas iré a ver que quiere antes de que me llame nuevamente- Gold se levanto de la mesa de la cocina con su café en mano, mientras que con la otra mano se masajeaba la cien. -Maldita niña.-
-Padre, ¿Me llevarías contigo?- Gold rodó los ojos, no le gustaba que su pequeña se juntara mucho con las Swan-Mills, pero nunca le podía negar nada a su hija.
-Esta bien, sostente de mi.- Elizabeth hizo como se le ordeno y se abrazo a la cintura de su padre.
Y en una nube de color gris; desaparecieron, ante una Belle que traía las tostadas.
De una nube de color gris, aparecieron un hombre con un bastón y una taza de café, junto a una joven de unos quince con cabello de color castaño a su lado.
-HIJO DE PERRA.- Grito Emma mientras tomaba mas firmemente la lampara en su mano izquierda.
Al mismo tiempo Regina grito. -NO, EL ESPECTRO.- Regina saltaba a abrazar a Emma para que la protegiera con su imponente lampara.
-Para que has solicitado mi presencia querida.- Dijo el tal Espectro, mientras tomaba un sorbo de lo que hubiera en su taza.
-Mamá y Ma se han transformado al mismo tiempo, y ninguna de las dos tienen idea de nada, ni de la magia, ni de donde están.- Explico la joven, que había convocado al tipo de cabello gris.
El espectro se giro, para encontrarse con una adolescente señorita Swan, que le apuntaba amenazantemente con una lampara y que tenia a una adolescente Regina abrazada contra sus pechos.
-Ya veo.- Dijo el espectro, mientras se volteaba hacia los Charmings. -Y a ustedes no se les ocurrió, no se, tal vez, el de dejarlas vestirse y charlar civilizadamente en la cocina.- MM puso una cara llena de remordimiento, al darse cuenta que si hacia eso, todo podría haber sido mucho mas sencillo.
-Ahora, Señorita Swan, Lady Regina, puedo notar que no tienen sus ropas. Díganme que quieren vestir y se los haré aparecer para ustedes.- Dijo el espectro. -Cariño sostén mi café.- Elizabeth tome el café de su padre. El espectro observo expectante a las dos jóvenes. -Y bien, ¿que quieren vestir?-
-Esta bien, primero quiero un conjunto de ropa interior.- Dijo Emma, mientras bajaba su lampara y con la otra mano hacia círculos en la espalda de Regina.
-Eso denlo por hecho queridas, ¿pero que mas quieren?- Dijo el espectro.
-Ehm.. si lo dices así.- Dijo Emma ya entrando en confianza. -Quiero unos jeans ajustados, una remera de tirantes blancas, calcetines, unas Vans negras y una chaqueta de cuero rojo.- Finalizo Emma.
-¿Estas segura que no prefieres unas botas de cuero marrones?- Pregunto el espectro con una sonrisa conocedora.
-Oh si eso seria genial.- Respondió la rubia, completamente emocionada.
- Excelente, su clásico traje de Sheriff sera entonces.- Emma lo miro confundida. -Y usted Lady Regina ¿Que va a querer?- Pregunto el espectro a una Regina que seguía oculta entre los pechos de Emma.
Regina se separo de los pechos de Emma y miro confusa al legendario espectro. -Supongo que un vestido y zapatos.- Respondió tímidamente.
-Que sea así entonces.- El espectro giro su muñeca y en la punta de la cama aparecieron dos pilas de ropas. -Listo.-
Emma los miro a todos esperando.
-¿Emma, cariño, necesitas algo?.- Pregunto Mary Margaret, luego de treinta segundos de miradas continuas.
-Si, salgan.-
-¿Para que?-
Emma entrecerró los ojos y dijo. -Enserio lo preguntas.- Antes de gritar. -LARGUENSE TODOS DE LA HABITACION PARA QUE PODAMOS VESTIRNOS.-
Todos se percataron de que seguían en la habitación y comenzaron a salir de ella uno por uno. La hija del espectro fue la ultima en salir y tuvo que cerrar la puerta.
Ya afuera de la habitación todos bajaron las escaleras camino a la cocina excepto Elizabeth y Alessa, quien seguía en pijama.
-Hey, Alessa, ¿donde esta Luna?- Le pregunto tímidamente. a su amiga.
-Ah, tu novia seguramente sigue dormida.- Respondió Alessa con total desinterés.
-¡Que no es mi novia!- Se quejo Elizabeth.
-Claro, claro, Betty síganse mintiendo a ustedes mismas, yooooo... volveré a dormir.- Dijo Alessa mientras entraba bostezando a su habitación.
-No me llames así.- Refunfuño Elizabeth. Cuando Alessa entro a su habitación, Elizabeth decidió hacerse camino hacia la de Luna. Como dos personas pueden ser tan diferentes.
Emma se levanto sin ningún pudor de la cama mostrando sin saber toda su desnudez a una joven Regina que se quedo mirando.
Emma se estaba colocando las pantis que le había hecho aparecer sobre la cama el tal espectro, cuando noto la mirada de Regina sobre ella. -Parece que te hipnotice con los pechos. Asi que dime, ¿Te gusta lo que ves?- Dijo Emma mientras hacia poses sugestivas a una Regina que cuando se dio cuenta que la habían atrapado quito la vista.
-NO.- Dijo rápidamente Regina, a quien le subía el color rojo de su cara por cada segundo que pasaba. -No, no digo que no me gust... que no seas bonitas. Digo que no, que no estaba mirando.- Regina estaba haciendo el mayor esfuerzo posible para no mirar a Emma, hasta que sintió como se hundía la cama cerca de donde estaban sus pies.
Emma venia gateando sobre la cama con solo sus pantis puestas hacía Regina, cuyo rostro subió a rojo verbellon. Emma miraba a Regina lascivamente. Llego gateando hasta la oreja de una petrificada Regina en la cual casi ronroneo sus palabras. -Vamos Regina, di la verdad, te encanto mirarme. De todas formas esta bien, según esas personas, somos una pareja. Así que si quieres mirarme, esta bien. Mientras seas tu.-
Regina se estaba acercando poco a poco a la boca de Emma, pero esta se movió rápidamente y dijo. -Pero primero, hay que vestirnos y hablar con los raritos que están abajo.- Expreso mientras se bajaba de la cama y tomaba el brasier.
Emma se vistió rápidamente y ayudo a Regina a vestirse ya que no sabia como usar el brasier ni tampoco alcanzaba a cerrarse el cierre de su vestido, el espectro le había traído un hermoso y ligero vestido negro sin tiras, era apretado hasta la cintura y luego era un poco mas amplio y con volados hasta las rodillas; era un poco mas revelador que lo que estaba acostumbrada a usar Regina, pero seguro seria algo común aquí.
Emma y Regina, ya vestidas, salieron de la habitación. Frente a ellas había un pasillo y al fondo de este estaban las escaleras. De frente a la puerta que acababan de usar había otra puerta con un cartel que decía "HENRY". Comenzaron a caminar por el pasillo, Emma miraba todos los cuadros que había y Regina iba agarrada del brazo de Emma un poco asustada por las cosas nuevas que la rodeaban. Siguieron caminando y encontraron una nueva puerta con el nombre "ALESSA" y un enorme cartel debajo que decía "No Pasar." Junto a las escaleras había una ultima puerta que estaba entre abierta, en esta decía "Luna".
Emma y Regina se inclinaron un poco para observar quien estaba dentro, y se sorprendieron al ver a la chica que había venido con el espectro inclinándose para besar los labios de una durmiente chica, esta debería ser la hermana gemela de la otra.
Emma carraspeo. La pobre chica salto y dio un grito, despertando a la joven durmiente.
-LIZA, ¿Que estas haciendo aquí? ¿Que hora es?- Pregunta Luna, mientras se limpiaba los ojos.
-Eh..Eh...Eeh..- Elizabeth no sabia que excusa dar.
Por suerte Emma la salvo. -Veníamos a despertarte, al parecer hay reunión familiar en la cocina.- Dijo Emma como si no fuera nada.
-Bueno.- Dijo una somnolienta Luna.
-Despierta a tu hermana también, pero despacio, esta un poco molesta.- Dijo Emma como si fuera algo natural.
Salieron de la habitación y se pararon en el borde de la escalera. -¿Lista?- Dijo Emma mientras hacia que Regina se separara de ella para luego tomarla de la mano.
-Lista.- Dijo Regina, con una sonrisa en su rostro.
Y escalón por escalón, bajaron y se dirigieron hacia la cocina, donde alrededor, de una mesa, estaban sentados las personas que hace minutos estaban arriba, solo que el chico con anteojos de la fotografiá también estaba aquí.
AN: Bueno, este capitulo llega hasta acá, el siguiente contara el resto de este día lunes. Espero sus reviews, con sus opiniones sobre como les va gustando o disgustando. Así que sin nada mas que decir me despido au revoir mes chers amis, et vous voir à la prochaine.
"Oh I'm recoverin' from your whiplash love, Hit and run, My mouth's wrapped 'round another bottle , And your foot's like lead on the throttle , Hit and run.
So when in lust you trust , You're gonna get left in the dust , Oh when in lust you trust , You're gonna get left in the dust."
