Disclaimer: ©Shingeki no Kyojin/進撃の巨人, sus personajes y trama son propiedad de su autor, Hajime Isayama. Yo tan solo realizo este FanFic por diversión, sin ánimos de lucro.
Advertencia: Uso descarado del OoC| Ereri |Universo Alterno (AU) | Tree-shot | Violencia.
Criminal
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.1.
Problema. Eren Jeäger sabía que estaba nuevamente metido en un problema. Uno bien grande. Lo sabía porque la vida se lo había demostrado como una patada en los huevos a los diecinueve años, la primera vez que se fue de cabeza en ese tipo de problemas.
Y para Eren Jeäger, ese problema en el que había caído sin remedio, equivalía a jugar a la ruleta rusa.
Porque el amor es un problema para las personas como Eren Jeager, un "limpiador".
Los limpiadores solo hacen su trabajo, no piden explicaciones, ni cuestionan los porqué, mucho menos deben sentir algo por sus acciones. Y el amor es un sentimiento, un sentimiento que te hace tambalear, pensar y decidir sobre uno mismo, para uno mismo.
Subiendo por las escaleras hacia su departamento después de haber terminado "el encargo" de ese día, aún con el dolor vivo y punzante de la bala en su hombro, los pensamientos siguen arremolinándose en su cabeza, esos pensamiento que no lo ha dejado en paz desde hace ya un par de semanas, desde que llegó a aquel lugar, pensamientos que nacen, florecen y mueren en una sola cosa, en un solo ser...él. Él, su perdición.
«Dios, joder, no permitas que hoy le vea. Dame un respiro. Solo por hoy » Es una súplica, una que va repitiendo junto al sonido de traqueteo que hacen sus botas al pisar los tabloncillos de madera vieja. Una súplica que no es escuchada, pues al llegar hasta su piso se encuentra con él. Todo él, rodeado de humo de tabaco que sale de esos labios rosas cuarteados que modulan sibilantes palabras. Palabras que lo paralizan, y evitan la patética huida que intento hacer —otra vez— al ignorar su presencia.
Está jodido.
—Oiga señor—le llama con suavidad, casi como una caricia seductora—. No le diga a mi tio que fumo—continúa él, mientras aleja el cigarrillo de su boca y lo abandona un lado de su menudo cuerpo.
¿Cuántos años puede tener él? No muchos, eso es seguro. ¿Diez? ¿Once quizás? ¿Qué necesidad tiene un mocoso de fumar?*
Tragando suavemente el nudo de ansiedad que se ha formado en su garganta y que su rostro jamás demostrará, levanta los hombros en un indicio de que eso no le interesa.
—Sí, así dicen todos, pero luego me acusan— le ve con esos ojos azules grisáceos, reprochantes, que luego se suavizan—. Por favor— dice esta vez con una expresión que se asemeja a un mohín—. Es que ya tengo muchos malditos problemas, y estoy harto de ellos.
No es como si lo hubiese querido, su parte racional se lo reprocha un segundo más tarde, cuando ya ha dado los dos pasos que lo separaban de él, y se ha inclinado para estar a un palmo de su rostro diáfano, en donde un morado ensucia la mejilla blanquecina.
Algo se retuerce en las tripas de Eren. Rabia, sed de vengarle, tal vez. Pero sencillamente vuelve a lanzarle bajo sus pies, igual que hace con esos sentimientos que también molestan a sus tripas, esos que se sienten como bichos enloquecidos cada vez que se lo encuentra así.
—Deberías evitarlos sabes, por eso de las implicancias—le dice, moviendo la cabeza para que capté sus palabras, las que señalan mudamente el golpe que aún está hinchado, reciente. Él lo hace y baja la cabeza, obligando a sus mechones oscuros a ocultar aquello.
—Fue un accidente, a veces soy algo torpe—rebusca, sin verle.
—Claro—le concede—. Pero, no sé, la próxima vez deberías poner tus manos en puños frente a tu cuerpo, para frenar esas torpezas, digo—termina, y se aleja otra vez.
—Aguantar hambre y dormir bajo un puente, no me resulta nada tentador—es su respuesta y le regala una sonrisita que se cae en las comisuras. Rota.
—Ya—le regresa, dando por acabada su interacción, esa que está poniendo frenéticos a los bichos enloquecidos de sus tripas. Lo hace porque siente que eso puede provocar que se joda más de lo que ya lo está, y también por los ecos de las voces que provienen desde el apartamento de él. Ecos que significan líos para el mocoso frente suyo. Y Eren no va a meterlo en más líos. En verdad él ya tiene suficientes.
Dándose la vuelta da un par de zancadas para alejarse definitivamente y meterse en su apartamento. Abre la puerta y se desliza hacia adentro, pero tan solo un poco, medio cuerpo únicamente, pues antes de hacerlo enteramente, le da una última miriadita, una que dura un segundo y luego recae en las cuatro figuras que emergen desde el hogar de él, figuras que emanan tensión oscura y peligrosa, o bueno, es lo que logra percibir en ese mínimo instante, antes de escurrirse como arena a través de un candado a su hogar.
No es que sea de su incumbencia, cada quien hace con su vida lo que se le cante el cuerno, pero los pensamientos por él siguen martillando en su cabeza, y es la razón por la que se queda prendado del ojo de la cerradura viendo como las figuras a unos metros suyos mantienen la extraña conversación en la que palabras como "mercancía" y "engaño" bailotean una y otra vez hasta que finalizan en una amenaza que queda flotando en el aire cuando todo acaba.
Al final es el mocoso quien recibe el daño colateral de aquella discusión. Un nuevo golpe se marca en su cara, así como unas lágrimas que seguramente serán retenidas con vehemencia.
Él es un chico fuerte, Eren lo sabe, pero sus ojos están tan apagados que no sabe cuanto más pueda resistir. Nada es eterno.
A Eren le gustaría robárselo, llevárselo lejos y darle la vida que cree él se merece, una en la que sus ojos brillen cual auroras boreales. Pero eso es un imposible, porque la vida de Eren está cagada y es todo cuanto puede ofrecer a otra persona.
Alejándose de la puerta, revolviéndose el cabello con tirria, se dice que debe dejar de pensar esas estupideces, que lo mejor es seguir manteniendo la distancia para que de esa manera ese problema, ese sentir muera en algún punto. Aunque sabe que eso es también imposible. Porque Eren Yeager, se enamoró a primera vista de ese mocoso.
Vaya mierda.
N/A: Esta historia tiene como base el concepto del "El perfecto asesino" de Luc Besson, pero la trama diferirá en mucho. A quien haya visto esta hermosa película, se dará cuenta de lo que digo en el próximo capítulo.
Hace ya un buen tiempo he estado escribiendo este Fic, así que ya está terminado, sucede que siento una enorme inseguridad por él, pero digamos que me he animado en estas fechas, y pensé sería bueno como regalo de cumple a mi hermoso Tatakae.
Estoy más que abierta a cualquier crítica vuestra, buena o mala, ya sabéis, por mi no hay ninguna clase de problema con esto. Así que cualquier duda u opinión, podéis dejármelo en la cajita de review, ya saben que siempre tomo mucho en cuenta estas palabritas.
Nos leemos en el próximo capítulo que será este domingo.
Un abrazo fuertísimo.
Charly*
