Empezaré diciendo que este es mi primer fic de Twilight. Segundo, hoy es 19-11-09, por eso lo subo, y am, lo más importante. Va dedicado a todos mis lectores y lectoras y a una escritora en especial: ¡95! hoy es su cumpleaños!! leed sus obras maestras. Yo estoy que no duermo esperando sus actualizaciones. Si os gusta Twilight… Leer sus fics. No os arrepentiréis.

Por cierto, estos personajes no son míos, son de Stephanie Meyer. Cualquier parecido con otro fic será pura casualidad.


Me desperté por la mañana, muy tranquila. Iba a llegar tarde al instituto. Charlie me esperaba abajo con el desayuno preparado.

-Bella cariño.-Dijo guiándome a la mesa.-Pensé que todavía no te habías despertado.

-¿Es muy pronto?-Pregunté.

-No, no. Es la hora perfecta. Me voy ya. ¿Te puedes arreglar sola?

-Sí papá, no te preocupes, llegarás tarde al trabajo.

Vi salir a mi padre de casa, y un minuto después, oí el coche alejarse.

-Tengo la casa para mí sola.-Pensé. Me levanté y cuidadosamente y metí los libros de clase en la mochila. Después me quedé quieta, esperando a que fuera la hora de ir al instituto.

No pasó demasiado tiempo hasta que Jessica me recogió. Bajé con cuidado la rampa y me subí al coche.

-¿Cómo estás?

-Bien.

-¿Estás preparada para tu primer día de instituto?

-Sí, creo. No soporto que me miren.

-No te preocupes, Bella, nadie te va a mirar mal. La noticia de tu llegada ya se ha extendido.

-Genial.-Dije sarcásticamente.

-Oh, vamos Bella, se optimista. ¡Ah, ya hemos llegado!

Cerré los ojos y me preparé para salir y exponerme. Abrí la puerta, agarré fuerte mi mochila, y asegurándome de que no había nada con lo que pudiera tropezar, bajé del coche, ocultando mi cara con el pelo. La campana sonó, y todos se precipitaron a la puerta a conocer a sus nuevos profesores.

Las clases pasaron tranquilas, hasta llegar la hora de comer, cuando Jessica y yo, agarradas del brazo, fuimos a ver que podíamos comer.

-Bella, ¿Qué quieres comer?

-Me parece que voy a comer ensalada y un filete, ¿Y tú?

-Mike…

-¿Qué es eso? ¿Es típico de aquí?-Pregunté.

-No, no. Mike Newton. Es el chico más guapo de aquí… Sin contar con los Cullen.

-¿Quiénes?

-Mira. Te los presentaré, aunque una cosa te advierto. Pasan de todo. Yo creo que el más guapo es Jasper… O Edward. Jasper está con su hermana.

-Pero ¿¡Cómo!? ¡¡Son hermanos!!

-Oh, no. Son adoptados.

-Ah… Pobres.-Dije, empecé a sentir lástima.

Jessica y yo terminamos de coger la comida y nos sentamos en una mesa charlando tranquilamente. De pronto, ella calló y comenzó a reír.

-¿Tengo comida en la cara?-Pregunté molesta.- ¿De qué te ríes así?

-Te está mirando.

-¿Quién?

-Edward Cullen.

-Bien, pues que me mire. Está en su derecho.

-Pero Bella, tú no lo entiendes, él es como Brad Pitt, y tú… No te quiero ofender… Tú eres como una campesina. Imagina que Brad Pitt se queda mirando con interés a una campesina. ¿Qué pensarías tú?

-¿Que es el ejemplo más tonto del mundo?-Dije, divertida.

-Vamos, Bella. ¿Qué pensarías?

-Que… Que… Bueno, tengo que admitir que sería raro.

-¡Lo ves!

Me reí con ganas. Jessica sabía cómo hacerme feliz. En seguida tocó la campana, y nos dirigimos a mi clase. Al dejarme allí me sonrió y se marchó. Tocaba educación física. El olor a sudor se notaba muchísimo.

La siguiente clase fue más normal. Tocaba Biología. Me gustaba esa clase.

-¿Señorita… Swan?-Preguntó un hombre adulto.-Soy su profesor de Biología. (No sé apellidos en inglés, lo siento, sino, lo habría presentado)

-Hola. Soy Isabella. Dije. Mostrándole mi cara, que hasta ahora, había estado cubierta por mi pelo.

No dijo nada. Me condujo a mi mesa.

-Se sentará usted… Eh… con el señor Edward Cullen.-Dijo el profesor, tartamudeando un poco. Luego, se alejó a su mesa para esperar a los demás alumnos.

-Hola.-Dijo.-Eres…

-Isabella Swan, llámame Bella. Un placer.

-Soy Edward.-Me alargó la mano.-Eh… ¿Tienes algo contra mí?

-No. ¿Por qué?

-Te… Te ofrezco mi mano y no me la das.

-Oh, lo siento.-Entonces hice el ritual de siempre. Le mostré mi cara.

-Oh valla… Tienes unos ojos de un color… Muy bello.

-Esto… Yo… Soy ciega Edward.

Edward se quedó callado.

-Valla, de veras… Lo siento… No quería… Yo…

-Da igual. Te hará gracia ver mis libros. Dije sacando un manual gordísimo en escritura braille.

-Valla… Yo sé leer en braille. También sé los signos de los sordo-mudos y los signos de los sordo-ciegos y…

-De… ¿De dónde sacaste el tiempo suficiente para aprenderlo?

-Si te lo dijera, no me creerías.

-Prueba.

Se quedó callado. Puse mi mejor sonrisa. Y noté como se tensaba.

-Hueles… Muy bien, ¿Sabes?-Dijo intentando cambiar de tema.

-¿En serio? Vaya… Gracias. Tú… tú también.-No, me estaba desviando.-Oye, no te salgas del tema. Dímelo.

-Ven a mi casa esta tarde. Entonces, hablamos.

-Está bien…

Al acabar la clase, me fui con él al aparcamiento, donde me metió en su coche y me llevó a su casa. Subimos las escaleras y nos metimos en su cuarto.

-Te diría que tienes un bonito cuarto, pero no sé cómo es.-Dije sonriente.

Se pasó casi una hora describiéndome cada detalle de su cuarto… De su casa, más bien. Me quedé con todo.

-¿Sabes? Tienes madera de escritor.

-Gracias.

-¿Me vas a contar lo de tu tiempo excesivo?

-Sí, pero antes…

Empezó a acercarse a mí lentamente. Y cuando noté que estaba muy cerca de mí, no oí su respiración. Empecé a tener miedo. Sin embargo, él me besó.

-¿Te ha gustado?-Preguntó al terminar.

No pude articular palabra, ya que me había desmayado en sus brazos.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Espero que os haya gustado. Sobre todo a la autora a la que se lo dedico. Sed buenos y dejadme algún review plis! Dew!!