Fasciné
Nick esbozó una sonrisa traviesa y sus ojos verdes barrieron con calculadora lentitud la figura de la oficial Hoops. Judy, quien no había reparado en la presencia del zorro mientras hacía uso del bidón de agua en el pasillo de la ZPD, estiró con delicadeza los músculos entumecidos de su pequeño cuerpo, exhalando un menudo suspiro de placer.
El cánido volvió a sonreír, esta vez, con ternura. Le era adorable observar a su coneja favorita realizar acciones tan simples como tomar agua, mientras apreciaba cómo el semblante de la chica se relajaba hasta el punto de cerrar los ojos.
Diablos, cómo le fascinaba.
Sus labios se encogieron en una mueca casi al instante y sacudió su cabeza «Agh, qué cursi sueno»
Sin más, caminó un poco más hasta casi llegar a un par de pasos de la chica y apoyó su cuerpo contra la pared, cruzándose de brazos en su pose más cool.
Según él, claro.
—Hola, nena. —Canturreó, despreocupadamente— Busco a una coneja color hollín de chimenea y cabeza desproporcional a su cuerpo, seguramente la haz notado dando cátedras de moralidad a los vagabundos ¿La haz visto por ahí?
Judy apretó el vaso de plástico con irritación y volteó en dirección al naranja con la indignación gravaba en sus facciones.
—Qué simpático, zorro apestoso —Nick arqueó una ceja con diversión. Incluso sus "ofensas" eran de risa. Ella se cruzó de brazos, alzando el mentón— ¿Qué acaso no tienes cosas más importantes que hacer que hacer mofa de mis atributos? —El zorro suavizó su expresión, creyendo que probablemente sí la había ofendido, pero su brillante mirada esmeralda centelleó con algo que la joven no pudo determinar.
—En realidad, sí—Exhaló un suspiro de fingido pesar— Pero… —En un movimiento ligero, casi etéreo, el muchacho acercó su rostro al de la fémina y acarició superficialmente su inquieta nariz. Sonrió— Tú siempre serás la número uno en mi lista de prioridades, Zanahorias.
Judy se quedó muda, y de pronto sintió que el amplio pasillo de la ZPD no era más que un cuartucho de reducido espacio. Nick Wilde siempre tenía el poder de hacerla sentir vulnerable. Tragó saliva y se alejó de un salto, abochornada y con las mejillas sonrojadas. Carraspeó y se dio media vuelta— E-el jefe Bogo quería hablar con nosotros en su oficina —Avisó, odiándose por haber balbuceado tan infantilmente— Te espero allá.
Y, sin decir más, caminó —O mas bien corrió— hacia la oficina del búfalo.
Nick sonrió.
Sí, definitivamente le fascinaba. Incluso cuando huía de la manera más patética posible.
Emprendió el camino con parsimonia, metiendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón.
Se aseguraría de que no huyera esa noche.
Nota de autora:
¡Hola a todos! Había notado que, de hecho, nunca había escrito una historia de este par en una situación romántica como tal, siempre o mataba a uno o lo contaba desde otro punto de vista xddd Así que aquí esta esto, salido en uno de mis flechazos románticos luego de ver Titanic ¡Espero les haya gustado! Si tienen alguna recomendación, repulsión o quieren comprar tomates para tirármelos virtualmente, será bien recibido xddd
