North Park
Capítulo 1 BIENVENIDO STAN
Prologo
Stanley Randall Marsh miro por el espejo retrovisor, "¿Qué hago aquí?" Aparto inmediatamente la vista y miro la ventana profundamente, para tener solo 10 años Stan Marsh había visto muchas cosas extrañas en su pequeño pueblito en las montañas, South Park, Colorado.
Sus vestimentas de siempre lo acompañaban fríamente a pesar de que a donde se dirigía no suele haber nieve, una chaqueta café, con jeans azules, guantes rojos, zapatos negros y su fiel e inseparable sombrero azul de pompón rojo.
A su lado se encontraba su abuelo Marvin Marsh con su suéter rojo y pantalones negros, al otro lado de la parte trasera Shelley Lynn Marsh miraba rotundamente por la ventana, apartando su aparato dental del vidrio, Stan y Shelley no se llevaban muy bien y Stan no creyó que este cambio ayudaría.
En frente de Shelley se encontraba su madre Sharon durmiendo, tras el volante se encontraba el padre de Stan, Randy Marsh. Stan no se atrevía a mirarlo, tenía una gigantesca ira hacia él. No era la primera vez que su padre cometía una locura, pero muy pocas le habían alterado de esta manera, a pesar de que sus intenciones eran buenas.
Stan vio a lo lejos una señal de millas, su destino se encontraba a menos de diez millas y con la velocidad en la cual permanecía el coche llegaría antes de que cantara un gallo.
De repente el carro freno. Por suerte el camión de mudanza también se detuvo, sin embargo la cabeza de Stan reboto contra la parte trasera del asiento del conductor. Esto hizo reír a Shelley.
-Aquí estamos familia Marsh.-dijo Randy una vez freno-North Park, una nueva etapa nos espera.
El carro vuelve a acelerar dejando atrás una puesta de Sol.
Escena 1
La familia Marsh baja del vehículo y entra a la casa sin emoción latente, excluyendo claro a Randy Marsh.
-¿Cuál será mi habitación?-pregunto el abuelo.
-Tranquilo papa.-le respondió Randy.
-Niños suban y escojan su habitación.-les recomendó la señora Marsh.
-¡¿Qué?!-respondieron al unísono Stan y Shelley.
(*Introducción, se ve a la familia Marsh moviendo muebles, cajas, etc. Típica escena de mudanza)
Sharon Marsh subió las escaleras nuevas con nostalgia, siempre recordaría su anterior casa. Finalmente se detuvo en el pasillo y viro hacia la puerta de la derecha, la habitación de sus hijos.
Dentro se oían algunos gritos ahogados, Sharon abrió la puerta y se encontró con Stan con su calazón forzado hasta la cabeza. Sharon le ayudo a Stan a quitarse su trusa.
-¿Cómo…?-comenzó Sharon.
-¡Fue Shelley!-interrumpió Stan.
-Stan es imposible que tu hermana te hiciera esto, ella es una santa.
Stan lanzo un fuerte suspiro de decepción, sabía que no le creería. Shelley era muy astuta cuando de molestar a Stan se refería, nunca la habían atrapado in flagrantiy lo único que Stan tenia para refutar era su palabra, la cual no vale mucho si tienes 10 años.
-¿Pasa algo Stan?-pregunto Sharon.
-No… nada.-le respondió Stan evasivamente.
-De acuerdo.-termino Sharon felizmente y avanzó con paso decidido a la puerta.
Sharon cerró la puerta y Stan quedo sumido en una penosa oscuridad, este decidió que lo mejor sería dormir, así que Stan se puso su pijama y entro en la cama. Stan saco su celular y miro dos fotos, una era de él junto a sus amigos Kyle Brofloski, Eric Cartman y Kenny Mccornick en la sala de estar de Cartman. La otra foto era de Wendy Testaburger, su novia, Stan los extrañaba mucho a todos. No los volvería a ver en un buen tiempo, sus amigos saldrían adelante con o sin él, Wendy también, sin embargo Stan se encontraba indeciso. Por un lado él quería un cambio en su vida, pero por el otro no esperaba este tipo de cambio.
Stan Marsh cerró los ojos y durmió.
-¡Despierta mojón!-grito Shelley.
Stan despertó, era ya de mañana, Shelley se encontraba vestida de nuevo, Stan se preguntó ¿Por qué?
-Mama nos quiere abajo, vestidos.-le dijo Shelley-y date prisa mojón.
Stan se levantó, entro a la ducha, se vistió y bajo al nuevo comedor.
En la cocina se encontraban Sharon, Shelley y el abuelo. Stan se sentó junto a su abuelo y comenzó a comer unos cereales.
-Niños, preparen sus mochilas, irán a la escuela en unos minutos.
-¿Qué?-proclamo Stan.
-¡Acabamos de llegar!-se opuso Shelley con rabia.
-Tenemos algunos contactos, como sea, vamos. Prepárense.-ordeno Sharon.
Stan termino los cereales rápidamente, subió a s cuarto y metió en su mochila varias libretas y sus materiales escolares. Se colgó la mochila en el hombro y volvió a bajar las escaleras, en el salón principal se encontraba su padre haciendo una llamada muy emocionado, Stan aun sentía rencor contra él, pero decidió ignorarlo por hoy, salió de su casa en busca de la parada del bus…
-Stan.-le hablo su madre desde el coche-Ven que aquí no hay bus.
Stan nunca había oído de una escuela sin bus que recogiese a los niños, solo hizo una mueca de desconcierto y subió al automóvil de su madre.
Sharon condujo hasta la escuela primaria de North Park rápidamente, ella tenía que encontrar trabajo después de dejar a sus hijos, tuvo que dejar su trabajo en Rinoplastia de Tom (Tom's Rhinoplasty) y ahora debía de intentar buscar nuevamente un trabajo, aunque sospechaba que con el salario de su esposo no lo necesitaría.
Llegaron a la escuela primaria de North Park sin nada digno de mención. La escuela de North Park era un edificio cuadrado de color naranja, de doble piso, con ventanas irregulares y una fachada en mal estado.
Stan y Shelley bajaron del vehículo rápidamente, así que Sharon no tuvo el tiempo indicado para decirles "Suerte" o algo por el estilo.
-Escúchame bien mojón,-comenzó Shelley una vez su madre había acelerado el carro-más te vale no cagarla si sabes lo que te conviene, no quiero ser la hermana del más mojón del pueblo…de nuevo.-dicho eso Shelley desapareció de la vista de Stan.
Ahí estaba Stan Marsh, frente una nueva escuela con un mundo de posibilidades en camino, capaz de hacer lo que quisiera, no era una oportunidad común, por lo menos en su caso. Dio unos pasos tímidos hasta los escalones de la escuela y justo cuando se disponía a entrar en el edificio visualizo con la ramilla del ojo una bicicleta a toda velocidad que se dirigía directamente hacia él, dándole el tiempo necesario para decir:
-Carajo.
La bicicleta choco contra Stan, el golpe fue rudo, pero no lo suficiente para llegar a causar mayor heridas que un par de moretones, Stan se puso en pie con la ayuda de un chico pálido con pecas y lentes, usaba una sudadera roja con dos hilitos y dos bolsillos, pantalón verde y guantes grises, su color de cabello era rojo intenso y se encontraba ligeramente alborotado.
-Mierda Pit, te dije que era una pésima idea.-le lanzo el chico pelirrojo hacia otro chico que apenas se estaba levantando, su voz era un poco aguda-Lo siento amigo.-le dirigió a Stan.
-No seas marica Mike, solo fue un golpe.-comento el otro chico, era un poco más alto que Stan, vestía una camisa de botones azul celeste, con unos jean y guantes amarillos, lo que más llamaba la atención era su peinado que le daba una apariencia más alta de lo que es en realidad, su pelo terminaba en pico en ciertas zonas y era de un color azul celeste casi idéntico a su camiseta de botones, su voz era arrastrante y grave para su edad, además de que parecía tener una intensa tos.
-¡Pendejos!-reclamo un chico rubio con una sudadera simple gris, pantalones gris débil, guantes negros, partidos en la parte de los dedos y un gorro gris. Lo único que parecía darle algo de color a su vestimenta, a parte del pelo rubio, era una "N" roja claramente cosida que se encontraba a mitad de su sudadera, su apariencia era claramente pobre.
-¿Estas bien?-le pregunto el pelirrojo a Stan.
-Eres un colorado.-contesto Stan, recordando su miedo ante las personas que sufren esta enfermedad.
-Otro Peter.-respondió el pelirrojo soltándole la mano y dejando que Stan volviera a caer.
-Mierda, eso fue increíble.-respondió el de pelo azul.
-Viejo…tu no pareces de por aquí.-comento el rubio.-¿Eres nuevo?
-Ahm…sí.-respondió Stan.
-¿Cuál es tu nombre?-pregunto el chico rubio.
-Stan Marsh.
-Mucho gusto Stan,-le respondió el rubio-yo soy Nine.
-¿Nine?-pregunto Stan pensando haber oído mal, Nine era el número nueve en inglés, no un nombre.
-Larga historia.-respondió evasivamente Nine-Y ellos son Mike…-señalo al pelirrojo-y Peter.-el cual era el del pelo azul.
-Mucho…gusto.-dijo Stan tímidamente.
-Igualmente.-respondió Mike.
-Me importa un pito, yo solo sé que la campana está a punto de tocar y ya saben lo que pasó con Miss Stempleton la última vez que llegamos tarde.
-Tienes razón.-respondió Mike-Vamos.
-Esperen.-los interrumpió Stan-ahm… soy nuevo y… no sé dónde queda el salón de clases.
-¿En qué grado estudias?- pregunto Mike.
-Quinto.-respondió Stan.
-Síguenos, veremos si estas en nuestro salón o en otro.-respondió Mike.
Stan siguió a los tres amigos por un amplio corredor, luego subió un palmo de escaleras malogradas para niños, pues los escalones eran demasiado grandes. Sin embargo los chicos de North Park los pasaron casi sin problemas, finalmente se detuvieron ante un aula con una puerta que proclamaba al entrar: "Quinto grado".
Dentro se encontraba gran variedad de chicos y chicas, algunos con gorros, otros con guantes y uno que otro con peinados extraños, Stan deseaba que su salón fuera cualquier otro. Todos los miraban, como esperando que algo sucediera.
-Buenos días Peter, Mike, Nine.-les dijo una señora entre los cuarenta y tantos con una camisa morada y leggins amarillos, un peinado lacio y largo, con unos lentes sofisticados que la hacían parecer más bien borde o aburrida.
-Buenos días señorita Stempleton.-respondieron en un coro cansino Mike, Peter y Nine.
-¿Acaso saben la hora que es?-pregunto la señora Stempleton.
-Las… ¿ocho en punto?-pregunto Mike.
-¡No!-comento una chica en los primeros asientos-Son las ocho con treinta y un milésimas de segundo.
-Cierto Fridaley. Ocho con treinta y un milésimas, ¿Tienen algo que decir chicos?
-Estábamos ayudando al nuevo…-repuso Mike.
-¿El nuevo?-pregunto Miss Stempleton.
Mike, Peter y Nine apuntaron a Stan, miss Stempleton contemplo a Stan y luego volteo hacia su lista, su hermano le había avisado, pero no creyó que el niño llegara en Viernes, pensó que llegaría hasta el lunes, ella no estaba preparada.
-Bienvenido ahm… ¿Cuál es tu nombre jovencito?
-Stan.
-Tu nombre completo por favor.-recalco Miss Stempleton.-Chicos, ustedes siéntense.-Mike, Peter y Nine obedecieron.
-Stanley Randall Marsh. ¿Sera esta mi nueva clase?
-Así es Stanley.
-Mierda.-pronuncio Stan en un tono casi inaudible.
-Muy bien Stanley. Chicos denle un caluroso buenos días a Stanley, vamos todos juntos:-dejo una pausa donde todos los chicos del salón levantaron los ojos en señal de fastidio-"Buenos días Stanley."-dijeron en coro unisonó y hartó.
Stan estaba más rojo que un tomate, no era esa su intención precisamente presentarse de esa manera.
-Stanley, ¿Cómo se dice?
-Ahm… ¿Gracias?
-No…-miss Stempleton rio-¿Eres un gracioso no?, di "Buenos días a toda la clase"
Eso era demasiado hasta para Stan, miro a toda la clase esperando una ayudita, miro hacia Mike, Peter y Nine, estos sonreían, pero no en señal de apoyo sino conteniendo una risa maliciosa.
-Bue-bue-buenos días cla-clase.-dijo Stan de la manera más tímida y sutil que pudo.
-Muy bien Stan. Ahora es costumbre que los nuevos nos cuenten algo sobre ellos.
-¿Qué?-pregunto Stan desesperado-¿C-como qué?
-No se… tu comida favorita, o programa favorito o tal vez la ciudad de dónde vienes… pensándolo bien si, dinos de que ciudad vienes.
-Ah… South Park.-respondió Stan, casi al instante todas las risas ahogadas pararon y todos, incluyendo a Miss Stempleton, lanzaron un grito ahogado-¿Pasa algo?
-No… siéntate.-respondió miss Stempleton seca, pero era mentira, gritos aterradores sonaron en su cabeza, los lamentos de su esposo siendo comido por un conejillo de india gigante…
Todos miraban a Stan como si fuera una bomba a punto de estallar, Stan cruzo el aula deseando estar en cualquier otro lugar. Se sentó junto a Peter, que aparentemente era el único que no se encontraba atónito, sino más bien partido de risa, el cual se le acercó y le susurró al oído:
-Viejo la cagaste.-dicho esto rio a carcajadas sin poder contenerse.
Escena 2
Stan salió al patio al momento del descanso sin dirigirle a nadie la palabra, no había puesto atención en toda la clase, esquivo las miradas inquisitorias de sus nuevos compañeros. Se precipito a salir tanto que su gorro de pompón rojo cayo por el trayecto.
Stan se sentó en una mesa cualquiera tratando de pasar desapercibido, pero todo el mundo se le quedaba viendo, cuando comenzó a comer alguien se le acerco, quien no era sino Shelley, la persona que menos esperaba Stan, pero había algo en ella que la hacía parecer preocupada.
-Hola…Randall.-era la primera vez que Shelley lo llamaba de una manera distinta a "mojón" desde hace años.
-Hola Lynn.-respondió Stan sin ánimos.
-¿A ti también te preguntaron de que ciudad venias?-dijeron al unísono Stan y Shelley, a pesar de ser hermanos era una de las primeras veces en la que Stan y Shelley se hablaban mutuamente sin causar una pelea, y Stan sabia porque, ambos se necesitaban.
-¿Y tú gorra?-pregunto Shelley avergonzada.
-Se cayó.-respondió Stan sin darle importancia, a pesar de que deseaba recuperarla.-Shelley ¿Crees que deberíamos seguir juntos?
-No.-respondió esta-Suerte…mojón.
Stan sabía que él y su hermana no podrían soportarse mutuamente, por más que se necesitaran el odio y rencor que sentían los impulsaba a repelerse tal cual imanes con polos opuestos. Shelley comenzó a comer su sándwich, no había ido a la cafetería, tampoco Stan así que también saco su lunch.
Stan termino su sándwich y se puso a caminar dejando a Shelley sentada en el aislamiento. Pasó por los resbaladeros, por los columpios y finalmente se detuvo frente al carrusel de metal. Se acostó en la nieve preguntándose cosas como "¿Por qué carajos todo el mundo me mira como si fuera un monstruo?"
Alguien lo pateo en un costado levemente, Stan miro rápidamente asustándose, no era más que Peter, lo acompañaban Mike y Nine.
-Hola.-les dijo Stan mostrando indiferencia.
-Viejo,-comenzó Mike-¿Por qué no nos dijiste que venias de South Park?
-No veo cual es el problema.-respondió Stan.
-Todo el mundo odia South Park idiota.-le dijo Peter como si fuera lo más obvio.
-¿Por qué?-pregunto Stan, recordando que otras veces que había salido de la ciudad nadie le había dicho eso.
-Bueno…-comenzó Mike-nadie olvidara...
(10 minutos después)
-Oh y la invasión de vacas, los nazis zombie…
-¿Los tacos locos?-recordó Peter.
-Tacos locos… oye también les agradecemos, ustedes ayudaron al estado a… ¿Se les ocurre algo?
-Nop-dijo Peter.
-¿No detuvieron a Nueva Jersey?-pregunto Nine.
-Ahh. Si…Bueno como veras Stan, tenemos nuestros motivos.-termino Mike.
-Puta mierda.-dijo Stan-Había olvidado la mitad de esas cosas.
-Bueno, tu tranquilo ya verás cómo dentro de poco todo se calma y te dejan dejaran de decir "Bastardo" por la espalda.-lo reconforto Mike.
-¡Jodanse!-dijo Stan furioso y alejo el paso de Mike, Peter y Nine.
"¡¿Así que era por eso?! , Todo el mundo lo miraba como una bomba solo por un "par" de accidentes de los cuales no era directamente responsable…de todos.
Stan no quería hablar con nadie y en realidad no sabía porque exactamente, él era comprensible generalmente cuando de odio se trata, una vez aprendió a odiar a unos iraquíes… eso le trajo más recuerdos… tal vez no era el hecho de que todo el mundo lo mirara extraño, tal vez…solo tal vez era el hecho de que cada vez que algo así pasaba siempre había contado con sus amigos, ellos siempre lo ayudaron en momentos en los cuales su padre y madre no podían, no entendían o simplemente no quería contarles.
Eran sus inseparables amigos, los cuales había dejado atrás, el motivo de su ira. Se sentó en un punto entre los arbustos para que nadie pudiera encontrarlo.
-¿Sabes por qué los arboles crecen?-pregunto una voz femenina detrás de Stan.
-¿Pero qué mier…?-Stan dio un brinco hacia delante.
-Así que vienes de South Park…
-Oh no, tengo que irme…-dijo Stan evadiendo a la chica.
-Quédate.-le dijo la chica sujetándole el brazo.
-No tengo ganas…-replico Stan.
-Vamos, Stan…-Stan dejo de luchar, algo en su interior le decía que esa niña no buscaba burlarse de él.-Tengo tu gorro.
-¿Qué quieres de mí?-pregunto abruptamente, tomando la gorra y volviendo a ponérsela.
-Preguntarte ¿Qué se siente estar tan solo?
-Mal.-respondió francamente.
-¿Por qué te alejas de todos?
-Porque todos se alejan de mí.
-¿Por qué yo no me alejo de ti?-pregunto dando una pequeña risita, ni tampoco esos chicos… Nike, Pit y Mikael.
-¿Nine, Peter y Mike?-corrigió Stan.
-Como sea…-repuso la chica-Esos sí que serían buenos amigos,-salió de la sombra era de su misma estatura, con un cabello castaño que colgaba de sus hombros a lo máximo, una chaqueta rosa, pants celeste y Converse morados.-si yo fuera tu estaría conociéndolos y no aquí en este solitario arbusto.
-Pero tú no eres yo.-respondió Stan-¿Es que acaso todos recuerdan cada una de las cosas que pasaron en South Park?
-Sí, pero ¿Es por eso tu enojo? Te digo algo, al principio no pensé que fueras tan orgulloso.
-¡No soy orgulloso! ¡Digo sí! Ahm… ¿Es bueno?
-A veces.-respondió la chica-¿Entonces qué será? Ahh… recuerdos. Casi lo olvidaba.
-¿Qué?-pregunto Stan.
-Te diré algo "Yo también fui nueva hace uno o dos años e igual que tú me dolían los recuerdos…
-¿Cómo sabes eso?-pregunto Stan.
-¿Pensabas que eras el único al cual el pasado lo persigue?-la chica rio para sí misma-Tienes muuucho que aprender.
Stan miro a la niña, solo para darle la espalda violentamente. No necesitaba que alguien sintiera compasión por él.
-Una sonrisa siempre ayuda.-dijo la chica indiferente a la reacción de Stan.
-¿Qué?-pregunto él interesado.
-Una sonrisa siempre ayuda.-repitió ella y una sonrisa sincera se dibujó en su rostro-Inténtalo, vamos.
Del rostro de Stan salió una verdadera sonrisa, cosa que no había pasado desde hace días. Stan se sintió un poco mejor, como si en verdad la sonrisa pudiera tranquilizarlo.
-¿Mejor?-pregunto la chica.
-Creo…-suspiro Stan.
-Empezamos por el pie equivocado, todos dicen el izquierdo pero yo creo que el malo es el derecho, como sea; soy Beth…Dirtzone.
-Stan…Marsh.-respondió Stan un poco nervioso.
-Muy bien Stan te repetiré la pregunta ¿Por qué tan solo?
-Porque soy un idiota.-respondió Stan sintiéndose mejor-Tenias razón Beth, debería disculparme con los otros que también fueron amables conmigo…-dicho esto salió corriendo.
-De acuerdo…-dijo Beth a la nada- Yo… estaré aquí…sola…
Stan Marsh busco en el patio escolar a Mike, Peter y Nine. Dio una vuelta tras otra, hasta que finalmente los encontró junto a una cerca.
-A que le doy a ese carro.-comento Peter engreídamente.
-No lo harás está muy lejos.-le respondió Mike.
Peter tomo una roca y la arrojo pero no le dio al Sedan azul que se encontraba estacionado a unos treinta metros de la valla.
-¡Ja!-se burló Mike, aunque no con tanta arrogancia como Peter-Te dije que era imposible Pit.
-Le di.-apresuro Nine.
-¿Pero qué…?-retorció Mike al ver las alarmas del Sedan en acción.
-¡Ja!-lanzo Peter-¡Te hice mierda!
-Lo hice yo.-reclamo Nine.
-Cállate Nine.-lo interrumpió Peter.
-Oigan…lo siento.-interrumpió Stan antes de que Nine volviera a hablar.
Los tres amigos le lanzaron una mirada glacial como escaneándolo, Mike se acercó a él con una expresión muy seria.
-Continua…-le expreso Mike.
-Fue un idiota… y un cretino, me comporte egoístamente mientras ustedes me trataban de ayudar…
-Whoa, whoa…-lo interrumpió Nine-Con que dijeras que eras un idiota bastaba.
-Y…-Stan recordó entonces algo-Lamento haberte llamado colorado…-se dirigió hacia Mike.
-No hay problema ¿sabes? La mitad de la gente que me conoce me dice así.
-¿Y la otra mitad?-pregunto Stan con interés.
-Son unos cretinos con los que no vuelvo a hablar.
-Excepto con este cretino.-Peter se señaló a él mismo con orgullo.
Stan choco la mano con los tres.
-¿Amigos?-pregunto tímido.
-Sí.-respondió Mike.
Stan se encontraba feliz, volvía a tener amigos en una ciudad desconocida llena de cientos de aventuras por venir.
-¡¿Quién le hizo esto a mi carro?!-grito un hombre desesperado.
-Mierda el director.-soltó Peter-¡Corran!
Nine y Peter salieron como bólidos lo más lejos de la valla, Mike parecía preparado pero se reservó un segundo para darle unas palmadas en la espalda a Stan.
-Bienvenido al grupo.-dicho esto lo empujo a la cerca y Stan cayó al suelo-Eso es por llamarme colorado, estamos a mano.-y salió corriendo.
El director se acercó con paso furioso hacia la cerca, Stan trato de huir, pero el director impulsado por su ira fue más rápido que Stan.
-¡VENGA AQUÍ JOVENCITO!
-Mierda…-maldijo Stan por lo bajo acercándose nuevamente a la cerca.
-¿Puede explicarme porque hizo eso?-pregunto el director con cara de pocos amigos.
-No sabía de quien era.-respondió Stan, defendiendo a Mike, Peter y Nine.
-¿ACASO NO SABES QUE MI CARRO ES EL SEDAR AZUL?
-Soy nuevo…-se excusó Stan.
-Ya que no hubo daños mayores te perdonare, pero escúchame jovencito si sé que te vuelves a meter en problemas no me importa que tan nuevo seas, saldrás de esta escuela inmediatamente.
-Eso es abuso de poder…-respingo Stan.
-¡¿Qué dijiste?!-pregunto con rabia el director.
-Qué eso aumenta mi oler…-pensó rápidamente Stan.
El director lo miro extrañado durante un segundo, Stan noto que usaba un traje caqui, lo cual le daba un aire de importancia falsa, su cabellera era castaña total, aunque en su cara brillaban una o dos arrugas.
-Como sea, no tengo tiempo para las tonterías que dicen los niños.-respondió el director después de mirar fijamente a Stan unos diez segundos.
Stan salió corriendo lo más rápido que pudo, se había librado por los pelos. No sabía si golpear a Mike en la cara o en las bolas, pero Mike le debía una.
-¡Stan!-era Beth.
-Beth…-de repente Stan dejo de sentir ira hacia Mike y solo pudo concentrarse en Beth.
-¡Algo terrible paso!-le dijo ella apresuradamente.
-¿Qué? ¿Qué ocurrió?
-Es sobre tu hermana…
-¿Cómo sabes quién es mi hermana?
-¿Dos nuevos de South Park, de distintas edades?-pregunto sarcástica y desesperada- Era obvio.
-Tienes razón.-reconoció Stan-¿Qué le ocurre?
-Está llorando, creo que le dieron un buen golpe.
-Genial, que se joda.-respondió Stan feliz de que alguien le diera su merecido.
-¡STAN!-le dijo Beth inculpándolo.
-Está bien…-respondió molesto, en realidad no iba a ayudar a Shelley por gusto, sino por Beth.
Beth y Stan se encaminaron hasta las escaleras de la entrada, en la cual habia una bola de niños donde pudieron distinguir a una chica estaba dándole golpes a Shelley, aunque Shelley era mucho mayor que la niña, no se defendía como debía. Stan se acercó rápidamente, empujo a la chica que golpeaba a Shelley era la misma que le había recordado la hora a la maestra "Ocho con treinta y un milésimas", su cutis se le hizo familiar a Stan, tenía un tono demasiado bronceado, era de Nueva Jersey… su cabello era grueso, largo y negro, le llegaba hasta el culo, vestía un suéter rosa con una flor amarilla en el pecho, pantalones lila y Converse morados. Su mirada estaba repleta de odio.
-¡Tú!-gruño dirigiéndose a Stan.-¡Eres de South Park también!
-¿Y?-le dijo Stan amenazadoramente.
Varios lanzaron gritos ahogados a su alrededor, como si hubiera lanzado una blasfemia frente a un profesor, ¿Cómo podía ser que todo el mundo le tuviera miedo su ciudad de natalicio?
Varios alumnos se alejaron corriendo, hasta que solo quedaron Stan, Shelley, Beth y la chica de Nueva Jersey. Stan lanzo una mirada hacia su espalda, se encontró con el director hecho fiera.
-¿Qué le haces a mi hija?-pregunto rojo.
-¿Qué?-el cerebro de Stan comenzaba a funcionar después de unos segundos de haberse nublado gracias al pánico.
-Papi.-le dijo la chica al director, ya no tenía más el tono de Nueva Jersey.
-¿Te hicieron algo Fridaley?-pregunto el director.
-No papa, solo fue un accidente, el chico se recargo en mi por error cuando ayudábamos a esa chica a levantarse.-respondió como si nada hubiera pasado.
-Ahh…-el director destenso la mirada-¿Es eso cierto Beth?
-Ahm…-Beth dudo un segundo en el cual se encontró con la mirada de Fridaley, esta sabía que si no afirmaba lo que Fridaley acababa de decir podría encontrarse en un grave problema.-Si, fue solo un error.
Stan miro a Beth incrédulo, en su mirada había cierto miedo de hablar así que supuso que lo mejor era seguir con la historia de aquella odiosa chica.
-Lo…lo siento.-le dirigió a la chica con cara de pocos amigos.
-De acuerdo, no fue tu culpa ahm… ¿Cómo te llamas?
-Stan.-respondió fríamente.
El director sonrió y se fue dentro de la sala, segundos después los chicos volvieron a armar una bolita.
-Escúchame bien Stan.-le dijo Fridaley directamente a Stan con un tono amenazante- Los odio a todos ustedes, South Parkeros de mierda, gracias a ustedes mi gente no pudo conquistar el país como era debido, ahora quiero que te quedes quieto mientras te golpeo la cara o yo misma me asegurare de que no cuentes otro día en esta escuela.
-Detente Frida…-comenzó Beth, era una de las pocas, junto a Leslie, Heather y Myra; de las cuales se podía enfrentar a Fridaley y logar salir impune.
La campana sonó en ese mismo instante y, como si sus vidas dependieran de eso, los niños entraron corriendo por la puerta principal, Stan logro evitar que Shelley fuera aplastada por cientos de pies moviéndola a un lado y abrazándola pegados ambos a la pared.
Toda la escuela se encontraba dentro de la institución antes de que Stan se diera cuenta, Stan se quitó el polvo de su chaqueta café y su gorro, Shelley parecía bien así que le ayuda a levantarse, cosa a la que Shelley se negó.
-¡No necesito tu ayuda!-le dijo con el odio habitual de ella.
-Pues no parecía así cuando estabas dejando que una chica pequeña te estuviera golpeando a mitad del patio.
Shelley enfureció, le lanzo un golpe especialmente doloroso al estómago de Stan y se largó a su salón de clases, Stan cayó inmediatamente por el dolor, le tomo unos segundos el volver a levantarse, cuando finalmente pudo caminar, comenzó a caminar tocándose donde Shelley lo había golpeado hacia la escuela.
Escena 3
Stan entro en el aula de quinto grado con un dolor intenso en el estómago, abrió la puerta y vislumbro a la clase escuchando a Miss Stempleton dando su clase.
-Vaya, vaya ahí esta Stanley.-comento Miss Stempleton enojada-¿Piensas que es divertido llegar tarde?
-No… me di cuenta.-dijo Stan yendo hacia su asiento.
-Venga al frente de la clase, ya que parece no importarle mi clase.-lo regaño la profesora.
Stan fue con pie lento de nuevo en frente de la clase, volteo a ver a sus nuevos compañeros de clase, distinguió a Beth unas cuantas filas atrás, a Mike, Peter y Nine juntos en una bolita, a Fridaley en frente de la clase y el resto como eran desconocidos decidió dejarlos de lado.
-Veamos, si es que ya sabes sobre esto…-le dijo Miss Stempleton-¿Quién descubrió américa?
-Cristóbal…-Stan nunca podía recordar el maldito apellido-Culón.
Carcajadas en el salón, Stan no sabía si era porque todos sabían cuál era el verdadero apellido, o porque dijo "culo" frente a una maestra.
-Con eso será suficiente, siéntese.-le ordeno Miss Stempleton, Stan obedeció-Veo que en South Park no le enseñaron disciplina ni respeto, bueno es algo que aquí corregiremos, se lo aseguro. Niños abran el libro en la página…
La clase siguió durante varias horas, Stan tomo nota "Era Calón" se dijo así mismo. La clase siguió sin nada más que fuese sobresaliente, por lo menos en el caso de Stan.
Las campanadas de salida tardaron más de lo normal en llegar a los oídos de Stan, este salió junto a Peter, Mike y Nine. Los cuatro nuevos amigos salieron a la nieve de la entrada principal, Stan tomo un poco y la arrojo hacia la nada.
-Oye, tranquila.-le dijo Peter burlón.
Stan no lo escucho. Comenzó a caminar por la calle principal hasta su casa y entonces recordó:
-¿Por qué no tienen bus aquí?
-Ah…-Mike parecía confundido por la pregunta-Bajo presupuesto…
Stan nunca había oído que una escuela generara bajos presupuestos, o qué se los dieran, pero considero qué era mejor quedarse callado.
-Por cierto Stan, mañana será mi fiesta de cumpleaños, ¿Querrías ir?-le pregunto Mike.
-¿Qué? Claro…-contesto Stan.
Stan desconocía a estos chicos, pero algo le dijo que era mejor estar callado.
-Bien, será en mi casa, acompáñanos te mostrare donde esta…-le dijo Mike, dicho esto Stan, Peter y Nine se adentraron por un callejón sucio, descuidado, lleno de grafitis y con un olor a alcohol y semen, salieron justo por una calle llena de casas bien cuidadas. Stan vio a lo lejos su casa, la reconoció por él camión de mudanza… noto que se dirigían hacia ella.
Una vez llegaron hasta la casa de Stan Mike se detuvo…
-¿Alguien se mudó a nuestro lado…?-tardo un segundo en comprender-¿Stan tú vives aquí?
-Por ahora sí…-respondió Stan.
-Carajo eres nuestro vecino…-menciono Peter.
-¿De los tres?-pregunto Stan.
-No, mío y de Pit.-respondió Mike.-Nine vive en el orfanato…
-¿Eres huérfano?-le pregunto Stan.
-Sí… desde pequeño.-respondió Nine un poco incómodo.
Mike miro con detenimiento por las ventanas…
-Vaya…-dijo finalmente.
-¿Qué?-le pregunto Stan con interés.
-Nada,-respondió Peter-solo que aquí vivía un… niño extraño… Dova… algo, daba miedo. Solo los escuchamos hablar al pendejo un par de veces.
-Creo que se mudó por algo de Facebook y amigos, no estoy seguro…-argumento Nine.
Stan no pudo evitar recordar a Gilipollas…
-Bueno, ¿Cuál es tu casa Mike?-pregunto tratando de cambiar de tema.
Mike señalo la casa de al lado, era de una tonalidad amarilla caqui, con una ventana inferior, dos superiores, un tejado y un garaje.
-Y esa es la mía.-Peter señalo una casa de color azul hasta la mitad, donde seguramente iniciaría el segundo piso que era de color morado, sin tejado y con un garaje casi idéntico al de Mike.
Stan contemplo las dos casas hasta que oyó una voz a su espalda, de la cual no quería saber nada.
-¡Mojón! ¿Qué hacen aquí tus amigos pendejos?
-¡Cállate Shelley!-le dijo Stan en un acto de valor estúpido.
-¡¿Qué dijiste?!-rugió Shelley más enojada que mujer en menstruación.
-Calambre Shelley…-respondió Stan, tocándose el estómago.
-No me importa si tienes un calambre, apártate de mí.-dicho esto empujó a Stan a la nieve y entro a la nueva casa.
-Bueno… nos vemos mañana Stan.-le dijo Mike una vez lo ayudaron a levantarse.
Dicho esto Mike y Peter salieron hacia sus respectivas casas, pero Nine fue hasta el final de la calle y dio vuelta en la esquina, después Stan lo perdió de vista.
Stan entro en su nueva casa, donde todo se encontraba un poco mejor, decidido a evitar a Shelley se sentó frente a la televisión, junto a su abuelo y vio un poco de la programación disponible. Pasado un cuarto de hora Stan escucho como alguien entraba por la puerta emocionadamente, al ver quien era supuso que no significaba nada bueno, era su padre.
Randy se sentía orgulloso de sí mismo y quería que toda la familia sintiera su orgullo.
-Familia Marsh en el comedor ahora.-anuncio Randy.
Sharon y Shelley bajaron del segundo piso, mientras que Stan y el abuelo se pararon de la sala y se dirigieron al comedor, Stan se sentó al otro lado de su padre, lo odiaba, pero prefería no estar cerca de Shelley.
-Sí, ahora que están todos aquí me gustaría hacer un anuncio muy, muy, muy importante. Mañana iniciare una gira mundial.
-¡¿Qué?!-preguntaron al mismo tiempo Shelley, Stan y Sharon.
-¿Vivirás con mierda e iras vas mudar?-pregunto el abuelo confundiendo las palabras.
-Randy,-comenzó Sharon-Eso ¿En que nos afecta?
-Como sabrán yo soy Lorde…
-¡¿TU ERES LORDE?!-Shelley no se lo podía creer.
-Sí.-respondieron Stan y Sharon al unísono.
Shelley se quedó con la boca abierta, su padre era su mayor ídolo masculino…pero eso también significaba algo importante:
-¡Te tocaste la clítoris en frente de diez mil personas!-reclamo Shelley.
-Oh… vamos Shelley…eso fue en el pasado, ahora me puedo recomponer, mi carrera de cantante apenas comienza.
-¿Te iras de la casa?-pregunto Stan ansioso.
-Durante un tiempo, sí.-respondió Randy-Pero volveré.
-¿Me estas pidiendo que cuide a los niños sola?-pregunto Sharon molesta.
-Solo durante un tiempo Sharon, yo hablare con ellos cuando me necesiten. Pero bueno, les conseguí boletos para el concierto de mañana en Denver, después de eso regresaremos a la casa y al día siguiente nos despediremos, si hay tiempo, y viajare por el mundo…
-Randy… no podre mantener…
-No tengo opción Sharon, todo es culpa de Stan.
-¿Mi culpa?
-Sí,-respondió Randy-si no hubieras gastado veintiséis millones de dólares en un juego Freminum no tendría que hacer esto ¡y si no le hubieras dicho a tus amigos que yo era Lorde no nos hubiéramos mudado!-Randy no estaba para nada contento con su hijo.
-¡Jodete!-grito Stan.
Un silencio se extendió en la mesa, Stan nunca le había faltado respeto a su padre, hasta Shelley miraba preocupada de un lado a otro sin decidir a quien apoyar.
-Sube a tu cuarto Stanley.-declaro Randy-Y tú también Shelley, discutiré esto con su madre.
Stan y Shelley salieron de la cocina y se dirigieron a su cuarto. Una vez dentro Shelley le hablo a Stan:
-La cagaste mojón.
-Lo se…-respondió Stan.
-Usare el baño, tomate unos minutos.
Shelley salió de la habitación, dejando a Stan solo. Stan volvió a sacar su celular, le entro una llamada: ¡Era de Kyle!
-¿Kyle?-contesto Stan.
-¿Stan? ¿Eres tu amigo?
-Kyle tienes que ayudarme, todo aquí es mierda, la escuela, los chicos, incluso mi familia es mierda…
-¿Olvidaste de tomar Wiski?-pregunto Kyle.
-¿Qué?... ¡No!-reclamo Stan-Si tome mi trago de Wiski diario.
-Ah… entonces te paso lo de siempre.
-¿Lo de siempre?
-Todo niño nuevo siempre siente que la caga, que todos lo odian y que su familia va a desaparecer, pero eso es temporal, con el tiempo esos sentimientos se van y ya verás cómo todo mejorara.
-Supongo…-respondió Stan sin sentirse convencido.
-Bueno, te hablaba para avisarte que mañana iríamos a Denver algunos chicos de la escuela, nos veremos en el centro comercial ¿Irías?
-¿Mañana?-Stan ni siquiera se detuvo a pensar la respuesta-¡Sí!
-Muy bien Stan, déjame les aviso a los demás, mañana te hablare para decirte la hora y el punto de encuentro ¿Bien?
-Si.-respondió Stan emocionado- Nos vemos mañana.
-Hasta mañana Stan.-dicho esto Kyle colgó el teléfono.
Stan volvería a ver a sus amigos…y luego pensó un segundo, se sintió como un idiota.
-¿Mañana? Mañana será el concierto de papa, veré a mis amigos en Denver y tendré que ir a la fiesta de Mike ¿En un mismo día? Oh, bravo Stan. Es imposible estar en tres lugares a la vez.
-No lo es.-le respondió su abuelo a otro lado de la puerta que estaba ahora abierta.
-¿Abuelo? ¿Desde hace cuánto estas ahí?
-Billie, se cómo podrás estar en tres lugares a la vez.
-Abuelo, no seas ridículo…
-Sígueme.-le ordeno su abuelo.
Stan no sabía si era por su desesperación, o por qué algo le decía que su abuelo hablaba enserió, pero lo siguió…
Continuara…
