Un recluta llamado Piper Squeak
En la ciudad de Trottingham, dos ponis huían como podían de mí. Una gran decepción, ¡yo quería pelear! Desde que escuché cómo ellos solos habían derrotado a una Osa Mayor, sabía que nadie más que yo podía derrotarlos. Nadie me había derrotado en poco más que dos mil quinientos años. Supongo que ellos lo habrán oído, porque ya llevábamos media hora de persecución. Al final, extendí mis alas y los acorralé en un callejón sin salida. Desenvainé mi espada, y la apunté hacia ellos. Era el final.
─ Este es el final, Black Swordsman. Lightning Flash. Entréguense ahora, o aténganse a las consecuencias.
Los dos me miraron, y ella desenvainó su espada. Un estoque celeste. Él en cambio, se elevó un poco sobre el suelo, y luego desenvainó sus dos espadas, una negra y una azul.
─ No queríamos llegar a esto, Princesa Luna ─ me dijo Black Swordsman. Odio admitirlo, pero se veía realmente genial con su largo abrigo negro ondeando al viento.
─ No queríamos enemistarnos con la Corona, pero no nos deja opción.
Yo sonreí, confiada en que les ganaría. Después de todo, soy una alicornio. Y todo el mundo sabe que un pegaso y una unicornio no hacen a un alicornio. Sería fácil…
Los tres saltamos al combate, y mi espada chocó contra las espadas cruzadas de Black Swordsman. Saltaron chispas. Yo puse todo mi peso sobre las espadas cruzadas, tratando de hacerlo retroceder. Lo hice, pero entonces sentí un corte en mi costado. De reojo vi cómo Lightning Flash se deslizaba con gran agilidad por mi izquierda, y lo siguiente que supe fue que Black Swordsman me hizo un corte en mi pecho.
Solté mi espada, y ellos dos decidieron acabar conmigo en ese mismo momento.
Black Swordsman extendió sus dos espadas, y comenzó a moverlas rítmicamente, una después de la otra a gran velocidad. Y sin mi espada, no había forma de bloquear esa técnica del demonio. Bueno, tampoco hubiera podido hacer nada de tener mi espada.
Sentí corte tras corte, cada vez me debilitaba más, y luego lo escuché gritar:
Pipsqueak saltó emocionado y gritó: ¡START BURST, STREAM!
La Princesa Luna asintió alegremente, y dejó que el pequeño se acurrucara bajo su ala mientras ella retomaba su historia. ─ Y mientras, a mi costado, Lightning Flash preparó su espada, y luego saltó sobre mí haciéndome once cortes consecutivos a gran velocidad. Gritó el nombre de esa horrible técnica, que heredó de su maestra Zekken.
─ ¡MOTHER'S ROSARIO! ─ Gritó alegremente Pipsqueak, haciendo reír a Luna.
─ Sí, esa misma. Desperté en el hospital doce horas después, con Tia muy preocupada mi lado. Me tardé varios minutos en entender qué fue lo que pasó. ¡Fui derrotada!
─ Me imagino que se sorprendió mucho, Princesa Luna ─ dijo el pequeño Pip.
─ Oh sí, hasta ese momento había vencido sin esfuerzo a Shining Armor, al capitán de mi hermana, Master Sword, y a toda la Guardia Real. ¿Cómo alguien era tan fuerte? Pero eso me emocionó, tenía un verdadero rival, ¡y en oferta de dos por uno!
Pip se rio, y la Princesa Luna continuó con su relato.
El problema era que el Espadachín Negro y la Destello Veloz eran mercenarios muy peligrosos. Y tenía que detenerlos antes que fueran empleados por alguien malvado.
Pero no podía derrotarlos, no mientras estuvieran juntos. Por eso decidí seguirlos en secreto, buscar toda la información que podía sobre esos dos y atraparlos por separado cuando bajaran la guardia. Supe muchas cosas sobre esos dos, como que eran marido y mujer, y que venían buscando refugio de las inhóspitas tierras de Aincrad.
He escuchado un sobre Aincrad. Es una tierra increíblemente peligrosa. Llena de monstruos, mucho más aterradores que los monstruos de Equestria. Y horribles lugares llamados 'calabozos' llenos de trampas mortales, y monstruos más horribles que los que están fuera. No era de extrañar por qué ellos dos eran tan buenos con la espada.
Al final seguí a Lightning Flash durante una 'noche de chicas' con sus amigas Silica, Leafa, y Lizbeth. Me disfracé y las seguí al bar al que entraron, y desafié a Lightning.
─ Princesa Luna, ¡cuánto tiempo! ─ Me dijo Lighting Flash. ─ ¿A qué le debo el honor?
─ Sabes qué quiero, Lightining Flash. Vine a capturarte, en nombre de la Corona.
─ En serio que…
─ Prepárate…
Ella desenvainó su espada, y un Mother's Rosario más tarde, volví a despertar en el hospital. Nunca he podido bloquear esa técnica del demonio, Pip. Y no se diga el Starburst Stream.
─ ¿También se enfrentó al Espadachín Negro por separado? ─ Preguntó Pip, admirado.
Luna asintió, y levantó su ala, mostrando una larga cicatriz de color azul claro.
─ Sí, en una 'noche de chicos' con sus amigos Egil y Klein. Terminó tan bien como con Lighting. Tuve que admitir que por mucho que sea la mejor espadachina de toda Equestria, no soy rival los guerreros de Aincrad.
─ Pero ellos son los mejores de todo Aincrad.
─ Y lo aprendí a las malas. ─ se rio la Princesa Luna. ─ Finalmente los derroté a los dos juntos, pero tuve que usar mi magia. No me gusta, yo quería ganar como guerrera; y usar mi magia no tuvo honor. Pero al final era necesario.
Yo apunté mi espada hacia los dos guerreros, que hicieron lo que pudieron por cubrir a su hija con sus cuerpos. Black Swordsman extendió sus alas, y se paró justo frente a la pequeña potrilla unicornio, mientras que Lightning apuntó su espada hacia mí. Yo los aparté de golpe con mi magia, y miré a la niña. Solo tenía seis años. No me gustó lo que veía.
─ ¿Por qué exponen a una niña tan pequeña a este tipo de vida? ¿Qué futuro puede tener viviendo con mercenarios como ustedes?
Black Swordsman me miró a los ojos. ─ Yui no tenía a nadie cuando la encontramos, y nosotros ahora no podemos imaginar la vida sin ella.
─ Si quiere separarla de nuestro lado, adelante alteza. La defenderemos con nuestras vidas ─ me dijo Lighting Flash. ─ Pero Yui se queda con nosotros.
Eso me hizo reflexionar. Les dije a los soldados que nos dejaran, que los arrestaran y que los encerraran en un cuarto a los tres juntos. Pero que antes les quitaran todo su equipo. La presencia de la pequeña lo hizo todo más fácil.
Cuando fui a verlos, no hubo resistencia alguna.
─ Les seré sincera, ─ les dije. ─ Las Leyes Equestrianas jamás los dejarán conservar a su hija. Ni siquiera podrá visitarlos a la prisión, una niña adoptiva sin papeles… y ustedes dos son mercenarios buscados. ¿Qué tanto futuro pueden darle?
─ Hasta ahora nada malo me ha pasado ─ me dijo la pequeña unicornio. ─ Mamá y papá se aseguran que no me falte nada. Y mamá cocina muy bien, es la mejor y papá, él siempre intenta animarme sin importar qué y…
─ Yui, tus padres pueden ser grandiosos. Pero eso no cambia el hecho que rompieron la ley, y que te separarán de ellos.
El Espadachín Negro me miró también. ─ ¿A menos que…?
─ Hasta ahora, mi Guardia Real solo se ha compuesto de soldados que mi hermana me presta. Necesito una Guardia propia. Pero, no me voy a conformar con soldados mediocres como los de ella. Necesito a lo mejor de lo mejor. Y ustedes me lo darán. Y a cambio, responderé por todo lo que han hecho en territorio Equestriano, sino que me aseguraré del bienestar de Yui.
─ ¿Así que…?
─ ¿Qué dicen? ¿Serán mis Capitanes de la Guardia?
─ Por Yui.
─ Por Yui.
─ Y así, mi Guardia se convirtió en la Guardia más poderosa de Equestria ─ dijo Luna. ─ Reclutando al Espadachín Negro, y a la Destello Veloz, obtuve una Guardia fuerte en verdad. Como en los viejos tiempos, solo que mejor.
Pipsqueak sonrió. ─ ¡Princesa Luna, cuando crezca voy a ser parte de su Guardia! Seré un gran soldado.
Luna lo abrazó. ─ Por supuesto, cuando crezcas Pip. Todo será posible cuando crezcas.
─ Entonces prométalo, cuando crezca, seré su soldado.
Luna simplemente le sonrió. ─ Por supuesto Pip, te permitiré que seas mi valiente soldado cuando seas mayor.
─ ¡Y la protegeré!
─ Y me protegerás, Pipsy. Ahora, vete a dormir, ¿de acuerdo? Mañana nos divertiremos aún más.
─ Está bien, Princesa Luna.
El chico se separó de Luna, y se metió entre las sábanas para tener un buen descanso. Ella lo arropó, y salió del cuarto de huéspedes de su castillo, justo a tiempo para hacer su trabajo.
─ Vaya, parece que se la estaban pasando muy bien, Luna ─ la felicitó Celestia.
─ Mmh, me alegro que sus padres le hayan permitido pasar aquí el fin de semana. Me encanta su compañía.
─ Sin mencionar que sus cartas siempre te alegran el día ─ dijo Celestia.
─ Y eso también, me gusta mucho saber de él cada semana.
─ Y yo me alegro por ambos ─ dijo Celestia. ─ Me alegra tanto que te estés acercando a nuestros pequeños ponis también. Y que tengas un lindo amigo especial con quien escribirte.
─ Y a mí. El niño crecerá y tal vez dejemos de ser tan amigos. Pero siempre atesoraré estos momentos ─ aseguró Luna, sonriendo. ─ Ahora, si me disculpas, tengo trabajo que hacer. Buenas noches, Tia.
─ Buenas noches, Luna.
Once años después:
La Princesa Luna estaba en el campo de entrenamiento de sus soldados, lista para seleccionar a los nuevos reclutas que soñaban con ser parte de la temible Guardia Lunar. A todas luces, la más temible de toda Equestria. Desde su fundación, luego de la liberación de Luna, se había destacado como la mejor de las mejores. Derrotando a las Guardias de Cristal y la Guardia del Sol cada vez que se enfrentaban en competencias oficiales. Las únicas que habían logrado derrotar alguna vez a la Guardia Luna fueron las miembros de la Guardia de la Amistad, pero porque engañaron a Black y a Lighting. Una vergüenza que los acompañaría por un largo tiempo.
Pero, por lo mismo, solo aceptaban a lo mejor de la mejor.
A su lado se sentaron el Espadachín Negro y la Destello Veloz, quienes con el pasar de los años, seguían siendo los guerreros más fuertes de toda Equestria, y los fieles soldados de la Princesa Luna.
─ Entonces, ¿a cuántos tenemos hoy?
─ Unos veinticinco más o menos ─ dijo Black Swordsman. ─ Ojalá pasen todos, pero…
─ Sí, no todos tienen lo que se requiere para ser guerreros de la Guardia Lunar ─ dijo la Princesa Luna. ─ Terminemos con esto lo más pronto posible.
Lightning Flash estuvo de acuerdo. ─ ¡Soldados, un paso al frente!
Tres miembros de la Guardia Lunar se adelantaron. Un poni terrestre y dos pegasos.
Los tres desenvainaron sus espadas y se prepararon para luchar.
Entonces Black Swordsman llamó por orden de lista:
─ ¡Aspirante Silver Wing!
Una pegaso color gris perla, con melena gris piedra se adelantó, sacando su espada.
Sin previo aviso, los soldados se lanzaron sobre ella, que se defendió como pudo, pero estos blandieron sus cuatro espadas y antes que pudiera hacer un movimiento, la acabaron en tres segundos.
─ Decepcionante ─ dijo Lightning Flash.
─ Mucho ─ dijo Black Swordsman. ─ Pero no será diferente a los otros años.
─ Hemos tenido sorpresas ─ objetó Luna.
Las peleas siguieron. Alguno que otro se las arreglaba para lanzar un golpe o dos a los soldados de Luna, y cuando esto sucedía, los tres sonreían ante la expectativa de un posible compañero.
Un joven terrestre, llamado Cold Fusion (pelaje azul cobalto, y el cabello blanco), logró abatir a uno; y de inmediato supieron que él sería elegido.
Lo mismo se aplicaba a una pegaso de color vino tinto y melena azul marino, de nombre Quick Storm. También logró tumbar a otro soldado, y la seleccionaron de inmediato.
─ Por cierto, Princesa ─ dijo en cierto punto Lighting Flash. ─ ¿Qué no su amiguito no se encuentra en Canterlot? Creía que estaría aquí con nosotros.
Luna se rio, era cierto.
Desde que se conocieron durante esa Noche de Nightmare, el pequeño Pip y Luna eran muy cercano, y no era infrecuente que ella lo llevara constantemente a eventos especiales como su acompañante. Presentaciones y entrenamientos exclusivos de los Shadow Bolts, los juegos militares, Galas del Galope (eso más recientemente), y por supuesto, cada Noche de Nightmare.
Cinco años atrás el pequeño Pipsy llegó a acompañarla a la selección de los nuevos reclutas de la Guardia Lunar. Estaba muy emocionado, y quería volver. Desgraciadamente, nunca tuvo tiempo de unírseles otra vez.
─ Bueno, él hubiera querido. Pero me dijo que le era imposible ya que solo está en Canterlot porque es la época de las pruebas universitarias. Y la que le toca precisamente es a esta hora.
─ ¿La universidad? ─ Preguntó Lighning. ─ ¿Pero que no que quería convertirse en soldado? Uno de los nuestros para ser precisos.
Luna soltó un suspiro. ─ ¿Qué puedo decir? Locuras de la niñez. Me alegra mucho que haya elegido un camino más adecuado para él en lugar de un soldado.
Black Swordsman asintió, y estuvo a punto de llamar al siguiente aspirante, cuando soltó una risita.
─ ¿Black? ─ Preguntó la Princesa.
─ Algo me dice que son algo más que locuras de la niñez.
─ ¿A qué se refiere? ─ Preguntó Luna, inquieta.
Lighting Flash contestó a su pregunta cuando llamó: ¡Aspirante Piper Squeak!
Luna casi se cae de su silla, pero Black Swordsman la sostuvo a tiempo.
Con el paso de los años, Pipsqueak seguía siendo un poco bajo, pero eso lo compensaba con una bien marcada musculatura, obtenida debido a tanto trabajar en la lechería de su familia, batiendo mantequilla y preparando el queso. Pero también en su trabajo extra en el gimnasio, y las lecciones de lucha complementarias que recibía de la Guardia de la Amistad.
El joven Pip entró a la arena, mostrándose nervioso, evitando la mirada de la Princesa Luna. En su lugar, se concentró en los tres soldados que tenía frente a él.
─ ¿Alguna vez has recibido entrenamiento de combate, niño?
En lugar de responder, Pip arrojó un puñado de tierra a los ojos del poni terrestre, que se soltó un quejido, y antes que pudiera decir algo, fue tomado del cogote por Pipsqueak, para usarlo de escudo viviente contra la embestida doble de los pegasos. Bloqueó a uno con el poni, y al otro lo confrontó con su espada (una de prácticas, ofrecida a los reclutas).
Pudo resistir bien el primer golpe, pero la velocidad del pegaso era demasiado para el joven Pip. No podía bloquear ninguno de sus brutales ataques.
Recibió varios cortes, pero no por eso se desanimó. Sabiendo que los otros dos se recuperarían dentro de nada, y decidió olvidar la defensa y atacar directamente, embistiendo al poni con toda su corpulencia.
El peso de Pip logró derribar al pegaso, y el chico aprovechó para aplastar su cabeza contra el suelo unas tres veces, suficiente para dejarlo inconsciente. Justo en ese momento que los otros dos se recuperaron y lanzaron un ataque doble a su espalda.
Pip apretó los dientes, y preparó su espada para un contraataque, cuando una flecha aérea se clavó en su espalda.
Pip cayó, ya no podía más.
Luna miró hacia las vigas del techo.
─ ¡SINON! ─ Regañó. ─ ¡ESO FUE INNECESARIO!
Desde las sombras, la unicornio conocida como la Francotiradora de Hielo se encogió de hombros, y acarició su ballesta modificada, Hecate.
Luna murmuró una
El Espadachín Negro tomó nota. ─ Bien, está dentro.
Luna miró amenazante a su capitán. ─ No estarás hablando en serio.
─ Derribó a uno ─ dijo Lightning. ─ Y aguantó un buen rato.
Luna no podía creerlo.
─ Pipsy… ¿en qué estabas pensando?
─ Lightning y yo nos encargamos del resto, llévelo a la enfermería si quiere; y pregúntele en persona ─ sugirió Black Swordsman.
Luna asintió, agradecida.
─ ¡Se los encargo!
Tomó a Pip con su magia y lo puso sobre su lomo.
Los encargados de llevar a los caídos a la enfermería se acercaron con una camilla, pero Luna los rechazó con un ademán. ─ De él me encargo yo.
Cuando Pip se despertó, se encontraba en una cama de hospital, con vendas cubriendo sus cascos frontales, y otro en su costado. Le dolía todo.
─ Eso va a dejar cicatriz ─ dijo a nadie en particular.
─ Oh, ya lo creo que sí ─ dijo Luna, parada frente a su cama. ─ ¿Se puede saber en qué demonios estabas pensando?
Pip trató de incorporarse en su cama, pero Luna lo forzó a permanecer acostado con su magia.
─ ¡No te levantes y respóndeme!
Pip rodó los ojos, fastidiado. ─ Por favor, vamos Luna, ¿desde cuándo nos conocemos? Sabes muy bien que el sueño de mi vida es entrar a la Guardia Lunar. Y ahora que ya soy mayor de edad, decidí hacer la prueba. ¿Pasé?
Luna se armó de paciencia. ─ No es el hecho si pasaste o no, que sí pasaste. Sino que, Pipsqueak, la Guardia Lunar no es ninguna broma.
─ Yo sé. Sus capitanes destrozaron a una Ursa sin ayuda de nadie, ¿no es eso genial?
─ Pip, ─ dijo Luna, tú eres mi amigo especial. Siempre lo serás. Pero tienes que entender que es muy diferente ser mi amigo, a ser mi soldado. Si te unes a mi guardia, las cosas no serán como las imaginas.
─ Con todo respeto, ¿qué edad crees que tengo, Luna? ─ Preguntó Pipsqueak con obvio fastidio en su voz. ─ Soy un adulto responsable de mí mismo, y sí, estoy siguiendo mi sueño de la infancia y tengo una buena idea de lo que eso significa. Incluyendo el que no seré tan cercano con mi mejor amiga. Pero el precio lo vale.
Luna hizo una mueca. ─ Eso duele, Pip.
─ No me refiero a eso, Luna. Sé que no podré escribirte tanto a partir de hoy. Además siempre he querido ser un soldado, un soldado de la Guardia más poderosa de Equestria. Y sí, servir a mi mejor amiga, no como consuelo, sino como un efectivo a su servicio. ¿Qué tiene de malo eso?
Luna suspiró.
─ No sabes a lo que te estás metiendo, Pipsqueak.
─ Tal vez no. Pero, estoy en la edad de cometer errores. Si esto es un error, pues al menos viviré el sueño de mi vida por unos días.
Luna suspiró, pero al final le sonrió a Pip.
─ Ah, bien. Igual son dos votos contra uno el dejarte entrar a la Guardia.
Pip sonrió. ─ Sabía que tantas horas de entrenamiento darían sus frutos.
─ Sí, ¿quién te enseñó a pelear así?
─ La capitana Derpy Hooves de la Guardia de la Amistad. Ella me enseñó a interceptar pegasos en el aire.
─ Ah sí, los soldados de Twilight Sparkle… ex-miembros del Servicio Secreto de mi hermana ─ dijo Luna pensativa. ─ ¿Te han entrenado en algo más que combate? ¿Algo más de espías?
─ Bueno, no hay cerradura ni caja fuerte que se me resista ─ dijo Pip, recordando sus horas entrenando con Octavia Melody. Se rio. ─ Y solo eso, ¿por?
─ Siempre y cuando no te pongas a saquear las cajas fuertes del castillo, bienvenido, recluta Squeak.
─ Será un honor servirla, Princesa Luna.
Y de nuevo trataré de trabajar con esta historia. Una en donde trabajaré el romance Luna x Pip, algo que he querido hacer desde que leí la historia de Mond Dunkel, 'Amor Eclipsado'.
Pero desde el universo de 'Caos la Era de Spike'. De momento, la única referencia al mismo son las constantes referencias a SAO pero pronto añadiré más elementos del universo caos. (Y sí, también de SAO, mucho más de SAO, XD). Espero les haya gustado, y:
Chao; nos leemos!
