*¡Navidad!, navidad!, fic de navidad!*
Jo, Jo, jo, Jhola! como pueden leer, vengo con un fic cargado de nieve, guirnaldas, y espíritu navideño! yei!.
Este fic participa del reto: "cuentos navideños del Sengoku", del foro "¡siéntate!"
Será una historia en drabbles, así que no pienso demorarme mucho actualizando.. o por lo menos esa es la idea.
En fin, los dejo leer. ¡espero que disfruten este pequeño y randomico drabble.! ;)
Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi, no he logrado que me los regale para navidad (?)
¡Mi hermano es Santa! (fanfic en drabbles)
Historia en drabbles
1 - el árbol de navidad [la raíz del problema]
Era una típica noche fría de Diciembre en el Sengoku. un viento jélido soplaba, los copos de nieve caían, y afuera de una de las cabañas, se encontraban: un joven vestido con un aori rojo que ataba una mochila a la cola de lo que parecía ser un gato con unas ramas colocadas graciosamente sobre su cabeza, o un reno exageradamente peludo, un dragón de dos cabezas quien también tenía ramas sobre ambas, y una especie de duende deforme, más parecido a un sapo, con cara de pocos amigos.
-Bestia inútil, recuérdame una vez más por qué demonios estoy aquí conjelandome en el frío y lo que es más umillante, ayudándote!- gruñó Jaken mientras intentaba enrroscar la tira de otra mochila a la cola de ah_un.
-Porque si no me ayudas a arreglar este desastre, Rin seguirá llorando, y el invecil de Sesshomaru se desquitará contigo, y no quieres eso verdad?- dijo Inuyasha obviamente chantajeando al intento de duende.
Jaken no hizo más que gruñir, pero siguió con el plan.
Cada uno se subió a su respectivo reno, y repasaron una vez más el plan, y la ruta que seguirían.
La fase 1: salir de la cabaña y conseguir la mochila en la que Kagome escondía los regalos, estaba completa. Ahora solo tenían que recorrer la aldea dejando unas cuantas de esas cosas extrañas de la época de la sacerdotisa por aquí y por allá, y podrían volver a dormir.
-Kagome, niña tonta, todo esto es tu culpa- Refunfuñó por lo bajo antes de indicarle a Kirara el camino a tomar.
Y ustedes se preguntarán ¿qué hizo ese perro tan tierno y tan torpe esta vez? Y ¿Cómo terminó suplantando a santa?.
Bueno, lo dicho por el medio demonio, Kagome y su espíritu navideño tenían la culpa de todo!, no, no era que él se hubiera emosionado de más y al enterarse de quien era en realidad santa closs se hubiera enfurecido. No, nada de eso!. Tampoco era que no aguantara ni medio minuto más la idea de la cena familiar y todas las cursilerías que se le ocurrían a su querida sacerdotisa del futuro, o que tener a Sesshomaru a más de 10 KM de distancia lo hubiera puesto de mal humor. Él era Inuyasha, por lo tanto no necesitaba razón para meter la pata.
Y como era Inuyasha, tampoco podía evitar intentar arreglar los líos en los que se metía.
Todo el problema comenzó hacía exactamente una semana. Cuando Kagome volvió después de pasar unos días en su época.
*flashback* : una semana antes, (17 de Diciembre) frente al poso.
Kagome caminaba muy sonriente rumbo a la aldea, llevaba una caja gigante llena de cosas que seguro sorprenderían a sus amigos. Se preguntaba si ellos habrían visto alguna vez un árbol de navidad , cuando un alegre Shippo saltó sobre su espalda: -Kagome! ¡volviste.! Gritó felíz el pequeño Kitsune
-Y que es esa caja enorme que vienes arrastrando?- preguntó con curiosidad.
-oh, esto, ya lo verás cuando lleguemos a la aldea. Es algo que traje para adornar la cabaña. Seguro te gustará.- le respondió ella con una sonrisa
¿y donde están los de más?.
-¡Inuyasha! Perro tonto! Ven a ayudar a Kagome! No ves que trae una caja muy pesada!- reclamó Shippo al pasar frente al árbol donde el anyou dormía felizmente.
Éste bajó y ni bien vio a Kagome comenzó a protestar, como era su costumbre.
-Por fin apareces, tonta! Pensé que tendría que ir a buscarte y recordarte que nos falta reunir muchos fragmentos aún, y que Naraku nos lleva ventaja!- le reclamó él a la muchacha de cabellos azabache.
-Inuyasha, tú siempre de tan buen humor, y tan educado.- respondió calmada pero con un leve toque de sarcasmo. En otras sircunstancias lo hubiera mandado de cara al piso por recibirla de esa forma, Pero venía de tan buen ánimo que no habría persona en la Tierra que se lo pudiera quitar. Así que se limitó a sonreírle y seguir caminando. El anyou se extrañó pero vio la enorme caja y la curiosidad pudo más.
-¿y esa cosa? ¿Qué se supone que es?-.
-se los diré cuando lleguemos- dijo Kagome apurando el paso.
Cuando por fin estuvieron todos en la aldea Kagome se decidió a mostrarles que contenía la caja que seguía en un rincón atrallendo la atención de todos.
Justo después de que Sango preguntara. –Kagome, ¿Qué es esa caja tan grande, ¿Qué contiene?-.
-ah, esto, bien, solo miren.- respondió la sacerdotisa entuciasmada mientras abría la caja y desembolvía su contenido.
Al terminar de sacar el árbol y dejarlo en el piso, los ojos de todos se posaron en éste.
-Eso es un árbol miniatura?.- cuestionó Miroku asombrado.
-y esas bolas de colores, ¿se comen?.- quiso saber esta vez Shippo mientras Kagome sacaba los adornos.
-no, no son para comer. Y el árbol. Bueno, podría decirse que es Algo así como un árbol miniatura. es un árbol de navidad.
-¿un árbol de qué?! Exclamaron todos al unísono.
Kagome suspiró e hizo un facepalm. claro, como iban a saber, 500 años en el pasado, lo que era un árbol de navidad.
Así que comenzó a explicar...
*nota de la autora*
Buff, ¡como me cuestan los finales! :C bueno, en el próximo veremos las consecuencias de esa explicación, que seguramente le debe de haber llevado un buen rato.
Gracias por leer, gente. prometo que el próximo será un poco menos detallado, no los va a dormir!.
pd: Nunca pensé que me fuera a animar a escribir drabbles, pero, acá estoy :3 y les tengo que decir que son todo un reto.
pd 2: Como dije arriba, este fic participa del Concurso navideño del foro "¡siéntate!" así que pasense por allí y vean que otras cosas locas y divertidas se pueden encontrar.
Besos con olor a turrón para todos!
nos leemos en el próximo Drabble.
