Hola! Esta es la primera historia que publico en primera persona... la verdad, creo que no lo volveré a hacer, no se me da tan bien como en tercera persona, aún así espero que les agrade.

POV TEMARI:

Es poco más de medio día y no puedo esperar a llegar a las puertas de Konoha. De cierta forma una de las razones por las que me agrada llegar es la calidez con la que soy recibida; en Sunna seguimos un régimen estricto de revisión de ingreso lo que, debemos reconocer, asusta a los invitados y hasta los puede llegar a hacer sentir incómodos, ya me lo había contado Él.

Aquí es diferente, vengo con tanta frecuencia que ya reconozco tres turnos de guardias de las puertas, y desde aquí puedo ver a mi par preferido.

-Buenas tardes Izumo, Kotetsu – les digo con una sonrisa.

-Buenos días señorita Temari, que placer verla aquí, la esperábamos. – dijo Izumo

-Gracias… y hablando de esperar, ¿dónde está el vago de Shikamaru? – La verdad es que desde hacía años ya no era necesario un acompañante ya que casi conocía del todo la aldea, pero había dos razones para ello, en primer lugar, por formalismos porque soy considerada como invitada de alta relevancia política y en segundo lugar, porque me encanta molestar a ese chico.

-Bueno…. Shikamaru no vino, no sabemos por qué, también se nos hizo extraño – Dijo Kotetsu saliendo detrás del mesón – La misma Tsunade me encargó de llevarla con ella.

- Bueno, en tal caso, la compañía será buena.

Caminamos en silencio, generalmente no me molestaba permanecer callada, pero debía reconocer que no era lo mismo, especialmente porque cuando miraba de reojo, notaba que mi acompañante intentaba sacar temas de conversación intentado ser agradable, ya me había preguntado por el clima de Konoha, luego, tras otro silencio me preguntó por el clima de Sunna y después de otro silencio, quiso saber cómo percibía el clima de otras aldeas… el clima al parecer era un tema muy interesante.

- Y… ¿planeas prolongar tu estadía?

- Pues solo lo suficiente, por el viaje tengo derecho a tomarme algunos días libres y debo resolver algunos en la embajada, así que podría quedarme una semana.

- ¿Solo una semana? Hemos notado que suele tomar más tiempo – Lo miré extrañada.

- Bueno, eso depende de… no sé, de las novedades, a veces las cosas no están a tiempo.

- Ya veo, es que no debe ser fácil trabajar con Shikamaru, se sabe que es muy vago y quizá por eso se retrasa tu partida. – sonreí y no pude evitar mirar a las nubes sin ser consiente de eso.

- Si, por culpa del vago se suele extender mi permanencia.

- Si, me han dicho que incluso les toca trabajar en las noches, debe ser agotador – ¿en las noches? Sentí que se me congelaba la sangre y lo miré de nuevo.

- ¿Quien "ha dicho"?

- Pues los que tienen que quedarse a hacer guardia en el palacio, a veces se alegran porque significa que pueden ir a jugar cartas o a tomar café a sabiendas de que no va a estar totalmente descuidado. – dijo mientras entrabamos al palacio.

- Mm, ya veo, igualmente no deberían jugar cartas, están trabajando.

- Es un hobbie supongo.

- Si… claro – respondí incrédula.

- Bueno señorita Temari, hemos llegado – dijo él

- Muchas gracias por acompañarme – respondí tocando la puerta mientras me despedía.

- Ha sido un placer. – dijo haciendo una inclinación,

- Ah, por cierto, si ves a Shikamaru por favor dile que lo necesito para pedirle un favor.

- Claro que si, le diré que está aquí y que venga.

- Gracias, adiós.

- Adiós. –dijo antes de irse.

- Pase – respondió Tsunade desde el escritorio, así que obediente ingresé.

El día había sido peor de lo que me esperaba, la Quinta me puso a trabajar inmediatamente en cosas de papeleo sin notar que mi usual compañero no estaba, maldito vago. Ciertamente, sé que pudo avanzar más rápido sola, pero la verdad es que era más desordenada de lo normal y no era tan agradable. Cuando le pregunté a la Hokage por mi compañero, no le dio importancia, así que solo acerté a decirle que si lo veía le dijera que lo necesitaba por un favor… aunque la verdad no creo que me haya puesto cuidado. Al acabar temprano, pude salir a caminar, el día aun iluminaba así que decidí ir a comer dangos, el problema era que no recordaba bien el camino. Si, había venido muchas veces, pero siempre estaba conversando así que no ponía realmente cuidado hacia donde él me llevaba. En ese momento intenté concentrarme, ¿era por la izquierda? ¿O por la derecha?, Lamentablemente mi concentración se vio interrumpida por un grito estridente.

- Hola Temari! – Me sorprendí con la voz y giré para ver quien era.

- Hola Ino.

- ¿Que haces por aquí? – dijo sonriente.

- Bueno, buscaba un puesto de Dangos.

- Humm, seguro al que Shikamaru te lleva siempre, ¿no? ¿Si sabes que hay uno cerca a la torre del Hokage? No tienes que ir tan lejos.

- Si, lo sé, pero me gustan más esos. ¿Sabes donde es? – Ino sonrió con suficiencia.

- Claro, me quedan de paso a la casa de la frentona.

Caminamos en silencio, pero casi podía verla mirándome. Con alguna pregunta en su garganta.

- Y… ¿por qué no está shikamaru contigo? – me dijo

- La verdad no sé, nadie lo ha visto, pensé que tu sabrías algo.

- ¿yo?, no, nada que ver, seguro está en una misión, o con su Shikaku san.

- Mmm, ya veo…

- ¿Qué? Lo extrañas? –sentí como se me subían los colores, esperando no sonrojarme.

- Para nada, terminé de trabajar temprano, lo único que quiero es comer dangos, de resto no me sirve para nada más.

- Oye, por cierto, ¿no se supone que tienes que tener un guía? ¿Si él no está quien es?

- Supongo que Kotetsu, pero no lo vi al salir.

- Bueno, al parecer no es tan eficiente como Shikamaru. – dijo pícara.

- Da igual, ya no me pierdo aquí.

- Eso no me lo pareció hace un momento. – dijo incrédula.

- Solo estaba confundida, pero ya sé donde estoy, ahora giramos a la izquierda y llegaremos. – Y dicho y hecho, giramos y ahí estábamos.

- Bueno, un placer acompañarte Temari, pero tenía planes y voy a llegar tarde.

- No te preocupes, se llegar desde aquí a mi hotel.

- Genial, entonces me voy. Cuídate

- Claro... Ino, espera. – La rubia se giró.

- ¿Si? Dime… - me sonrió.

- Por favor, si ves a Shikamaru le dices que necesito que me haga un favor.

- ¿Ah si? ¿Y que favor? - Me preguntó interesada.

- No te preocupes, le diré cuando lo vea. – Le respondí precavida, no quería que indagara de más.

- Tranquila, yo puedo decirle y le será más fácil - Insistió

- No, gracias Ino, pero yo me encargo, solo dile que necesito un favor. – Dije cortante esperando que se fuera.

- jum, de acuerdo, adiós Temari. – me dijo no muy convencida.

Mi tarde no fue mejor. Compré mis dangos pero ciertamente no sabían tan bien como siempre, después me encontré con Kiba y Shino, después con Choji, y luego con Rock lee. Nadie sabía nada del vago y solo él podía hacerme este estúpido favor.

Resignada fui a mi hotel y descargué mis cosas, si el vago no aparecía pues como mujer independiente resolvería mis problemas yo sola. El día había sido largo así que decidí tomar una ducha relajante, el agua fría relajó mis músculos pero no lo suficiente… mierda.