ENTRE INVENTOS Y PASTELES
CAPITULO 1
Eran las 10 de la mañana en Chicago cuando entraba al corporativo Andrew, quería invitar a mi flamante esposo a desayunar, bueno la verdad era que quería hablar con el respecto al nuevo invento de mi alocado amigo, y ahora sobrino Stear, digo no me malinterpreten, no es que no le tenga confianza a Stear, pero después de aquel accidente, donde me había regalado muy emocionado una extraña olla tipo exprés, que según él tenía funciones adicionales, decidí estrenarla, claro no voy a mentir, tenía cierto temor al usarla, pero yo como su amiga, tenía que demostrarle mi absoluta confianza, así que le di las gracias y la utilice, pero oh sorpresa, sucedió lo de siempre, el bendito invento fallo, y yo casi termino con el corazón en la mano, a los pocos minutos la olla exploto y la cocina quedo hecha un verdadero desastre, la tapa había salido volando hacia la ventana, y había hecho trizas los cristales, la comida estaba regada por todos lados, desde el techo hasta el piso, ¿y ahora Albert pretendía financiarle un invento para hacer pasteles? Esto en verdad era una locura, definitivamente tenia que hablar muy seriamente con mi esposo, en cuanto llegue a la oficina, me plante frente a Susy la secretaría de Albert, y con la mejor de mis sonrisas le dije –
- No me anuncies por favor Susy, quiero darle la sorpresa a mi esposo
- Claro, como usted guste señora Andrew.
Albert al verme, me abrazo cariñoso, y después de darme un muy apasionado beso me dijo –
- ¡Mi amor! que agradable sorpresa, ¿a que debo el honor de tú visita?
- Bueno, hoy descanse y la verdad estaba algo aburrida en casa, así que decidí venir a invitarte a desayunar, y así aprovechar para platicar algunas cosas contigo
- ¿Es grave?
- No, pero creo que es necesario que platiquemos, es sobre el nuevo invento de Stear
- Aja, bueno déjame firmar algunos documentos, y entregárselos a George para que les de seguimiento, enseguida nos vamos
- Ok, te espero.
Albert le entrego los documentos que faltaban a George, luego se dirigió a mí con esa sonrisa encantadora que hacía que las piernas me temblaran, luego con voz seductora me pregunto -
- ¿A donde quiere ir a desayunar mi bella esposa?
- Pues a donde tú quieras cariño
- ¿Qué te parece si vamos a Ralph Lauren?
- Me gusta la idea
- Pues vamos - dijo Albert tomándome del talle para enseguida salir del corporativo.
Nos dirigimos a ese elegante lugar, y en cuanto llegamos, nos dieron una de las mejores mesas, éramos bien conocidos en el restaurante, ya que Albert ahí me había pedido matrimonio, fue algo muy romántico, jamás olvidare ese hermoso día, porque después de que salimos de ahí, nos fuimos a festejar a nuestro nidito de amor, el apartamento magnolia, y debo confesar que de vez en cuando nos dábamos nuestras escapadas a ese lugar que era tan significativo para nosotros, de pronto sentí la mirada de Albert sobre mí y me pregunto –
- ¿Estás bien?
- Sí, solo recordaba el día que me pediste que fuera tu esposa
- Fue algo inolvidable ¿no crees?
- Si, luego fingiste que se te habían pasado un poco las copas, y me dijiste que querías llegar a descansar al apartamento
- Y ahí te ame por primera vez, fuiste mía en cuerpo y alma
- Eso fue porque me sedujiste
- Bueno, tu no resististe mucho que digamos
- Porque eres simplemente irresistible.
Sin importarme que los demás comensales nos observaran, roce mis labios con los de mi esposo, apenas y sentí la punta de su lengua sobre la mía, cuando escuchamos un leve carraspeo a nuestras espaldas, obviamente se acabo la magia, era el mesero quien nos observaba algo apenado y pregunto –
- ¿Gustan ordenar algo?
Sonreí para mis adentros, porque la verdad en esos momentos me apetecía deleitarme con el sabor de mi esposo, mis deseos más obscuros con aquel simple beso comenzaron a salir a flote, al parecer Albert pensaba algo similar, porque me sonrió de una manera… que hizo que mis entrañas se contrajeran de deseo, pero ¡diantres! Estábamos en un lugar público y nos teníamos que comportar, así que por lo menos en ese momento, solo nos quedaba deleitarnos con un desayuno ligero, y un poco de café.
Mientras desayunábamos, tome la mano de Albert y le pregunte -
- Mi amor, ¿por qué vas a financiar el nuevo invento de Stear?
- Ah ¿te refieres al Instant Cake Beater?
- Veo que ya hasta nombre le tienen, en fin, ¿crees que sea una buena idea?
- Candy, se lo que debes estar pensando, pero por favor, ten fe en este nuevo invento, seguro que va a ser todo un éxito
- Si quisiera Albert, es solo que a ti se te hace fácil pedirme esto porque a ti no te exploto la dichosa olla que me regalo hace poco, sabes perfectamente que me lleve un tremendo susto
- Bueno, pero no te paso nada, además le di una buena regañada, recuerda que uno siempre aprende de los errores
- Pues si, pero... ¿tú sabías que le quiere vender su dichoso invento a la prestigiosa repostera Patricia O' Bryan?
- Mmm, pues si
- ¿Si? ¿y lo dices con esa tranquilidad? Albert, ¿te das cuenta que si el invento de Stear falla, esa señorita lo puede demandar?
- Tranquilízate Candy, todo saldrá bien, tienes que tener confianza en Stear, además…
- ¿Además qué?
- Tú tendrás el privilegio de utilizarla primero
- ¿Qué que?
- Lo que escuchaste Candy, ¿Qué te parece la idea?
- Me parece que esta vez no podrán contar conmigo para sus locuras – respondió Candy determinante
- Pero Candy, por favor…
- Lo siento mucho mi amor, pero esta vez no cuenten conmigo, los inventos de Stear cada vez son mas peligrosos, Albert, por favor date cuenta, yo honestamente ya me canse de ser su conejillo de indias
- Vamos Candy, no lo tomes de esa manera, creo que estas exagerando
- ¿En verdad piensas que estoy exagerando? no puedo creer lo que me acabas de decir Albert, a ver dime, ¿cómo se supone que debo de tomarlo?
- Pues no lo sé, tal vez deberías… ¿sentirte halagada?
- Oh si, no sabes lo halagada que me sentí cuando invento ese dichoso paracaídas en forma de dulce y se rompió y quede atorada en un árbol, y no sabes lo maravilloso que sentí cuando la comida salió volando por toda la cocina de esa extraña olla que me regalo
- Bueno Candy, esta vez le ayudaran algunos ingenieros, claro que el estará a cargo de todo puesto que es su invento, esa fue una de las condiciones que yo le puse para poder financiar su proyecto
- ¿Y crees que eso es suficiente para que estemos tranquilos?
- Candy, por favor cuando el era un adolescente tú eras la primera en apoyarlo, ¿porque ese cambio?
- Porque cuando tenía 15 años, sus inventos no eran tan peligrosos como ahora que tiene 19
- Mi amor, recuerda que desde que la tía Elroy falleció y nosotros quedamos a cargo de los chicos, Stear es el que mas la resintió y se refugio mas en sus inventos, ya vez que tanto Archie como Anthony ya tienen novia, pero Stear no se muestra interesado en ninguna chica
- Lo sé mi amor, esta bien, ya sabes que yo siempre voy a apoyar a mis chicos y eso te incluye por su puesto a ti mi amor
- Sabía que nos apoyarías Candy
- ¿Aún falta mucho para que lo terminen?
- Creo que solo falta afinar algunos pequeños detalles.
- El rostro de Candy se quedo pensativo y Albert pregunto –
- ¿Pasa algo Candy?
- Es que esos pequeños detalles son precisamente los que me preocupan
- Candy, por favor no te preocupes ¿que te parece si mejor visitamos a Stear en su taller?
- ¿Cuándo?
- Pues ahora mismo, ¿para qué esperar más?
- Mmm pues...
- Anda Candy vamos, veras que quedaras maravillada al ver su invento, y si quieres de ahí no damos una escapadita a nuestro nidito de amor, ¿te parece la idea?
- Tienes una manera de convencerme que no puedo negarme, vamos.
Cuando salimos del restaurante, nos dirigimos al taller que Albert le había mandado construir a Stear, todo era un completo caos, Stear no se veía por ningún lado, solo había una enorme como batidora, pero de Stear ni sus luces, la verdad es que sentí bastante curiosidad al ver aquel enorme aparato y decidí asomarme, en eso me pareció ver unas largas piernas, así que me acerque más, y vi que Stear salía de ahí mientras decía -
- ¡Hola Candy! Hola tío, que bueno que vinieron
- Hola Stear, supongo que este es tu nuevo invento ¿verdad? – dije un tanto asombrada
- Se llama Instant Cake Beater - dijo orgulloso Stear
- Pues… se ve bastante interesante Stear, ¿qué es lo que lo diferencia de los demás batidores gigantes? - interrogué interesada
- Pues al tío Albert ya mas o menos le había explicado las funciones que tendría, vengan tomen asiento por favor.
Vi que Stear quitaba todo tipo de herramientas extrañas de las sillas, para que Albert y yo nos sentáramos, en cuanto lo hicimos, Stear muy emocionado comenzó con su explicación.
- Primeramente el Instant Cake Beater, no es un simple batidor, no señor es una maquina revolucionaria, es batidora, horno, y cortadora al mismo tiempo
- No entiendo Stear - mencione
- Bueno mi querida Candy, lo que pasa es que mientras tú bates una sola masa a la vez para hacer quizá un solo tipo de pastel, en el Instant Cake Beater, puedes batir también masas más ligeras, como para hacer un pastel de hojaldre, la mayoría sabemos que la masa de un pastel de chocolate es totalmente distinta a la de hojaldre ¿cierto?
- Pues sí, eso creo Stear, pero yo creo que eso se soluciona con otro batidor ¿no crees?
- A eso precisamente quería yo llegar, ¿para que utilizar varios tipos de batidores si puedes tener uno que haga distintas funciones?
- No comprendo a que te refieres cuando mencionas que puede hacer distintas funciones
- Mira Candy, mi invento no solamente es un batidor gigante, eso cualquiera lo puede hacer, el mío es mucho más que eso, porque aparte de ser un batidor donde como podrás darte cuenta, tiene 4 separaciones, donde se pueden batir diferentes tipos de masa y sabores al mismo tiempo, también cuenta con un horno por la parte de atrás mira, si te das cuenta por fuera no parece ser muy grande pero sin embargo si lo es, porque puedes hornear 5 pasteles a la vez, y también cuenta con un cortador para que en cuanto los panes estén listos, que esto lo hace en media hora, pasan por esta banda y los corta en rebanadas exactamente iguales, ¿que tal eh?
La verdad era que mientras Stear me hablaba emocionado de su genial invento, yo sentía como si mis ojos se fueran a salir de sus orbitas, eso sonaba increíblemente peligroso, y tanto Stear como Albert se veían ¡tremendamente emocionados! de verdad que no quería ser aguafiestas, pero no podía evitar tener miedo, finalmente pregunte lo más tranquila que pude –
- ¿Quieres decir que esa cosa también es un horno y una cortadora para pan?
- Si Candy, ¿no te parece maravilloso?
- Stear, ¿no se te hace que la maquina pueda llegar a sobre calentarse?
- Desde luego que no, por eso mismo es un invento revolucionario, estoy seguro que esa señorita Patty quedara impresionada, y no dudara ni por un segundo en comprarla, imagínate mi nombre en una de las revistas mas prestigiosas de los mejores inventos del mundo, seguramente dirá – Alistear Cornwell, joven inventor que impresiona a famosa repostera con su increíble invento llamado Instan Cake Beater, suena increíble ¿no lo crees?
- Stear, ¿puedo hacerte una pregunta? – interrogue curiosa
- Desde luego
- ¿Por qué precisamente Patricia O'Bryan?
- Porque es una engreída, y quiero demostrarle que sus famosos y tradicionales pasteles, no perderían de ninguna manera su sabor solamente por usar lo que la tecnología de nuestro tiempo le ofrece, no es posible que siga batiendo sus pasteles especiales como si viviéramos en el siglo pasado
- Stear, por favor ve con calma, no te precipites
- Bueno Stear, ya no queremos entretenerte más, nosotros nos retiramos, Candy y yo tenemos algunas cosas que hacer, ¿verdad mi amor? – dijo Albert mirando su reloj
- Es verdad, solo quise venir a conocer tú famoso invento
- Gracias por venir, ya verán que no los voy a defraudar, y le voy a demostrar a esa repostera engreída, que el orden de los factores no altera el producto
- Bueno Stear, ya sabes que nosotros siempre te vamos a apoyar, ¿verdad Candy?
- Desde luego, pero antes quiero poner algo en claro de una vez – dije determinante
- ¿Qué cosa? - pregunto curioso Stear
- Ni creas que yo voy a ser la primera en probar esa cosa, ¿entendiste?
- Pero Candy…
- No Stear, lo siento mucho pero esta vez no cuentes conmigo
- Esta bien, comprendo.
En cuanto salimos, Stear siguió trabajando en su invento, mientras en una famosa pastelería llamada, Pastry Sweet Kisses, una joven alta y curvilínea, llamada Patricia O'Bryan, andaba de un lado para otro con un enorme recipiente batiendo una masa, le habían encargado 3 pasteles para boda, daba ordenes aquí y allá, era muy exigente en su pastelería, le gustaba que todo estuviera en perfecto orden, era enemiga del desorden, nunca había durado con los chicos porque le decían que era una exagerada, no la aguantaban ni tres días, en una sola palabra, era perfeccionista, que si el porta vasos estaba mal puesto, la servilleta mal acomodada, que los cubiertos no iban de ese lado, pero ella siempre decía que no le importaba.
Tenía pocos empleados, porque tampoco le duraban por sus exigencias, pero ella siempre decía que con esos eran más que suficientes, además Mery, una de sus más fieles empleadas, y única amiga, la apoyaba en todo, les decía a los demás empleados que le tuvieran paciencia, que ella se había convertido en una mujer exitosa debido a su gran trabajo y esfuerzo.
Patty sin dejar de batir la pesada masa, comenzó a decirle a Mery quien le ayudaba prendiendo el enorme horno.
- ¿Sabes Mery? Hace como un mes vino un joven a decirme que era inventor
- Qué raro, y ¿qué quería?
- Decirme que iba a inventar algo revolucionario que me interesaría mucho para mis pastelerías, y no se que tantas tonterías más
- ¿Y no te dijo que era?
- Solo me dijo que no sería un simple batidor
- ¡Vaya! pero si todo mundo sabe que tus pasteles son famosos precisamente porque los haces del modo tradicional, trabajas mucho eso si, pero nadie iguala el sabor de tus deliciosos pasteles
- Gracias Mery, eso mismo le explique, le dije que no estaba interesada, pero me dijo muy convencido que regresaría más o menos en un mes
- Oye ¿y era atractivo?
- Ay Mery, que cosas preguntas
- Anda dime ¿como era?
- Esta bien, pues era alto y delgado, eso si no tan delgado como para no tener músculos, cabello obscuro, hermosos ojos y usaba gafas, estaba guapetón
- ¡Vaya! pues suena bastante interesante el chico, ojala y regrese para poder verlo
- Pues yo preferiría que no
- ¿Por qué?
- Porque no me interesa su dichoso invento
- Bueno quizá el invento no, pero que tal el inventor ¿eh?
- Eres una boba, anda ayúdame a vaciar esta masa en uno de los recipientes que están sobre la barra.
Mientras en el taller, Stear estaba dando los toques finales al Instant Cake Beater, los días anteriores le habían ayudado efectivamente unos ingenieros, pero Stear no había quedado conforme con el trabajo que ellos habían hecho, así que en cuanto ellos se fueron, Stear le cambio algunas cosas, era su proyecto, estaba ajustando algunos tornillos cuando escucho que alguien entraba al taller, eran su hermano Archie y su primo Anthony.
- ¡Qué tal Stear! Y dinos, como va ese "gran invento" - dijo Archie en tono burlón
- Pues va muy bien, par de envidiosos –respondió con seguridad Stear
- Hey primito no te molestes, tranquilo, solo queríamos saber que tal ibas
- ¿Y para cuando piensas ir a ver a esa chica? - Interrogo Archie
- Mañana mismo
- ¿Tan rápido lo terminaste? – pregunto Anthony
- Así es, he trabajado día y noche en este invento, mañana será el gran día
- Ay Stear, de verdad que tú estas loco de remate, una cosa es que lo agarres como diversión, pero ¿no te parece que ya es hora de que pongas los pies sobre la tierra? - dijo Archie
- ¿Ustedes en verdad piensan que esto es una diversión para mí? Saben que no falta mucho para que me gradué como ingeniero mecatrónico
- Si claro, solamente te faltan otros 3 años jajajajajaja – se burlo Anthony
- Son unos tarados, si solo han venido a mi taller para burlarse de mi, mejor váyanse
- Disculpa Stear, no fue nuestra intención hacerte sentir mal, es solo que aunque estamos en pleno siglo XXI, y esa chica tenga la misma edad que nosotros esta peleada con la tecnología, no le interesa trabajar con equipos modernos, y mucho menos en su cocina, ¿sabías que cocina en hornos hechos de piedra? esta loca, a ver dime, ¿Quién diantres cocina en esta época en hornos hechos de piedra? Me sorprende que traiga un automóvil moderno y no un dinosaurio jajajajajajaja – se burlo Archie
- No te burles Archie, y no, no sabía que cocinaba en hornos hechos de piedra – mintió Stear para luego decir .- Razón de mas para ir a mostrarle el Instan Cake Beater
- Ah pero ya hasta le tienes nombre a esa cosa, entonces va en serio ¿eh?
- Así es Anthony, mañana mismo iré a ver a Patricia O'Bryan
- ¿Por qué estas tan empecinado en demostrarle lo contrario? - interrogo Archie
- Porque quiero que se de cuenta que con mi invento puede ahorrarse mucho trabajo, y que sus pasteles no perderán su delicioso sabor
- Ay Stear, tú nunca vas a cambiar, acéptalo tus inventos siempre fallan, ya vez la olla que le regalaste a la tía Candy, por poco y le explota en la cara - menciono Anthony divertido
- Y que lo digas, tremenda regañada le puso el tío Albert, por poco y lo deja viudo jajajajajajaja – dijo Archie
- ¿Estas seguro que te va a apoyar en esta locura?
- Claro que si Anthony, hace rato vinieron él y Candy para ver que tal iba el proyecto
- No te creo, eres un verdadero peligro
- Pues no me importa que no me crean par de tontos, ya verán, esa chica quedara impresionada con mi invento
- Si claro, bueno te dejamos para que afines los detalles de tu "maravilloso" invento – menciono Archie mientras salía junto con Anthony.
Mientras Stear pensaba .– ya verán esos dos, les voy a demostrar que lograre convencer a Patricia O'Bryan de que la tecnología no es mala o dejo de llamarme Alistear Cornwell.
CONTINUARA…
