Después de la calma
Disclaimer: todo pertenece a J. K. Rowling.
Esta historia participa en el amigo invisible del foro La noble y ancestral casa de los Black y es un regalo para Serenity White.
Serenity, no te conozco pero he hecho esto con mucha ilusión y espero de verdad que te guste.
Prólogo
Cuatro años antes la vida parecía que por fin había empezado a sonreírle. Lo tenía todo: había derrotado a uno de los magos tenebrosos más poderosos de la historia; había sido admitido en la academia de aurores; y más importante, al fin podría empezar a vivir la vida que siempre había querido. Por primera vez Harry Potter podría disfrutar con total libertad de una existencia tranquila en compañía de sus amigos y sobre todo, al lado de la chica a la que amaba.
Todo había sido perfecto. Había comprado un pisito en Londres cerca de la academia y se había trasladado a vivir allí. Le guardaba un gran cariño a la vieja casa de su padrino pero era demasiado grande y estaba demasiado llena de recuerdos como para que deseara mudarse allí al menos por el momento. Ginny y él habían pasado muy buenos momentos decorando juntos el apartamento. En un principio, Harry iba a vivir allí solo; pero no era ningún secreto que Ginny pensaba acompañarlo en cuanto finalizara sus estudios en Hogwarts.
Su relación con Ginny había sido uno de los principales motivos de su felicidad, al menos los primeros años. De un tiempo a esta parte, sin embargo, las cosas no habían ido demasiado bien. Harry no sabía cómo explicarlo. Aún no lo había hablado con nadie, ni siquiera con la propia Ginny, aunque esta claramente intuía que algo iba mal. El caso era que poco a poco se había ido dando cuenta de que las cosas entre ellos ya no eran como antes, de que ya no sentía lo mismo cuando estaban juntos, de que todo se había vuelto predecible y rutinario. Sabía que era normal, que era muy difícil mantener el amor apasionado del principio de una relación, pero se negaba a aceptarlo como bueno. Se negaba a aceptar que aquello tan hermoso que ellos habían compartido se viera reducido a algo que se mantenía por costumbre. Tal vez fuera un iluso, mas Harry se resistía a creer que el amor acabase transformándose necesariamente en monotonía. No quería que así fuese su vida. No quería y estaba dispuesto a cambiarlo aunque aún no estuviera seguro de cómo.
Así que por eso, porque necesitaba un nuevo rumbo que darle a su vida y porque estaba demasiado confundido como para decidir cuál, Harry había acabado pasando su cumpleaños número veintidós solo en la antigua casa de los Black en un intento de que la soledad lo ayudara a aclarar sus sentimientos y sus ideas. Sin embargo, Harry Potter era famoso entre otras cosas porque sus planes casi nunca salían como él esperaba.
