DISCLAIMER: Skip Beat y todos sus personajes pertenecen a Yoshiki Nakamura.
De acuerdo, esta fue una historia que escribí hace tiempo, inspirada por el capitulo 188 del manga, es pequeña y bueeeno xD ojala les guste
—¿Qué Kyoko-chan y tú no pueden estar juntos? —exclamó el joven de anteojos. No era normal verle tan alterado, pero últimamente las cosas exigían que se comportara de este modo. Tenía que tomar cartas en el asunto—. Pueden, y deberían, claro esta. Es sólo que ambos son tan… —calló un momento para encontrar las palabras indicadas— ¡Son tan torpes! —Su compañero lo observó con una expresión de confusión. Tal vez no uso el adjetivo correcto, no obstante, era lo más cercano.
Detestaba —debía admitir— el drama tan innecesario que se arremolinaba a su alrededor. Kyoko-chan siendo amable con el hombre menos indicado, Ren fingiendo que nada de esto le importaba en lo más mínimo, y Fuwa Sho… bueno, él aún no hacía nada; sin embargo, el destino siempre se empecinaba en hacerlo aparecer, así que no debía tardar en venir y hacer acto de presencia. Todo esto lo volvía loco ¿Es que acaso estaba dentro de un dorama? Al menos, aquí si podía intervenir.
—¡Ambos formaran una linda pareja! —declaró completamente convencido—. Y tú recordaras mis palabras dentro de unos años cuando Kyoko-chan este dando a luz a su primer hijo ¡Porque un manager siempre sabe lo que dice! —agregó, señalando a Tsuruga con el dedo.
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Cinco años después, en una madrugada de marzo, y con los nervios a flor de piel, aquella escena que recordaba como quizás la primera y única vez en que vio a Yashiro con una mirada ardiente en los ojos, y una actitud bastante decidida —aunque un tanto exagerada—, venía a su mente.
—Brujo —susurró, lo suficientemente alto para que la persona a su lado le oyera.
—¿Eh?
El actor sólo giro su rostro en la dirección contraria.
El hombre lo miró con curiosidad, realmente nunca lograría entender del todo, las actitudes de Tsuruga Ren. Suspiró, de cualquier forma, no necesitaba hacerlo, con que Kyoko-chan lo hiciera era suficiente. Ahora, sólo deseaba que ese pequeño que nacería en algunas horas no tuviera el carácter de su padre en lo absoluto. —No, definitivamente no lo tendrá —murmuró para si mismo. No tenía dudas, después de todo, ya era un hecho que un manager siempre sabe lo que dice.
¡Gracias por leer y comentar! :3
