¡Holaaaa! Tengo esta nueva historia que espero les guste, me llego cuando escuche una canción muy triste y me la imagine con esta pequeña historia que revoloteaba en mi cabeza, jajaj y pues mi imaginación broto, entonces ¡A leer!

Naruto es de Mashashi Kishimoto, pero la historia es 100% mía.

Oooooooooooooooooooooo

Bella paloma

Miro alrededor de ese bello parque me encantaba llegar y pararme cerca de la fuente que adorna este parque, lleno de árboles, de bancas donde las personas se pueden sentar y disfrutar de un hermoso día soleado, provisto de un aire fresco.

Me encantaba ver a todas las personas pasear, reír y disfrutar de ese hermoso lugar.

Llego un chico con una chamarra negra, llevaba auriculares, estaba mirando hacia el cielo, era muy curioso como sus ojos eran del mismo color del cielo azul, ese cielo que tanto me encantaba apreciar desde las alturas.

Tenía puesto unos pantalones de mezclilla, unos Converse negros, iba un poco triste, se sentó a unos centímetros de mí, quería salir de ahí volando por miedo a él, pero no me quise mover, algo en el me hacía querer observarlo.

-Dobe, es un milagro que hayas llegado antes que yo- un chico de hermoso cabello negro y unos ojos del mismo color llego junto a su perro, un pastor alemán, llevaba una camisa pegada al cuerpo color azul y unos pantalones de mezclilla, el perro me observo.

Esa era mi señal de irme de ese lugar.

-Cállate teme que no estoy de humor- el rubio miro molesto a su amigo y giro su rostro hacia donde estaba yo, me miro con ojos llenos de curiosidad, no podía dejar de mantener mi mirada unid a la suya.

El perro ladro y se soltó de su dueño me persiguió por todo el parque mientras su amo gritaba.

-Demonio, déjala en paz, hazme caso, maldición- el perro me tomo entre las patas y me mordió, el rubio corrió hacia mí y me tomo entre sus manos, se veía preocupado.

Sentía que me desmayaba, todo se volvió oscuro.

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

POV Naruto

-Sasuke, maldito idiota, amarra bien a Demonio, mira como dejo a la pobrecita, tengo que ir con Sakura, tal vez me pueda ayudar- mire muy triste a la pequeña paloma que traía entre mis manos, era blanca como la nieve, era preciosa, cuando la vi sentí mucha paz, tal vez por eso las palomas blancas hacen referencia a la paz.

-Fastidioso, dobe, ese animal va a morir de todas formas, déjala, además Sakura no es veterinaria ella es doctora, si tanto quieres curarla llévala con Kiba, pero es pérdida de tiempo- mire enojado a Sasuke, es mi mejor amigo desde que tengo memoria, pero me molestaba su falta de corazón.

-Me voy teme- corrí hacia el consultorio de la hermana de Kiba, con suerte podría ayudarme.

Al llegar vi a Kiba solo con Akamaru al parecer ya iban a cerrar.

-Kiba ayúdame por favor, Demonio el perro de Sasuke mordió a esta paloma y no sé cómo curarla, no quiero …que… muera- mis sollozos se hicieron presentes, no es que fuera muy sentimentalista si no que me encantaban los animales y no quería que muriera si tenía la oportunidad de curarla.

-Tranquilo Naruto, creo que podremos hacer algo entrégamela, veremos que tiene- Kiba miro a la paloma, y la tomo entro a un cuarto donde revisaba a la mayoría de los animales, él amaba a los animales tanto como yo, así que contaba mucho con él.

Después de una hora Kiba salió con la paloma aun inconsciente pero vendada de su estómago.

-Hice todo lo que estuvo a mi alcance, solo necesita antibióticos que sean suministrados periódicamente- me tendió unos sobres con un polvo.

-Lo disuelves en el agua que vaya a beber, y pues la herida ira cicatrizando poco a poco- me dio a la paloma enrollada en un pequeño pañuelo – ¿Te quedaras con ella?

-Sí, no quiero que se muera así que me are cargo de ella- mire a Kiba que salió hacia el desván del local y subió con una jaula muy bonita era de color plata.

-Ten te la regalo, ahí podrás cuidarla, esto es alimento, que no se te olvide darle de comer todos los días-me tendió una pequeña bolsa de alimento.

-Gracias, no sé cómo agradecértelo- lo mire con una enorme sonrisa.

-Bueno podrías empezar pagándome por los servicios baka- era lógico, tenía que pagarle, le di el dinero y salí contento con la paloma en su hermosa jaula. La llevaría mi casa ahí estaría a salvo.

Oooooooooooooooooooooooooo

Desperté un poco adolorida, vi a mi alrededor y me espante al observar que ese lugar no lo conocía en absoluto, pensé en llamar a alguien pero ningún sonido salió de mi pequeña garganta.

Trate de pararme y lo logre con un poco de dificultad, vi que estaba dentro de una jaula había agua y comida, bebí un poco.

La jaula estaba situada en una mesa, cerca de una cama, al parecer era una recamara, era color naranja, tenía posters pegados por todos lados de anuncios de ramen de cantantes y actores famosos.

Vi esa cabellera rubia cerca de la jaula y recordé como el perro me ataco, vi al rubio levantarse.

Me vio alegre, tenía una hermosa sonrisa, sentí como mi pequeño corazón latía desbocado.

-Hola pequeña paloma, perdona al perro del idiota de Sasuke, lo bueno es que te trataron a tiempo y te encuentras bien- me miró fijamente, yo solo pude ladear un poco la cabeza.

-Pronto te recuperaras, de veras, te doy mi palabra, Naruto Uzumaki siempre cumple con su palabra- casi salta de la emoción al decir esas palabras, este chico era muy energético y alegre, no me extrañaría que fuera popular entre sus amigas y amigos.

-Sabes es genial contar con un pequeño ser en quien pueda confiar, ojala seamos muy buenos amigos- sus ojos cambiaron a unos llenos de tristeza y desolación, desee con todas mis fuerzas cantar para él, quería reconfortarlo.

Pero mi garganta seca me lo impedía, seria para la otra.

-Sé que jamas me defraudaras mi bella paloma- coloco sus brazos sobre la mesa y puso su cabeza sobre ellas, se había quedado dormido.

Fue ahí donde mi perdición empezó.

Ooooooooooooooooo

Espero les haya gustado este primer capítulo, no sé si las palomas cantan, pero así lo quise poner, no me maten jajaja. Sé que esta rara la trama pero se pondrá bueno en el transcurso de la historia.

Con esto me despido, recibo dudas, quejas y sugerencias. Gracias por tomarse un pequeño tiempo para leer esta pequeña historia. ¡Hasta luego!