Hola a todos hoy les traigo una historia con una chica desconocida como protagonista (OC) pero no por eso nos cuenta una historia menos interesante. disfruten el primer capítulo.
*DISCLAIMER*
The Walking Dead y sus personajes no me pertenecen son creación de la maravillosa mente de Robert Kirkman.
pensamientos
- Dialogo.
En la orilla del río corría el agua como sangre en las venas agitadas de alguien vivo.
¿Podía haber más personas vivas?
Me estaba lavando frenéticamente la sangre en mis manos, me había topado con 6 podridos, ellos ahora poblaban toda la tierra o por lo menos todos los lugares por donde yo había estado.
Había sido parte de un campamento en Atlanta hace tiempo y después había estado con dos sobrevivientes, luego otros grupos o personas solas.
Ya nadie me acompañaba estaba sola, había aprendido varias cosas de mis otros compañeros, había comenzado esta pesadilla como una gordita rara, con ganas de encontrar a su familia, pero sin ninguna fuerza física o mental.
No sé cómo es que había sobrevivido tanto tiempo, bueno si lo sabía, en el primer campamento había encontrado a un hombre mayor, fuerte y podía protegerme, pero me daba asco todo el tiempo. Estaba con el por qué yo le agradaba de una forma libidinosa y yo necesitaba su protección.
Cuando murió en realidad no me dolió, sentí un descanso.
Después sentí algo de remordimiento, por haberlo usado así. ¿pero que mas podía hacer alguien como yo? De mi familia ya no supe nada, aun guardo la esperanza de verla, mientras me lavaba escuche un ruido a mis espaldas, lo mire, era un hombre grande, de pecho ancho. No pude ver más porque me escondí, pero sin duda el ya me había visto.
- ¿Q... Que quieres? -
Maldita sea mi voz salió chillona y temblorosa.
No me respondió, solo pude escuchar que se acercaba lentamente.
Saque mi cuchillo aunque sabía que no tenía las de ganar. En primer lugar porque era un hombre grande y segundo, ya estaba muy cansada de la pelea anterior con esos podridos.
Pero sabía que no debía confiar en nadie.
Ya me había topado con un loco violador y no había sido agradable.
- Alto, no estoy sola, mi... Grupo está aquí cerca-
- ¿Tienes un grupo, en donde están, cuántos son?- su voz sonaba extrañamente pasible
- Están... Cerca, pero no te diré en donde-
El dejo de caminar. Yo estaba inmóvil, porque tenía tanto miedo, no es que él se viera horriblemente malvado y su voz, su voz era clara y tranquila, además estaba sola, si me seguía o decidía matarme nadie lo sabría. De hecho a nadie le importaría en este nuevo mundo.
- No... No hay nadie, estoy sola, si vas a violarme o matarme hazlo ya-
Esta vez mi voz no tembló, al contrario sonó triste y desganada.
- ¿No voy a violarte, porque lo haría? -
Casi lo escuche carcajearse.
Me sonroje de inmediato, había sido muy petulante imaginar que cualquier hombre que me viera quisiera abusar de mi, bueno ya no era la misma regordeta de cuando empezó el apocalipsis pero mi cara aun era redonda y mi cuerpo carnoso, no por que comiera bien, mas bien así era mi complexión.
- Si no vas a... Eso, entonces vas a matarme. No tengo armas y no tengo más comida que una lata vieja de puddin sin abrir-
y había sido difícil no abrirla, pero la guardaba para el momento que sintiera que ya no tenía caso vivir, decían que el chocolate levanta el ánimo y por eso la guardaba.
- No quiero tus cosas, pero si prefieres estar sola esta bien para mi -
El comenzaba a alejarse.
- Llevo mucho tiempo sola, pero... No me gusta, nunca me a gustado -
Di unos cuantos pasos más cerca de el.
- Mi nombre es Sarah. ¿Tu tienes un nombre?- le Sonreí levemente
- Daryl Dixon-
Lindo nombre
- ¿Dime cuantos caminantes has matado y cuantos vivos, y por qué? -
Caminantes. ¿se refería a los podridos?
- No.. Lo sé ya perdí la cuenta, de vivos... Humm uno, el quiso violarme- Lo hizo el muy maldito, pero no pudo hacerlo mas
-¿Tienes un grupo, o también estas por tu cuenta?-
Se acercó a mi, hasta cortar la distancia completa.
- ¿Quieres venir con nosotros?-
- ¿Podría?-
Sentí una opresión en el pecho.
- Si puedes, yo no soy el Líder pero seguro el te aceptara -
De nuevo seria parte de un grupo, no estaría mas sola. Lágrimas rodaron por mis mejillas las cuales oculte con mi flequillo.
- Tengo una moto aquí cerca vamos, llegaremos en un par de horas-
Comenzó a caminar y yo a seguirlo, subimos a la moto y me abraze de él, era tal como lo había esperado fuerte, su aroma era a hombre pero no me daba repulsión al contrario me sentía segura con el, y embriagada.
Hacía mucho que no sentía algo así, más que nada porque no me lo había permitido, tener esa clase de sentimientos no era seguro en este nuevo mundo, y además sentir mariposas en el estómago por alguien era un lujo que no me daba, por el remordimiento de ser " feliz" mientras mi familia vagaba como un podrido o escapando de ellos.
Así que aleje esos pensamientos de mi mente y me dedique a ver el camino, nunca había sido buena con las direcciones y creo que este no era el comienzo.
Cuando llegamos mire a muchos, demasiados podridos alrededor de una reja, era una prisión, cuando la abrieron mire a varias personas, era un grupo bastante numeroso, casi sentí alegría, y también una punzada por que en cada grupo al que veía siempre esperaba ver a mi familia.
El Líder era un hombre alto y fuerte, de rostro un poco ojeroso y lucia cansado. ¿quién no lo estaría?
Me dejaron en una celda, en un bloque apartado de los otros al parecer no confiaban en mi y era natural, yo tampoco confiaba en ellos.
Dormí como nunca lo había hecho, me desperté tarde según mi viejo reloj, me dio tanta pena que me levante de un salto y corrí hasta el área a la que podía ir. Uno de ellos abrió la reja y salí al patio, a lo lejos mire a Daryl y Rick. El líder, estaban con un niño y un hombre mayor.
-Buenos días-
Dije tímidamente
- Si tienes hambre puedes pasar al comedor y ver que hay hoy en el menú-
La voz del anciano era cálida al igual que su rostro.
- Gracias, pero si puedo ayudarles en algo-
-Estamos bien, ve a desayunar algo. Descansa Daryl dice que has estado sola mucho tiempo-
Dijo Rick con tono apacible.
Cuando el dijo esas palabras, pasaron como una película, los grupos en donde había estado, en donde había personas buenas, y no tan buenas. Y como había visto caer a todos, mientras que yo, por mi corazón de comadreja había escapado todas las veces.
El anciano camino hacia mi.
- Ven te presentare a las chicas, ayer ya no hubo tiempo- Su sonrisa y rostro eran apacibles, pero su mirada estaba llena de dolor, como la mirada de la mayoría de los sobrevivientes.
La mirada de las personas de este mundo, era de locura o de profundo dolor, muchas veces me pregunte que verían las personas en mis ojos.
