Nota: Basado en el episodio debut de Lammy. Aquí, los personajes son humanos…, o tan humanos como pueden ser los Happy Tree Friends. xD

Observador

Era una niña extraña; lo sabía porque la observaba constantemente. Tal vez eso lo hacía extraño a él también, pero no le importaba.

Él sólo la observaba.

—Aquí tiene su té, Mr. Pickels —decía Lammy alegremente.

Todas las tardes, desde el escondite que le proporcionaba el árbol cercano a ella, la veía hacer lo mismo. Con una dulce sonrisa, esa niña de largo cabello blanco se sentaba a tomar el té con un pepino al que le hablaba como si fuera un viejo amigo, y con el que sostenía largas conversaciones. Era sabido por todos que los niños solían tener amigos imaginarios, a los que se dirigían como si pretendieran convencer a los demás de que se trataban de seres vivientes. Ella, por el contrario, no limitaba este acto a la hora de jugar, sino que lo extendía al resto del día. Hablaba todo el tiempo con "Mr. Pickels", y aparentemente creía recibir respuesta de su parte. Pero eso no era lo más extraño.

Lammy tenía, en realidad, once años; igual que él. Y Truffles no tenía amigos imaginarios; eso era algo del pasado, de cuando iba al jardín de infantes. Lammy sí parecía tener uno, y aparentemente le resultaba lo más natural del mundo. Truffles había comenzado a sospechar que ella realmente creía que "Mr. Pickels" era alguien real. Pero esto tampoco era lo más extraño.

Lo verdaderamente extraño, y una de las razones por las que Truffles aún no se atrevía a acercarse a Lammy, era que su comportamiento cambiaba drásticamente cada vez que alguien le hablaba. Había visto a esa niña tranquila alarmarse de repente y atacar gente sin razón alguna, o al menos sin razón que Truffles pudiera deducir por sí mismo. De hecho, la última vez que una persona real se había sentado a tomar el té con ella, Lammy había sufrido un súbito arrebato de violencia que la llevó a destrozar el oso de peluche de una desconcertada Petunia, para luego correr a estrangular a la chica con la que, apenas unos segundos atrás, había estado jugando a beber té de fantasía.

Truffles pensó en ir a socorrerla, pero al ver el rostro de Lammy no pudo más que quedarse paralizado. En cada una de esas ocasiones, sólo podía seguir allí parado, observando, porque la expresión de Lammy nunca, jamás, sugería conexión alguna con la atrocidad que se encontraba cometiendo. Siempre palidecía, sus ojos grandes de confusión y espanto e, incluso, podría decirse, preocupación genuina.

Esa tarde no fue la excepción. Con sus pequeños y delgados dedos fuertemente ceñidos en torno al cuello de Petunia, Lammy sólo parecía sentir miedo e impotencia. Era como si simplemente contemplara, horrorizada, el crimen que alguien más cometía frente a sus ojos.

Así y todo, Truffles nunca había visto a Lammy deprimida o reflexionando sobre lo que había hecho. Quizá ni siquiera era consciente de sí misma cuando hacía esas cosas horribles o, de algún modo, lo olvidaba rápidamente; pero, haciendo a un lado los momentos en que agredía a los demás, parecía feliz a todas horas, conversando entre risas con ese pepino del que tanto cuidaba. Vivía envuelta en un aura apacible que casi no parecía real.

Lammy era extraña. Todos sus vecinos eran fenómenos, pero ella era, probablemente, la niña más extraña que había conocido.

Tal vez fuera por eso que la observaba tanto.

::Fin::


20/03/11, 3:41 hs. (Finalmente decidí publicar esto…)

Ovejas esquizofrénicas, las amo.

Irónicamente, desde que me volví fan de HTF he pensado sobre todo en Flaky, Nutty, Flippy y Cuddles, pero la verdad es que también amo a Lammy y Truffles. Son tan adorables y, al ser nuevos, tan misteriosos… Espero que algún día Truffles se vuelva un personaje "fijo" y no sólo aparezca de fondo de cuando en cuando. Le veo mucho potencial. xD