Aclaraciones: UA, Pov, AP (personalidad alterada),

Muerte de personajes, lenguaje.

Genero: Fantasía, ¿Romance? Pareja: SasuHina.

-$-M-$-: Narración de autor

-$-U-$-: Narración en primera persona

Los personajes no son míos.

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Después de la lluvia de la noche anterior, era una fresca mañana en aquella pequeña ciudad, aunque ya casi empezaba el verano, el sol brillaba en todo su esplendor dándole sólo un toque cálido al día. Aún era algo temprano pero la ciudad estaba transitada, la gente caminaba por las aceras o iban en sus autos para ir a sus trabajos.

Y en la casa de una de las familias más reconocidas de aquella ciudad, cuyo nombre es Konoha, el sol se colaba por una ventana del segundo piso de la casa y daba de lleno en el rostro de un joven muy atractivo de unos 16 años, de piel algo pálida, cabellos negros con reflejos azules y unos ojos tan negros como la oscuridad, que abrió debido a la luz del sol que entraba por su ventana. Se levantó y se sentó en la orilla de su cama que era cubierta por unas sabanas de color negro con cuatro almohadas 2 con fundas del mismo color y las otras 2 eran blancas, echo un vistazo al reloj que estaba encima de la mesa de un color blanco que combinaba con la cama.

6:45am

Aún era algo temprano, ya que sus clases comenzaban a las 8:30am. Pero ya no tenía sueño y además debía salir antes a pasar buscando a su amigo/rival, aunque cuando pase por él, aún estará durmiendo. La habitación del chico era inusual, las paredes eran de color negro, al igual que el piso, que era como de mármol, tenía una ventana del tamaño de una puerta, el cristal de ésta era del que logras ver hacia fuera, pero de afuera no ves nada y así el chico no tendría que preocuparse porque lo vieran desnudo cambiándose de ropa, y era adornada por unas cortinas de un azul oscuro que parecía negro y encajaba perfecto con la habitación. Tenía también tres muebles en donde sentarse de color blanco, uno grande y dos individuales, debajo de estos había una alfombra de color gris oscuro y tenía también un closet negro con detalles en blanco, el cual dentro estaba su ropa. Y sus dos puertas, la del baño y la que daba hacia el pasillo, eran de color gris oscuro. El chico, se levantó por completo y se metió al baño a lavarse los dientes y darse una ducha. Le decoración del baño era muy parecida a la del cuarto, las paredes y el piso negro. El inodoro, la tina de baño y el lavamanos, el cual tenía un espejo sin marco pegado a la pared, eran gris oscuro y también había una regadera. Cuando estaba dentro de esta recordó haber tenido unos extraños sueños.

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Un claro rodeado de árboles, un pequeño arroyo que se encontraba a un lado y el sol alzándose en lo alto del cielo completamente azul. No sé cómo llegué aquí, pero todo estaba en total calma y eso era lo que necesitaba. Estaba recostado bajo la sombra de un árbol y había alguien a mi lado, podía sentir su presencia, pero no sabía de quien se trataba porque tenía los ojos cerrados, aunque el que se encontrara allí me hacía sentir mas tranquilo.

-Me gusta estar así, contigo, sin estar rodeados de todas esas cosas sin sentido. Disfrutando de esta tranquilidad en el claro-dijo una dulce voz, de mujer, que me pareció muy familiar y me agradaba escuchar.

-Hmp-me limité a asentir, aún con los ojos cerrados.

-Sasuke… Prométeme que siempre estarás conmigo, que no me dejarás sola, que nunca nos separaran-

-Te lo prometo. Siempre estaremos juntos, aún… Después de la muerte-abro mis ojos y fijo mi vista a mi lado, pero sólo veo una figura borrosa y todo se vuelve oscuro.

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Ahora estaba en un castillo, que al parecer era donde vivía. Allí también estaban mis padres, mi hermano, mis amigos y otras personas a las cuales no conocía, todos con vestimentas extrañas, que identifiqué del siglo XIV*. En sus rostros denotaba la preocupación, pero no sabía el por qué.

-Tenemos que hacer algo. No podemos dejar que la situación pase a mayores-habló mi padre serio, que se encontraba mirando por una ventana que había en el salón. Llevaba puesto una tunica de color azul oscuro y en su espalda el símbolo de la familia Uchiha, eso si lo sabía, una especie de abanico, blanco en la parte de abajo y rojo en la parte de arriba.

-¿Pero qué? Ya lo hemos intentado todo-decía un hombre mayor de largos cabellos blancos y una tunica parecida a la de mi padre pero en tonos verdes y rojos.

-Pues entonces debemos de inventar algo más. Hanako, Neji y Hanabi están preocupados por ella-el hombre que había tomado la palabra, era de cabello largo marrón, sus ojos eran fríos y de color perlados. La forma tan seca en la que habló, hizo que en mi interior algo se encendiera y una furia me invadió por completo.

-¿¡Sólo eso! ¿¡Y a usted qué! ¿¡No le importa lo que pueda pasarle a su hija mayor! ¿¡Qué clase de persona es usted!-le reclamé exaltado, mientras me acercaba más a él, apretando los puños; dispuesto a darle un certero golpe. Pero Itachi puso una mano en mi hombro, impidiendo que siguiera avanzando, aquel hombre sólo me miró sin emoción alguna y eso incrementaba mi furia.

-Basta, Sasuke. Tranquilízate, que hay que estar con la cabeza fría, si no, no podremos salvarle-intentó calmarme, yo le asentí y me quedé donde estaba.

-Sí hijo, por favor. Piensa que a ella no le gustaría verte así-me dijo mi madre, colocándose a mi lado. ¡Maldición! Ella tenía razón, debía estar tranquilo.

-Es mi hija, supongo que si me importa. ¿Qué clase de rey sería, si no le tomara importancia?-fulminé con la mirada a aquel hombre que hablaba de forma fría y seca, como si le molestara que nos metiéramos en esta situación.

- Enviaremos una tropa de soldados para una búsqueda más extensa -mencionó mi padre alejándose de la ventana y paseando su vista en todos los presentes , luego posó su ojos en mi. Yo le asentí y salí de allí, preguntándome cómo acabaría todo esto.

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Está vez me encontraba en una habitación oscura, cuando de pronto las luces se encendieron dejándome momentáneamente ciego, luego de haber recuperado la vista pude ver que la habitación en la que me encontraba era la mía, pero estaba totalmente vacía. No estaba mi cama, ni mi closet, ni tampoco mis muebles. Lo único que se encontraba allí, al otro lado de la habitación, era un espejo rectangular de cuerpo completo, con un marco de madera oscura bien tallada y algunos detalle en plateado. Comienzo a caminar hacia el y luego en ese momento, el cual caminaba hacia el espejo, escucho una voz que sonaba como un susurro, que descifré era de mujer y me era muy conocida.

-Ayúdame… Por favor… Ayúdame-decía la voz. Busqué con la mirada por todos lados pero con lo único que me topé fue con ese extraño pero a la vez hermoso espejo. Me acerqué a el y en lugar de ver mi reflejo, ví la figura de una chica, no tan alta, delgada con curvas en los lugares indicados, diría que tendría mi edad, su piel era pálida casi como la mía, su cabello de un color negro-azul estaba suelto y le llegaba a media espalda. Usaba un vestido blanco a la rodilla, en la cintura tenía un lazo color azul celeste, también llevaba unas zapatillas y una bufanda del mismo color que el lazo del vestido.

Pero lo que me impresiono fueron sus ojos de un color gris-lila, tan claros que parecían blancos. Logrando perderme en ellos. Pero lo que más notaba en esos ojos era tristeza, una tristeza que yo también sentí.

-¿Quién eres? ¿Y porque estás ahí?-pregunté hipnotizado, ya que la chica frente a mi era muy hermosa. Estaba sorprendido por mi pensamiento, jamás en la vida me había fijado en una chica, y las de la escuela no se pueden contar como tal porque están locas, ¿que digo locas? Son maniáticas y acosadoras. Así que no cuentan. Pero la que estaba frente a mí, no se podía comparar con ellas.

-Por favor… Ayúdame-decía ella. Pero antes de preguntar de nuevo, hace una fuerte brisa, y el espejo desaparece. Luego todo se vuelve oscuro y es ahí cuando despierto.

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*: No se me ocurrió otra fecha. Imaginen que es de la época de caballeros, princesas y esas cosas.

¿Qué tal el primer cap? Espero les haya agradado

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