DIARIO DE ABORDO DEL CAPITÁN PAPANATAS

Capítulo I : El Comienzo

3:08 a.m 05/09/06
Mision: Ataque a Berny
Hora prevista: 4:56 p.m
Flota: 3.000.000.000 nabes de batalla

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-Philip..¿Dejaras algún día de inventarte batallas?- Sobresaltado, el chico llamado Philip se viró rapidamente hacia la persona que acababa de invadir su espacio privado.

-Victoria, te he dicho miles de veces que no me molestes cuando estoy en mi despacho.- La chica alta, de cabellos castaños clavo su mirada de ojos color miel sobre los negros ojos de Philip y fruncio el ceño.

-¿Llamas despacho a este monton de cajas de cartón y de papeles situados en el desván?.- Cogió unos clinex que estaban en el suelo con asco y los lanzo hacia un lado- quiero que recojas todo y me dejes el desván como estaba.

-Si..mama- dijo mientras agachaba la cabeza dejando que su largo mechón de pelo rubio le cubriera la cara avergonzado. Cuando ella bajó de nuevo las escaleras, comenzó a recogerlo todo y dejarlo bien ordenado.Philip Miró tristemente su cuaderno cuyo título era ''Diario de abordo'',

-Jamás sere como mi padre- pensó y lanzó el cuaderno por la ventana. Se pusó en pié de golpe y bajó, encerrándose en su cuarto. En esos momentos no se sentía con ánimo de hacer algo, no quería saber nada de nadie.

Las horas fueron pasando y se hacían eternas, le habían despojado de su imaginación, aunque claro..¿para que soñar? hay que mirar a la realidad, solo es un adolescente de 15 años, jamás será un verdadero capitán de una flota que llegue a ser temida por todo un universo.

Un rico aroma a croquetas logró desviar su atención y decidió bajar a saborear su cena.

La cena estubo deliciosa, las mejores croquetas que había probado en mucho tiempo. Contento al tener la tripa satisfecha decidió ir a buscar su diario anteriormente arrojado, esperando que no se haya mojado ni nada. Allí estaba, entre los setos, lo recogió con algo de cariño y rapidamente subió al desván para disfrutar de otra aventura fantasiosa. La sorpresa fue grande cuándo al abrir el diario no sólo encontró un folio dentro sino una respuesta debajo de lo que tenía escrito.

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La batalla ha tenido éxito mi capitán, las naves han salido ilesas y hemos recuperado el botin que esos bárbaros nos quitaron hace años, la guerra contra Berny ha acabado, ¡Hemos vencido señor! Aunque claro..aun nos quedan muchisimas guerras y batallas que ganar.

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-No es posible, alguien me habia respondido- Y se apresuró a leer el folio del interior.

A la atencion del capitan Philip

Mis más sinceras disculpas por haber escrito en su diario, pero necesitaba contactar con usted. Nuestro antiguo capitán Federick, ha sido secuestrado por los rebeldes, necesitamos su ayuda, O-Game depende de usted, si deseas ayudarnos, por favor acude a la calle Silgar numero 12 a las 5:00 p.m. Dependemos de usted.

Atentamente: Hugo

Arrugó el folio con todas sus fuerzas y lo lanzó a la papelera con mala gana, estaba claro, se estaban riéndo de él. ¡Qué simpático! Philip se recostó sobre una de las cajas y comenzó a pensar que fantástica aventura podia hacer, se le había ocurrido una idea perfecta, agarró de nuevo el diario y comenzó a escribir con ansias.

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Diario de abordo, hoy hemos detenido al sargento Hugo, lo hemos encontrado revolviendo mis cosas en mi despacho, eso es inaceptable incluso ha escrito en mi diario. Esta clarisimo que tendremos que darle un castigo, no podemos permitirnos esas cosas a estas alturas.

Castigo impuesto: 3 días en prisión.

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Arrancó el trozo de papel dónde había escrito estas palabras y lo lanzó por la ventana callendo dónde antes habia estado el diario. Philip se mantubo alerta en la ventana dispuesto a coger con las manos en la masa a ese tal Hugo, si ese es su verdadero nombre.

De la casa de al lado, al cabo de unos minutos salió un chico, no mucho mas grande que yo, tendría unos 20-25 años, pelo rubio, ojos verdes y una altura destacable, se acerco a los setos disimuladamente y leyó el papel.

-HEY! TÚ!- El chico parecia no inmutarse, sacó un bolígrafo de su bolsillo y escribió en el papel, lo volvio a dejar y se marchó por donde vino. Philip, a toda prisa, recogió el papel y lo leyó con ansias.

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Señor, lamento si mi actitud le molestó en algún momento, pero sabe usted que era necesario, jamás le traicionaría leyendo sus objetos personales, pero también debe tener en cuenta que ese objeto se encontraba en mi propiedad, con lo cual tenia que ver de quien era y mi curiosidad me hizo leerlo. Si usted quiere castigarme hagalo, si quiere matarme tambien puede hacerlo, pero por favor venga conmigo a O-Game, le necesitamos...su padre...lo hubiera querido así.
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¿Su padre? ¿qué tenía que ver en esto? Según Victoria, la madre de Philip, desde que se separaron no supo nada mas de él. Dice que era un chiflado que siempre andaba borracho hablando de naves espaciales y planetas, que estaba loco. Nose porque Philip sabia que el pensamiento de su madre era del todo razonable pero...en el fondo de su ser sabía que habia forma de hacerse realidad las fantasias. Tal vez Hugo tubiera las respuestas a todas sus preguntas, tal vez el sabe lo que realmente pasaba..a lo mejor Hugo puede hacer realidad sus sueños mas deseados.
Contempló el reloj, faltaban 20 minutos para la hora y aún se debatía entre dos pensamientos contradictorios. Por un lado el de ir y resolver todo este misterio o por otro lado ser prudente y no irme con un desconocido.

La calle de Silgar no estaba muy lejos, como a unas 5 manzanas aproximadamente. No perdía nada por intentarlo ¿no?. Subió de nuevo a por una chaqueta, cogió sul diario y lo dejó de nuevo en el desván, le dió un beso a su madre de despedida y salió de la casa. En escasos minutos lleguó a su destino, aún quedaban 10 minutos así que decidió esperar. No había esperado mucho cuando vió salir a aquel chico rubio de ese portal con un paquete en la mano. Se acercó a mi muy decidido y le tendió la mano.

-Encantado de conocerte por fin personalmente Philip, me hace feliz saber que acudiste a la cita, algunos pensaban que no vendrias.

-¿Algunos?

-Si ya bueno...los trabajadores son muy desconfiados en cuanto a los nuevos jefes que estan al mando, bueno dejemoslo de charlas tenemos muchas cosas que hacer.

-Hey..espera...¿que cosas? ¿que trabajadores? ¿de que me hablas?

-De tu planeta por supuesto.

-¿Mi planeta? yo no tengo ningun planeta, esto es de todos.

-No lo has entendido, pero no pasa nada pronto lo comprenderas todo, sigueme, tendras k cambiarte- El chico volvió a dirigirse hacia el edificio del cual habia salido.

-¿Cambiarme? Me gusta vestir así... - Hugo le miró y rió.

-¡Por favor capitán! Va usted a asistir a O-Game no a una carrera de atletismo. - Se referia al chandal que llebaba puesto, era uno de sus preferidos, a saber el chiflado este que le querrá poner. Le seguió através del edificio y le llebó hasta el ultimo piso, abrió la puerta del piso y entró, dejando las llaves a un lado mientras desenvolvia el paquete. Del interior sacó una especie de traje turquesa y unos guantes en negro.

-Señor..su traje - dijo mientras se lo lanzaba.

-No me pienso poner esto- dijo mirándolo con desprecio- es un traje de chica.

-No, no lo es, el de chica es verde con guantes amarillos.

-¿Bueno y donde me visto?- Hugo me señalo una puerta.

-Ahí tienes el baño.- Philip entró aun refunfuñando y se puso el traje. Como todo esto sea una broma, la que pensaba a armar ahí. Salió y Hugo ya le esperaba en la puerta, al parecer iban a salir del piso.

-No pienso salir con esto..me vera todo el mundo.

-Tranquilo señor, vamos a la azotea, allí no nos vera nadie.- Le seguió hasta ésta y sui sorpresa fue enorme cuando allí vió una pequeña nave grisacea.

-¿Le gusta señor? Es un Viajero, pequeñas naves de dos personas para transladarse de un planeta a otro. Se utilizan a menudo para visitar y desplazar a la gente, son faciles de detectar, con lo cual nadie las toma como una amenaza. ¿Subimos?

-S..si..- Dijo mientras cerraba su boca que habia quedado abierta de la sorpresa. Un Viajero...jamás habia oido hablar de esa nave pero le parecia magnifica y muchisimo más sabiendo que no era un sueño y que podia volar de verdad. Hugo le ayudó a subir, le abrochó el cinto y Philip comenzó a observar como El Viajero empezaba a elevarse cuando el rubio comenzo a apretar botones y mover palancas.

-Bien, ponte esto, antes de coger velocidad- Hugo le ofreció unas gafas un tanto orteras, Philip se las colocó y al principio no veíanada, pero de repente, pudo notar como si la nave cogiera mucha velocidad, su cuerpo se quedo pegado al asiento y le era imposible moverse, en ese momento las gafas se encendieron y pudo ver como poco a poco se iban alejando de la Tierra, lugar en el que antes, había sido su hogar.