Rosada Imperfección.

Una vez más estoy encerrada en la torre, algo que, tristemente, no es nuevo para mí. White me ha quitado a mi Perla rosa para arreglarla, según me ha dicho, pero sé bien qué es lo que eso significa: que esa pobre Perla ya no sonreirá más por voluntad propia. Me hubiera gustado, al menos, el poder despedirme de ella, pero estoy consciente de que su destino ha sido culpa mía, un castigo que ha recibido por haber festejado mis tonterías…

¿Por qué mis hermanas no pueden entender mi amor por la vida orgánica? Estas criaturas son únicas en una manera en la que nadie, ni Blue con su perturbadora melancolía, ni Yellow con su enérgica seguridad ni White con su majestuosa perfección podrán explicar jamás. ¿Por qué tengo que ser catalogada como una "rosada imperfección" sólo por querer preservar la existencia de estas maravillosas criaturas? ¿Por qué mis hermanas me tratan como si en realidad no me consideraran como una de ellas? Me hacen sentir que sólo soy un estorbo y que no resentirían mi ausencia si me marchara.

Contemplo el Planeta Madre, el que aparentemente es mi hogar, a través de la diminuta ventana que hay en esta torre de castigo, mientras las lágrimas caen de mis ojos. Es curioso, nunca pensé que podría llorar sin la necesidad de que Blue usara sus poderes sobre mí, pero las lágrimas fluyen solas al pensar en lo terriblemente triste y abandonada que me siento en este lugar. Se supone que ésta es mi morada y que ellas son mis hermanas. Se supone que soy una Diamante, la más alta escala en la jerarquía de las gemas y que, por tanto, estoy destinada a la grandeza y a gobernar. Y sin embargo, me siento más feliz entre las criaturas orgánicas, esos "especímenes inferiores", porque ellas nunca me han presionado a ser algo que no soy, nunca me han obligado a ser perfecta. Ellas son libres y son imperfectas, son libres para ser felices con todas sus impurezas y sólo por eso su existencia en sí ya es un milagro, pero mis hermanas no quieren entender que, si no somos capaces de preservar este prodigio, nosotras, las Diamantes, somos una autoridad vacía e inútil…

¿Qué puedo hacer para evitar sentirme tan defectuosa? Ahora, más que nunca, me queda claro que yo, Pink Diamond, no pertenezco al Planeta Madre y que no importa lo que haga, jamás formaré parte de él. ¿Por qué, sino es así, me sentiría tan sola? ¿Por qué entonces, sino es verdad, mis lágrimas no dejan de brotar? Estoy cansada de sentirme tan fuera de lugar, tan innecesaria, tan vacía… Realmente quiero dejar de llorar. Realmente quiero hacer algo para cambiar, para que las cosas sean diferentes, pero mientras más lo pienso, más me convenzo de una dolorosa verdad…

Soy impura… soy imperfecta…

Y, al igual que mi antigua Perla, estoy rota…

Fin.

Notas:

Steven Universe y sus personajes pertenecen a Rebecca Sugar.

– Esto es una divagada que se me ocurrió tras ver el episodio "Change your mind". No quise usar los nombres en español de las Diamantes porque no me gusta cómo suenan así que usé sus variantes en inglés.