Hola a todos, este mes pensé que podría cumplir mi meta personal de subir fics de Street Fighter quincenalmente, pero por trabajos part time no tuve mucho tiempo para escribir, sin embargo, aquí les dejo esta historia con contenido subido de tono, están advertidos, no quiero quejas después. Suelo escribir cosas así para Saint Seiya, esta es la primera vez que uso personajes de Street Fighter, espero no destruirle la infancia a nadie ni herir susceptibilidades, recuerden que ante todo, esto es un fic.
Summary: Decapre intenta adaptarse a una vida normal viviendo junto a Cammy, y al parecer lo está logrando. Ha pasado casi un año de la caída de Shadaloo, y la ex doll se da cuenta que su hermana tiene un pequeño secreto, similar al que esconde ella. *Contenido para adultos, lemonoso, con un poco de crackpairing*
Personajes: Decapre/Abel, Cammy/Vega.
Línea de tiempo: post SFV, A shadow falls.
Disclaimer: Decapre, Cammy, Abel, Vega y todos los personajes de Street Fighter pertenecen a la franquicia de CAPCOM, yo sólo escribo por amor al arte, sin obtener dinero por esto, mi idea es sólo entretener y compartir mis descabelladas ideas con ustedes.
Notas al final del fic.
Secrets twins.
Por Mel-Gothic de Cáncer.
Pasan de las dos de la madrugada, es muy tarde, en tu trabajo no tienes horarios cuando sales a alguna misión, pero la última que tuviste terminó hace un par de días, y por ahora, entiendo que estás redactando informes para el alto mando del MI6 en horario de oficina. El apartamento está silencioso esta noche, siento cómo abres la entrada principal muy despacio, porque crees que estoy dormida y no me quieres despertar, pero intuyo con quién vienes de visita, así que, sigilosamente, dejo la puerta de mi habitación un poco floja para poder espiar sin que te des cuenta, y acierto en lo que pensaba, has traído a tu amante, ambos están abrazados, tropezando con los muebles de la sala como si estuvieran borrachos, apenas se deslizan por el pasillo, hasta que logran llegar a tu puerta, entre besos y mordiscos, dándose múltiples caricias en lugares prohibidos.
Hace ya algún tiempo, desde la caída de Shadaloo, que viene desde España para dormir contigo, y creo, se ha vuelto una costumbre. La primera vez que los vi hace seis meses, quedé sorprendida, no esperaba que hicieras ese tipo de cosas con quién supuestamente odias, iba a atacarlo para que no te tocara, pero mi curiosidad por saber lo que hacen un hombre y una mujer, por su propia voluntad, cuando se quedan solos, fue mucho más fuerte en ese momento.
Cada vez que él aparece, cierras despacio tu habitación pensando que lo que ocurre allí dentro, sólo será un secreto entre ambos. Pero eso no es verdad, aún no te das cuenta que tu puerta está un poco descuadrada y que deja un pequeño espacio por donde puedo observar con toda nitidez, el pecado que varias veces al mes cometes en los brazos de uno de tus peores enemigos, al permitir que entre más allá de tu habitación, dándole el permiso para que invada lo más profundo de cada rincón de tu cuerpo.
Cuando los veo entrar a tu cuarto, salgo con sigilo del mío, y busco la rendija por donde siempre los espío, ambos se arrojan desesperados sobre tu cama como si no existiese un mañana, puedo darme cuenta que la calentura de tu cuerpo apremia mucho más que la cordura de tu mente, no opones demasiada resistencia, pareciera que te nublas por completo ante el contacto de sus caricias y él te desea con fogosidad, sin el maestro Bison, él puede hacer contigo lo que le plazca sin temor alguno.
Me acostumbré a ver como rápidamente te besa, parece inquieto desde el mismo momento en que entra en el apartamento, y se lanza sobre ti, como si no quisiera perder tiempo en rituales tontos como los de las películas y libros románticos. Tiene muy claro lo que quiere, te toma, te posee por completo para satisfacer esa necesidad, instinto, o como sea que le llamen, pero tú no eres tan diferente a él. También lo anhelas, lo esperas con ansias, con el estómago hecho un nudo de nervios, aunque te niegues a aceptarlo. Pequeños detalles te delatan durante el día, así me doy cuenta, sé que cuando el viene, te preocupas de estar depilada, y aseada, de ponerte ropa limpia, y comes bastante poco, también sacas al gato fuera del apartamento, quizás pagas una noche en esos hoteles de mascotas, porque no quieres que aparezca maullando cuando él está dentro tuyo, haciéndote gemir de forma contenida, para que yo no pueda despertar y escucharte.
Él abre tu blusa sin piedad, la rasga, los botones salen disparados en todas direcciones, pero no contento con eso, mientras muerde con fuerza tus pechos, que quedan marcados con sus dientes, aprovecha sus largas uñas, garras, al fin y al cabo, para encargarse de bajarte la falda, y las pantaletas de encaje que te pones a propósito, para ver si lo nota, y sí, cumple su efecto. Se detiene, observa lentamente, acerca su nariz hasta tu intimidad para oler la salinidad de tu cuerpo, acaricia con una de sus manos el borde de los delicados hilos de color negro, sonríe al ver que buscas siempre la manera de excitarlo, y con las yemas de sus dedos, recorre con suavidad el contorno de las pantaletas, besa con ternura tu monte de venus, para después, cortar cada parte del encaje, hasta dejar tu entrepierna libre y mojada por sus caricias.
Sólo entonces, con delicadeza, estimula tu clítoris. Algunas veces dejas escapar un suspiro, otras, un gemido que no logras contener, pero la situación empeora cuando saca su lengua y la desliza por todo tu centro, lamiendo, succionando, probando tu esencia. Desde mi escondite tras la puerta, puedo vislumbrar tu rostro, la expresión que pones al sentir todo el placer que tu amante te está brindando. Llegas a disfrutarlo tanto, que coges su cabeza entre tus manos, y la acaricias, mientras él parece estar completamente entregado a la tarea de dejarte satisfecha, aunque seguramente, lo hace por ego más que porque le importe que lo disfrutes, él se considera perfecto en todo sentido, y obviamente en las cosas de dormitorio, debe creer que es algo así como un dios del arte del sexo, pero siempre se esmera porque sabe que alguna vez tuvo un rival.
No lo recuerdas ¿Verdad? Pero él sí lo sabe, lo que tú, yo, y cada una de las dolls, hacíamos en los aposentos del maestro Bison. Todas fuimos sus amantes forzadas por el Psycho Power, tú eras su favorita, no sólo por ser su asesina y clon perfecto, visitabas su habitación muchas más veces que todas nosotras, y luego de que cobraste autoconciencia, que desaparecieras de la base de Shadaloo antes de perder la memoria, el maestro me ordenó tomar tu lugar. Así lo hice durante todos estos años. Cada vez que su cuerpo era destruido, y regresaba con uno nuevo, yo era la encargada de reconfortarlo entre mis piernas cada noche, hasta que decidía usar a otra doll para permitirme descansar.
En nuestras mentes, sólo escuchábamos lo que él decía sentir por nosotras. Me dijo muchas veces que me amaba, que era su soldado más leal, que no podía compararme contigo porque yo sí sabía que era lo mejor, permaneciendo fiel a Shadaloo, aun así, jamás quiso hacerme el amor sin mi máscara puesta. Primero bajo la excusa de que el Psycho Power al unir nuestros cuerpos podría deteriorar más mis quemaduras si no las protegía adecuadamente, luego, dijo que no quería ver mi rostro porque le recordaba el tuyo, pero en el fondo, siempre supe que tú eras a quién deseaba, que sólo me usaba por ser lo más parecido a ti. A pesar de sentirse despechado por tu abandono, jamás me amaría. Fue doloroso entenderlo, pero se supone yo no debía tener emociones, y aunque me esmeraba en ocultarlas, porque sabía lo peligroso que era, podía controlar un poco del Psycho Power al igual que tú, por eso, a veces sí era consciente de todo lo que pasaba mi alrededor, y te odié mucho más, porque en ese entonces yo sí creí amarlo de verdad, me convencí que habías robado mi rostro, mi lugar en Shadaloo, y el amor de Lord Bison.
Mi cuerpo, al igual que el de todas las dolls, tenía orgasmos, sentía placer, pero no era algo que proviniese de mi propia voluntad, creo que ninguna, en lo más profundo de su mente, realmente llegó a disfrutarlo. El maestro Bison implantaba todo eso dentro de nosotras, nos hacía creer que lo amábamos, ellas no tenían el control sobre sus propias mentes, por eso lo aceptaban, en mi caso, el miedo a enfrentar el mundo con mi rostro quemado, a que todos me rechazaran, me hizo permanecer bajo sus órdenes, aunque también me aferré a la idea de que sólo él podría querer a un monstruo como yo, después de todo, comparto al igual que tú, parte de su adn.
Tu amante sabe de todo eso, porque muchas veces, cuando estabas en la habitación de nuestro líder satisfaciendo sus necesidades, pasaba delante de la puerta con la mirada cargada de odio, pero él le temía más al maestro y a la muerte, por eso descargaba su ira matando al guardia que estuviera de turno y fuera tan estúpido como para cruzarse en su camino, todos en la base lo sabían, pero callaban, mientras que delante de Lord Bison, él permanecía en silencio cuando hacía comentarios sobre ti, como si no le importaras, incluso fingiendo que te odiaba, mientras esperaba quizás la oportunidad perfecta para poder sacarte de nuestra organización y convertirte en su juguete.
Tal vez, por eso no me sorprende tanto el hecho de que se divirtiera provocándote todo el tiempo, buscando siempre la manera de hacerse notar, de saber si ahora puedes tener verdaderas emociones, y que, después de todo, ahora al fin puede cumplir ese anhelo de poseerte en plenitud, no como una máquina de matar sin expresiones en su rostro. Por supuesto que prefiere causarte dolor, o al menos eso creía, ya que, imaginaba que después de que consiguiera tener sexo contigo una vez, te abandonaría, pero ha pasado algo de tiempo, y sigue apareciendo todos los meses, sin falta, cada vez con mayor frecuencia, sospecho que te has convertido en una nueva droga para él, tan potente como lo es la sangre que le gusta derramar en sus peleas de jaula.
Un gemido alto interrumpe mis recuerdos, de aquellos tiempos en que era una muñeca sin voluntad, noto tu rostro sonrojado, llevaste tus manos hasta tu boca para cubrirla, respiras agitadamente, y tu amante te observa con una sonrisa perversa, murmuras que pude haber despertado mientras tenías un intenso orgasmo, y él contesta con un "¿Y qué importa?" que te pone de mal humor, y sólo para fastidiarte, esta vez me animo a darte en el gusto, me acerco lentamente a la puerta de mi habitación, la abro despacio, y luego la cierro con brusquedad, para hacerte notar que estoy despierta, doy pasos firmes hasta tu puerta, y la golpeo preguntándote si estas enferma, porque te escuché gemir.
Miro nuevamente por la abertura por donde te espío, noto que te sientas rápidamente sobre tu cama, intentando cubrir tu cuerpo, que a estas alturas, ya está arañado y mordido por tu amante, quién se acomoda desnudo sobre la cama, levantando una rubia ceja, en señal expectante de qué vas a hacer si entro a tu habitación y los sorprendo. Tartamudeas diciendo que sólo tuviste una pesadilla, ante lo cual ofrezco traerte un vaso con agua, de inmediato dices que no lo necesitas, que todo está bien, y que es mejor que me vaya a dormir, insisto, no te haré las cosas tan fáciles, me divierte ver cómo inventas excusas para que no te descubra, esta vez pregunto por tu gato, a sabiendas que lo dejaste fuera, agrego que no lo veo por ningún lado, y me respondes que lo llevaste al veterinario y que regresará mañana.
Sólo entonces, al ver que estás demasiado nerviosa, me doy por satisfecha, "buenas noches" digo fingiendo total inocencia, y hago como que regreso a mi habitación. Cuando escuchas que cerré la puerta, suspiras aliviada, regañas un poco a tu acompañante, pero a este le hace mucha gracia la situación, y yo sé cómo seguirán ahora por el resto de la noche, rápidamente te coge por sorpresa y te tumba con fuerza sobre la cama, cogiéndote por los brazos para que quedes inmovilizada, pero tu agilidad lo toma por sorpresa, con tus piernas rodeas su cuerpo y logras lanzarlo a uno de los costados de tu habitación.
A ninguno de los dos le gusta ser sumiso, y luego de que hacen un pre calentamiento, siempre terminan peleándose por quién irá arriba. Es divertido ver cómo luchan el uno contra el otro, la habitación automáticamente se convierte en un ring o quizás algo parecido a la jaula de tu amante en Barcelona, ya que él se cuelga hasta de los muros y del techo por obtener la victoria sobre ti, has tenido que comprar una cama nueva un par de veces, pero creo que si sigues con esa extraña relación, tendrás que comprar muchas más.
Aquellas veces en que él te vence, puedo distinguir su mirada lujuriosa acompañada de una sonrisa diabólica en su rostro mientras te penetra, te embiste, te hace jadear y sudar, al mismo tiempo que con sus uñas, araña tu piel, provocándole pequeños cortes en zonas que nadie nota cuando usas el leotardo verde o el blanco del MI6, hasta que termina con un profundo gruñido, y mientras se derrama dentro de ti, cae lentamente sobre tus pechos, apoya en ellos su cabeza de forma inexpresiva, y lo abrazas, con una mueca de confusión en tu rostro. Sé que por un lado lo disfrutas, pero por el otro, sientes culpa por acostarte con tu enemigo.
Cuando tú ganas, te montas sobre él, y lo cabalgas como una hábil amazona victoriosa de vencer a su rival, dándole mucho placer, manteniendo el control sobre su cuerpo, tus pechos se agitan al compás de tus movimientos, el trata de cogerlos para acariciarlos, pero no se lo permites, le dices que eres quién manda, aprisionas sus brazos entre tus manos, y él, increíblemente se deja dominar, y distingo a través del brillo en sus ojos, que de verdad está excitado disfrutando que seas tú quién tenga el control en ese instante. Por lo general, te preocupas de satisfacerte a ti misma, y luego que sientes que has tenido suficiente, buscas con sutileza que él alcance el clímax hasta que lo consigues, y después, te arrojas a sus brazos, y él te cobija en ellos, aprovechando de recordarte, a modo de tortura, que ya es muy tarde y que al día siguiente llegarás tarde al trabajo, quizás alguno de tus amigos descubra la aventura que ustedes tienen, y te dejen sola para siempre "¿Qué sucedería si nos sorprende tu amiguita de Interpol?", escucho que te dice, tu cara se pone fría como un iceberg, te alejas de él y le das la espalda enfadada.
Él sonríe victorioso, ha logrado provocarte, sabe que tus amigos, al igual que yo, somos tu única familia, que te aterra la sola idea de perdernos, y que si te descubren, no serás capaz de elegir entre ellos y tu amante, a veces, escucho que murmuras muy despacio un "nunca más", pero él también se ha vuelto una droga para ti, al menos la dependencia es mutua, los dos siempre desean más, y siempre que juran que no regresarán, terminan aquí, en este apartamento teniendo sexo desenfrenado por horas, repitiendo esa eterna pelea de dominación y satisfacción una y otra vez, hasta que caen exhaustos.
Ya son las tres de la madrugada, luego de ver como terminan la primera ronda de esta noche, retrocedo despacio, he observado suficiente y, estoy tan excitada como tú, pero no por el Comandante Vega, ese hombre me desprecia profundamente, jamás me fijaría en un sujeto tan insoportable como él, estoy segura que ya que eres "Killer Bee", el soldado perfecto del maestro Bison, tú eres la indicada para lidiar con un sujeto tan exasperante y afeminado. En mi caso, al igual que tú, tengo un amante a escondidas, aunque él no es tan atractivo como el tuyo, pero creo que está hecho a mi medida.
Miro a mi celular, ese que me obsequiaste para localizarte en caso de emergencia, notando que ha llegado un mensaje, es él, me pregunta si estoy despierta, que acaba de regresar de una misión que le encomendaste, y que está demasiado cansado para conducir hasta su casa, de inmediato le contesto que venga esta noche a dormir conmigo, que estás demasiado ocupada, y que seguramente no te darás cuenta si entra a mi habitación. Sé que él está en el callejón detrás del edificio, esperando a que le dé luz verde para que pueda subir por la escalera de emergencia que da con mi ventana.
Y así lo hace. Vivimos en un sexto piso, y aunque él viene cansado, logra llegar hasta nuestro apartamento. Cuando logro abrir mi estrecha ventana para que pueda entrar, curvo con dificultad mis labios en una sonrisa, me cuesta controlar los músculos de mi rostro, por las quemaduras en él, mi amante introduce su cabeza y me da un suave beso en los labios, luego me pregunta si "el área está despejada" ante lo cual le contesto "afirmativo". Entonces intenta que su corpulento cuerpo pase hasta mi habitación. Siempre se raspa algún brazo, se golpea en la nuca o una rodilla, y es que es complicado que un gigante de 198 centímetros, con tantos músculos, quepa en una ventana tan pequeña, pero el deseo puede mucho más.
Cuando finalmente logramos que entre, lo tomo del brazo, y le digo que se siente en mi cama, que le traeré algo de comer, seguro debe venir cansado, porque siempre lo mandas a misiones arriesgadas, pero él me coge de la cintura para besarme, estrecha mi cuerpo con suavidad, mientras me siento a horcajadas sobre su pelvis, pudiendo sentir su masculinidad rígida frotándose contra mi intimidad, y la excitación que llevo acumulada aumenta más, beso su cuello y lo muerdo un poco, mientras él levanta la camiseta de mi pijama, esa que tiene perritos estampados por todos lados, y acaricia mis pechos, como si los masajeara. Para estas cosas siempre fui silenciosa, y aún no cambio esa forma de ser, a diferencia tuya, que tienes que hacer grandes esfuerzos por contener los gemidos que te provocan las expertas manos del Comandante Vega. Pero mi amante ha aprendido a conocerme muy bien, y sabe que disfruto con cada cosa que me hace, así que no importa si siempre guardo silencio.
Dejo de juguetear con su cuello, y el me quita definitivamente la camiseta, a estas alturas resulta una molestia, al igual que el pantalón que llevo puesto, del cual me deshago rápidamente notando la humedad entre mis piernas, aunque yo no estoy dispuesta a quedarme atrás, y con habilidad empiezo a desnudarlo, me gusta que estemos en igualdad de condiciones. Pero mi amante es bastante alto para mi pequeña cama, terminaremos chocando con todo en esta habitación, la última vez se nos cayó mi laptot, y apareciste golpeando mi puerta para saber si algo andaba mal, no quisiera que eso vuelva a suceder y descubras mi secreto. No pienso rebelártelo hasta que seas capaz de decirme lo que pasa entre el Comandante Vega y tú.
Despacio, mi amante se recuesta en el colchón, y yo acomodo unas almohadas para que no le cuelgue la cabeza, entonces me monto sobre él para lamer su torso, y bajo por sus abdominales y oblicuos de a poco, hasta llegar a su ingle, para juguetear con su pene como te he visto que haces con el comandante, siempre lo alborotas con eso, y quiero probar qué efecto tiene en mi acompañante. Apenas deslizo mi lengua tibia por su pegajoso glande, el gruñe, se sonroja y me pregunta lo que estoy haciendo, yo sonrío como puedo, no suelo decir demasiado, trato que mis acciones expliquen más que las palabras, y él me entiende.
Aunque en muchos aspectos aparenta ser un hombre frío, en el fondo Abel es como un niño, es curioso, tierno, y amable conmigo. Es tan diferente al maestro Bison, y sin embargo, tiene tanto de él, no sólo su adn, físicamente también tiene su rostro, la forma de su cabello, su mandíbula, pero sus ojos azules, su piel blanca, algo bronceada por el trabajo y el entrenamiento, su cabello corto y rubio, lo diferencia un poco, al igual que las cicatrices en su rostro y en su cuerpo. Desde un aspecto psicológico, ambos son bastante seguros de sí mismos, sobre todo en el combate, y siempre tienen claro lo que quieren, pero a diferencia del maestro, él no toma las cosas por la fuerza, salvo que sea necesario, tampoco manipula, ni miente, es siempre honesto, al igual que tú. Parece ser que los clones desprogramados del Psycho Power son así, tienen todo dentro de sí para destruir, pero no lo hacen, porque prefieren vivir y aprender de ello, ver lo lindo del mundo en lugar de querer dominarlo, no es mi caso, al ser imperfecta, un clon defectuoso, al mantener todos mis recuerdos de cuando servía a Shadaloo, el sólo hecho de recordar toda la maldad que apoyé en mi pasado, me hace sentir diferente, y quizás un poco indigna del cariño que ustedes me entregan.
Quisiera olvidar todo lo que pasó, pero no puedo, porque el Psycho Power aún vive en mí. A veces temo que de verdad el maestro Bison regrese y me lleve con él, no soportaría volver a hacerte daño, y a mi amante, mucho menos, me gusta la nueva vida que tengo al lado de ustedes, no quiero perderla por nada en el mundo. Abel me dijo que quería una familia, y quiero dársela, aunque sé que genéticamente somos como hermanos, y quizás esto sea una especie de incesto, pero no me importa, porque él de verdad me quiere, lo noto siempre en la gentileza que tiene para tratarme, en cada momento que paso junto a él a escondidas de ti, porque no sé qué me vas a decir cuando te enteres, incluso, cuando besa mi rostro quemado sin importarle lo horrible que sea.
Mientras succiono con fruición el pene de mi amante, escucho que de su garganta sale un fuerte gemido, y mi boca se llena de su esencia, pero tiene un sabor extraño, me retiro con rapidez y siento como me la voy tragando, es raro, comienzo a toser, no puedo creer que hagas esto con el comandante y a ambos les guste, tal vez, debería preguntarte cómo te tragas esto sin notarle el sabor, pero me daría mucha vergüenza. Escucho la respiración agitada de Abel, intento mirarlo pero sigo tosiendo, logro sentir una de sus manos golpeando mi espalda para ayudarme, pero entonces, sucede algo inesperado, y tu voz resuena tras la puerta de mi habitación, me preguntas si estoy bien, que creíste escuchar un ruido extraño y quieres entrar para revisar.
Abel niega en silencio, yo miro asustada en todas direcciones, ya has dicho que entrarás, cuando eso pasa nadie puede detenerte, llevamos viviendo juntas casi un año, y eso lo sé muy bien, observo el perímetro y me molesta que mi habitación sea tan pequeña, ni siquiera puedo esconder a mi amante en el closet, menos sacarlo desnudo por la ventana, así que de inmediato tomo las sábanas y el cobertor de mi cama, y lo cubro diciéndole que es la única forma de esconderlo, pero su cabeza, sus manos y sus pies sobresalen para todos lados, frustrada, tomo los perritos de felpa que colecciono, para acomodarlos en su cabeza junto a las almohadas, pero giras la perilla de mi puerta a la cual le puse seguro.
Estás inquieta, insistes en preguntar si estoy enferma, y ahora me arrepiento con toda el alma de haberte molestado hace un rato cuando estabas con el comandante, seguro esto debe ser eso que llaman karma. Abel murmura despacio que no me preocupe, y veo como trata de esconder sus brazos bajo las sábanas, "Decapre, abre por favor", escucho que me hablas, y entonces, justo cuando me acerco a la puerta me doy cuenta que estoy desnuda, mi pijama está tirado en el suelo junto a la ropa de mi amante, y caigo en la desesperación, no quiero que descubras mi secreto, no de esta manera.
Rápidamente me pongo una bata encima, la ato como puedo, mientras con los pies empujo la ropa debajo de mi cama. Cuando finalmente logro abrir la puerta, veo tu rostro con una expresión grave, entras a mi habitación y me miras directamente a los ojos.
— ¿Has tenido alguna pesadilla? —. Me preguntas tocando mi rostro algo sudoroso. — Parece que tienes un poco de fiebre, tus mejillas están enrojecidas, iré por un termómetro— dices moviéndote nuevamente en dirección a la puerta.
Siempre que tengo insomnio por las noches, apareces para ver si estoy bien, piensas que es porque recordé mi pasado. Todas las dolls sueñan con fragmentos de sus vidas en Shadaloo, al igual que tú, pero yo no necesito dormir para ello, recuerdo absolutamente todo, no sé qué fue lo que me hizo esa mujer llamada Helen para liberarme definitivamente del control mental del maestro Bison, pero no desaparecieron mis memorias como sucedió con las demás, seguro es por el poco de Psycho Power que quedó dentro de mi cuerpo y no me atrevo a decírtelo, porque tengo miedo que me lleven a la cárcel si digo que recuerdo cada uno de mis asesinatos.
— Estar bien, sólo ir por vaso de agua, atragantar, agua caer en mi pijama— respondo tratando de articular las palabras con mucha dificultad, quiero que te vayas pronto de aquí, deseo estar con Abel y me molestas.
— Si te sientes mal, sólo avísame, sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites— dices acercándote a la puerta para dicha mía, no irás por el termómetro y me dejarás tranquila con mi amante.
— Saberlo, hermana menor ayudarme siempre —contesto intentando sonreír para que cierres la maldita puerta pronto, y regreses a seguir rompiendo tu cama con el vanidoso e irritante hombre que tienes por pareja. Por suerte, es lo que finalmente haces, oigo tus pasos hasta tu habitación, y parece ser que al comandante Vega no le ha gustado que lo dejes solo, para venir a cuidarme, escucho algunos murmullos que parecen una discusión, pero sé cómo se van a reconciliar, así que no le doy importancia.
El comandante me desprecia por mi fealdad, y el hecho de que yo sea más importante para ti que él, lo llena de celos, mientras que yo disfruto de esa situación, eres mi hermana, y aunque no quiero compartirte con ese idiota afeminado, sé que la primera en tu orden de prioridades siempre seré yo, en ese sentido, lo he vencido. Le pongo seguro nuevamente a mi puerta, y al girar para regresar a mi cama, Abel me rodea con sus fornidos brazos y pregunta con suavidad en mi oído si ya pasó el peligro.
"Afirmativo, área despejada", contesto, y él me mira con seriedad, insiste en que no le gusta que te escondamos nuestra relación, pero yo le digo que en secreto es más divertido, y lo beso, aún tengo mucha calentura en el cuerpo y estoy loca por estar con él. Desesperadamente comienzo a deslizar mi lengua por su pecho, el me estrecha contra la puerta, coge fuertemente mis glúteos y yo, excitada, rodeo sus caderas con mis piernas. Mi bata mal atada se desliza, dejando mis pechos, mi vientre, mi centro completamente expuestos ante él, sus labios acarician mi quemada mejilla, bajan haciéndome cosquillas hasta mi cuello, el cual comienza a morder, a succionar provocándome un dolor exquisito.
Su boca baja por mi clavícula, se desliza hasta llegar a mis pechos, siento cómo sus dientes mordisquean mis pezones, y su lengua los lame con tibieza, no puedo más, quiero que entre en mí, y restriego mi húmeda vulva con su masculinidad que ya siento dura nuevamente. Pero él se toma su tiempo, me conduce hasta mi cama, me recuesta sobre los perritos de felpa que le puse para esconderlo de ti, continúa bajando hasta acariciar mi vientre, lo besa, también mi ombligo, y entonces, se atreve a llegar un poco más lejos, no puedo evitar soltar un gemido apagado, el primero que emito en mi vida, cuando siento cómo con su lengua juega con mi clítoris, es agradable, ante su contacto me humedezco mucho más que antes, no puedo evitar coger su cabeza entre mis manos, como veo que haces con el comandante, y al fin entiendo el por qué, no quieres que se detenga, como yo tampoco quiero que Abel lo haga.
A diferencia tuya, empecé a tener relaciones sexuales con él hace apenas un mes, fue difícil quitar de mi cabeza las tortuosas experiencias que tuve con Lord Bison, pero la paciencia y ternura de Abel hicieron que mi cuerpo reaccionara poco a poco, no sé si vio lo que nuestro líder y yo hacíamos en sus aposentos cuando estuvo infiltrado en Shadaloo, pero, un par de veces, le he escuchado murmurar que yo no tengo la culpa de lo que pasó. Desde que unimos nuestros cuerpos por primera vez, me siento muy feliz, a él le gusta explorar y descubrir qué es lo que me gusta, y yo también lo hago, por eso creo que en este momento quiere devolverme el sexo oral que practiqué con él antes de que nos interrumpieras.
— No te detengas—. Suplico cuando de forma repentina, retira su lengua mientras jadeo incesantemente, lo estaba disfrutando mucho, entonces, noto que sonríe, y con delicadeza, abre mis piernas un poco más, y acomoda su cuerpo sobre el mío. Al fin tengo lo que estaba deseando con todas mis fuerzas, Abel entra en mi cuerpo, su masculinidad está tan rígida, caliente, húmeda y pegajosa, me excita demasiado.
— Es la primera vez que hablas mientras…— intenta decir, pero estrecho mis piernas alrededor de su cuerpo para sentirlo más profundo, lo abrazo, y lo beso con desesperación. Entonces comienza a embestirme, primero despacio, su cuerpo es más grande que el mío, sé que teme hacerme daño con su fuerza, en cambio, al maestro Bison no le importaba en lo absoluto, sólo hacía lo que quería, sin preguntarme, y luego se marchaba cuando terminaba, pero Abel es completamente diferente, una vez que se acostumbra a estar dentro de mí, sus movimientos se hacen más rápidos, más cortos, pero a la vez profundos, siento una agradable tensión en todo mi cuerpo, sumada a las caricias intensas que recibo de mi amante, realmente, me gusta hacer el amor con el pleno uso de todos mis sentidos, gozando de cada sensación que emana de mi cuerpo, con alguien que yo quiero, no que me fuerza a que lo ame.
Por lo general, Abel dura mucho tiempo dándome placer, pero esta noche se nota que está muy cansado, sólo vino aquí para consentirme, y lo logra, ya que un orgasmo intenso me estremece antes de que se derrame por completo dentro de mí, me gusta tener su esencia en mi cuerpo, es como un tranquilizante que genera adicción. Él me mira algo apenado, aún jadeante, le contesto que no hay cuidado, que estoy satisfecha, me ayuda entonces a acomodar las sábanas nuevamente, y nos acostamos juntos, abrazados, ya son más de las cuatro y media, y tiene que presentarse temprano en el MI6 para darte su reporte. Apenas cierra los ojos, se queda dormido de inmediato, mientras yo poso mi rostro sobre su pecho, y me acurruco en él creyendo que estoy viviendo un sueño, luego me doy cuenta que por suerte, es mi nueva realidad, la pesadilla de Shadaloo aparentemente ha terminado, no quiero volver a repetirla nunca más.
También deseo que tú nunca recuerdes lo que nos hizo el maestro Bison, prefiero mil veces que sus huellas las borre el comandante Vega con su apasionada locura, a que padezcas el mismo sufrimiento que yo, por recordar todo lo que nos sucedió dentro de esa organización, creo que ambas hemos tenido suficiente, y no quiero que tu odio siga creciendo, porque a pesar de todo, si existimos, es gracias al monstruo que nos creó, es por eso que no puedo dejar de llamarlo maestro ni de estarle agradecida por haberte dado la vida, a Abel, y a mí.
Siento mis ojos muy pesados, estoy cansada, dormiré tranquila lo que queda de esta noche, seguramente por la mañana mi amante al igual que el tuyo, saldrán corriendo por la ventana, para que ninguna de nosotras se dé cuenta de la aventura amorosa de la otra, pero yo conozco toda la verdad, y la esconderé hasta que sea el momento de que aclaremos las cosas.
Notas de la autora:
* Debo decir que quería que este fic fuera más largo, se supone, venía una escena donde Cammy descubre a Decapre, pero me arrepentí y la eliminé, porque creo, estropea la narrativa de la historia, preferí dejarla así como está, ahora, si quieren que le agregue un segundo capítulo con esa escena, háganmelo saber.
* Respecto a que Decapre recuerda toda su vida en Shadaloo y se lo esconde a Cammy, pues, sólo es una ocurrencia mía, las dolls desprogramadas siempre tienen amnesia, pero hay una cosa que no entendí de A shadow fall, y es precisamente si Decapre lo recuerda o no, Juri le dijo a Cammy que Decapre insistió en querer ayudarla cuando la salvó de Vega en la base de Shadaloo, y sólo se me ocurren dos cosas, que Decapre alberga dentro de ella el deseo de ayudar a su "hermana" con memoria borrada y todo, o que de frentón recuerde su paso por Shadaloo, pero decide cambiarse al bando de los buenos, ya sin el control mental de Bison dominándola.
* Sé que muchos aman el VegaxChun Li, especialmente por el beso que le dio en SF II: Victory, lo cual está bien para los fans de Chun li, en mi caso, de todos las posibles parejas de Cammy, me gusta más Vega, y es que después de los hechos de SF Alpha, creo que tienen una conversación pendiente, lástima que Vega esté tan loco y Cammy se niegue rotundamente a escucharlo, harían una linda pareja de ex asesinos de Shadaloo si se dieran la oportunidad.
* "Comandante Vega", lo he leído en algunos fics del fandom en inglés, y me parece que Decapre podría referirse a él de esa manera, más aún si recuerda todo su pasado, al igual que "Maestro Bison", o "Lord Bison".
* La idea de emparejar a Cammy con Abel me parece interesante, leí un fic hace tiempo sobre ellos, teniendo como punto de partida el hecho de que sean petlovers, sin embargo, ambos poseen el adn de Bison, lo cual podría convertirlos en hermanos, el caso de Decapre es igual ¿Qué me hizo entonces juntar a Decapre con Abel? Jajaja, esto queda muy "Marmalade Boy", pero creo que si Cammy se enamorara de Abel, se mantendría distanciada porque ella al igual que él fueron educados por el MI6 y el soldado mercenario, con valores humanos, donde la moral tiene mucho peso, en el caso de Decapre, si recuerda todo su pasado, la moral no es algo que le importe demasiado, dudo que Bison le haya explicado lo que es eso, si la vivía trasgrediendo todo el tiempo, además, Abel es parecido a Bison, lo cual podría generarle interés a Decapre, y en el wiki leí que a Decapre le gustan los perros xD aunque no sé qué dice oficialmente Capcom sobre este dato, las wikis a veces mienten.
* Finalmente creo que no hay más detalles que explicar, después de todo, esto es un fic, si te has pasado por aquí, y llegaste hasta el final, gracias por leer ;).
