Un Saludo a todos: Después de mucho trabajo (ya que casi no e tenido mucho tiempo por mis clases y el trabajo), finalmente pude terminar el prologo de esta nueva historia en la cual comencé a trabajar hace casi una semana. Este nuevo Fic. es una nueva idea que intento salga de lo comun para variar un poco mi estilo o mas bien los temas en los que siempre me baso a al hora de escribir.-
Debo aclarar unos cuantos puntos antes de que comiencen a leerla:
1- No es una historia DxS, ni nada parecido, tanto Danny como Sam no aparecerán en esta historia (Salvo en recuerdos, Sueños o en algún momento que lo considere conveniente según como se desarrolle la trama)
2- Esta historia solo contara con algunos personajes de la serie original, Jazz y Danielle, quienes obviamente son los principales; esto es debido a que comienzan en una nueva ciudad, por lo que todos los demás personajes de la historia serán nuevos y no tendrán mucha relación con la serie (a excepción de los villanos)
3- La historia es larga, si lo es, y lo admito, este proyecto requerirá mucho tiempo y esfuerzo de mi parte, ya que es narrar la vida de ambas, en cada aspecto que pueda imaginar en mi mente, eso incluye tanto problemas familiares, como problemas en el trabajo o en la escuela, incluso relaciones amorosas, todo para llegar a un inesperado desenlace, así que de antemano me disculpo y les pido que sean pacientes si llegase a tardar en publicar los capítulos.-
4- Este punto es algo que no suelo hacer en mis historias, pero por esta vez haré una excepción, y es incluir mi OC (Own Charácter), en la misma, normalmente no me gusta hacerlo porque siento que pierde un poco de su sentido, pero aprovechando que todo será nuevo e intentare no echar todo a perder
5- Solo puedo esperar que disfruten de la historia y que pueda llenar las expectativas de todos los lectores, muchas dudas sobre los personajes o la historia se iran aclarando solas segun avance la misma.-
Sin más que agregar, solo puedo esperar que la disfruten.-
Sinopsis:
Una nueva vida, una nueva ciudad, un nuevo nombre, nuevos amigos, todo lo necesario para dejar atrás el pasado.
Tras la perdida de su familia, Jazmine Summers (Fenton)de 30 años, intenta dejar atrás las sombras que marcaron su pasado, por lo que decide mudarse y comenzar una nueva vida, al lado de su hija Daniela Summers (Fenton) de 14 años.-
Ahora Jazmine deberá luchar por salir adelante y mantener una buena relación con su hija, para poder sobrevivir en su nuevo hogar, mientras que Daniela deberá adaptarse a su nueva escuela y a sus nuevos amigos, sin saber que un peligro le acecha, el cual podría destruir su vida, si sus lazos familiares no son lo suficientemente fuertes.-
Comienzos
Prologo
Por: Freeman2
Por que la vida es injusta. Estoy segura que en mas de alguna ocasión te has hecho la misma pregunta, y al igual que tu, yo también me lo he preguntado en mas de alguna ocasión. Solía pasar horas intentando descifrar esta incógnita, pero la verdad, nunca encontré una respuesta definitiva a esta interrogante, al menos no una que alcanzara a satisfacerme lo suficiente, después de muchos años intentando entender cual era el verdadero significado de la vida, me di cuenta de que la esta es solo un camino de sufrimiento sin sentido que no tiene solución; un pensamiento muy triste no es verdad, pero no dudo en ningún momento que también lo hayas pensado.
Porque las cosas tuvieron que ser de esta forma, un día la vida era perfecta y parecía que el futuro estaba asegurado, una buena vida, una buena familia, una buena educación, todo lo que alguien podría desear, hasta que un día todo cambio, ahora pareciera que no importa cuanto lucho por salir adelante, todas la puertas terminan por cerrarse frente a mi.
No me estoy quejando, por el contrario podría decir que tuve la suerte de nacer en una familia privilegiada, y vivir una vida que muchos podrían haber deseado, después de todo, mis padres siempre me dieron lo que desee, pero en alguna forma aunque parezca extraño que lo diga, no era feliz.
Te preguntaras porque, y la verdad no te culpo en pensar de esta forma, como es posible que una chica que lo a tenido todo sea capas de pensar de esta manera. Pero quizás para entenderme, tendrías que conocerme un poco más y estoy segura de que en este momento deseas saber más sobre mí, sobre mi vida, sobre mis padres, mis amigos, mi hermano, y aquellos acontecimientos que me hicieron lo que ahora soy.-
Si realmente deseas saber sobre mi vida, no tengo ningún inconveniente en contarte un poco mas sobre mi, pero debo advertirte que hay cosas en mi vida que simplemente no puedo y no deseo recordar.
Que puedo decir, mi infancia fue perfecta, hasta cierto punto. Mi familia era ejemplar, mis padres eran un par de científicos, siempre inventando y siempre creando algo nuevo para su absurda obsesión con los fantasmas, pero aunque su obsesión solía ser la mayor causa de los problemas en el hogar, ellos eran una pareja amorosa que siempre cuidaron de mí y de mi hermano, pero fuera de lo que todos veían, la verdad, es que ellos nunca tenían tiempo para nosotros, siempre ocupados con sus inventos, con sus conferencias y sus entrevistas, si, eran famosos, es mas quizás alguna vez escucharas hablar de ellos, de Maddie y Jack Fenton, no me sorprendería que los conocieras, es difícil olvidar sus nombres.
Podrías pensar: "Tus padres eran científicos famosos y adinerados, cualquiera desearía poder vivir tu vida", y es verdad, siempre tuve lo que quise, todos aquellos caprichos que mi corazón siempre deseo, estuvieron siempre a mi alcancé, todo lo que pudieses imaginar podía ser mió con solo pedirlo, con excepción de mis padres, pero este era el precio de la fama y por mucho que me doliera tuve que aceptarlo.
Con el tiempo encontré consuelo en los libros y dedique mi niñez a la lectura, pasabas horas encerrada en mi habitación soñando con una vida perfecta y un final feliz, tal y como narraban las historias que leía una y otra vez, como era de esperar mi pasión por la lectura y todo lo que estuviese relacionado con el amplio mundo de la literatura, me ayudo a sobresalir en la escuela, y fácilmente me convertí en la mejor estudiante de la secundaria, era la envidia de todos, siempre con un excelente promedio y una conducta intachable, claro era de esperarse de la hija de tan prestigiados científicos, con esto sabia que mi futuro era una línea recta al éxito, pero aun esto, no me hizo feliz.
Puede que suene como una amargada o incluso como alguien que simplemente no puede conformase con lo que tiene, si, tienes razón, quizás sea una persona egoísta y obstinada pero como podrías tú entender mis sentimientos. No, no puedes entenderlo, mi vida era un infierno tanto en casa como en la escuela, la escuela…., como odiaba ese lugar, como odiaba ser una muñeca de porcelana, perfecta simplemente perfecta, como si no fuese suficiente la poca atención de mis padres, mis notas no me hicieron la mas popular de la clase, como lo se, no es difícil de adivinar, podía verlo dibujado en las miradas de todos en la escuela, aquel repudio, aquel desprecio hacia mi, me miraban como si fuese un fenómeno, "Miren a la princesita, es simplemente perfecta", como odiaba eso, asistir a clases era un tormento diario que no parecía tener fin, siempre sola, sin ninguna persona a quien pudiese considerar como un verdadero amigo, nunca tuve a alguien en quien pudiese confiar, mis compañeros me veían como si fuese alguien extraña, la verdad yo nunca encaje en la secundaria, quien querría a una cerebrito sabelotodo a su lado, por que eso es lo que era, ni siquiera los chicos se fijaban en mi, lo se porque a aquellos a quienes les abrí mi corazón terminaron burlándose de mi, yo nunca fui mas que un juego para ellos, solo me buscaban por interés, y para poder sacar provecho de mi, pero me sentía tan sola, tan necesitada de tener a alguien a mi lado que deje que me lastimasen, solo porque quería sentirme amada, y es por eso que me odiaba a mi misma, por ser tan débil, por ser tan estupida de pensar que así podría resolver todos mis problemas, que tonta fui, solía llorar en los baños de la escuela todo el tiempo, así que al final decidí estar sola, recluida en una esquina donde nadie pudiese lastimarme.
¿Aun quieres juzgarme?, aun piensas que soy egoísta, quizás ahora comprendas un poco más sobre mí, no es verdad, tal vez tu modo de pensar también haya cambiado, pero mi historia no termina aquí, aun debo contarte un poco más, sobre mi hermano.
Danny, solía ser un chico muy tímido, el y yo siempre fuimos muy unidos, para mi era lo mas preciado en el mundo, su sonrisa era como una luz para mi, algo que me hacia sentir mejor con todo lo que me rodeaba, recuerdo que solía leerle muchas historias para que pudiera dormir y siempre que el tenia un problema, hablábamos por horas hasta que se sentía mejor, aquellos años junto a mi hermano siempre fueron los mas dichosos de mi vida. Pero con el paso del tiempo mi pequeño hermano cambio, y ya nada volvió a ser igual, aun recuerdo aquel día, cuando un extraño accidente ocurrió en mi casa, desde entonces las cosas no fueron las mismas, era como si Danny fuese otra persona, siempre en problemas, siempre discutía con papa y mama, y nunca mas dejo que me acercara a el, y así el lazo que alguna vez nos unió se fue disolviendo poco a poco, no tuve mas opción que hacerme a un lado y dejarle vivir su vida, el simplemente no deseaba nada de mi, y yo nunca mas desee estar con el, pero que gran error fue el que cometí, quizás si me hubiese esforzado mas, el no habría terminado de esta forma.-
De aquí en adelante, mis recuerdos son borrosos, y me es difícil recordad. Recuerdo que mi hermano solía frecuentar a un viejo amigo de mis padres, un hombre de apellido Master, también recuerdo que mis padres solían reñir con mi hermano por esa amistad, ya que al parecer mis madres no confiaban en ese hombre, decían que a el solo le interesaba el poder. Pero Danny no dejo que las restricciones de mis padres le detuviesen, y un día, mi hermano huyo de casa, pasaron algunas semanas antes que supiésemos de el. Cuando finalmente le encontramos, descubrimos que había escapado para convertirse en el hijo de Vlad Master, mis padres no podían creerlo, y esto genero una fricción entre ellos y su antiguo amigo lo cual conllevo a graves consecuencias. Mis padres intentaron recuperar a mi hermano por la fuerza, mas no sabían que su antiguo compañero de la universidad guardaba un oscuro secreto y no estaba dispuesto a dejar que mi hermano se fuese, aun puedo recordad ese día, había llovido toda la tarde y no parecía que la lluvia fuese a cesar, mis padres me pidieron que esperara en casa, pero no pude hacerlo y quizás aquella fue la única vez que les desobedecí.
Perdóname si no puedo darte mas detalles, pero hasta aquí es donde puedo recordar, lo demás son solo partes inconclusas, con excepción de algunas fechas y nombres mi mente párese haberlo olvidado todo, aunque aun puedo ver algunas imágenes en mi mente, las cuales aun me torturan en mis sueños. Un accidente, un incendio, la llamas consumiendo todo el lugar, mis padres muertos frente a mis ojos y mi hermano luchando contra un extraño ser quien reía, jactándose de aquella grotesca escena como si se tratase de una diversión, aquellas imágenes me atormentan en mis pesadillas cada noche sin descanso, pero entre todo el dolor recuerdo haber escuchado el llanto de un bebe, todo lo demás son solo sombras.-
Bien, desearía poder contarte más, pero me es imposible, además, ya te he contado más que suficiente, no quiero aburrirte con mi vida, y yo tampoco quiero intentar recordar, para mi eso quedo atrás, y es hora de comenzar nuevamente, una nueva ciudad y una nueva vida, al lado de mi pequeña, y esta historia al igual que muchas otras comienza aquí, dentro de la fría y oscura habitación de un motel.-
El reloj despertador, marco las cuatro de la mañana.
La noche era fría, como cualquier otra noche de primavera en esta parte del país, el viento soplaba con suavidad moviendo las pequeñas bolsas de basura que se encontraban en piso del estacionamiento, el cual aun se encontraba húmedo tras la lluvia que había azotado hacia unas horas; ahora no habían mas nubes en el cielo, solo un manto infinito de oscuridad, en el cual ni las estrellas se atrevían a iluminar el firmamento. El continuo destello de los faros que se encontraban en la acera junto a la carretera, se colaba entre las persianas blancas que cubrían las ventanas de las habitaciones del motel, que al igual que muchos otros, esperaban a los viajeros a la horilla del camino, llamándoles con sus rótulos fluorescentes para que pudiesen descansar de un largo viaje, parecía que aquella luz era lo único que iluminaba el lugar, haciendo un matiz de luz y sombras con cada destello.-
"Hoy será el ultimo día".- pensó una joven que se encontraba acostada a la orilla de la cama en una de las habitaciones del lugar, giro su cabeza lentamente hacia la derecha para mirar la hora que marcaba el reloj que se encontraba sobre la mesa de noche de su habitación.-
Aun era temprano, quizás demasiado temprano como para comenzar el día, la joven giro su cabeza nuevamente y fijo su mirada hacia el techo, no tenia ánimos de levantarse, dijo en su mente acomodando la almohada detrás de su cabeza y colocando sus dos manos detrás de la nuca para poder apoyarse en ellas, quizás lo mejor seria dormir un poco mas, se dijo cerrando sus ojos por un momento, sin embargo el sonido de un camión al pasar le impido volver a quedarse dormida, giro su cabeza nuevamente pero esta vez hacia su izquierda, el destello blanco de la luz que provenía de los faros en la calle, iluminaba su rostro revelando el cansancio en su mirada.-
"Bien, supongo que al mal paso, darle prisa", se dijo llenándose de ánimos para poder levantarse.-
Apoyo sus dos codos sobre la cama para poder impulsarse un poco y con la ayuda de sus manos pudo sentarse sin mucha dificultad, dio un suspiro y agito su cabello con su mano izquierda, odiaba tener que levantarse tan temprano, en especial, después de haber conducido toda la noche para poder encontrar un lugar donde poder dormir, apoyo su mano izquierda sobre la cama y con su mano derecha retiro la sabana que cubría sus piernas, revelando su ropa interior la cual era de color negro, "Que noche".- suspiro esperando un instante antes de girar su cuerpo, para de esta forma poner sus pies en el piso y así sentarse a la orilla de la cama.-
"Uhmmm".- bostezo cubriéndose la boca con la mano izquierda, doblando un poco la espalda hacia atrás y estirando su mano derecha hacia el cielo, estaba agotada, esta rutina se había repetido las ultimas noches y la verdad estaba mas que cansada de ella, deslizo su mano derecha sobre su blusa blanca para poder estirarla ya que se había recogido un poco cuando estaba acostada. Este día, finalmente llegarían a su destino, pensó nuevamente apoyando sus dos manos sobre la cama y dando un último impulso para ponerse de pie. La joven tambaleo un poco recostando su pierna derecha sobre el borde de la cama evitando así caer al piso, espero un momento y movió su pie derecho lentamente sintiendo un pequeño bulto en el suelo, al parecer había tropezado con un borde roto de la alfombra, dio unos pasos a su derecha acercándose a la mesa de noche que estaba junto a la cama, se agacho un poco y estiro la mano para poder encender la lámpara que se encontraba sobre la mesa.-
La luz invadió rápidamente toda la habitación, al menos ahora no habría excusa para tropezarse al caminar, se dijo mirando la pequeña saliente en la alfombra la cual casi le había derribado, levanto la mirada y pudo notar el reflejo de su rostro en el espejo que se encontraba colgado justo arriba de la mesa de noche, el cual era sostenido por un pequeño clavo que podría desprenderse de la pared en cualquier momento, se observo por un segundo, deslizando suavemente sus manos sobre su rostro, su cabello era rojizo, sus ojos azules y su piel blanca, no quería pensar que era presumida, pero su cuerpo aun estaba en muy buena forma para ser una mujer de treinta años, "Jejeje".-, sonrió para si, un poco apenada de sus propios pensamientos, dio unos pasos atrás para nuevamente sentarse en la cama, "Uhmm…".- dio un largo suspiro, mientras se recordaba así misma cuando apenas tenia dieciséis años, aunque la verdad, no había mucha diferencia; aun tenia la misma expresión triste que siempre le caracterizo, también el mismo peinado que siempre había usado desde que era una adolescente, lo cual no era muy original y con excepción del agotamiento dibujado en su rostro, y claro por su cuerpo que ahora ya no era el de una niña, considero la joven para si sosteniendo sus pechos con ambas manos, todo parecía ser igual.-
"Claro, y no olvidemos eso también".- murmuro en voz baja dibujando una sonrisa de picardía en su rostro, cerrando sus ojos y moviendo su cabeza con un poco de ironía ante el hecho que ahora era madre.-
"Como pasan los años" murmuro con un poco de tristeza, dando otro largo suspiro y tomando un mechón de su cabello con su mano derecha, el cual comenzó a desenredar con sus dedos, no había tenido tiempo para nada desde que comenzó el viaje y no podía negar que su aspecto era un desastre, ella siempre había tenido cuidado de cómo se veía, aunque nunca de una forma frívola, pero no había razón para verse mal, aunque pronto tendría tiempo suficiente para poder arreglarse, cuando llegaran a su nuevo hogar.-
Después de unos cuantos nudos desechos, la joven finalmente parecía prestarle un poco de atención a su habitación, las paredes estaban cubiertas con un viejo papel tapiz de flores rojas con bordes amarillos, el cual estaba comenzando a desprenderse, aquello era algo natural con el paso del tiempo el pegamento perdía su resistencia, el piso estaba completamente cubierto con una alfombra de color café, la cual también tenia algunas partes rasgadas, con las que alguien podría tropezarse fácilmente tal y como a ella le había ocurrido, también había una pequeña mesa frente a la cama, donde se encontraban un par de maletas abiertas, la habitación no era tan grande, una sola recamara con un baño.-
"Al menos es un bonito lugar", exclamo la pelirroja, recordando el ultimo Motel en donde habían pasado la noche, después de dormir en diferentes hospedajes durante el camino, era casi imposible el esperar un lugar que estuviese en buen estado, así que simplemente no podía ser exigente al respecto, pero aquella habitación era sin duda la mejor en la que habían estado.-
"Bien, no hay que perder mas tiempo", murmuro revisando nuevamente la hora del reloj, el cual marcaba ya las cuatro de la mañana con veinte minutos, "Ahora la parte difícil", se dijo dándose la vuelta para ver a la persona que estaba detrás de ella con la cual estaba compartiendo la habitación.-
"Daniela", llamo la joven levantándose un poco y colocándose de rodillas sobre la cama para poder acercarse a la joven que estaba acostada en el otro extremo de la misma, "Danni", llamo nuevamente estirando la mano y colocándola en la espalda de la jovencita que se encontraba profundamente dormida.-
"Uhmm….", murmuro la joven al sentir que alguien le movía
"Vamos hija es hora de levantarse".- dijo su madre nuevamente agitándola un poco mas
"Mama….".- murmuro Daniela estirando su mano y deteniendo la de su madre para que dejara de moverla, "Déjame dormir un poco mas".- exclamo entre murmullos intentando no perder el sueño, su madre no pudo evitar reír al escuchar aquellas palabras, no era la primera vez que las escuchaba por el contrario oírlas nuevamente le traía tantos recuerdos.-
"Vamos hija".- exclamo nuevamente, poniéndose de pie, "Después podrás dormir todo lo que quieras".- aseguro intentando animarla para que finalmente saliese de la cama.-
"No quiero dormir después", replico Daniela, dándose la vuelta para poder ver la hora en el reloj, dejando al descubierto su alborotado cabello negro y sus hermosos pero soñolientos ojos azules, "Quiero dormir ahora".- renegó al ver la hora y descubrir que aun era tan temprano.-
"Hija, sabes que tenemos que evitar el trafico de la autopista", respondió su madre, acercándose a la mesa donde se encontraban las maletas.- "Así que arriba, después de una ducha se te quitara el sueño".-
"No quiero quitarme el sueño".- exclamo tomando la almohada que estaba a su derecha y colocándola sobre sus ojos, para así cubrirlos de la luz.-
"Daniela ".- exclamo su madre al verla acomodarse en la cama nuevamente.-
"Ah…".- grito molesta, retirando la almohada de su rostro y lanzándola al piso mientras golpeaba el colchón de la cama con los puños cerrados, "Porque no podemos esperar a que amanezca, ni siquiera a salido el sol".- le replico a su madre quien tomaba una bata blanca con rallas rojas de su maleta.-
"Ya te lo dije, si nos vamos temprano ahorraremos mas tiempo", explico poniéndose la bata haciendo un nudo en la cintura para evitar que se abriera, "Así llegaremos a Paraíso antes del anochecer".-
"Esa estupida ciudad va a estar ahí sin importar a que hora lleguemos".- exclamo Daniela con un obvio disgusto por la idea de vivir en una nueva ciudad, "No entiendo cual es la prisa que tienes por llegar".- respondió con un tono mas pesado, dándose la vuelta para darle la espalda a su madre.-
"DANIELA SUMMERS", grito su madre dándose la vuelta y derribando su cartera accidentalmente al golpearla con el codo, "Te he dicho mil veces que no me gusta que me hables así, me escuchaste jovencita".-
"Y a mi tampoco me gusta cuando alguien toma decisiones sin consultarme primero", reclamo ella levantándose rápidamente y sentándose en la cama mirando a su madre fijamente a los ojos, "Yo no quería mudarme lo recuerdas, así que por lo menos trata de ser un poco mas considerada y déjame dormir un poco mas".-
"No empieces con eso de nuevo jovencita", replico su madre, sabiendo que solo buscaba una excusa para discutir por el viaje, tal y como lo había hecho desde el primer día, "Esta discusión no viene al caso, así que no trates de buscar una excusa para comenzar con ella".-
"Tu fuiste quien la comenzó mamá, el día en que me dijiste que nos mudaríamos", reclamo ella acostándose de nuevo sin poder disimular la molestia en su mirada, "Bonito regalo de cumpleaños".- replico con un tono sarcástico, "Feliz cumpleaños Daniela, como regalo por tu cumpleaños numero catorce, nos mudaremos a Paraíso en Ohio", dijo con un tono de ironía y burla, "Bonita sorpresa".-
"Daniela".- murmuro su madre en voz baja, sin poder evitar el sentirse un poco triste al escuchar las palabras de su hija, la joven pelirroja no dijo nada mas, sabia que solo provocaría que la discusión se alargase y no tenia tiempo para ello, además también sabia que en cierta forma su hija tenia todo el derecho de estar molesta con ella, dio unos pasos atrás y se acerco a la mesa nuevamente, doblo sus rodillas y se agacho para poder recoger su cartera, y los papeles que se habían escapado de ella al caer al piso.-
La joven estiro la mano para tomar algunos pequeños trozos de papel, unas cuantas direcciones escritas en pequeños pedazos, algunas tarjetas de presentación y también su licencia de conducir.-
"Jasmine Summers".- leyó el nombre escrito en la pequeña identificación, había usado ese nombre durante casi doce años, aquella había sido una de las muchas decisiones que había tenido que tomar para poder dejar atrás las sombras de su pasado.-
"Voy a tomar una ducha".- dijo la pelirroja, poniéndose de pie, "Puedes dormir un poco mas mientras lo hago".- le ofreció a su hija.-
"Lo que digas".- respondió la joven ojiazul tomando la almohada que estaba detrás de su cabeza y cubriéndose el rostro con ella.-
"Esta bien".- respondió su madre caminando hacia el cuarto de baño, cerró la puerta asegurándose de colocar el seguro, se acerco a la regadera, movió la persiana y estiro el brazo para abrir la llave del agua, la cual comenzó a fluir golpeando los azulejos del piso, la joven puso su mano derecha bajo la regadera para poder medir la temperatura del agua.-
"Aun esta caliente".- exclamo retirando rápidamente la mano al sentir que se quemaba, el despertarse temprano tenia sus ventajas, al menos al momento de tomar una ducha
La joven deshizo el nudo de la bata y la dejo caer al piso, también se quito su blusa y la coloco sobre la tapa del retrete, seguidamente soltó su sostén y se agacho un poco para poder quitarse su ropa interior, entro a al regadera y cerro los ojos tras el primer contacto con el agua.-
Las gotas se deslizaban por su cuerpo lentamente, Jazz levanto su rostro para sentir como el agua golpeaba suavemente su rostro, aquella sensación era lo que ella mas disfrutaba al tomar una baño.-
"Pero no hay tiempo para esto", se dijo regresando en si y tomando un jabón que estaba en un pequeño hueco en la pared de piedra especialmente hecho para el.-
"Yo no quería mudarme lo recuerdas".- escucho la voz de su hija dentro de su cabeza.-
Cuantas veces había escuchado aquellas palabras, y aun ahora seguían lastimándola de la misma forma, el viaje había sido difícil, en especial con Daniela quejándose por todo; pero el mudarse no había sido un decisión apresurada como ella creía, todo tenia su razón de ser, lastimosamente era algo que su madre no podía explicarle.-
"Quisiera que pudieras entenderlo", murmuro entre sollozos, dejando caer el jabón de sus manos y cubriendo su rostro con ellas, las gotas de agua se deslizaban en su rostro mezclándose con sus lágrimas las cuales caían sobre los azulejos del piso y se perdían al entrar en el desagüe.-
Eran las cinco de la mañana, cuando madre e hija finalmente salieron de la habitación, la mañana aun era fría, y la noche estaba envuelta en una espesa neblina la cual era muy normal en esa época del año.-
Daniela salio de la habitación, aun un poco soñolienta, vestía un pantalón de color café oscuro, y usaba un viejo suéter rojo el cual había sido de su madre, se ajusto su pequeño gorro y se encogió de hombros al sentir el frió de la noche colocando sus dos manos dentro de los bolsillos de su pantalón.-
"Danni podrías ayudarme".- dijo su madre saliendo de la habitación, vistiendo un pantalón azul oscuro y un suéter de color café, al mismo tiempo que cargaba el equipaje de ambas, sosteniendo las dos maletas una en cada mano.-
La joven ojiazul no respondió, simplemente se acerco a su madre y tomo una de las dos maletas que ella sostenía.-
"Gracias".- exclamo la pelirroja, al sentirse mas aliviada de su carga, se agacho un poco colocando la otra maleta en el piso, se dio la vuelta para cerrar la puerta de la habitación asegurando la puerta con la llave.-
"Vamos", dijo al terminar de asegurar la puerta y tomar nuevamente la maleta por la manija.-
Ambas caminaron por el estacionamiento, hasta donde estaba la vieja camioneta de color rojo, en la cual habían viajado siempre, Jazz se acerco a la puerta trasera del vehiculo, coloco la maleta en el piso y busco la llave del automóvil dentro de su bolso, movió la mano entre todas las cosas para poder encontrarla, finalmente la tomo con sus dedos y la extrajo, para después introducirla en la cerradura del vehiculo.-
"Siempre lo mismo".- exclamo Daniela, cansada de sostener el equipaje colocando la maleta en el piso al ver que su madre no podía abrir la puerta trasera del auto, "No puedo creer que aun conduzcas este auto mama.-", le replico, recordando algunas de las vergüenzas que había sufrido a causa de ese vehiculo.-
"Danni, sabes muy bien que no puedo comprar otro auto".- le respondió su madre logrando abrir la puerta y halándola para levantarla
"No tenemos dinero suficiente".- exclamaron las dos al mismo tiempo
"Ya lo se mama, me lo has dicho muchas veces".- dijo la joven ojiazul, con un tono sarcástico al recibir la clásica respuesta de su madre
"Entonces porque sigues preguntándomelo".- bromeo su madre, tomando la maleta que estaba en el piso y levantándola para colocarla en el maletero del auto.-
"Danni, sube la otra maleta y cierra la puerta".- le pidió su madre sacando la llave de la habitación que tenia guardada en el bolsillo de su pantalón.- "Iré a devolver la llave a la oficina".- le indico a la joven dándose la vuelta y caminando en dirección a la oficina del Motel.-
"Claro".- respondió Daniela sin mucho animo tomando la maleta y dando unos pasos para acercarse a la parte trasera del auto.-
La campanilla de la recepción sonó al hacer contacto con la puerta, el sonido era dulce, como si fuese el de una campana de viento, y era la forma en que se indicaba cuando alguien entraba al lugar, Jazz entro a la pequeña oficina con paredes y piso de madera el cual estaba un poco sucio como si nunca lo hubiesen limpiado, algunas plantas que estaban junto a la ventana adornaban el lugar y al igual que su habitación el tapiz de las paredes estaba comenzando a desprenderse.-
"Hola…..".- llamo la joven acercándose a la recepción, "Hola….".- insistió al ver que nadie respondía, Jazz dio unos pasos a su derecha y se acerco hasta donde estaba la campanilla, la cual los clientes suelen tocar cuando necesitan atención.-
"CLIN….CLIN….".- resonó la pequeña campana amarilla después de que la joven la presionara un par de veces, inclinándose un poco sobre el mostrador para ver si alguien llegaba a atenderle, "CLIN….CLIN….".- insistió de nuevo, al ver que nadie llegaba.-
"Un momento".- se escucho una voz que provenía del otro lado de la puerta que estaba detrás del mostrador.-
La puerta se abrió, y un anciano el cual parecía haber estado disfrutando de un placentero sueño entro a la recepción., usaba una vieja camiseta con una obvia mancha de café justo en el pecho, llevaba un pantalón azul muy desgastado, y la mirada en su ojos negros demostraba que no era alguien fácil de tratar.-
"No cree que es muy temprano".- dijo el anciano rascándose la cabeza con la mano derecha moviendo su cabellera blanca de un lado a otro y cubriéndose la boca con la mano izquierda a causa de un largo bostezo
"Lo lamento".- se disculpo la joven, sabiendo que debía ser una molestia el tener que atenderle tan temprano.-
"Bien, no importa".- respondido el anciano recostando sus codos sobre el mostrador.- "Después de todo estas cosas pasan muy a menudo".- dijo el anciano, dando a entender que era algo que ocurría con mucha frecuencia.-
"Aquí tiene la llave":- dijo la joven colocándola sobre el mostrador.-
"Muy bien".- respondió el anciano tomándola y acercándola hacia el, "Permítame".- murmuro agachándose un poco y tomando un viejo libro que estaba en la gaveta del de su lado del mostrador, "Según el registro", dijo revisando los registros de la noche, "Pago la habitación por adelantado".- afirmo al ver la cantidad escrita con su propia letra.-
"Así es".- respondió la joven afirmando con la cabeza.-
"Bien pues entonces creo que eso seria todo".- murmuro el anciano cerrado el libro de registros, "Espero que la habitación haya sido de su agrado".- dijo con un tono de amabilidad
"La verdad si lo fue", respondió la joven con una sonrisa.-
"Y dígame hasta donde se dirige".- pregunto el anciano, con un poco de curiosidad.-
"Vamos a Paraíso en Ohio".- respondió la joven acomodando su bolso sobre su hombro derecho.-
"Ah…., Paraíso".- exclamo el anciano con una sonrisa en el rostro.- "Es una bella ciudad".- aseguro sin poder disimular su emoción al escuchar el nombre, "Mi esposa y yo nos conocimos ahí, incluso pensamos en vivir en ese lugar un tiempo, pero la verdad nunca lo hicimos".-
"Es bueno saber que es una ciudad agradable".- respondió Jazz un poco aliviada de escuchar algo positivo sobre el lugar.-
"Piensa tomar la carretera numero 26 no es cierto".- pregunto el anciano
"La numero 26".- respondió un poco sorprendida colocando sus dos manos sobre la orilla del mostrador.- "Me habían dicho que debía tomar la numero 23".-
"No, no".- respondió el anciano, moviendo las manos en señal de negación.-. "La carretera 26 la abrieron hace casi dos años, es una vía mas rápida ya que no tiene que rodear las montañas.- explico dándole indicaciones.-
"En serio".- exclamo la joven pensando que eso le ahorraría mas tiempo.-
"Así es".- aseguro el anciano.- "Solo tome la salida en la carretera 24 y los letreros le indicaran el camino".-
"Se lo agradezco mucho".- exclamo la joven con alegría despidiéndose del anciano y saliendo de la recepción
"Que tengan buen viaje".- dijo el anciano entre bostezo despidiéndose de ella
"Uhm….".- murmuro Danielle, quien se encontraba recostada sobre la puerta del lado derecho del automóvil, "Que puede entretenerla tanto" exclamo encogiéndose de brazos a causa del frió, mientras miraba hacia la oficina del motel esperando a que su madre regresase.-
"Como odio este estupido viaje".- exclamo molesta lanzando una patada y rozando el piso del estacionamiento con la suela de sus zapatos.- "No se porque teníamos que mudarnos".- se quejo nuevamente frunciendo el seño y cruzándose de brazos.-
"Danni".- se escucho una voz a lo lejos.-
"Finalmente".- exclamo la joven enderezándose y apoyándose firmemente en sus dos pies y dándose la vuelta para ver a su madre quien se acercaba.-
"Lo siento".- respondió su madre un poco avergonzada, Tomando la llave del automóvil que estaba en su bolsillo e introduciéndola en la puerta del conductor.-
La pelirroja abrió la puerta y entro al vehiculo rápidamente, se acomodo en el asiento y se inclino un poco para retirar el seguro de la puerta del pasajero. Daniela Abrió la puerta y entro al vehiculo, seguidamente cerro la puerta después de acomodarse en el asiento.
La joven de cabello negro miro el letrero luminoso del motel que se reflejaba en el vidrio del vehiculo, el cual destellaba para llamar la atención de los que transitaban por la carretera, el día anterior había sido muy largo y seguramente este no seria muy diferente
Su madre introdujo la llave en la ranura para poner en marcha el automóvil. El sonido del motor resonó un poco, después de algunos intentos para ponerle en marcha, ambas se colocaron el cinturón de seguridad, Jazz ajusto el espejo retrovisor, miro atentamente el volante y lo sostuvo con ambas manos, dio un suspiro y tomo fuerzas para comenzar con el viaje.
El automóvil retrocedió y salio a la carretera donde aun no transitaba ningún vehiculo, el paisaje era algo desolado y el sonido del motor era lo único que podía escucharse haciendo eco entre la oscuridad.-
"Hace mucho frió".- dijo Danielle agitando sus manos para intentar calentarse.-
"Lo se, y lo siento".- se disculpo su madre, por haberse entretenido tanto en la recepción.-
"No importa".- respondió su hija dándose la vuelta y acomodándose en el asiento intentando encontrar una posición lo suficientemente cómoda, para de esa forma poder dormir un poco más.-
Jazz no quiso decir nada mas, quizás lo mejor seria dejarla dormir tranquila y así ahorrar cualquier problema.-
Paso una hora desde que madre e hija partieron del Motel, los ojos de Jazz comenzaban a cerrarse, el camino estaba completamente oscuro y no había mas luz que la de la luna y los faros del auto que apenas iluminaban al frente haciendo visibles las líneas que dividían el camino.-
"Uhm…", dio un pequeño bostezó, pronto amanecería pensó mirando la hora en el reloj que estaba en la radio del automóvil, la joven apenas podía mantenerse despierta, era obvio que no había podido descansar lo suficiente y su cuerpo comenzaba a sentirse pesado.-
"Maldición".- Exclamo golpeándose el rostro suavemente para evitar dormirse, odiaba los viajes en carretera, conducir todo el día de motel en motel, comiendo en cualquier restaurante a la orilla de la carretera, era algo frustrante y cansado, pero solo tenia que soportar un día mas, desde el primer momento el viaje parecía no tener fin, pero estando tan cerca de su destino podía sentirse con un poco mas de animo.-
"Uhm...", bostezo nuevamente. Ahora comenzaba a arrepentirse de no haber dormido un poco más en el motel, pero necesitaba evitar el congestionamiento en la carretera para ahorrar unas cuantas horas, aunque gracias al consejo del anciano dueño del motel, ahora podría ahorrar todavía más tiempo.-
Giro su cabeza y fijo su mirada en su hija quien al pareces había logrado quedarse dormida. Las cosas no habían sido fáciles, y tenia que admitir que el mudarse había resultado ser un desafió mas grande del que ella imaginaba. Aunque esta no era la primera vez que se mudaba a otra ciudad, pero la ultima vez, no recordaba haber invertido tanto dinero, ahora había tenido que gastar casi todos sus ahorros para poder pagar los gastos de la mudanza, por suerte para ella había podido contar con la ayuda de algunos amigos y había podido salvar suficiente dinero para rentar un apartamento en la que seria su nueva ciudad.-
"La ultima vez no fue tan difícil".- murmuro recordando cuando se mudo por primera vez dejando su ciudad natal. Era algo extraño, la verdad ella siempre pensó que toda su vida viviría en Amity Park, como lo habían hecho sus padres, pero la vida suele dar sorpresas y las cosas no siempre terminan como uno piensa, una nueva vida en una nueva ciudad, no era algo que la llenara de emoción, por el contrario estaba preocupada, habían muchas cosas que cambiarían, en especial para su hija quien aun resentía el haber dejado atrás a sus amistades, pero aunque todo le atemorizara tenia que ser fuerte.-
Unos minutos mas tras el volante, fueron suficiente para que los primeros rayos del sol finalmente pudiesen ser visibles en el cielo, la joven redujo un poco la velocidad para mirar por un instante como la luz del sol matizaba el firmamento, el amanecer solía ser algo muy romántico, Jazz recordó como todas las mañanas solía despertarse temprano para poder apreciarlo antes de partir a la escuela, soñaba con encontrar el amor y una vida perfecta.
"Que tontería".- se dijo así misma acelerando el vehiculo nuevamente, antes creía en esas cosas, pero ahora aquellas fantasías no eran mas que eso, fantasías.-
El sol comenzó a alzarse ya eran mas de las seis de la mañana, el panorama comenzaba a cambiar, ahora podía apreciar completamente la carretera y como poco a poco mas automóviles comenzaban a transitar en ella.-
"Uhm…"- se escucho un pequeño bostezó que provenía del asiento del pasajero.-
"Buenos días".- saludo con alegría al ver como su pequeña de cabello negro y ojos azules se enderezaba en el asiento.- Pudiste dormir.- le pregunto volteando un poco la mirada intentando no descuidar el camino
"Si".- respondió con un poco de indiferencia, limpiándose los ojos con las manos.-
"Me alegra".- le dijo su madre acariciando su cabeza con la mano derecha mientras sostenía el volante con la mano izquierda.- Perdóname por haberte despertado tan temprano pero quería ahorrar un poco de tiempo hoy.-
"No tienes porque disculparte".- respondió Daniela dirigiendo su mirada hacia la ventana y observando la carretera.- "Sabes que a mí me da igual, al fin y al cabo, a mi no me gusta este viaje, quiero regresar a casa".- replico en voz baja, acomodándose en el asiento y cruzándose de brazos.- Quiero dormir en mi cama, quiero estar con mis amigos, quiero que todo sea como siempre a sido.- murmuro entre dientes para si misma
"Danni…"- murmuro la joven mirando a su hija quien sollozaba frente a ella.- "No estés triste mi amor, ya veras que seremos felices en nuestro nuevo hogar".- intento animarle
"Yo ya era feliz".- respondió con molestia al oír las palabras de su madre, como si eso fuese suficiente consuelo, giro un poco su cuerpo dándole la espalda.- "Así que no te molestes en decir esas tonterías".-
Jazz sentía que aquellas palabras rasgaban su corazón, pero no quería insistirle más a su hija, por unos minutos no se dijo nada, ella simplemente no tenia palabras que pudieran hacerla sentir mejor.-
"Tengo hambre".- dijo Daniela rompiendo el silencio sintiéndose un poco mas calmada, se dio la vuelta y miro a su madre quien giro un poco su cabeza para verla, dibujando una sonrisa en el rostro
"Quieres comer algo en especial".- pregunto sonriéndole
"Panqueques…"- exclamo con una forzada sonrisa en el rostro
"Bien, entonces buscaremos un buen lugar donde comer".- respondió su madre regresando su atención a la carretera.-
Los restaurantes en la carretera son algo muy común, y encontrar uno no fue nada difícil, aun era temprano y gracias a ello encontrar estacionamiento no fue ningún problema. El auto se detuvo, Madre e hija desabrocharon sus cinturones de seguridad, Jazz tomo su bolso y abrió la puerta para salir del auto, Daniela también abrió la puerta del lado del pasajero, y salio del vehiculo, ajusto el gorro de color rojo que llevaba puesto en su cabeza, e introdujo sus manos en los bolsillos del suéter.-
"Vamos".- exclamo su madre quien la esperaba al otro extremo del automóvil.
Madre e hija entraron al restaurante, la puerta golpeo una pequeña campana al abrirse anunciando que un nuevo cliente entraba al lugar.-
"Bienvenidos".- saludo desde el mostrador una mujer joven, de cabello negro y piel blanca, al ver entrar a la pelirroja y a la pequeña quien agacho la mirada mostrando un poco de indiferencia a su saludo.-
El lugar estaba vació, algunos clientes comían tranquilamente en la barra y un par ocupaban las mesas que estaban alrededor del lugar, aun era temprano y posiblemente después el restaurante estaría repleto. Jazz y Daniela caminaron hasta una mesa vacía junto a la ventana al final del restaurante, saludando con una sonrisa a algunos de los clientes quienes igualmente les saludaban moviendo un poco sus cabezas en una pequeña señal de reverencia; se detuvieron frente a la mesa desde donde se podían ver los automóviles que pasaban uno tras otro en la carretera.-
"Bonito sitio".- exclamo la joven ojiazul con sarcasmo, al sentarse y mojarse la mano con un poco de agua que estaba sobre la mesa.-
Jazz regreso unos pasos y tomo un menú que estaba sobre el mostrador, luego se sentó frente a Daniela, quien tomaba un par de servilletas que estaban en la mesa para poder limpiarse las manos y al mismo tiempo limpiar un poco el agua que estaba sobre la mesa.-
Jazz continuo examinando el menú en silencio, no buscaba comer nada en especial, más bien quería revisar bien los precios, por suerte para ella todo parecía bastante accesible.-
"Listas para ordenar".- pregunto la joven que les había saludado al entrar quien al parecer era la única camarera en turno.-
"Si".- respondió la joven pelirroja cerrando el menú y mirando a la camarera quien alisto su pequeña libreta para anotar el pedido.- Una orden de Panqueques con leche y un par de huevos con una taza de café por favor.-
"No quiero leche".- exclamo Daniela llamando su atención con un tono un poco molesto.- "Que sea jugo de naranja".-
"Danni, no crees que seria mejor un vaso de leche para acompañar los panqueques".- le respondió su madre
"No quiero leche mama, eso es para los niños, y yo no soy una niña".- exclamo desviando la mirada sintiéndose molesta y apenada de que su madre la tratase de esa forma.-
"Esta bien hija".- respondió un poco apenada por la escena que la mesera había tenido que presenciar, "Le importaría".- dijo volteando a ver a la camarera quien rápidamente entendió la indirecta.-
"No se preocupe, traeré todo en un momento".- respondió la joven, dando un paso atrás y retirándose en dirección a al cocina. Jazz no dijo nada, simplemente tomo una servilleta y la acerco para si, no quería comenzar alguna discusión con su hija, y menos frente a todos en el lugar, por lo que evitar lo ocurrido será lo mejor.-
El sonido de las tasas del café y el de la maquina registradora al abrirse hacia eco entre las cuatro paredes del lugar, aquel restaurante tenia un pequeño toque de los años setenta, paredes blancas con franjas rojas, e incluso una rockola para ambientar el lugar, la camarera regreso unos minutos después con la comida, coloco ambos platos en la mesa y se retiro cortésmente deseándoles a ambas buen provecho. Daniela miro la pequeña torre de panqueques frente a ella, acerco la mano y tomo el tenedor usándolo para cortar una rebanada, Su madre en cambio se conformaba con el hecho de que el café tuviese buen sabor, a comparación de otros restaurantes en los que habían estado.
"Son horribles".- exclamo la joven soltando el tenedor y dejándolo caer sobre la mesa.-
"Danni por favor".- le suplico su madre intentando ser discreta.-
"Ni siquiera podemos comer algo decente".- murmuro molesta encogiéndose de brazos y frunciendo el seño, denotando su desagrado, no solo por la comida sino también por estar ahí.-
"Hija, si quieres otra cosa puedo pedirla".- le ofreció intentado de esta forma evitar otra escena innecesaria
"No quiero nada".- respondió ella con un tono fuerte.-
"Mi amor debes comer algo".- insistió su madre, "Aun faltaba mucho camino y no estaría bien que no comieses nada".-
"Ya no tengo hambre".- respondió desviando su mirada intentando ignorar a su madre.-
"Hija".- volvió a insistir, deslizándose en el asiento, para intentar verla a los ojos.-
"DIJE QUE NO QUIERO NADA".- grito la joven ojiazul, levantando sus manos y dejándolas caer sobre la mesa provocando un gran estruendo, llamando la atención de todos en el lugar, lo cual por un instante provoco un incomodo silencio.-
"Lo lamento hija".- respondió su madre deslizándose en su asiento en dirección contraria para regresar a su posición original.-
"Si realmente lo lamentaras, nunca me habrías obligado a venir en primer lugar".- fueron las palabras que su hija dijo antes de regresar a su pose de indiferencia.-
"Lo siento".- respondió su madre entre sollozos, cubriéndose el rostro con sus manos y poniéndose de pie, "De verdad lo siento".- murmuro dándose la vuelta y caminando avergonzada entre los demás clientes del restaurante quienes la observaban detenidamente hasta que entro al pasillo donde se encontraba el cuarto de baño.-
"Mama".- exclamo la joven al ver lo que su obstinada actitud había provocado. Daniela miro a su alrededor, todas las miradas estaban sobre ella, ahora su infantil berrinche se había convertido en una razón de vergüenza.-
"Bien hecho Daniela".- exclamo colocando sus dos brazos sobre la mesa y cruzándolos para poder apoyar su rostro sobre ellos en un intento de ocultarse de las demás personas.- "No quería hacerla llorar".- pensó comenzando a sentirse culpable.-
Después de unos minutos la espera comenzaba a ser larga, y Daniela no pudo evitar preocuparse al ver que su madre no regresaba, "Quizás debería ir a buscarla".- pensó deslizándose en el asiento y acercándose a la orilla para poder ponerse de pie.-
La joven de ojos azules camino por el restaurante entre las personas quienes al parecer ya no sentían algún interés por ella o por su madre, el cuarto de baño se encontraban en la parte trasera del restaurante, entro en el pequeño pasillo y se acerco un poco a las puertas, observo los rótulos que indicaban cual era el cuarto para damas y cual era el de caballeros. Daniela se acerco a la puerta indicada con una imagen de una mujer, extendió la mano y tomo la perilla de la puerta.-
"Esta cerrada".- dijo al ver que no podía hacerla girar, "Mama….".- llamo golpeando la puerta suavemente, "Mama….".- llamo nuevamente sin obtener respuesta.-
Ahora la situación comenzaba a ser preocupante, Daniela miro a ambos lados del pequeño pasillo, mientras esperado que su madre abriese la puerta, pero no sucedió nada, finalmente decidió asegurarse de que estuviese bien inclinándose un poco y recostándose sobre la puerta colocando su oído izquierdo sobre la madera para intentar escuchar algo del otro lado.-
"Mama".- llamo nuevamente presionando mas su oído sobre la puerta.-
"Sniff…".- podían escucharse unos cuantos sollozos, sin embargo el ruido del agua que fluía de la llave del lavamanos lograba ocultar el llanto.-
"Mami…, por favor abre".- dijo Daniela, golpeando la puerta con mas fuerza.-
Jazz, cerro la llave del grifo, se miro en el espejo y se aseguro de limpiar sus lagrimas, no quería que su hija la viese así, tomo un poco de aire asegurándose de que los deseos de llorar desaparecieran por completo, finalmente deslizando una pequeña toalla de papel y limpio la ultima lagrima que se había escapado de su ojo izquierdo.-
"Un momento".- respondió la pelirroja tomando un ultimo respiro y dándose la vuelta para abrir la puerta
La puerta del baño de damas se abrió, Daniela quien aun se encontraba apoyada sobre la puerta perdió el equilibrio justo en el momento que la puerta fue halada desde el interior de la habitación, provocando que cállese de frente estrellándose justo en el cuerpo de su madre, quien se sorprendió al ver como su hija se precipitaba sobre ella.-
"Daniela estas bien".- pregunto su madre sosteniéndola de los hombros para que no cállese al piso.-
"Si".- respondió un poco titubeante tras el pequeño susto.-
"Me alegro".- le dijo ayudándole a pararse.-
"Uhmm…".- murmuro la joven un poco apenada mirando a su madre y notando la tristeza en sus ojos.-
"Que pasa mi amor".- pregunto su madre acercándose a ella y peinando su cabello un poco con su mano derecha.-
"Nada".- respondió la joven, dando un paso atrás y alejándose de su madre, aunque dentro de su ser quería disculparse por su comportamiento, no encontró las palabras para poder hacerlo.-
"Entonces vamos a comer".- dijo su madre colocando su mano derecha sobre la espalda de su hija para ayudarle a caminar de regreso a la mesa.-
Después de aquel pequeño percance, ambas comieron tranquilamente, sin decir ninguna otra palabra, mientras, sin que ellas lo notaran el restaurante comenzó a llenarse lentamente según avanzaba la mañana y pronto el ruido de la multitud comenzó a resonar por todo el lugar.-
"Bueno parece que ya es un poco tarde".- comento Jazz mirando el reloj que colgaba de una de las paredes del restaurante justo frente a la barra.- "Termina tu comida amor".- le pidió a su hija, quien aun comía sus panqueques sin ninguna prisa, mientras ella intentaba llamar la atención de la camarera para que les llevase la cuenta.
"Aquí tiene la cuenta".- dijo la joven mesera entregándole un pequeño papel a la joven después de unos minutos de espera.-
"Gracias".- respondió la pelirroja, quien sostuvo el pequeño recibo con su mano derecha revisando la cantidad, tomo su bolso el cual estaba a su derecha, y saco un billete de diez dólares para entregárselo a la mesera.- Puede quedarse con el cambio.- le dijo a la joven quien le sonrío agradecida por el gesto antes de retirarse.- Bueno, es hora de irnos.- se dirigió a su hija quien asintió con su cabeza sin decir una sola palabra
Ambas salieron del restaurante, ahora el lugar estaba mucho mas concurrido que al principio, Jazz abrió la puerta para salir, dio unos pasos fuera deteniendo la puerta para que su hija saliese sin ninguna dificultad, ambas bajaron un par de escalones hasta el aparcamiento, ahora el estacionamiento estaba repleto y lo único que Jazz esperaba, era que no hubiese ningún auto obstruyéndoles la salida, caminaron entre algunos vehículos hasta llegar al lugar donde habían aparcado, por suerte para ellas no había ningún automóvil que les bloquease el paso.-
"Que suerte".- exclamo la pelirroja pensando que al menos se ahorraría algunos problemas.-
Camino hasta su automóvil, y lo rodeo para poder abrir primero la puerta del pasajero, introdujo su mano derecha en su bolsillo para tomar la llave, la extrajo y se acerco a la puerta para poder abrirla.
"Mama…".- dijo la joven de ojos azules llamando la atención de su madre quien se dio la vuelta para ver a su hija que se encontraba parada a sus espaldad.-
"Que pasa mi amor".- pregunto su madre viendo a Daniela quien agacho la mirada y no dijo nada más.- "Danni que pas……".-
Jazz no pudo terminar la frase, súbitamente y sin siquiera esperarlo su hija se lanzo hacia ella con los brazos abiertos, abrazándola fuertemente de la cintura, haciendo que perdiera el equilibrio y casi tropezara, sin embargo el automóvil que estaba a su espalda logro detenerla-
"Perdóname".- dijo la joven de ojos azules después de unos segundos de silencio, abrazando a su madre con mas fuerza y sin poder evitar llorar.-
"Perdonarte".- respondió la joven sorprendida ante el gesto de su hija. "Porque tendría que perdonarte mi amor".- le dijo tomándola entre sus brazos y acariciando un poco su cabello
"Por todo las cosas que dije".- aclaro, "No quería hacerte sentir mal".-
"Se que no hija, no tienes porque preocuparte".- le aseguro su madre quien intentaba animarla.-
"No mama".- respondió Daniela, soltando a su madre y levantando la vista para mirarla a los ojos, "Se que me e portado muy mal todo el tiempo, ahora me doy cuenta que e sido muy egoísta al pensar solo en mi y nunca siquiera intentar imaginar lo duro que es todo esto para ti.-
"Mi amor".- le dijo abrazándola sin poder contener sus lagrimas, "Yo debería ser quien se debe disculpar, se que el mudarnos fue algo demasiado repentino, y es difícil para ti dejar a todos atrás".- Jazz doblo sus rodillas un poco agachándose para estar a la misma altura que su hija.- Pero quiero que sepas que no importa en donde estemos, yo siempre estaré contigo.-
Ambas se abrazaron con fuerza, este había sido un largo viaje, pero aunque el viaje estuviera a las puertas de su fin, su nueva vida estaba a punto de comenzar.-
Comentario del Autor: Espero que les haya gustado el prologo, sobre sus nombres, pues es facil deducir que los cambiaron por alguna razon, pero todo eso se ira descubriendo segun avance la historia, solo puedo agregar: "Muchas Gracias Por Leer"
