CAPÍTULO I - Cosas de adolescentes.
A sus 15 años, Ted Remus Lupin era un chico como cualquier otro mago de su edad, un estudiante promedio perteneciente a la Casa de Hufflepuff de Hogwarts (como lo fue su madre) y Prefecto de la misma, era simpático, bromista, de gran corazón, con habilidades como guardián de Quidditch y a veces algo tímido con las chicas. Un muchacho normal... de no ser por su singular cabellera azul intenso y el atractivo mechón azul turquesa en la frente, unidos a su habilidad para cambiar el tono natural de sus ojos aceituna, la forma de su pequeña nariz recta, su estatura media y su complexión delgada al modo que él decidiera, en el momento en que se le diera la gana.
Ted heredó de su madre, Dora Tonks, la condición de Metamorfomago y desde muy pequeño aprendió a controlarla, por lo que el adolescente era un "experto en materia de Transformaciones", lo que le resultaba de mucha utilidad en varios aspectos de su vida y razón por la que la profesora Pomona Sprout, Jefa de la Casa de Hufflepuff, lo mantenía siempre vigilado, para evitar que el chico cayera en la constante tentación de transformarse en alguno de sus compañeros o profesores para realizar alguna travesura propia de su edad.
Ese verano Teddy (como lo llamaba su familia), recibiría los resultados de sus TIMOS y en septiembre daría inicio a su sexto curso en Hogwarts. En general, esperaba excelentes calificaciones en asignaturas como Transformaciones y Cuidado de Criaturas Mágicas, buenas notas en Encantamientos, Defensa contra las Artes Oscuras, Astronomía y Herbología, pero dudaba mucho correr con suerte en Pociones, situación que le hacía bastante gracia a su padrino Harry, cuando recordaba lo pésimo que él había sido en dicha asignatura mientras que Severus Snape fuera su profesor.
Los intereses futuros de Teddy aún estaban por definirse, aunque llevaba tres excelentes temporadas como guardián del equipo de Quidditch de Hufflepuff, no presentaba vocación real para ser un jugador profesional. Sin embargo, sí mostraba singular interés por las criaturas mágicas y sus cuidados (y de otro tipo de criaturas como los licántropos), lo que hacía que pasara mucho tiempo con el guardabosques del colegio y que la idea de trabajar, en un futuro, en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas del Ministerio, no le resultara del todo descartable.
Pero lo que en ese momento realmente le importaba, era disfrutar de sus vacaciones y regresar a casa de su abuela Andrómeda Tonks, con quien había crecido desde la muerte de sus padres (cuando apenas era un recién nacido), dejar los libros sepultados en su baúl por dos meses y divertirse, como siempre lo hacía, con su padrino Harry, su esposa Ginny y sus pequeños James, Albus y Lily, a quienes el chico quería como a sus hermanitos. Y es que en realidad Ted era el hijo mayor de los Potter, Ginny y Harry se hicieron cargo de apoyar a Andrómeda en la crianza y manutención del muchacho desde la muerte de Remus Lupin y Nymphadora Tonks en la batalla de Hogwarts.
Teddy no había contado con la fortuna de crecer al lado de sus padres, pero nunca le hizo falta nada, ni cuidados, ni cosas materiales, ni cariño, sobre todo nunca había sentido lo que era en realidad ser huérfano, él siempre tuvo los cuidados de una madre en su abuela y en Ginny, una figura paterna y un gran cómplice en Harry, el cariño desmedido de sus pequeños hermanitos y la devoción de Kreacher, el elfo doméstico y su nano oficial desde siempre, además del cariño de todos los Weasley (abuelos, tíos y primos) que lo consideraban el nieto mayor, por haber nacido un año antes que la hermosa Victoire, hija de Bill Weasley...
- Pero a mí me gusta más cuando te dejas el cabello verde o morado Teddy.
- Ah, mira eso resulta "gracioso" pero no es algo atractivo.
- ¿Y para qué quieres que se vea atractivo tu cabello si se puede ver chistoso?
- Bueno Jamie, ya aprenderás que cuando un chico tiene 15 años es mejor lucir atractivo que chistoso, pero no te preocupes, prometo que todo el verano lo voy a traer entre verde y morado para darte gusto ¿vale?
- ¿Y mañana te pondrás los ojos rojos y el hocico de lobo?... Papá dice que es luna llena, podemos ir a casa de tu abuela o a la casa de Valle Godric para aullar en el jardín... ¡Auuuuu!
- Está bien Al, si Ginny les da permiso jugaremos al hombre lobo, pero sólo un rato porque a Lily ese juego no le gusta.
- ¡Va! Es que las niñas son muy miedosas, pero Al y yo no nos asustamos.
- No todas las niñas son miedosas hijo (Harry aparecía en ese momento por la puerta de la cocina), tu madre siempre ha sido muy valiente, tu tía Hermione ni qué decir, la abuela Molly y Dora la madre de Teddy, en fin, es sólo que tu hermana aún es muy pequeña... pero Ted (se acercaba para decir esto último sólo audible para su ahijado) no tienes que estar al aire libre en luna llena si no quieres, sé que lo haces sólo por consentir a este par de mocosos.
- No te preocupes Harry, de verdad que ya no me afecta tanto, desde que entré al colegio y he reforzado mi magia me siento más seguro, con decirte que mi Boggart ya no es como el de mi padre.
- ¿De verdad? ¿Y ahora qué es?
- Mi padrino después de un mal día en el Ministerio.
- ¡Payaso!... Bueno niños agarren sus mochilas que nos vamos de compras al Callejón Diagon, pasaremos a visitar a Neville y a Hannah al Caldero Chorreante y ahí nos encontraremos con la tía Hermione, Rosie y Hugo ¿Ya decidiste qué quieres que te regalemos por tus TIMOS?
- Pero si aún no recibo mis notas.
- Ah pero dijiste que sólo temías un "Troll" en Pociones ¿no? y esa no cuenta.
- ¡Haaaarry Potter! Ya te escuché... ¿Cómo que no cuenta? ¡Vaya ejemplo para tu ahijado! (Ginny llegaba en ese momento cargando a la pequeña Lily, acompañadas por Kreacher).
- No Ginny, no me mal interpretes, lo que quise decir es que "no cuenta" para trabajar en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, así que Ted no tendrá que llevarla para sus EXTASIS, además 7 asignaturas fueron una carga pesada, Teddy merece una recompensa por el esfuerzo.
- ¿Ustedes dos nunca dejarán de solaparse el uno al otro verdad? A veces no sé quién es el de 15 años y quién el de casi 33.
- Pero es verdad ama, el joven Teddy se esfuerza mucho, merece un premio.
- Gracias camarada... (Teddy le guiñaba el ojo a su querido elfo doméstico y sonreía muy divertido con la situación).
- Kreacher no empieces, que tú consientes siempre a este niño tanto o más que su padrino... Pero esta vez reconozco que estoy de acuerdo en que has sido muy buen estudiante mi niño.
- Gracias Ginny, tú me ayudarás a elegir algo, porque no se me ocurre qué quiero, tengo mi lechuza, una muy buena escoba...
- Bueno visitaremos al tío George en Sortilegios Weasley antes de llegar con Ron al Universo del Quidditch y en ambas tiendas puede que encuentres algo de tu agrado.
- Bueno sí, ya veremos, gracias Harry.
La razón por la que la familia iría de compras, era porque estaban organizando una reunión para el 31 de julio, fecha en la que Harry cumpliría 33 años y quería dar una amena fiesta en la casa de Valle Godric, que resultaba una acogedora sede para ese tipo de reuniones, ya que los invitados magos y brujas podían ubicarla sin problemas, era visible para los muggles sólo en una parte de la fachada y el jardín trasero era amplio y tenía un encantamiento Fidelio, por lo que una vez dentro de la casa, estar en la terraza resultaba de lo más cómodo y tranquilo.
-¡Hannah, Neville!
- ¡Hey Harry! ¡Wow! La familia completa... ¡Qué gusto!
- El gusto es nuestro hermano, se te extraña, con eso que sólo te vemos algunos fines de semana... de verdad no sé cómo han logrado acostumbrarse a que pases casi todo el tiempo en Hogwarts.
- En realidad llego a dormir la mayoría de las noches a casa, pero bueno, Hannah está todo el día metida en el negocio y yo en la escuela, así que hemos aprendido a llevar este ritmo entre semana sin problema... ¡Hey Ted! ¿Cómo está mi alumno favorito?
- Bien, bien... por cierto, ahora que estamos fuera del colegio, Harry tengo que acusarte a tu amigo el profesor Longbottom, por aplicar técnicas de esclavismo en sus alumnos... ¡Me ha hecho estudiar hasta quemarme las pestañas! Suerte que puedo hacer que me crezcan de nuevo...
- No exageres Ted, además no te puedes quejar, sé de buena fuente que tu TIMO en Herbología "Superó las Expectativas" y si en realidad quieres dedicarte a las Criaturas Mágicas, necesitabas esa nota.
- Sí, ahora resulta que necesito "Supera las Expectativas" en Herbología y Astronomía, no sólo en Transformaciones, además de "Aceptable" en Encantamientos y DCAO... y yo que pensé que con un "Excelente" en la materia de Hagrid ya la había hecho...
- ¡Hola familia! Me parece que he escuchado palabras que sólo podrían significar que están hablando de Hogwarts.
- ¡Tía Hermi, Rosie, Hugo! Qué bien que llegaron, papá dice que vamos a ir a comprar helados para todos y que podemos pedirlos grandes.
- ¡Wow! Esa es una noticia grandiosa James, pero no se lo digas al tío Ron o le va a dar mucho coraje cuando se entere que no le tocó helado doble.
- Pero podemos llevarle uno con encantamiento anti-descongelante de 20 minutos mamá...
- Está bien Rosie, ya veremos.
Después de tomar unas bebidas en el Caldero Chorreante, los Potter, Hermione y sus hijos atravesaron el muro de tabiques que abre el paso al Callejón Diagon, donde compraron varias cosas que requerían para la fiesta de cumpleaños de Harry, además de hacer una larga visita a Sortilegios Weasley y terminar en el Universo del Quidditch con el tío Ron.
- ¡Qué gran privilegio el mío de recibir a tan distinguidas visitas en este negocio! Sobre todo tú compadre que desde que decidiste ser sólo socio capitalista y no administrativo ya casi no vienes.
- Ron sabes que esa decisión no la tomé por gusto, sino porque desde que me nombraron Jefe de la Oficina de Aurores, la verdad ya no tenía tiempo de ayudarte con la tienda.
- Tío Ron, ¿mañana vamos a jugar la revancha de Quidditch?
- Seguro que sí ahijado, el partido pasado estuve un poco distraído, por eso tu madre logró tantas anotaciones y Al estaba más cerca de la snitch que Bill, pero mañana la historia va a cambiar, ya verás...
Esa noche Teddy durmió en su cuarto del número 12 de Grimmauld Place, habitación que había sido designada para él y para su abuela desde que Harry tomó posesión de la casa. Tendido en su cómoda cama y después de una suculenta cena preparada por Kreacher (que se lucía como chef cuando Teddy estaba en casa), el adolescente admiraba su par de guantes de guardián y sus gafas anti-reflejantes adquiridos esa tarde y pensaba en la excelente velada que le esperaba al día siguiente en la Madriguera, jugando Quidditch con todos los hermanos y primos Weasley. Sólo había una situación que lo incomodaba. El último semestre su relación con Victoire Weasley, hija de Bill y Fleur, se había convertido en un martirio.
Los chicos se conocían desde pequeños, siempre habían compartido juegos, gustos, fiestas y asistían a Hogwarts con un año de diferencia, aunque en Casas diferentes, Victoire era la primera Weasley que pertenecía a Ravenclaw. Sin embargo "algo" estaba sucediendo, la hermosa chica se comportaba de lo más insoportable en el colegio y sacaba a Ted de sus casillas con gran facilidad, situación generada en gran parte porque el muchacho siempre estaba a la defensiva con ella... - No lo entiendo, se supone que debo cuidarla como a mi hermana (se repetía a sí mismo), pero se ha vuelto tan caprichosa, tan creída... no puedo tenerla mucho tiempo a mi lado sin que empecemos a pelear, espero que mañana se mantenga lo más lejos posible de mí.
- Bueno sobrina, a ti te toca organizar la porra del equipo Weasley con tu madre, tu tía Hermi, Rosie y Hugo... y a Lily, Andrómeda y Kreacher la del equipo contrario.
- Claro tío Ron, ya sabes que soy excelente porrista. Por cierto, que bueno que el pequeño James jugará de guardián del equipo contrario, así podrán parar más goles a que si juega esa posición el inútil de Ted.
- Vicky queguida, no te egspreses así de Teddy, pog favor, cuida esog modales.
- Oh lo siento mami, pero es la verdad, no es tan buen guardián como dice, sólo juega en el equipo del colegio para conquistar a las chicas.
- Ah pues hace bien, yo sé que me volví irresistible para tu tía Hermione cuando entré al equipo de Gryffindor y tu tío Harry tenía una larga fila de admiradoras por lo mismo, je, je.
- ¡Ay tío! Contigo no se puede hablar en serio nunca.
Salvo los constantes roces entre el par de adolescentes, la estancia en la Madriguera ese domingo fue muy placentera. Por la noche, en Grimmauld Place después de cenar, Ted se acercó a Harry con una actitud un poco extraña.
- ¿Padrino podemos hablar en privado?
- ¿Padrino? Uy... debe ser algo serio para que me llames así, ¿Qué pasa Ted?
- Tengo la idea de que en realidad no fuiste lo que podríamos llamar un Casanova en tus tiempos de estudiante, pero todos sabemos que desde que te hiciste novio de Ginny has sido un novio y marido ejemplar. Y bueno, siempre lidiaste con muchas admiradoras y...
- Y un excelente amante por cierto, ejem, pero en efecto, las chicas no eran mi especialidad en el colegio, digamos que mientras los demás compañeros se dedicaban a coleccionar novias, yo tenía que planear como acabar con Voldemort, pero... ¿a qué viene todo esto?
- Es queeee... bueno, hay una chica...
- Oh... ¡hay una chica!
- Sí, es una Gryffindor y es muy buena, simpática y bonita, aunque Victoire diga lo contrario. Ella dice que no tiene cerebro, que es demasiado ruda porque juega en el equipo de Quidditch y le gusta mucho la materia de Hagrid y también DCAO, yo creo que es un monumento, es decir, la niña está muuuy bien.
- Era de esperarse, si dices que es una Gryffindor debe ser temeraria y excitante, pero eso no significa que no pueda ser una niña tierna y muy especial.
- Eso mismo pienso. Bueno, ella se llama Nataly Osborne, es pelirroja como Ginny pero más alta, es cazadora y muy buena en Transformaciones, de hecho dice que le gustaría ser animaga como la Directora McGonagall y tiene un par de... ojos verdes muy bonitos.
- Oye pues es un estuche de monerías, cuidado las pelirrojas son mortales, pero... ¿Cuál es el problema? ¿Tú no le gustas? Eres un joven muy apuesto campeón...
- Pues yo creo que sí le gusto, por lo menos siempre que nos encontramos en los pasillos, en el comedor o en los jardines, sus amigas y ella empiezan a cuchichear y a reírse, ya sabes cómo son las niñas y Dominique dice que entre ellas la llaman "prima".
- Mmm... bien, pues vuelvo a mi pregunta, ¿Cuál es el problema?
- El problema es que, a pesar de que me gusta bastante y de que creo que también le gusto, hay algo que no me anima a pedirle que salgamos, es como si en el fondo yo considerara que no debo estar con ella.
- Pues Ted, tal vez sólo saliendo con ella puedas descubrir qué es ese "algo", porque sólo compartiendo un poco más, ambos a solas, sabrás si en realidad es ella la chica con la que deseas estar. Podría tratarse sólo de algo físico, pero eso no lo sabemos aún. Mira, por qué no la invitas una tarde a caminar por el lago o le pides que vaya contigo a Hogsmeade.
- Ambas cosas ya las había pensado y creo que lo haré, pero Harry... ¿tú alguna vez sentiste "ese algo"? Es decir, pese a que una chica te gustara.
- Sí claro, lo sentí después de haber besado a una niña y haber decidido intentar algo con ella... simplemente no funcionó y nada más pasó. En cambio cuando descubrí que estaba enamorado de Ginny nunca sentí nada que me hiciera dudar, al contrario, después de nuestro primer beso supe que no volvería a besar a otra chica que no fuera ella y la primera vez que nosotros... ehh, bueno, una vez que me di cuenta de que la amaba, ese sentimiento sólo ha ido creciendo cada día.
- ¿Entonces debo besarla?
- Entonces tienes que intentar establecer algo con ella, sólo así sabrás si eso es lo que deseas.
- Pero ¿y si no funciona? ¿y si alguien sale herido?
- Ninguna relación está garantizada Ted, pero más vale arrepentirse de algo que has hecho y salió mal a arrepentirse de ni siquiera haberlo intentado.
- ¡Ya! Pues entonces me lanzaré y ya veremos cómo sale todo. Gracias Harry, este tipo de cosas prefiero platicarlas contigo que con mis amigos porque ellos no entienden que pueda existir "algo" que me detenga con una chica así, dices bien, las pelirrojas son de miedo y Naty... ¡Uy tienes que verla!
- Te creo campeón, yo sé lo que es una Gryffindor pelirroja de 15 años, je, je, pero dime una cosa Ted ¿Tú has considerado que eso raro que sientes, en realidad puede ser otra joven?
- ¿Otra?... no creo Harry, no tengo en mente a ninguna otra chica.
- Mmm... si tú lo dices...
El 31 de julio llegó con una divertida reunión en Valle Godric, a la que asistieron todos los conocidos de la familia Potter, desde los hermanos Weasley, sus esposas y sus hijos, hasta los viejos amigos de Hogwarts, la Orden de Fénix, amigos de Harry del Ministerio y compañeros de Ginny del Diario El Profeta. Esa noche entre el buen humor, las canciones que entonaba George Weasley con su guitarra, cervezas de mantequilla, licor de grosella cortesía de Aberforth Dumbledore, whisky de fuego que llevó Hagrid y la brisa que se dejaba sentir en Valle Godric, los ánimos del festejado estaban un poco encendidos.
- Hermosa fiesta amor, todos están muy contentos.
- Hermosa usted señora Potter, ¿cómo le haces para estar cada día más bella Gin? Cada día más seductora...
- Mmm... percibo en sus palabras otras intenciones señor Potter.
- Percibes muy bien pequeña, siempre taaan intuitiva... ¿no te encantaría regalarle una hermanita a Lily?
- Sabes que hemos decidido cerrar la fábrica Harry... pero los operarios siempre seguirán activos... ¿Qué hacemos con tus invitados?, todavía es temprano, no podemos decirles: ¡oh! ha sido un placer pero nosotros tenemos planes de alcoba, voy a darle su regalito a mi marido, así que hasta luego.
- Tú ya lo dijiste, están muy contentos, nadie va a notar si desaparecemos un rato, además tenemos el pretexto de ir a acostar a los niños ¿no?
- ¡Ay Harry! No tienes remedio, mira que agarrar a tus propios hijos de pretexto...
Los Potter se disculparon un momento con sus invitados y llevaron a sus tres hijos a sus habitaciones. Los niños ya estaban cansados así que Harry arropó a sus varones y en poco tiempo los dejó dormidos, mientras su esposa hacía lo mismo con la pequeña Lily. Pero una vez terminada la labor de padres cariñosos y responsables, la pareja no regresó de inmediato a la reunión, sino que hicieron una escala en su propio cuarto.
Casi al mismo tiempo que Ginny cerraba la puerta y le desabrochaba la camisa a su esposo, él lanzaba un Muffliato a toda la alcoba, varitas y gafas cayeron en algún lugar del suelo, fueron dejando un sendero de prendas entre las de él y las de ella desde la puerta hasta la cama, no había tiempo para admirar la hermosa lencería de encaje negro que Gin había seleccionado ese día, pronto eso también se encontraba a las orillas de la cama y ahí, entre las sábanas, Harry recorría con sus labios cada centímetro de su amada esposa. Cada que estaban juntos parecía la primera vez, él nunca se cansaba de explorarla y ella nunca dejaba de sorprenderlo, eran perfectamente compatibles y el amor que se entregaban el uno al otro hacía de sus encuentros íntimos algo maravilloso, sobre todo al final, cuando explotaban juntos y el joven de la cicatriz los hacía levitar unidos varios centímetros por encima de las húmedas sábanas.
Eran capaces de repetir ese milagro de amor varias veces en una noche, pero en esa ocasión tendrían que esperar un poco para el segundo encuentro y regresar con sus invitados.
Intentando no lucir tan desalineados y aún con la temperatura de sus cuerpos muy elevada, regresaron a la fiesta y en el camino a la terraza trasera les tocó intervenir como "réferis" entre un par de adolescentes que se encontraban a punto de ahorcarse mutuamente. Varitas en mano Ted y Victoire se encontraban amenazantes uno frente al otro en la cocina.
- ¡Te digo que no te metas en mi vida Victoire! Mantente lo más lejos de mí que te sea posible.
- Pues allá tú si no quieres escucharme, ya te dije que pierdes tu tiempo con esa bruja, además sólo la flirteas para demostrarles a tus amigos que eres muy galán ¿no?
- Eso no es cierto, Nataly me gusta aunque a ti no te parezca.
- Tranquilos, tranquilos... Vicky, Teddy... ¿Qué son esos gritos? ¡Guarden sus varitas! De todas maneras no pueden hacer magia fuera del colegio, lo saben, así que dejen de alardear.
- Perdona tío Harry, yo sólo me defendía de este "fenómeno".
- ¡No me digas así! Soy Metamorfomago ¡no fenómeno! Y no sé por qué me agredís ahora, si siempre te ha gustado que lo sea.
- Basta ya Ted, ven conmigo, vamos a dar una caminata por el barrio para que se te baje la cólera y así aprovecho para que a mí se me baje otra cosa (Harry lanzó una pícara mirada de complicidad a su esposa, le guiñó el ojo, tomó del brazo a su ahijado y salieron de la casa).
- Tía Ginny, no sé que me pasa, no sé por qué ahora peleo con Teddy por todo y pareciera que él es un dulce con todo mundo menos conmigo.
- (Ginny tomó un profundo respiro para equilibrar su aún agitado pecho y se sentó para escuchar a su sobrina) ¿Y estás segura que tú no lo provocas?
- Claro que sí lo hago, eso es lo malo, que ambos parecemos estar a la defensiva... como ahora... yo, en realidad no creo que Teddy sea un fenómeno y de hecho tiene razón, siempre nos hemos divertido mucho con sus transformaciones.
- Bueno Vicky, tú eres una chica muy buena y muy hermosa, demasiado hermosa diría yo y no es fácil manejar esas virtudes cuando se es adolescente, pero debes esforzarte por no caer en la soberbia cielo. Eso por un lado y por otro, debes dejar que Ted haga su vida, si se tropieza y cae en el camino ya se levantará, pero déjalo que lo haga.
- Pero es que esa chica no me gusta para él.
- Pero es que al que debe gustarle es a Teddy, no a ti Victoire. Mira sino logras ser más objetiva con Ted será mejor que mantengas un poco tu distancia con él, así evitarán este tipo de situaciones y no dañarán una amistad sincera de tantos años.
- Sí Ginny, tienes razón, creo que mejor me alejaré un poco y evitaré los enfrentamientos con Lupin, no quiero terminar peleada a muerte con él.
- Bien cielo, volvamos a la reunión, tus padres notarán tu ausencia y mejor nos ahorramos las explicaciones.
- Pues la "ausencia" que notamos todos fue la de otros dos, pero no te preocupes, tío George dijo que no le habías dado aún su regalo a tío Harry y que seguro estaban en ello...
