"Palermo en Llamas"

By: BianchixGokudera25

Disclaimer: Los personajes de Katekyo Hitman Reborn no me pertenecen, pertenecen a su respectiva autora, Akira Amano.

Summary: Los días de la señorita Santaniello en la Universidad de Palermo eran iguales cada día desde que llego al cargo, aguantarse las quejas del ausente rector Dino Cavallone, pero ese día ocurrió algo inusual ¿La Tercera Guerra Mundial había Empezado? Si era así, a ella particularmente no le habían avisado.

Personajes: Angeline Santaniello, Dino Cavallone, Hibari Kyoya, Giotto Vongola, Tsunayoshi Vongola, Xanxus, Reborn, LalMirch, Colonnello. Suberbia Varianoski, Belphegor.

Category: MA+

Advertencia: AU "Universo Alternativo" Personajes OC.

N/A: Trata de mafia, contrabando de armas que hay en un pequeño bloque en Palermo, Tsunayoshi y Giotto son hermanos que comandan esa zona. Hola a tod s aquí vengo una vez más con otra idea que surgió pensando en Tsuna y Giotto como los hermanitos malos de la película Jojojo...Que lindo regalo, espero les guste, bueno sin más preámbulos los dejo con este set de maravillosos personajes. Ahora sí, quiero que esto sea mi presente de día de Navidad, pero en especial a tres personas que siempre me han apoyado y brindado su amistad incondicional, mi preciosa Beta Reader Chiyo Asakura, mi mega camarada Kamui Vampire, corazón de melón te amodoro más que al chocolate y que conste que lo mega amo porque es mi felicidad plena y finalmente pero no menos importante mi mega camarada escritora, mi pequeña ahijada Kyoko020394, es mi compañera de escritura, a pesar de los rollos que tenemos, tratamos de vernos y adelantar lo que podemos de la Sombra Acechante del Cielo, estamos trabajando pero lentamente, igual la amodoro y a su pequeño principie también, Alex corazón te adoro, feliz navidad.

Capítulo 01:Planeación.

Palermo, pintoresca ciudad reconocida por sus bellos elementos arquitectónicos, sus grandes fábricas alimentarias, textiles y su gran puerto lacustre, sin duda llena de vida para ser una de las principales ciudades al sur de la capital Siciliana, abrazadas por el hermoso mar tirreno. Sin duda alguna su principal centro de atención además de la Plaza Pretoria, el Jardín Botánico y la Catedral está la Universidad de Palermo, con sus 239 años es una de las universidades más antiguas de Italia.

Ahora nos desviamos a una persona de entre los pobladores de esta maravillosa ciudad que guarda al mismo tiempo muchos secretos cuando cae la noche. Ella es Angeline Santaniello, 27 años, estatura 1,75, cabello castaño claro, ojos avellana con ciertos toques verde oliva, soltera y vive en un pequeño departamento que está a unos 15 minutos de su lugar de trabajo, no podría pedir más. Se caracteriza por ser una joven seria con su trabajo, divertida con sus amistades y sobre todo quisquillosa en sus relaciones, suele hacer por diversión algunos cursos de primeros auxilios, natación y finalmente defensa personal del cual estaba asistiendo a sus últimas clases.

—Muy bien chicos es todo por hoy. Angeline, ven un momento.

La joven se despedía de sus amigas quedando de verse en un café al día siguiente, así que se dirigió donde su profesor le indicaba.

—Entrenador Massimo ¿Sucede algo?

—Bueno, en realidad no, solo quería felicitarte por tu gran trabajo con los chicos, debido a lo rápido que aprendes fuiste de gran ayuda con los más lentos del grupo y ahora todos están en forma gracias a ti.

—Creo que me adula demasiado, solo quiero estar preparada para cualquier contingencia y me preocupan los demás, después de conocerlos a todos no deseo verlos heridos.

—¡Hahaha! Bueno esta va para ti, no te menosprecies, ya que el idiota incauto que desee tomarte por sorpresa se las verá muy mal.

Dijo para seguir riendo sin reprimirse nada, la joven también sonrió por el comentario, en si no era persona de buscar peleas, todo lo contrario, le encantaba mediar o en pocas palabras fue obligada a aprender la mediación, ese crédito se lo debía a una persona, su jefe. Sin más se despidió de su entrenador y salió a su hogar, su pequeño departamento donde la esperaba un reconfortante baño y su cómoda cama.

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Por otro lado, desde la comodidad de la suite de uno de los hoteles más prestigiosos de Palermo, la cadena hotelera Excélsior, se encontraba un hombre de cabellera rubia oscura, ojos café claros dando vueltas en la habitación mientras discutía por teléfono.

—¡Vamos Kyoya, no seas aguafiestas, no debemos perder la calma, ellos están como locos buscando el código y no lo encontraran tan fácil!

"Maldito herbívoro ¿Acaso quieres que te muerda hasta la muerte? ¡Eh!"

—¡Cuida tu lenguaje! Pero no, no deseo eso, solo quiero verlos sufrir un poco más y luego ver su cara frustrada al ver que el cargamento estará en las manos de los croatas, pero, el dinero en las nuestras.

"No lo arruines *Haneuma, debido a que estoy resolviendo unas cosas en Tokyo no he podido viajar, pero ten la seguridad de que al llegar lo primero que haremos es abrir el cargamento y ubicar al contacto que nos esperará en **Dubrovnik"

—Como tú digas, bien debo irme, tengo sueño y mañana debo ir a trabajar.

"Si claro, a fisgonear a tu asistente, es a lo único que vas a esa estúpida universidad"

—¡Cállate!

Con eso finalizó la llamada, bien no estaba mintiendo del todo, estaba embobado con la belleza de su asistente pero ella era algo inalcanzable para él, en verdad que habían sido años de fuerte batalla pero sin piedad la joven se había resistido a todas sus artimañas. La razón de permanecer a su lado era la gran lealtad hacia su persona, que lástima, deseaba aunque no fueran su tipo de mujer favorita, que ella se impresionara con joyas y ese tipo de cosas, en fin. Tomó una toalla y se metió a la ducha, no mentía debía de madrugar tenia alrededor de 2 semanas ausente de la oficina, no era justo echarle encima tanta responsabilidad, al menos debía servir para algo.

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A unos 130 kilómetros de la costa se encontraba la base de una se las mafias que lideraban esa zona, los Vongola. Se caracterizaban por hacer impecablemente sus trabajos, pero sobre todo con la mayor crueldad posible para mantener a raya a sus enemigos, era liderada por dos hermanos, el menor, un ítalo-japonés de nombre Tsunayoshi Vongola, 27 años, cabello castaño alborotado arriba, ojos avellana claros, a pesar de dar aspecto de un joven de baja complexión es en realidad una máquina de matar dispuesta a todo, absolutamente a todo lo que requiera extremos, se especializa en torturar a sus víctimas y es al mismo tiempo la carnada perfecta para atrapar a sus enemigos debido a su apariencia, a lo único que teme es al carácter de su hermano mayor, nunca se mete en su camino ni toca nada que le pertenezca. Ahora es un caso totalmente diferente con el hermano mayor, en sí mismo es el eslabón del grupo, su brillante mente y su intuición para todo tipo de planes y negocios lo pusieron por encima de cualquier otro grupo en la zona, por ello muchos le temen, nacido en Florencia pero criado en los barrios de la ciudad de Palermo se encuentra Giotto Vongola, 29 años, cabello rubio dorado, alborotado arriba igual que su medio hermano, ojos azul celeste, los cuales pueden engañarte fácilmente si no eres cauteloso, puede infiltrarse en cualquier tipo de situación y salir airoso de ella, al igual que su hermano menor le encanta torturar a sus víctimas, pero se motiva más cuando estas representan un reto para él, sin embargo en este momento ambos hermanos están con el humor más negro que la misma noche ofrece a toda la ciudad, por el simple hecho de que alguien les robó algo y han pasado 3 meses en los cuales no han podido obtener ninguna pista.

—¡Maldito Cavallone, todo esto es tu culpa Giotto, te dije que lo mataras, pero nooo, simplemente lo ignoraste y ahora estamos pagando las consecuencias de tus acciones, demonios!

Gritó el peli castaño para arrojar unos documentos que estaban encima de un gran escritorio de cristal, el peli rubio observaba el oscuro mar tirreno desde el gran ventanal mientras algunas pequeñas embarcaciones con sus débiles luces desgarraban un poco la noche.

—¡Cállate, lo sé!

—¡Ese es el problema no puedo callarme, ese bastardo de Varianoski pronto comenzará a presionarnos y sabes que con él no se juega Giotto!

—Tsunayoshi, ya casi lo tenemos, él se está escondiendo en la ciudad y créeme, una vez que sepa donde esta iré yo mismo por él, no lo dudes...Solo perdono una vez en la vida y el definitivamente no supo apreciar mi piedad.

—Bien, no diré más nada, solo que la cuota junto a nuestra última reserva para los negocios se fue con él y aún falta el 30% del pago, no lo verá con buenos ojos cuando comencemos con el retraso de esos 2 últimos pagos.

—Con eso ganamos algo más de tiempo, tranquilo hermano lo encontraré y lo haré pedazos.

—Te apoyo, al menos deja algo para mí, también quiero desquitármela con el desgraciado que osó burlarse de nosotros, los Vongola.

De esa forma, el peli castaño salió de la oficina dejando solo al peli rubio que seguía disfrutando de la vista, pero que en su mente maquinaba todo lo que seguiría a continuación, no podían perder más tiempo, era la cabeza de ese sujeto o las suyas por el ruso que esperaba su paga.

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Después de un largo viaje de 7 horas y por otro lado de 4 horas, los grupos esperados por la policía de Palermo por fin habían llegado, el equipo MI6 el cual venia de Londres y el MI5 que se encontraba por otros asuntos en Florencia, los representantes de cada grupo fueron reunidos por el director a cargo.

—¡Detective Reborn, Detective LalMirch, soy el Capitán a cargo del caso Romario, cada uno de ustedes recibió los últimos informes sobre el caso que lleva meses en seguimiento!

—Si, a pesar de estar centrados en otros casos, este definitivamente se ve prometedor, si podemos resolverlo por fin acabaremos con la basura que ronda en la ciudad.

—Detective Reborn, nuestras instalaciones no son las adecuadas para ustedes así que me tomé la libertad de suministrarles un lugar alejado de la estación y el puerto, deben trabajar totalmente desligados de la policía pero entre ustedes me fue ordenado que a partir de ahora se llamen grupo Arcobaleno.

—¿Grupo Arcobaleno?

—Si, la residencia cuenta con lo necesario para su personal, así que sin más que discutir los vehículos al fondo los llevarán a su nueva residencia.

—Gracias capitán.

Una vez que el oficial se marchó el otro replicó, odiaba cuando su jefe no le avisaba con antelación las cosas.

—¡Maldito Alaude, siempre con sus secretos, nada le costaba abrir esa impertinente boca para avisar de que trabajaríamos juntos!

—¡Deja de quejarte y vámonos de inmediato, estamos muy expuestos y se supone que no estamos aquí!

—¡Shsss! Tienes razón, mejor nos vamos.

—¡Colonnello! ¿Por qué tardas tanto? ¡Apresúrate!

—¡No grites mujer, kora!

—Así que los hermanos Vongola se descuidaron, eso es muy extraño, ellos siempre son meticulosos con sus movimientos.

—Pero la parte que tú no sabes, es que otro se les adelantó les dio un golpe que los dejó atontados y están como locos buscando al sujeto y la carga robada.

—¿Alguien les robo a los Vongola?

—Así es, toma el folder, allí tienes todo lo que recopilamos cuando salimos a Florencia hace unas semanas atrás.

El hombre de cabellera oscura pero de patillas rizadas, tomó el sobre y comenzó a hojear el contenido, conocía al sujeto, bueno, más bien, conoció a su padre, era un veterano de guerra, pero luego de algunas dificultades económicas comenzó un pequeño negocio de contrabando de armas, él lo siguió por un tiempo, pero debido a que no podía arrinconarlo porque en verdad no se estaba entrometiendo con otros países, simplemente lo dejo en paz, hasta que escuchó que había sido asesinado por un grupo que había emergido en poco tiempo pero de un momento a otro se había adueñado de la mayor parte de la zona sur de la costa. Sonrió al enterarse que fue el mismo hijo quien les dio el golpe, sí que era descarado para hacerle eso a un grupo tan peligroso, bueno al menos sería algo divertido.

—Esto será interesante, deseo ver más de cerca a esos sujetos.

—Habrá mucho tiempo para eso.

Habló la mujer de cabellera azul oscura, sin ningún interés y al mismo tiempo poniendo mala cara a su compañero que le tomaba mas tiempo de lo normal en traer las cosas al vehículo para por fin ir a descansar un poco, el viaje en el avión había sido terrible.

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Un nuevo día se abría paso para la activa ciudad de Palermo, la joven peli castaña luego de su café y su ligero desayuno, tomaba las llaves de su inseparable Ducati negra con franjas moradas. Además de su cartera llevaba consigo siempre su bolso con algunas cosas, debido al traslado, decidía que el terminar de arreglarse era al llegar a la institución, odiaba el trasporte público, siempre demoraba más de la cuenta y eso que estaba a pocos minutos de su departamento.

—¡Bien, preparada para escuchar y resolver todos los problemas que mi jefe no puede por estar más ausente que presente!

Sin más arrancó, lo bueno de su trayecto era que le permitía pasar cerca de la costa y en las mañanas el mar tirreno brillaba como si fuese un manto de diamante, era simplemente hermoso, después un poco del casco central de la ciudad para finalmente ver a lo lejos la majestuosa sede a la cual ella había asistido en sus años de universitaria, luego de mostrar su pase en la entrada se fue directamente a los estacionamientos, bajó rápidamente y guardando sus cosas se fue directamente a la oficina donde aún el personal que laboraba en su zona no llegaba por la hora. Se tomaba la libertad de cambiarse y arreglarse en el baño del despacho, luego encendía los ordenadores, buscaba los últimos documentos donde estaban las últimas quejas, junto a unos asuntos donde se necesitaba la aprobación de su jefe y finalmente regresaba a su puesto para ordenar unas cosas que había dejado pendiente unos días atrás. Luego de unos 20 minutos se escuchaba como poco a poco esa zona cobraba vida, los compañeros de las demás oficinas saludaban afablemente a la joven y finalmente después de unas semanas ausente, su peor pesadilla, su jefe.

—Buenos días Angeline ¿Qué tal tu fin de semana?

—Buenos días Rector Dino, sigamos hasta su despacho, luego de que le explique cuáles son sus obligaciones esta semana, le contaré sobre cómo me fue a mí.

—¡Vamos no seas tan fría Angeline, pero es cierto, perdona por ausentarme tanto tiempo!

Ambos se adentraron al despacho, donde estaba su escritorio pulcro y con una humeante taza de café, el otro sin ceremonias tomó asiento y la joven frente a él comenzó a explicarle su itinerario.

—La semana pasada se presentaron varias quejas sobre la forma en que se impartieron unas cátedras con un material obsoleto, la coordinación tomó el caso pero definitivamente usted debe llevar la queja directamente con el Decano.

—¡Dios, Cecilio va a matarme, el me había comentado sobre ese asunto y yo solo salí corriendo! ¿Qué me recomiendas que haga? ¿Habrá tiempo para realizar algunos cambios y reemplazar ese material?

—Señor, estamos a mitad del semestre.

—¿Qué tal si lo hacemos intensivo virtual? Se podría motivar con porcentajes más altos y así recuperar el tiempo perdido.

—La solución que veo es un 60/40...La parte presencial para explicarlo y las evaluaciones que sean virtuales, sería una forma de compensar el tiempo perdido.

—¿Lo ves? ¡Por eso siempre estoy salvado, tu siempre buscas las soluciones a problemas tan fastidiosos como ese!

—Se supone que usted está aquí para resolverlos.

—¡Hahaha! ¡Si es verdad, bueno que más tenemos!

Cuando ella se disponía a continuar se quedó observando el vestuario de la peli castaña, tenía un gusto exquisito, a pesar de usar la ropa seleccionada por las políticas de la universidad, se veía sumamente cautivadora, incluso siendo ese aburrido uniforme le sentaba muy bien, pero como no deseaba estar encerrado mucho tiempo la interrumpió con una idea para salirse con la suya.

—Angeline vamos a los campus, deseo ver las actividades de los estudiantes.

—Eso es extraño viniendo de usted, pero si insiste, vamos.

Ambos se dirigieron a los campus, los cuales estaban bien cuidados, todo era sumamente vigilado, odiaba el desorden y se encargaba de que ningún sinvergüenza arruinara su centro de trabajo, bueno ese al menos era el pensar de la joven peli castaña que caminaba en solemne silencio. El otro por su lado miraba a los alrededores, pero dentro de sí estaba buscando la forma de excusarse y volver a ausentarse, tenía que salir de la ciudad pero no hallaba la manera de invitar a la joven con él, se consideraba mal perdedor y tenía que seguir tratando de convencerla para ver si ella al menos bajaba la guardia una vez.

—Veo que gracias a ti, la institución es una obra de arte Angeline.

—No señor, es gracias a usted que ha aprobado las órdenes y los reglamentos internos para que la universidad consiga la belleza y la solidez en la que se encuentra ahora.

—¡Vamos, no te menosprecies, realmente quien trabaja aquí eres tu Angeline, no yo!

—Últimamente muchos me dicen lo mismo, pero en fin, continuando sobre los itinerarios...

—Veo que aun la llevas.

—¿Señor?

—El único obsequio de mi parte durante todo este tiempo que has trabajado conmigo.

—¡Ah, se refiere a la medalla de San Cristóbal!

—¿Por qué lo aceptaste?

—Aún recuerdo cuando llegó una mañana con ese pequeño presente como regalo de mi cumpleaños, en verdad quedé impresionada con el motivo y el significado, creo que eso fue lo que me hizo desistir en rechazarlo.

—Eres increíble.

—¿Porque lo dice? ¿Por qué nunca le había aceptado nada o porque solo me gustó la medalla?

—Nada de eso, simplemente por lo fuerte que eres, no te quiebras en momentos de crisis y eso es algo que yo aprecio mucho, más de una vez me has salvado y eso jamás lo voy a olvidar Angeline.

—No lo diga de esa forma, parce que se estuviese despidiendo.

—Bueno no es del todo falso, la verdad es que me voy de viaje pronto y quería que me acompañaras.

—Señor, fui clara con usted el día que me contrató, solo trabajo, nada más.

—¿Qué puedo hacer para tan siquiera estar a la altura de una pequeña cita?

—Llegar a tiempo a su trabajo y estar presente cuando hay problemas, creo que eso sumaria puntos a su favor, pero como en estos últimos años, ni lo uno y ni lo otro, creo que usted perdió la guerra sin darse cuenta.

—Tan directa como siempre.

—Así debe ser o sino sería una terrible asistente ¿No lo cree?

—Creo que sí.

Se detuvieron cuando alcanzaron las canchas de tenis, cerca había unas bancas donde el peli rubio tomó asiento, hacia un lindo día y el ambiente era bastante agradable, la joven le imitó y continúo con su trabajo.

—Prosiguiendo con las actividades, dejaron unos informes sobre los anteproyectos de las ferias que están próximas, no queremos que repita lo que pasó la última vez, por lo tanto buscan la aprobación de este reglamento.

—Sí, fue terrible esa vez, está bien lo aprobaré de inmediato, es mejor adelantar estas cosas.

—Habrá una reunión la próxima semana sobre lo que se hará para los cursos de verano, hablan sobre tomar vacaciones y contratar profesores de afuera, requieren su presencia para evaluar esas alternativas.

—¿Qué día?

—El miércoles.

—Está bien para mí.

—Para finalizar, está el calendario del personal que saldrá de vacaciones en este trimestre, debe evaluar y aprobarlos antes de que se vaya de viaje, usted suele ausentarse mucho realmente no puedo hacer nada si usted no lo aprueba.

—Es cierto.

—Bien es todo por ahora, después de almuerzo comenzaremos con las actividades con los deportistas que van a las competencias en Roma.

—¿Aún hay más?

—Así es, pero será mejor que se apresure a adelantar lo que pueda y no huya de las obligaciones. Me retiro señor.

—Yo me quedaré un rato más.

La joven se levantó pero antes de retirarse volvió a dirigirle unas palabras al distraído peli rubio oscuro.

—No tome a mal mis acciones señor, quiero que sepa que nunca encontraré la forma de agradecerle por haberme dado la oportunidad de trabajar aquí, lamento no corresponder a sus sentimientos pero tenga la seguridad que si necesita ayuda siempre le apoyaré, con permiso.

De esa forma ella se marchó, él la observó en su andar mientras suspiraba, eran más que obvias esas palabras, siempre, siempre le estaba salvando el trasero en su trabajo, no lo necesitaba para vivir pero era su gran fachada y a pesar de causarle solo molestias a ella, está siempre con la honestidad que le caracterizaba le perdonaba todo, sonrió con ironía mientras le hablaba a la nada.

—Yo sé que perdí Angeline y no tengas cuidado, nunca dudaría de ti, jamás. Bien, dejaré esas tonterías listas para no agobiarte tanto cuando me vaya, espero nada malo te pase en mi ausencia.

De esa forma él también se levantó y decidió que era hora de trabajar, aún tenía otras tareas pendientes y serian explicadas una vez diera razón de lo que le habían dejado en la mañana.

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Después de una buena taza de café, el hermano mayor de los Vongola fue abordado por uno de sus informantes, al parecer con excelentes noticias, le hacían falta después de tantos disgustos, era hora de unas buenas noticias.

—¡Señor, por fin tenemos noticias de Dino Cavallone!

—¡Excelente, muéstrame!

—¡Aquí está todo!

Le fue entregado un folder con unas fotografías donde se le veía comiendo en uno de los restaurantes más caros de la ciudad, además de llegar al hotel Excélsior, finalmente vio donde entraba a la universidad.

—Así es que por eso es que no puedo verte, te la pasas arrastrándote de un lugar a otro, como un maldito gusano.

—¿Qué haremos señor?

—¡Fácil, iremos por el!

—¿Ahora mismo?

—¿Qué sucede?

El otro reconocía esa expresión en sus hombres, algo ocurría en la ciudad, por lo tanto no lo dejarían moverse a su voluntad.

—Nos informaron que hace unas horas MI5 y MI6 llegó a la ciudad, son fuentes confiables señor, dicen que el sujeto que está en la ciudad fue el responsable de tumbarnos los dos negocios con los argelinos.

—¡Maldito Reborn, es otro bastardo que me tiene harto entrometiéndose en mis negocios!

El otro hombre se quedó en silencio, esperando que a su jefe se le enfriaran sus ideas, cosa que sucedió bastante rápido, luego de mostrar esa cara frustrada volvió a sonreír, bueno solo habían descubierto donde estaba, él no se iría de allí, se sentía seguro el muy desgraciado, se volvió al sujeto y le dio las ordenes.

—Dile a todos lo que sabes, que salgan de la ciudad por al menos unos días, no quiero que se metan en el camino de ese sujeto y ya estoy preparando una sorpresa para el maldito de Dino Cavallone, no hay prisa, el no irá a ninguna parte.

—¡Como usted ordene!

El sujeto se retiró cuando el hermano menor iba entrado a entregarle unos documentos al peli rubio cuando este soltó una risotada que dejo fuera de lugar al aludido.

—¡Hahaha...! ¡Pero qué gran día!

—Giotto ¿Qué rayos te pasa?

—¡Tsunayoshi Dino apareció y lo tenemos aquí mismo, aquí mismo en la ciudad!

—¿Cómo?

—¡Así como lo oyes!

—¡Vamos por el ahora! ¿Qué estamos esperando?

—No podemos en este momento.

—¡GIOTTO!

—¡No grites, Reborn está aquí junto al MI6 ¿Quieres enfrentarte a ese hombre sin un plan idiota?

—¡Demonios, otro bastardo más porque preocuparnos! ¿Desde cuándo está aquí?

—Ayer tocó tierra junto a su equipo, y ten la seguridad de que no lo quiero cerca, deseo a Dino Cavallone a toda costa.

—¡Se escapará!

—¡Él no es idiota, si se mueve ese sujeto lo atrapará, él se quedará en su lugar hasta que vea una apertura para huir, aunque antes de que eso suceda lo atraparé para hacerlo pagar!

—¡No falles hermano, hablaré con los demás, teníamos pendiente unas cosas en la ciudad!

—Está bien.

Nuevamente quedó solo en la oficina, sin perder más tiempo tomo su móvil y comenzó a marcar unos contactos, necesitaba cuadrar todo para dar el golpe, por ningún motivo no lo dejaría escapar.

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El grupo Arcobaleno estaba totalmente instalado y mientras dirigía a algunos grupos a la ciudad, revisaba aun el expediente sobre los últimos intentos de tráfico de armas en esa zona, los encargados aún estaban libres, esos Vongola eran su principal piedra en el zapato.

—¿Buscando alguna pista con su paradero?

—Solo recuerdo algunas cosas del año pasado, recuerda que fui yo quien les echó a perder dos de sus grandes ventas.

—Sí, deben odiarte enormemente por eso.

—Já, para nada, ya verás que esto se pondrá divertido cuando yo trate de encontrar lo que ellos quieren en este momento.

—¿A Dino Cavallone? Por cierto ¿Si sabemos dónde está, por que no vamos por él?

—¿Con que pruebas? Él no ha hecho nada y ese es el problema ¿Cómo lo atrapamos?

—¡Que estupidez!

—¿Entonces qué haremos? ¡Kora!

—Por los momentos, solo relajarnos, ellos saben que estamos en la ciudad y si quiero ganar algo de dinero apuesto 1000 € a que nadie de los Vongola está en la ciudad.

—No gracias, no me gustan los juegos de azar.

—¡Que lastima, de lo que te pierdes, yo soy muy bueno en ellos!

—¡Imbécil!

El peli negro atinó a reír por ver lo fácil que era sacar de quicio a su compañera, el otro por su parte también reía, ella siempre lo molestaba y era hora que alguien la pusiera en su lugar, sin más los miembros del MI5 decidieron salir a la ciudad, el peli negro prosiguió en su tarea de seguir revisando toda la información recopilada para tener las herramientas necesarias y atacar cuando fuese el momento adecuado.

Continuará…

N/A: Hola nuevamente y me disculpo por mi larga ausencia, para nadie es un secreto lo que pasa en mi país y hasta las ganas de escribir se fueron, por lo tanto les traigo algo con picante para encender el ánimo navideño, a pesar de que no tiene nada que ver la temporada, veamos que le depara a la señorita resuelve problemas con el asunto que le dejo su descuidado jefe... Nos veremos en el próximo capítulo.

*Dubrovnik; es una ciudad lacustre en Croacia que se comunica con el mar adriático.

**Haneuma; traducción del japonés para referirse a Dino Cavallone como caballo salvaje.