Capitulo 1: "El comienzo de lo que será".

Muchos dicen que no es posible controlar el poder aural, yo digo que si lo es, todos tenemos un poder de aura diferente, o algunos, como en mi caso, un poder que va más allá de lo inimaginable, lo difícil es saber que allí está, y más aun si no entiendes lo que sucede contigo mismo, en fin, como decía, lo difícil es saber que allí está, controlarlo y asegurarte de que nadie te lo quiera quitar, pero lo más difícil de todo es aceptarlo, eso es lo que me pasó a mi, eh aquí mi historia.

Era un día como cualquier otro en la gran y maravillosa Ciudad Celeste, todo el mundo estaba a la espera del gran día, el día que las grandiosas hermanas sensacionales darían un espectáculo, el espectáculo que inauguraría el carnaval de verano, todas estaban muy emocionadas por la llegada del gran día, a excepción de una de ellas, la más pequeña de las cuatro hermanas no se sentía tan a gusto.

-Es solo un tonto show.- Expresaba con desgano la más pequeña del grupo, mientras veía como sus hermanas iban y venían, cargando grandes cajas con adornos y unos vestidos, tenía sus rodillas flexionadas, sus codos apoyados en ellas y su cabeza sobre sus palmas.

-¿Solo un show?, es mucho más que eso querida hermanita.- Le explicaba la segunda de las hermanas, con su dedo índice hacía arriba.

-Si, es el show de inauguración, mucha gente va a venir a vernos.- La secundaba la tercera de las hermanas.

-Que más da, a mi no me interesa, tengo cosas más importantes que hacer.- Les replicó cambiando su postura a una más erguida, cruzando sus piernas y brazos en señal de fastidio.

-Ay Misty, es eso, o, ¿Estás enojada por qué no podrás ver a tu novio por televisión?- Le preguntó mordazmente la mayor de las hermanas, en su rostro se podía ver una sonrisa picara.

Al escuchar esa pregunta un escalofrío recorrió su cuerpo, haciendo que se tense en su lugar.

-¡Él no es mi novio Daisy!- Le gritó furiosa a su hermana, apretando sus puños a ambos lados de su cuerpo, pero a medida que se relajaba agregó.- Es que le prometí a Delia que vería la batalla de Ash, él va a participar en un torneo donde solo pueden competir Pokémon de tipo luchador.

-¿Pero como harás eso Misty?, Recuerda que no está en Kanto, está en Unova, eso se encuentra muy lejos de aquí.- Fue su hermana Lily, la que le preguntaba ahora, imitando la postura de su hermana mayor.

-Si hermanita, está muy lejos de ésta ciudad, será difícil que puedas ver la batalla.- La secundó su hermana Violeta, con la misma pose.

-Ja, eso es lo que ustedes, trío de arpías piensa.- Les respondió Misty con una gran sonrisa en su rostro mientras las señalaba y agregó.- Para su información, Delia me dijo como podía verlo por televisión, solo debo buscar el canal apropiado.

-Bueno hermanita, y, ¿Sabes a que hora darán el torneo?- Volvió a preguntar Daisy.

-Mmm…, creo que lo darán…- Dijo pensativa con su dedo índice sobre sus labios y mirando en dirección hacia el techo, luego de unos segundos chasqueó sus dedos, con una sonrisa y dijo.- Aquí lo darán como a las once de la noche.

-Entonces no veo el problema.- Agregó Lily.

-¿A qué te refieres?- Preguntó intrigada Misty.

-A que puedes hacer ambas cosas hermanita.- Explicó Violeta.

-Así es Misty, el torneo es a las once de la noche y nuestro show será a las siete de la tarde, recuerda que estamos en verano.- La secundó Daisy.

-Tienen razón.- Les respondió sorprendida y mientras dejaba caer sus brazos a ambos lados de su cuerpo y suspiraba resignada agregó.- Está bien, ustedes ganan, solo díganme que debo hacer.

Ante esta declaración por parte de Misty, las tres hermanas chocaron palmas en señal de victoria, para acto seguido, sostener a la más pequeña mientra la arrastraban por todo el gimnasio, probándole peinados, vestidos y haciendo que ensaye sus diálogos.

Mientras tanto, en otra parte del mundo Pokémon, dentro de un gran árbol, una energía extraña estaba despertando.

Un pequeño Pokémon rosado con grandes ojos, se acercó flotando hacia dos figuras que allí descansaban, dentro de lo que parecían, unas capsulas de cristal, de ellas una brillante luz se dejaba ver, haciendo parecer que algo pasaba entre ellas, el pequeño Pokémon solo se quedo allí flotando, esperando que algo sucediera.

-Lucario.- Resonó una voz masculina, en la soledad del abismo.

-Lucario.- Volvió a llamar.

-¿Mmm?- Preguntó éste medio adormecido.

De pronto dos figuras se hicieron presente, una era un hombre alto, de pelo negro azulado y vestía con un atuendo de tipo hechicero, se encontraba parado con una mirada firme y observaba a la otra figura que se encontraba media entre dormida, la otra figura se trataba de una criatura con forma de chacal, de color azul y negro.

-Lucario, debes despertar.

-¿Mmm?, ¿Sir Aaron?- Preguntó medio confundido el Pokémon, mientras parpadeaba para aclarar su vista.

-Lucario, debes despertar de tu sueño, tengo una misión muy importante para ti.- Le explicó Sir Aaron, conservando aún su semblante serio.

-¿Una misión?- Preguntó éste extrañado.

-Si, ha aparecido el futuro maestro aura, el sucesor de todos mis poderes, tú debes de entrenarlo, enseñarle a controlar el aura, protegerlo de todo mal y nunca debes dejarlo solo.

-Entiendo.- Dijo Lucario bajando la cabeza pensativo, luego la levantó de golpe y preguntó.- Pero, ¿Qué será de usted Sir Aaron?, yo debo protegerlo a usted.

-No te preocupes por mi amigo.- Sir Aaron puso una sonrisa, al mismo tiempo que adelantaba unos pasos hacía el Pokémon y agregó.- Después de todo, es mi sucesor, ahora es de él del que te debes preocupar.

-Entiendo, entonces, ¿Éste es el adiós Sir Aaron?- Preguntó Lucario medio triste.

-No amigo, es un, hasta luego.

Sir Aaron le extendió la mano con una sonrisa, Lucario aceptó devolviéndole el gesto, para al mismo tiempo fundirse en un abrazo de amistad, Sir Aaron se separó de su amigo y agregó.

-Ve Lucario, cumple con tu misión, guíate con el poder del aura y no te preocupes, Mew ira contigo, ambos deberán proteger al guardián del aura como uno.

Y diciendo eso, Sir Aaron desapareció, dejando a Lucario solo, en ese momento algo tembló, Lucario cerró sus ojos para luego abrirlos y encontrarse con dos grandes ojos celestes que lo miraban fijamente, como esperando que despierte.

-¿Mew?, ¿Tú me llamaste?- Le preguntó Lucario al pequeño Pokémon rosado, el cual le afirmo con una sonrisa, volando a su alrededor.

-Mew, mew, mew, mew (Toma, esto es para el guardián).- Dijo Mew mientras le extendía sus manos con algo en ellas.

-¿Qué es esto?, ¿Para qué sirve?

-Mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew (Es un colgante aura cristal, le servirá como una pequeña protección cuando esté utilizando el poder del aura).- Le explicaba Mew, mientras Lucario se ponía de pie.

Mientras caminaba hacía la salida del gran árbol, no pudo evitar preguntarle a Mew.

-¿Mew?, ¿Tú no debes custodiar el árbol?

Mew sacudió su cabeza en señal de negativa, cuando salieron fuera del árbol le enseñó a los tres regies, los cuales estaban parados en sus respectivas posiciones alrededor del gran árbol.

-Oh, entiendo, ¿Ellos se encargaran de todo?

-Mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew, mew (Si, ellos se encargaran de proteger al árbol, además están los Pokémon, ellos ayudaran).- Le explicaba Mew mientras observaba el horizonte.

-De acuerdo Mew.- Lo secundó Lucario colocándose a su lado, para así también observar el horizonte y agregó.- Ahora solo nos queda esperar a que su poder del aura nos llame.

Así ambos Pokémon quedaron observando el horizonte, el cual ya comenzaba a mostrar que la tarde-noche se acercaba.

Mientras tanto, en el gimnasio de Ciudad Celeste, la piscina había sido decorada con la escenografía adecuada para el show, éste trataría de una bella princesa, la cual poseía un poder especial, un villano, el cual quería obtener ese poder para conquistar el mundo Pokémon y un lindo muchacho, el cual sería el que rescataría a la bella princesa.

El espectáculo pasó sin ningún inconveniente, cuando las luces se apagaron, los espectadores gritaron eufóricos, pidiendo por la presencia de la protagonista de la historia, en ese momento uno de los reflectores iluminó el centro del escenario, dejando a la vista a la más pequeña de las hermanas, la cual vestía un lindo vestido primaveral blanco, con unas flores en color crema, su pelo se encontraba suelto, sostenido sutilmente en uno de sus lados, con un broche en forma de Butterfly.

-¡Muchas gracias a todos, espero que les haya gustado el espectáculo!- Saludaba Misty con una gran sonrisa moviendo frenéticamente sus brazos, mientras se podían escuchar los aplausos y saludos de los espectadores y despidiéndose dijo.- ¡Ahora los dejo con las autoras de éste gran show!

Misty descendió del escenario viendo como sus hermanas tomaban su lugar, mientras sus hermanas se despedían de los allí presentes, ella se encaminó hacía su habitación para darse un baño, no estuvo mucho tiempo dentro de su baño, ya que quería estar lista antes de que la batalla comience.

Al salir del baño, vestida únicamente con una bata y su cabello aún envuelto en una toalla, se dirigió hacia su mesita de noche, donde se encontraba su reloj despertador.

-Bien, veamos la hora.- Dijo mientras tomaba su reloj (9:15hs).- Aun tengo tiempo, me vestiré, comeré algo y mirare el torneo, si, eso are.

Misty se vistió con unos shorts simples de color azul marino, una musculosa suelta de color celeste claro y en sus pies puso unas pantuflas en forma de Buneary y dejó su pelo suelto, al finalizar se encaminó hacia la cocina, donde sus hermanas se encontraban preparando ya la cena.

-Hola chicas, ¿Qué habrá de cenar?- Preguntó Misty sentándose en la mesa.

-Haremos pasta, Tracey viene a comer y quiere qué preparemos eso.- Le explicó Daisy muy feliz.

-Guau, pero recuerden, no hacerla ni con zanahorias, ni pimientos, porqué sino…- Las amenazaba Misty, apoyada con una de sus manos sobre la mesa y la otra en forma de puño.

-No te preocupes hermanita.- La tranquilizó Violeta.

-Si Misty, somos muy hermosas para estar en prisión.- Agregó Lily mientras posaba sus manos en su rostro, haciendo que Misty cayera al estilo anime.

-Además, no creo que tus hermanas sean tan crueles pequeña.

-¡TRACEY!- Saludaron las cuatro hermanas sensacionales.

-Hola chicas, veo que la cena ya casi está lista.- Dijo Tracey acercándose a la mesa.

-Si, solo déjame preparar la mesa y podremos cenar.- Misty se había levantado de la mesa en busca de la vajilla.

-Déjame ayudarte Misty.

-Gracias Tracey.

Así Misty y Tracey prepararon la mesa para la cena, luego todos se sentaron a cenar, la cena pasó rápido, luego de cenar sirvieron café mientras las cuatro hermanas escuchaban las anécdotas de Tracey, cosas que pasaban en el laboratorio con los Pokémon, cuando Tracey mencionó algo de Marill, Misty se levantó gritando de la mesa con dirección a los acuarios.

-¿Qué le pasó a Misty?- Preguntó Tracey medio extrañado, mientras ayudaba a levantar las tazas.

-No lo sé, últimamente está muy rarita.- Le respondió Lily.

-Si, a veces se levanta diciendo que alguien la busca.- La secundó Violeta.

-Si, Misty dice que una persona alta, le explica que pronto llegaran a su encuentro y que todo cambiara.- Agregó Daisy.

-¿Y no creen que es medio extraño?- Preguntó Tracey.

-¿Qué es extraño?- Preguntó también Misty llegando a la cocina, en sus brazos tenía a su Azurill, ésta estaba acurrucada en los brazos de Misty durmiendo.

-Tus sueños Misty.- Le dijo Tracey.

-¿Qué hay con ellos?

-Que son un poco raros Misty.

-Ah pero, no son de importancia Tracey.

-Eh Misty.- La interrumpió Daisy mirándola pensativa, mientras posaba su dedo en sus labios.

-¿Qué quieres Daisy?- Le contestó ésta molesta por haber sido interrumpida.

-¿No tenías algo importante que hacer?

-No lo creo, si lo tuviera lo recordaría, ¿No crees?, además yo….- Pero en ese momento se quedó estática en su lugar, solo movió su mirada hacía el reloj que descansaba en la pared de la cocina.- ¡AH!, ¡NO PUEDE SER!

Gritó mientras salía corriendo con dirección hacía la sala, en ese momento se escuchó el timbre y un nuevo grito de Misty.

-¡ABRAN USTEDES, ESTOY MUY OCUPADA EN ÉSTE MOMENTO!

-Yo iré.- Contestó Violeta.

-¿Qué le sucede ahora?- Preguntó Tracey intrigado.

-Es que ella debía ver la batalla de Ash.- Le explicaba Daisy.

-Si él está peleando en un torneo de Pokémon tipo lucha en Unova.- La secundó Lily.

-Oh, y ¿A qué hora lo daban?

-A las once.- Contestaron ambas hermanas.

-Oh, ya veo, ahora entiendo porqué está tan alterada.- Respondió Tracey con una sonrisa, mientras miraba el reloj, el cual marcaba las doce en punto.

En ese momento Violeta ingresó a la cocina con la nueva visita.

-Hola a todos.- Saludó la nueva persona que entraba en la cocina siguiendo a Violeta.

-Hola Dawn.- Saludó Daisy.

-¿Cómo has estado?- La secundó Lily.

-Si, ¿Qué tal tus cosas?- Agregó Tracey.

-Hola Daisy, Lily, Tracey, muy bien gracias.- Les respondió Dawn con una sonrisa y mirando hacia todos lados agregó.- ¿Y donde está Misty?

-¿Acaso no han pasado por la sala?- Preguntó Daisy media extrañada.

-Si.- Le respondió Dawn y agregó.- Pero las puertas estaban cerradas, ¿Por qué lo preguntaban?

-Es que Misty se encuentra allí, está mirando televisión.- Explicó Lily.

-Oh, ya veo, pero no la hemos visto, solo hemos escuchado unos ruidos extraños, como cosas que se caían o gritos.- Dijo Dawn, en ese momento quedó sorprendida y agregó.- Esperen un momento, ¿Esos gritos eran de ella?

-Pues claro, ella iba a ver la batalla de su novio.- Agregó Violeta, dándose cuenta porqué su pequeña hermana estaba tan alterada.

-¿Novio?, ¡¿MISTY TIENE NOVIO?!- Preguntó exaltada Dawn.

-No les hagas caso Dawn, les gusta fastidiar a Misty.- La tranquilizó Tracey y parándose frente a ella le dijo.- Ellas hablan de Ash, el tendrá una batalla y Misty iba a verlo.

-Ah, ahora entiendo, muy bien entonces, con su permiso.- Dijo Dawn reverenciándose con una sonrisa y agregó.- Pasare a la sala a hablar con mi amiga.

Tal y como Dawn dijo la sala era un caos, las cosas estaban tiradas por todos lados, libros, almohadones, parecía que un Pidgeot había ingresado a la sala y había usado su ataque tornado, la única que parecía tranquila en la sala era Azurill, la cual se encontraba durmiendo muy cómodamente sobre un almohadón al lado de su entrenadora, parecía no molestarse por el desorden causado por su entrenadora, Misty se encontraba sentada en el borde del sillón, con sus manos en su boca, estaba frente al televisor y todo indicaba que era la batalla de Ash la que estaba viendo y no iba muy bien.

-¡¿QUÉ CREES QUE HACES KETCHUM?!, ¡DERROTALO DE UNA VEZ!- Le gritaba a su televisor, mientras aventaba un almohadón con dirección hacía la puerta.

Unos segundos antes de ser lanzado el almohadón la puerta se abrió dejando ver el rostro de Dawn, la cual se alarmó cuando vio que el almohadón venia en su dirección, esta cerró la puerta con gran rapidez para así evitar el golpe, cuando volvió a abrir la puerta un grito que casi la dejo sorda se sintió.

-¡SI!, ¡GANO, GANO!, ¡YO SABÍA QUE PODIA HACERLO!- Gritaba Misty eufórica.

Misty ni se percató que alguien entró, Dawn se acercó a su amiga, se colocó detrás de ella, tapaba sus risas con sus manos, se le había ocurrido una idea.

Misty se había vuelto a sentar en el borde del sillón, observaba como el narrador se despedía diciendo que las batallas del día habían concluido, no se dio cuenta cuando una sombra se paró detrás de ella con una gran sonrisa, mientras acercaba sus manos a los hombros de Misty.

-¡BOO!- Gritó Dawn tocándole los hombros a una distraída Misty.

-¡AH!- Devolvió el grito Misty, saltando del sillón, para ver a una divertida Dawn, la cual se reía a carcajadas desplomada en el sillón y Misty furiosa volvió a gritarle.- ¡DAWN!, ¡NO DEBES ASUSTARME ASÍ!

-Es lo que te mereces por tirarme el almohadón, ¡CASI ME GOLPEAS MISTY!, aunque, la expresión en tu rostro no tiene precio, ¡JAJAJA!- Le respondió Dawn, mientras continuaba riendo.

-Lo siento Dawn, no sabía que estabas allí.- Se disculpó Misty.

-Si lo note, estabas muy concentrada Misty.

-Bueno, si, jejeje.- Rió nerviosamente rascándose detrás de la nuca, pero volviendo la mirada a su amiga agregó.- Pero, ¿Qué haces aquí Dawn?

-¿Qué acaso no puede una venir a visitar a una amiga?- Pregunto ésta media ofendida.

-Si, pero, ¿No crees que es un poco tarde?

-Descuida Misty, he salido hasta más tarde que esto.

-Bueno, de todas formas me alegra que hayas venido Dawn.

-A mi también amiga.- Le respondió ésta con un abrazo.

Cuando ambas amigas terminaron su abrazo, se sentaron en el gran sillón a conversar un poco, hablaban de todo un poco, en varias ocasiones Misty tiraba un almohadón hacia la puerta, donde se sentía la voz de una de sus hermanas, la cual le informaba que era muy tarde y debía dormir, Dawn le contaba a Misty que su Piplup se negaba rotundamente a obedecer a su madre cuando ella no estaba, Misty le contaba del día tan agitado que tuvo con el show y así seguían las charlas y risas.

-Bueno Misty, veo que has estado redecorando un poco la sala.- Le dijo en tono irónico Dawn.

-Si, jejeje, es que no encontraba el control remoto.- Le respondió ésta apenada.

-Lo note, jajaja, aunque veo que Azurill sigue con el sueño pesado.- Agregó Dawn mientras veía como el pequeño Pokémon descansaba muy cómoda el su almohadón.

-Si, descansa mucho, jajaja y creo que nosotras también debemos descansar Dawn, sino, no sé como reaccionare si vuelvo a escuchar a una de mis hermanas golpear la puerta, se me acabaron los almohadones.

Luego de esas palabras, ambas amigas comenzaron a reír de nueva cuenta, luego de reír se levantaron del sillón, acomodaron un poco el lugar y tomando a Azurill, se dirigieron a la habitación de Misty, allí Misty armó una cama para su amiga, ambas se vistieron con sus pijamas, Dawn sacó a Piplup de su Pokeball, para que duerma más cómodo, luego ambas amigas se acostaron ya a descansar, la luz de la mesita de noche se apagó al mismo tiempo que se daban las buenas noches.

La noche era muy tranquila, demasiado tranquila, dos Pokémon se encontraban ahora sentados en el borde del risco, observando a la luna y a las millones de estrellas que iluminaban esa noche.

-Uf, creo que esto llevara mucho tiempo.- Suspiró Lucario con desgano.

-Mew, mew, mew, mew (Paciencia, pronto sabremos hacia donde ir).- Le respondía Mew con una sonrisa, mientras se levantaba para colocarse ahora encima de Lucario.

-Espero que el nuevo maestro sea como Sir Aaron.- Dijo Lucario, mientras observaba como Mew levantaba su cabeza hacía el cielo, en ese momento Mew resbaló cayendo sobre la cara de Lucario, haciendo que este se asuste y caiga al suelo de espaldas, ambos comenzaron a reír.- ¿Sabes Mew?

-¿Mew? (¿Qué?).- Le preguntó éste mirándolo fijamente.

-Creo que tendremos una gran aventura.

-Mew (Si).- Le respondió Mew muy alegre mientras volaba dando vueltas frente a Lucario.

Lucario comenzó a reír nuevamente, pero de pronto un flash le pasó por la mente, una energía muy poderosa, Lucario se quedó estático levantándose de su lugar.

-¿Mew?, ¿Mew, mew, mew? (¿Lucario?, ¿Qué te pasa?).- Le preguntó Mew, un poco preocupado por su amigo.

-El…, el ma…, el maestro nos está llamando, su poder ha despertado.- Le respondió Lucario sin salir aun de su asombro.

-¿Mew, mew?, ¿Mew, mew, mew, mew? (¿El maestro?, ¿Qué debemos hacer Lucario?).

-Debemos hacer lo que Sir Aaron dijo, debemos ir a su encuentro, nos guiaremos con su aura.

Dicho eso Lucario y Mew se adentraron en el gran árbol, Lucario tomó un par de cosas y salieron, al encuentro del que sería su próximo maestro aura.

En Ciudad Celeste la noche poseía la misma tranquilidad, hasta que algo pasó en la habitación del gimnasio del lugar.

-¡AUCH!, ¡MISTY!- Gritó Dawn sobándose la cabeza, había recibido un almohadonzazo, cortesía de su amiga, la cual seguía durmiendo, pero se podía notar que no estaba durmiendo bien, al notar eso Dawn se levantó de su cama y se acercó a su amiga.- ¿Misty?

-No, por favor no, ¡SUELTALO!, ¡ASH!, ¡ASH!- Gritaba Misty, se encontraba acostada en su cama, moviéndose muy nerviosa, estaba sudada y su cara demostraba que estaba sufriendo.

-¿Misty?- Le preguntaba Dawn preocupada, cuando vio que Misty estaba empeorando sus movimientos, al punto que casi la golpeo a ella, decidió acercarse para despertarla.- ¡MISTY!, ¡MISTY!, despierta por favor amiga, despierta.

-¡NO ASH!, ¿Eh?- Preguntó ésta mientras se despertaba y miraba como su amiga la observaba con cara de preocupación.- ¿Dawn?, ¿Qué me pasó?

-Oh, que alivio que ya despertaste, tenias una pesadilla, ¿Qué pasó?

-La verdad no lo sé amiga.- Le dijo mientras se ponía en pie, pero cuando lo hizo se quedo estática en su lugar y mientras se sostenía el pecho comenzó a temblar.

-¿Misty estás bien?, ¿Qué te sucede?- Dawn se acercó a su amiga tomándola por los hombros.

-Dawn, siento algo aquí, es muy fuerte.- Le explicaba Misty mientras se sostenía el pecho.

-Misty tranquilízate, trata de respirar.- Le dijo Dawn mientras la ayudaba a sentarse en la cama.

-No es eso Dawn, es algo diferente, no sé que me pasa.

-Ese es tu poder aural.

Ambas amigas se quedaron tiesas en su lugar, giraron su vista hacía la ventana y vieron dos sombras paradas, éstas las observaban fijamente, hasta que una de ellas habló.

-¿Mew, mew? (¿Es ella?)

-No lo sé, debemos averiguarlo.

Ambas sombras se acercaron unos pasos hasta las chicas.

-Deténganse, ¿Quiénes son ustedes?- Les preguntó Dawn interponiéndose en su camino, impidiendo que se acercaran a Misty.

Ambas figuras se detuvieron, la mayor iba a responder pero un nuevo quejido de dolor se lo prohibió.

-Argh, duele, es muy fuerte.- Dijo Misty volviéndose a sostener el pecho.

-Misty, cálmate amiga.- Trataba de tranquilizarla Dawn.

-Déjame a mí.- Le pidió la silueta más grande.

-¿Mew, mew, mew? (¿Estará bien Lucario?).- Le preguntó la silueta más pequeña preocupada.

-No te preocupes.- Le respondió a Mew y mirando a Dawn le dijo.- Déjame, por favor.

Dawn no estaba muy convencida, no quería que su amiga saliera herida, pero Misty la sostuvo de su hombro y le dijo tranquilizándola.

-Tranquila Dawn, déjalo.

-Está bien.- Le respondió ésta y levantándose le dijo a la figura.- No la lastimes.

La gran figura le asintió con una sonrisa y acercándose a Misty le dijo.

-Déjame, no tengas miedo.

Misty no dijo nada, solo sacó su mano del pecho y dejo que la figura posara su mano, cuando la figura lo hizo, Misty se quedó como piedra, miró fijamente a la figura y preguntó.

-¿Lucario?

Éste no respondió, solo siguió con su mano posada en el pecho de la chica, Dawn por el contrario, miraba sorprendida como a su amiga la iluminaba una pequeña luz verde agua y al mismo tiempo cubría a la figura.

Luego de unos segundos la figura soltó el pecho de Misty, abrió sus ojos y con una sonrisa dijo.

-Hola Misty, veo que es como Sir Aaron dijo.

-¿Eh?- Preguntó Misty confundida, pero antes de peguntar otra cosa, alguien se adelantó.

-¡Un momento!- Gritó Dawn, para luego preguntar.- ¿Quiénes son ustedes?, ¿Quién es Sir Aaron?, y, ¿Qué hacen aquí?

-Eh, pues yo…- Se quedó pensativa Misty.

-Deja que yo explique.- Le pidió Lucario con una sonrisa, Misty asintió y Lucario prosiguió.- Déjame presentarme, soy Lucario, Pokémon acompañante y protector del maestro aura, Sir Aaron, era mi maestro y amigo, el se sacrificó hace mucho para salvar al mundo de una guerra, hoy su poder de aura ha sido entregado a su sucesora y yo estoy aquí para protegerla, enseñarle y guiarla en su camino como futura maestra aura.

Mientras Lucario explicaba sus razones, Mew aprovechaba para acercarse a Misty y saludarla.

-Mew, ¿Mew, mew, mew? (Hola, ¿Te sientes bien?).- Le preguntó Mew mientras la observaba detalladamente.

-Hola Mew, si no te preocupes me siento de maravilla.- Le respondió Misty sonriendo, ante ésta respuesta Mew se puso muy feliz, y se posó sobre su cabeza.

Dawn, quien no podía creer lo que oía, observaba todo lo que pasaba a su alrededor.

-Guau, entonces, dices que Misty, ¿Es una futura maestra aura?, y, ¿Por qué puede entender a Mew?, y, ¿Por qué puedo entenderte?- Preguntaba Dawn alterada.

-Ella puede entender a Mew gracias a su poder, tú puedes entenderme porque me estoy comunicando contigo por mi aura.- Le explicaba Lucario.

Dawn no podía creer lo que oía, su amiga poseía un poder muy grande, teniendo en cuenta si lo que había leído en las leyendas era verdad, Misty por su parte estaba muy nerviosa, se sentía mal, no sabía que era eso, que le ocurría ni como controlarlo, quería saber que le sucedía y explotó.

-¡AH!, ¡POR FAVOR!, ¡QUÉ ALGUIEN ME DIGA QUE ME PASA!, ¡NO LO ENTIENDO!

-Misty cálmate.- Le pidió Lucario.

-Mew, mew, mew, mew (Si, por favor tranquilízate Misty).- Mew trataba de tranquilizarla, mientras le acariciaba la cabeza.

Misty seguía temblando, y estaba muy alterada, entendía cada vez menos y no sabía que hacer.

-¡MISTY!- Le gritó Dawn mientras la tomaba de los hombros, la miró fijamente y le dijo.- Si quieres entender lo que pasa, cálmate, pregunta y listo, ¿Si amiga?

-Está bien amiga.- Le respondió ésta más calmada y girándose hacia Lucario le preguntó.- ¿Lucario?, ¿Puedo hacerte unas preguntas?

-Por supuesto Misty.- Le respondió éste sentándose a su lado.

-¿Ustedes vienen del árbol del comienzo?

-Si, así es.

-Entonces, ¿Por qué yo?, si es verdad lo que me contó Ash aquella vez, el poseía un aura similar a la de Sir Aaron.

-Hablas de Ash Ketchum, ¿Verdad?- Le preguntó Lucario, a lo que Misty asintió.

-Un momento.- Pidió Dawn.- ¿Qué pasó con Ash?, ¿Qué tiene que ver con todo esto?

-Bueno, si vamos a explicar, hagámoslo bien, te contare todo desde el principio Dawn.

Así Lucario comenzó su relato, le contó a Dawn lo que ocurrió aquella vez en el árbol del comienzo, la aventura que tuvieron para encontrar a Pikachu, como el árbol pensaba que eran una amenaza, como Ash utilizó su poder aura para salvar al árbol y como el se sacrificó para que el poder del árbol no absorbiera a Ash como lo hizo con Sir Aaron.

-Guau, eso fue raro.- Dijo Dawn asombrada y agregó.- ¿Pero entonces qué tiene que ver con Misty?

-Bueno Ash si posee un aura parecida a la de Sir Aaron, pero el poder que Misty tiene es aun mayor, por eso Sir Aaron decidió que ella sería su sucesora.- Explicó Lucario y mirando a Misty le preguntó.- ¿Recuerdas por qué comenzaste a sentir éste poder?

-Si, fue luego de mi pesadilla.- Le respondió Misty.

-Exacto, tu poder aural despertó cuando te sentiste preocupada por Ash, ¿Tú lo quieres verdad?

-Eh…, pues…- Balbuceaba Misty nerviosa.

-Dime la verdad.- Le pidió Lucario.

-Está bien, si, lo quiero.- Le respondió apenada.

-Bueno, entonces ahí está tu respuesta.

-Un momento.- Volvió a interrumpir Dawn.- Eso quiere decir, que el cariño de Misty, ¿Es el que le permitió qué su poder despierte?

-No precisamente, su poder siempre estuvo despierto, el cariño hacía Ash fue el que le permitió despertar del todo.- Explicaba Lucario, pero al ver que ambas chicas seguían confundidas, suspiro y comenzó a explicar de otra forma.- Mira Misty, el poder que tú posees es muy poderoso, tu aura es muy compleja, al preocuparte por Ash solo una pequeña parte de ese poder se intensificó, esa parte es el aura protectora, pero aún te queda mucho poder por conocer.

-¿Quieres decir qué yo poseo un poder muy grande?- Preguntó Misty un poco sorprendida.

-¿Entonces ella es como era Sir Aaron en la leyenda?- La secundó Dawn.

-No, aún, primero debe de entrenar y debe de aprender a controlar ese poder.- Les respondió Lucario.

-¡Ay no!, no entiendo nada, no estoy acostumbrada a esto, es Ash el que siempre es elegido para éstas cosas, yo solo lo ayudaba.- Se expresaba Misty, asustada.

-Tranquila Misty, ese es el motivo por el cual se te entregó éste poder, tu preocupación hacía los demás.- La tranquilizó Lucario.

-Pero eso quiere decir que, ¿Ash está en peligro?- Preguntó Misty.

-Eso aún no es sabido, solo se que debo de entrenarte y ayudarte a controlar el aura.- Le respondió Lucario.

-Bueno, pero primero, debes descansar Misty, fueron muchas emociones para una sola noche.- Le dijo Dawn con una sonrisa.

-Dawn tiene razón, descansaremos y mañana veremos como será tu entrenamiento.- La secundó Lucario, mientras se acomodaba sentado en el suelo contra el respaldo de la cama de Misty.

-Está bien, ¿Lucario por qué te colocas allí?- Le preguntó Misty Observándolo.

-Dormiré aquí, es más seguro, así podré protegerte.- Le respondió éste, mientras observaba como Mew se acurrucaba al lado de su futura maestra y como ésta lo recibía con una sonrisa.

-No creo que le suceda nada en su habitación.- Le susurró Dawn, ya que Misty se había quedado dormida, abrazada a Mew.

-Lo sé, es solo que no quiero perderla, no como a Sir Aaron.- Le respondió Lucario, mientras observaba a Misty con una sonrisa, para luego acomodarse y cerrar sus ojos.

Dawn observó esto sonriente, luego se acomodó en su cama y cerró también sus ojos.

Así una loca noche de pesadillas, revelaciones y temor se dio por terminada, nuestras dos amigas y los Pokémon que las acompañaban, se entregaron al mundo de los sueños, sin saber que muchas cosas los esperaría allí afuera, cosas que nunca se hubieran imaginado.

Continuara…