Creo que es justo hacer una aclaratoria antes de iniciar, primero, no soy fans de Pokemon, casi no veo pokemon, y conozco un poco arriba de lo básico de esta serie, así que esta es una terrible limitante a la hora de escribir ciertos hecho y me esforzare al máximo por no contradecir nada de la serie y ser fiel a la historia, tomando en cuenta todo el apoyo que pueda exprimir de lo que recuerdo

Segundo punto, la serie no a sido terminada, por lo que muchas cosas que escriba con el tiempo estarán erróneas por que las cambiaron en la serie, pero si me espero a que la terminen tendré 70 años sin haber empezado, así que ni modo, todo esta escrito tomando en cuenta hasta las islas remolino, hasta ahí he visto la serie, y también de sus cuatro películas: Mewtwo&Mew, el poder de uno, la tercera película, el retorno de Mewtwo, y la cuarta que la vi hace poco que es pokemon 4ever, antes llamada Selebi el espíritu del bosque (me parece que así se traducía el titulo, soy pésima en ingles y no recuerdo como se escribe) 

Algo que adoro de pokemon son sus opening, así que cada capitulo inicia con una canción, me encanta la letra, creo que si se ponen todas las canciones juntas en su orden se tiene una interesante historia, y por ultimo (y no se por que lo menciono si realmente ya lo saben) Pokemon no es de mi propiedad, esta historia esta escrita sin fines de lucro, no recibiré dinero por ella (que más quisiera) por el contrario, quizás reciba unos cuantos mails con virus por parte de algunos críticos, pero es un riesgo que debo tomar, y como mi correo lo leo en la universidad no tendré el infortunio de contaminar mi computadora, muchas gracias por tomarse las molestias de leer estas notas, y sin más preámbulos espero que disfruten la historia y sobre todo, MANDENME SUS COMENTARIOS por que de lo contrario quedare muy triste, es mejor recibir criticas negativas que no recibir nada, al menos sabré por que no les gusto la historia y tratare de mejorar en algo

El heredero de Antarus

Capitulo 1: La leyenda de Antarus

En  el campamento de búsqueda decenas de pokemons eran colocados en jaulas, la mayoría pikachus, los cuales trataban de defenderse pero sus esfuerzos eran en vano, las jaulas se cerraban dejándolos atrapados

- Señor Giovanni – anuncio uno de los hombres a su jefe – no se a encontrado ningún rastro del pokemon que escapo

- Sigan buscando – contesta sin mirarle, aquel hombre simplemente hizo una señal de aceptación antes de retirarse

"Así que lograste escapar" piensa Giovanni con desprecio "no importa, te encontrare de nuevo, nuestros destinos están unidos, ¿lo recuerdas? Tendrás que volver a mi, soy lo único que te queda, y pagaras caro su muerte, solo estas prolongando tu sufrimiento, por que nunca te daré el placer de la muerte, el Team Rocket será la organización más grande del planeta, después de todo solo para eso sirven los pokemon, solo son simples objetos que usare para conseguir mis fines" piensa con desprecio, mientras se dirige a su nave, el fuego terminaría de consumir lo que resta de la aldea, "idiotas, nunca debieron de intervenir" aquellos aldeanos tenían pruebas suficientes para destruir su organización, la cual aun era muy pequeña para su gusto, y no quería que la gente supiera sobre sus experimentos con los pokemon, sin mencionar el contrabando, todavía era muy temprano para tener problemas con la policía, no, esperaría a tener más poder, piensa con una sonrisa maligna

Un hermosos pokemon observaba el cielo, su mirada reflejaba tristeza, en ese momento no pensaba en sus heridas, tampoco en su incierto destino, solo se preocupaba por ver el cielo buscando el consuelo de las estrellas, pero era una noche oscura, la más oscura que había visto en su vida, no, la más oscura fue aquella hace cuatro años, y desde entonces las noches dejaron de ser hermosas, las estrellas ya no tenían el brillo que tanto le había fascinado en lo largo de tantos años, y eso que había vivido muchos, ¿cuántos? No los recordaba, generación tras generación, la muerte de los humanos a quienes acompañaba se había convertido en algo tan cotidiano, ellos tenían una vida tan corta y efímera, cada uno diferente, diferentes nombres y rostros pero humanos al fin, con su misma naturaleza, le costaba diferenciar al igual que los humanos no pueden diferenciar un pokemon de otro, a no ser que este sea su compañero, pero si tuvieran una vida tan larga como la a tenido el, ni de esa forma los reconocerían

Pero aquella noche fue diferente, no fue una muerte natural, y solo era un pequeño, no había cumplido ni los diez años, debió protegerlo y había fallado, el ultimo de su familia, la ultima esperanza, y había fallado en protegerlo, durante años cuido de sus ancestros y ahora su misión había terminado de una manera miserable, y todavía no había terminado todo lo que tenia que hacer

No era solo una muerte, era el odio que atrajo consigo, un odio que jamás imagino sentir o percibir por parte de nadie, el era un pokemon, no odiaba, los pokemon se enojaban, se peleaban, incluso podían resentirse, pero no odiaban, eso era parte de la naturaleza de los humanos, no de los pokemon, y le había fallado al humano a quien más quería, había fallado de una manera miserable, y ahora otro le odia, y ese odio no terminaría ahí, el odio arrastra de una manera terrible el alma de los seres, suspira con resignación

Era un pokemón tipo psíquico, no tendría más de un metro de altura, a pesar de estar cansado hizo un esfuerzo por pararse en sus cuatro patas, pero fue inútil, así que opto por sentarse mientras su peluda cola se mecía suavemente, si la muerte llegara en ese momento no le importaría, todo había terminado, la unión se había roto, la dinastía estaba acabada, con la muerte del único heredero ya nada tenia que hacer, tal vez era mejor así, el fin de una dinastía, el fin de una larga historia, el final de su jornada, ya nada importaba, lo único que realmente le hubiera gustado es que las cosas hubieran sido diferentes, pero no podía, no tenia ese tipo de poder, ¿y si se lo quitaba a Selebi? No, el poder de ese pequeño pokemon no era del tipo exacto que necesitaba, era inestable, y las alteraciones al pasado causan muchos problemas, al menos eso le había explicado HO-OH y tampoco se lo hubiera quitado de todos modos

Muchas veces se pregunto como seria la muerte, y tenia que reconocerlo, le asustaba, la idea de morir era demasiado escalofriante, siempre se había sentido que era útil, era lo que más quería, sentir que era útil, que realmente era necesario, y que alguien lo apreciaba, pero ahora se había quedado solo, la mirada de odio de aquellos a quien quizo tanto era aun más dolorosas que las heridas que llevaba en su cuerpo, era un sentimiento tan doloroso que lo atravesaba, no podía soportarlo, no le gustaba que los demás se pelearan, siempre había tratado de ser pacifista, pero en su empeño había arriesgado y matado la vida de un niño, el niño destinado a seguir en la lucha por la paz y la armonia de los pokemon y los humanos, una lucha que se llevaba a cabo de generación en generación desde los tiempos de la antigua pokemopolis, ¿por qué había escapado de sus captores? Si lo único que deseaba era la paz del sueño eterno, muerto el único heredero su misión terminaba

No tardaran mucho en encontrarle, escucha su voz a lo lejos, trata en vano de iniciar la marcha, no le importaba que lo mataran, pero no quería ser usado como experimento científico de nuevo, nunca imagino que un humano pudiera ser tan cruel con los pokemon y menos él, a quien había cuidado de niño, ¿podía la muerte de su único hijo afectarle tanto? ¿Cómo saberlo? No tenía hijos, y aunque los tuviera el corazón de los humanos era demasiado complejo, como le hubiera gustado poder conocer más el mundo de los humanos sin tener que verlo a la distancia, pero eso era el pasado, ya nada importaba

La noche no era completamente oscura, la luz de las llamas era demasiado fuerte para no reconocerle a pesar de la distancia, hace unas horas aquella había sido una hermosa y pequeña aldea, a los aldeanos les encantaban los pikachus, era prácticamente la aldea Pikachu, y ellos había pagado el precio de su libertad, aquellos nobles aldeanos habían querido protegerlo y ahora su aldea estaba en llamas, ¿hasta donde llegara su crueldad? Se pregunto, ¿cómo un corazón que antes estubo lleno de amor puede hace eso? ¿Es así de cambiante el corazón humano? Trata de analizar con una tristeza infinita, todo era su falta, y no podía hacer nada al respecto, salvo escapar, por que ya no solo era su vida, si no también la de aquellos aldeanos que se habían esforzado por darle esta pequeña libertad

Logro dar unos pasos antes de deplorarse, el dolor era casi insoportable y las heridas volvían a sangrar, pero no podía quedarse, se forzó en otro intento y le ordeno a sus patas ponerse de pie, volar hubiera sido más fácil pero su poder era tan débil que apenas podía pensar con raciocinio, otra vez sus fuerzas fallaron, pero no cayó, una pareja de Pikachus amortiguaron su caída

- Pikacu, pika pika – imploraba preocupado el pequeño

Uno de ellos lo reconoció de inmediato, era el pikachu de esa niña que le había ayudado, la que lo dejo salir, tenia una mirada dulce, y un gran poder de intuición, claro, era descendiente directa de aquellos quienes antes custodiaban su templo, aunque el templo era más una formalidad, no necesitaba eso, no sabia para que lo hacían, el era el más débil de los legendarios, ni que tuviera los poderes de Lugia o Ho-OH, apenas le daba batalla a una sola ave legendaria, pero lo que si estaba seguro es que esa familia siempre había contado con ciertos poderes de intuición, no tan fuertes como los que tenia aquella dinastía familiar, pero si lo suficiente, eran capaces de saber donde estaba el elegido, o donde se encontraba él, por eso esa pequeña pudo encontrarlo con facilidad y dejarlo libre a pesar de los esfuerzos de Giovanni, aunque no lo hubiera logrado de no ser por los aldeanos, y por cierto, ¿Qué les habrá pasado? ¿Qué hacia su pokemón en este lugar tan alejado?

- "Tranquilos" – le habla telepáticamente el pokemón al pequeño Pikachu, al notar que estos lo miraban de manera preocupada – "solo estoy cansado"

- Pika, pi pika – termina no muy convencido, pero en sus ojos se notaba el brillo de aflicción, aunque, ¿Quién lo creería al ver sus heridas? Para empezar los pokemón casi no sangran y él ya tenia casi un pozo de aguas rojas – pika pika

- "si, mi cuerpo esta muy débil, pero un ser como yo no muere con facilidad" – le tranquiliza - ¿Dónde esta la pequeña?

El pokemón solo baja la mirada, había escapado de milagro de sus captores, pero ella y los demás no tuvieron la misma suerte, pero estaba demasiado cansado para pensar en ello, aun así, una pequeña luz de esperanza brillo dentro de su ser

-  "todavía tengo algunos asuntos que arreglar, y ustedes me pueden ayudar"

"El mundo pokemón es demasiado grande, y posee grandes misterios, se necesita más de una vida solo para ver una pequeña parte de ellos, se necesita una verdadera jornada por el mundo pokemon, y aun así, nunca se sabría lo suficiente, el mundo alberga demasiadas maravillas que están esperando a que alguien las descubra, este es, el mundo pokemon"

Yo quiero ser siempre el mejor

Mejor que nadie más

Atraparlos mi prueba es

Entrenarlos mi ideal

Yo viajare de aquí y all

Buscando hasta el fin

Un pokemon, yo entender

Tu poder interior

Pokemon, tengo que atraparlos

Nuestro destino así es

Pokemon, gran amigo es en un mundo por salvar

Pokemon tengo que atraparlos

Nuestro valor vencer

Te enseñare y tu también

Pokemon

Atraparlos ya, atraparlos ya

Pokemon

Tiempo después:

Pueblo paleta, uno de los pueblos más tranquilos del mundo pokemon, pero eso no le ha impedido ser el hogar de grandes entrenadores, como el caso de Gary Oak, cuya habilidad y estrategia era muy desarrollada para tener solo 15 años, y pronto se convertiría en uno de los cuatro mejores, su sueño de convertirse en maestro pokemon estaba muy cerca

En una casa, un joven se debatía con tristeza, hace poco había sido el torneo de la liga Añil, y aunque su papel estubo mejor que en el torneo anterior, había perdido el duelo, después de un gran combate, pero había perdido, y eso lo tenia bastante desmoralizado, sobre todo ahora que no estaban ninguno de sus amigos para animarle, se acababan de separar, por corto tiempo, pero aun así sentía muy fuerte su ausencia

- Ash, hijo, habré – llama la madre a la puerta – no puedes estar todo el día encerrado, el día es muy hermoso

- No quiero – le contesta sin molestar en levantar la vista, pero Pikachu se adelanta a abrir, contradiciendo a su entrenador, como de costumbre

La puerta se abre y deja pasar a Delia, quien a pesar de ser madre todavía se miraba como una joven, quien permanecia igual a pesar de los años, su cabello rojo siempre a la misma altura, y  su encantadora y amable sonrisa, capaz de domesticar a un Mr Mine, y quien quería a su hijo con adoración

- Muchas gracias pikachu – le dice mientras acaricia al pequeño, el cual siempre las disfruta y recibe con alegría

- Traidor – murmura su entrenador por lo bajo

- Ash, debes comer, no es bueno que estés todo el día encerrado – le regaña la madre con preocupación, nunca le gustaba ver a su hijo en ese estado por una tonta competencia

- Estoy bien mamá, simplemente no deseo salir

- Solo por que Keisy te venció no es el fin del mundo

- Mama, te agradecería que no me lo estuvieras recordando – termina con vergüenza

Cuando conoció a Keisy, la pequeña niña que recién empezaba su viaje en la liga Johto, nunca creyó que se volvería tan fuerte, pero era comprensible, entrenaba duro y hacia un gran equipo con su pequeño chikorita, ahora evolucionado en su ultima etapa, y pensar que él la había humillado venciéndola con Charizard, que vergüenza fue perder con ella, a pesar de que ella ya no era una principiante, a pesar de que ella tenia talento innato, seguía siendo una vergüenza que una niña que empezó después de él, le haya ganado

Y para colmo, los ganadores de la liga resultaron ser Gary, Richi y Keisy, en primero, segundo y tercer lugar respectivamente, ellos se habían superado mucho ¿y el que? Tal vez realmente no tenia talento, quizás todo lo que tenia eran sueños e ilusiones

- Mamá – hablo tan bajo que era casi un susurro

- ¿Dime hijo?

- ¿Tu crees que realmente tengo lo necesario para se un buen entrenador pokemon? – pregunta con tristeza y ansiedad, mientras la mira a los ojos, aun sabiendo que ella nunca le diría que no, su madre jamás le diría algo así, pero tampoco le mentiría completamente, ella simplemente da un suspiro resignado antes de contestar

- Ser un maestro pokemon no es fácil Ash, se requiere de mucho, no solo talento, si no que también comprensión, cariño y mucha dedicación, ya eres mayor y deberías saberlo, no deberías dejar que unas derrotas afecten tu animo

- Pero a veces pienso que todo mundo es mejor que yo, todos se van superando, Misty me gano en las islas remolino, Keisy en la liga Añil, Gary nunca le he ganado y Richi, tal vez el gano la primera vez con suerte, pero estoy seguro de que no le vencería esta vez, sobre todo a su charizard, tal vez no tengo lo necesario

- Pues yo tengo un trofeo de la liga naranja que dice lo contrario

- Creí que lo usabas para hacer pesas – le contesta con clara ironía, recordando la vez que le llevo el trofeo

- Si, y es la mejor que tengo, mis brazos están bien ejercitados – se ríe la madre, mientras el la mira con una expresión de enojo fingido, él nunca se enojaría realmente con ella por eso, pero a pesar de sus años era todavía un niño – sabes hijo, me recuerdas mucho a tu padre, en siempre se esforzaba pero perdió en muchas ocasiones, incluso una vez se perdió en el bosque, siempre se perdía

- Si, ya me lo has contado –termina de manera automática, mientras mentalmente anotaba todo lo que podía

Su madre rara vez le hablaba de su padre, pero siempre era en tiempo pasado, así que supuso que estaba muerto, sus recuerdos venían de manera espontánea y el nunca le preguntaba, ¿por qué? Cuando lo hacia de pequeño el rostro de su madre se llenaba de una gran tristeza, y nunca le contestaba, así que simplemente la dejaba que terminara sus recuerdos, total, ya era demasiado mayor para pensar en su padre, ¿estaría vivo? No lo sabia, y con el tiempo no le importaba

- Escucha, nunca llegaras a nada si te derrumbas en cada derrota, arriba el animo, ¿por qué no te tomas un descanso? Ya sabes, no entres en ningún torneo, date unas vueltas por las montañas, a Gary le ayudo mucho después de su primera derrota en la liga añil, mira lo fuerte que se a hecho

- Te agradecería que no lo mencionaras

- Por cierto, el profesor Oak quiere hablar contigo – por un momento el chico la observa desconcertado

- ¿Conmigo? Pero si Gary se encuentra en su casa, si deseara que le hiciera un favor mandaría a su nieto

- A mi no me preguntes, el me pidió que te diera el mensaje, ahora si me disculpas, deje la estufa prendida – termina mientras se aleja

Al salir de la habitación a madre esboza una sonrisa, era tan fácil animarlo, aun era un niño, un niño con el orgullo herido, pero era fácil de hacerle olvidar ese detalle, su hijo era fuerte, de eso no tenia duda, era chistoso verlo derrumbarse por trivialidades y manteniendo el valor en los momentos de más desesperación, y aun así una sombra de tristeza nublo sus pensamientos, su hijo era muy amable, demasiado amable, al igual que lo había sido su padre, y por eso él jamás pudo ser un maestro pokemon, los entrenadores tienen que ser un poco más severos, no malvados ni explotadores, pero el verdadero entrenamiento requería disciplina, algo que su hijo no tenia, tal vez, en un futuro, aun seguía siendo un niño después de todo

- Ya me voy mamá – exclama su hijo en la puerta, con pikachu en su hombro - ¿deseas algo antes de que me valla?

- Si, ¿qué te gustaría de regalo de cumpleaños? – al joven solo le sale una gota

- Pero aun faltan tres meses

- No importa, los quince años no se cumplen todos los días, es una fecha muy importante y no puedo dejar nada al azar, te haré una hermosa fiesta

- Pero las fiestas de quince años son para las niñas – se queja el chico – además, estaré en la competencia de las islas naranja

- ¿Otra vez? Por que no mejor te quedas un tiempo y después vas a la competencia Johto, te aseguro que te hará bien, además, ya no tienes a Lapras

- Ya se me ocurrirá algo – termina el joven – nos vemos en la tarde

- Adiós hijo

En la residencia del profesor Oak, este preparaba su equipaje mientras daba unas instrucciones a Tracei, el cual se ocuparía de su laboratorio y los pokemon durante el tiempo que estaría fuera

- ¿El problema es realmente tan grande abuelo? – le pregunta Gary – nunca te había visto salir con tanta prisa, ¿puedo acompañarte?

- No es necesario, es mejor que te sigas preparando, no debes dejar que la victoria se te suba a la cabeza – le reprende su abuelo

- Claro que no, ya aprendí mi lección hace años, no soy como ese perdedor

- Gary, ¿cuándo se te va a quitar esa maña de molestar a Ash? – le pregunta Tracei con aire divertido, recordando el pasado

- Es solo una maña, lo hago desde que éramos niños

- Estos niños siempre se trataban así – le contesta el profesor Oak – desde muy pequeños han competido en todo

- Y siempre le ganaba en todo – termina Gary con cierto orgullo -  por eso lo molesto, Ash siempre a sido muy distraído

- Si, pero no quiero que lo molestes esta vez – le reprende su abuelo – además no hay tiempo, tu tienes que irte y yo también

Ash estaba por llegar a la casa del profesor, le daba curiosidad saber que era lo que quería, era raro que lo llamara  y más si Gary estaba en su casa, ¿qué le pedirá? Normalmente siempre que quería verlo era para que le hiciera algún favor, y le daba curiosidad saber que le pediría, las investigaciones del profesor eran muy interesantes, estaba ansioso por saber lo que quería

- Profesor – llama Ash al entrar a la casa, pero no había nadie, debía de estar en el laboratorio

- Ya llegaste Ash – le llama el profesor – llegas justo a tiempo, ¿quería saber si me acompañarías a una investigación?

- ¿Una investigación? Claro, me encantaría, pero, ¿por qué yo? Creí que se lo pediría a Gary

- Me hubiera gustado pero en este momento estoy saliendo – le contesta su rival, apareciendo detrás del profesor

- ¿Y a donde vas? Acabas de regresar a tu casa

- A competir en las ligas naranja, ¿dónde más? Todavía falta para la liga Johto, así que me daré una vuelta por las islas naranja

- ¿Y como lo harás para recorrer las islas?

- Usare a Pidgeot – contesta como si fuera algo por demás evidente – o a Gyarados

- ¿Tienes un Gyarados? – pregunta asombrado

- Si, no entiendo por que te extraña, a estas alturas tu también deberías tener uno

- Que envidia, me gustaría ir también – se queja Ash, al ver a Gary listo para partir, recordando que no tenia ningún pokemon que lo llevara por las islas, después de todo había dejado a Lapras, pero no se arrepentía, el pokemon estaría mejor con su familia

- Tu ya participaste, tal vez nos enfrentemos después de la liga Johto – le propone su rival antes de irse – así que entrena mucho, tal vez así tengas alguna oportunidad contra mi – se ríe antes de irse, y es que el joven no podía aguantarse estar un día sin molestarlo

Ash solo mira molesto el lugar donde se había ido Gary, que se creía ese, ya vera cuando se encontraran, esta vez le ganaría, y lo haría comer sus palabras, el problema era que siempre juraba lo mismo y hasta la fecha nunca lo había logrado, bueno, le había ganado algunas competencias, pero en las más importantes siempre le ganaba Gary

- Entonces Ash, ¿me acompañas? Ya tengo que irme – le recuerda el profesor

- Claro, solo dígame donde – contesta emocionado, olvidándose de los demás en ese momento

- Lo sabrás cuando lleguemos, no esta lejos, ven, sígueme

Pronto estuvieron en el patio, Ash llevaba en su hombro a pikachu, no podía evitar estar emocionado, y le daba curiosidad el saber a donde irían, pero el profesor Oak no había dicho nada más mientras dejaba las ultimás instrucciones a su discípulo, dentro de poco Tracy podrá hacer su tesis y graduarse como investigador pokemon, y había hecho descubrimientos muy interesantes al lado del profesor, todo su esfuerzo estaba dando frutos con abundancia

- Que envidia me das Ash – le dice Tracy antes de salir – tu podrás acompañar al profesor, como me gustaría ir pero alguien se tiene que quedar

- ¿Sabes a donde vamos? – pregunta con curiosidad, igual que pikachu

- No estoy seguro de la ubicación, pero es un nuevo laboratorio que se abrió cerca de la liga añil, parece ser que algo raro esta pasando con algunos pokemon y están solicitando la intervención de los mejores investigadores del mundo

- ¿Qué es lo que les pasa a los pokemon? ¿por qué solicitar tanta ayuda?

- No se, parece que se trata de una epidemia, no estoy seguro

- ¿Una epidemia? – pregunta asustado, al igual que el pikachu que llevaba en el hombro – no será peligroso llevar a mis pokemon, mejor deberías quedarte Pikachu – pero este se negó de inmediato

Nunca se había separado de Ash por voluntad propia y no lo iba a hacer ahora, además, conociéndolo, quien sabe cuando se le ocurriría regresar a buscarlo, aun así dudaba que fuera mucho, estaban demásiado unidos, nunca lo dejaría olvidado, ¿o si? Bueno, con su entrenador nunca se sabía, no sería la primera vez

- No creo que sea tan grave – le calma Tracy – o de lo contrario el profesor nunca te hubiera dejado llevarlos – eso calmo los nervios de los dos, su amigo tenia razón, si fuera algo tan grave el profesor jamás le hubiera dejado llevar sus pokemon

- ¿Qué esperas? – le pregunta el profesor - ¿qué es lo que tanto murmuran?

- Nada profesor, ¿nos iremos en ese carro? – pregunto al notar el convertible - ¿no es el auto de Gary?

- Si, pero el ya no lo usa y el mío se averió la semana pasada, y como tengo prisa le pedí el convertible a Gary, es importante que el aprenda a movilizarse con sus pokemon sin depender de algún aparato o vehículo

- Gracias por hacerme sentir mejor – le dice Ash con ironía mientras sube al auto – tal vez seria mejor que se adelantara y yo lo siguiera a pie

- No era ninguna indirecta Ash, y no estas entrenando en este momento, es mejor darnos prisa

- Profesor, ¿qué esta pasando? – le pregunta al fin – este viaje a sido muy repentino

- No estoy seguro, anoche recibí una llamada de un colega, diciendo que tenia que asistir a su nuevo laboratorio de inmediato, parece ser que algo esta afectando a los pokemon pero no me especificaron nada

Después el profesor solo guardo silencio, y Ash sintió que algo extraño estaba pasando, al igual que pikachu, pero sabían que el profesor no les podría decir nada más, así que se limito a ver el paisaje, todo se veía tan diferente cuando se viajaba en auto, no se podía apreciar bien el bosque, ni todos los detalles que se aprecian tan bien en su primer recorrido

- El mundo es muy hermoso – dice el profesor interrumpiendo sus pensamientos - ¿No lo crees Pikachu? – exclama mientras acaricia con una mano la cabeza del pokemon y con la otra agarraba el volante

- Pika, Pika pikachu – confirma el pokemon con alegría

- Mira bien a tu alrededor Ash, el mundo pokemon es muy hermoso, y aun así alberga tantos secretos, hay mucho todavía por descubrir, nunca dejes de maravillarte de este mundo

- Claro que no, pero profesor, ¿por qué me dice esto?

- Solo son pensamientos al azar, a veces me gustaría que Gary viera el mundo igual que como tu lo vez, tal vez no lo entiendas, pero no todos ven el mundo de la misma forma, algunos están ciegos y no pueden distinguir sus maravillas, o otros solo se fijan en detalles y no pueden ver su grandeza, tu has visto mucho Ash, y estoy seguro que te esperan grandes cosas

- Si, claro, por eso Gary y los demás me derrotan con facilidad

- No te desanimes, veras que si entrenas más lograras seguir adelante, lo que te falta es disciplina – le reprende el profesor – aun tienes mucho que madurar

- Si, como diga – termina el chico con fastidio antes de dirigir su atención al horizonte

Miles de pensamientos pasaron por la mente del joven entrenador, recuerdos y añoranzas, recordó cuando atrapo a Pidgeotto, a caterpie, y antes aun, cuando conoció a Misty, y pensando en eso, todavía no le había pagado su bicicleta, menos mal que a la chica se le había olvidado por que lo acompañaba, pero tenia que pagársela, algún día

Miles de ideas pasaban por su mente, y miles de preguntas, recordó cuando vio por primera vez a HO OH, y por cierto, aun no conseguía que le creyeran, y de por si todavía no ha averiguado casi nada de él, que no daría por volverlo a ver, aunque debía de sentirse agradecido de haberlo visto por lo menos esa vez, se dice que no había sido visto en trescientos años, miles de ideas, pero solo una pregunta escapo de sus labios

- Desde hace cuanto que conoce a mi madre – le pregunta con curiosidad

- Desde hace años, ella vino a vivir aquí hace como 14 años, tu tendrías unos meses de haber nacido, recuerdo cuando se conocieron con Gary, inmediatamente se pudieron a pelear por un juguete, siempre se han llevado bien – se rie al recordar – pero como ya te había dicho antes, nunca conocí a tu padre, pero se que Ketchu es su apellido de casada

- Entonces, ¿cómo se llamaba antes?

- Delia Peterson

- ¿Peterson? No lo sabia, ella nunca me lo había dicho, ¿cómo se conocieron?

- Fue fácil, el pueblo era pequeño y ella tenia tanto talento y conocimiento, una investigadora muy capaz

- ¿Mi madre es investigadora? Eso no lo sabia, ¿por qué nunca me lo había mencionado?

- Tiene titulo universitario, en realidad es arqueóloga, pero esta muy involucrada en el campo de la investigación, lo dejo desde hace mucho, ella dijo que era para tener una vida más tranquila, y quería vivir feliz en pueblo paleta

El resto del viaje fue muy callado, nadie menciono una palabra hasta que llegaron al centro de investigación

Era el centro de investigación más grande que Ash allá visto, todo era muy moderno, y le daba pesar no haber traido a Misty, Brock o a Tracey, lo ubieran disfrutado bastante, el profesor saludaba a todos sus viejos amigos, y también le presentaban otros colegas, todo era muy grande, novedoso, y secreto, eso pudo detectarlo por la alta seguridad que había para acceder

- Ash, ¿cómo estas? – le pregunta una voz conocida

- Profesora Eevee – le saluda Ash – no la había visto desde hace mucho

- Lo mismo digo, mírate, has crecido mucho, ¿y como están Misty y Brock?

- Muy bien, gracias, profesora, disculpe que le pregunte pero, ¿qué paso con Brock?

- Si el no te contó nada, no me corresponde a mi decirlo Ash – le contesta con tranquilidad – lamento no poder darte esa respuesta, pero tendras que obtenerla directamente de él

- Entonces creo que jamás lo sabré, pero muchas gracias

- Ash, tanto tiempo – lo saluda una pareja – somos Merry y Pierre, ¿nos recuerdas? Nos ayudaste con la investigación con el Sudowoodo

- Claro, cuando tenían la duda si era un pokemon Roca o tipo planta, hace mucho que no nos vemos

- Si, a pasado tiempo – le dice la chica – gracias a ti aprendimos mucho

- Y ahora formamos un gran equipo de investigación – le dice el joven – ahora nos dedicamos a investigas nuevas clases de pokemon que habitan en el mar

- Eso me recuerda al profesor Foster – recordo Ash al investigador que creía fervientemente que la vida se había originado en el mar, cuando descubrieron a los omástar y omanait

- Hablaban de mi – se acerca el profesor – Hola Ash, hace mucho que no nos vemos, veo que ya conoces a mis colegas, ellos son una gran ayuda para los adelantos de mi investigación, aunque siempre se pelean

- Eso no es cierto – reclama el joven

- Claro que si, siempre eres un escandaloso – le recrimina la chica

- Veo que no han cambiado en nada

- Tu tampoco Ash – le constaste el profesor Elm – aunque has crecido bastante, ya debes ser un gran entrenador

- Trato – dice el chico con un poco de pena

- Veo que conoces a mucha gente – le habla la profesora Eevee – es raro que un chico conozca a tantos investigadores, pero no es de extrañar puesto que eres amigo del profesor Oak

- Solo lo acompaño de vez en cuando, o a veces me pide uno que otro favor, como cuando fui a recoger la pokebola GS, pero son favores sencillos

En eso fija su atención en el patio, era inmenso, y habían cientos de pokemons de distintas especies, parecían tranquilos, y la pregunta volvió a su mente, ¿qué ocurri con ellos? A simple vista se miraban normales

- Profesora Eve – decide preguntar al fin – ¿qué esta pasando con los pokemon? A mi me parecen normales

- ¿No lo sabes? – le pregunto con extrañeza – a salido en varias noticias, pero se a tratado de mantener la calma – le contesta en un tono bastante serio

- no he escuchado nada, dígame por favor, ¿qué esta pasando?

- Tal vez es mejor que lo veas por ti mismo – suspira ella al fin – ven, y de esta manera te lo explico mejor, el profesor Oak ya debe estar esperando

Pikachu tenia la misma insertidunbre que su entrenador, después de la liga añil había regresado casi de inmediato a pueblo Paleta y su entrenador había estado demasiado desanimado como para ver noticias, aun así, no miraba nada extraño, todos los pokemon que había visto parecían divertirse, aunque noto que la piscina de los pokemon de agua casi no tenia agua, tenia muy poca profundida, ¿tendría algo que ver?

Pasaron varios corredores antes de llegar a una puerta que se abrio automáticamente, Ash platicaba de trivialidades, de cómo le había ido en los últimos años, como estaban misty y Brock, despues el misterio de la pokebola GS seguia siendo eso, un misterio, y que la seguían examinando, y por ultimo llegaron al sitio de destino

El lugar era un laboratorio, le estaban asieno pruebas a un Dito, y junto a este estaba un dito más pequeño, y a su lado su joven entrenadora, la cual reconocio de inmediato, después de todo estaba idéntica, con su cabello recogido con dos colas y el mismo largo, su expresión era la misma, solo que ahora tenia un ligero tono de preocupación en su mirada, la cual no apartaba de sus Ditos

- Duplica – le llamo Ash para obtener la atención de la chica, Ella se voltea, al principio no reconoce a su amigo pero recuerda de inmediato en cuanto ve a pikachu, el cual salta a sus brazos a manera de saludo

- ¿Ash? – pregunta con curiosidad para cambiar su mirada a un brillo de alegría, mientras corre a saludarlo – cuanto tiempo, has crecido mucho, pero estas idéntico

- Claro, si solo han pasado dos o tres años desde que nos vimos – le contesta apenado - ¿y que haces aquí? – como por arte de magia la alegria de la joven desaparece para dar paso a una profunda tristeza, ella solo baja los ojos de manera apenada, tanto Pikachu como Ash tienen la misma mirada de desconcierto

- Mis Ditos están enfermos Ash – contesta con tristeza

- ¿Los dos? ¿qué es lo que tienen?

- No lo saben – le contesta la chica al borde de las lagrimás – han pasado semanas y aun no saben que les ocurre, ya no se que hacer

Una pequeña lagrima roda por la mejilla de la chica, pero esta la limpia de inmediato, no lloraria, no delante de sus pokemon, ellos ya tenían suficiente con su propio problema como para agregar su propia tristeza, pero aquel lazo que une a los verdaderos entrenadores con sus pokemon era muy fuerte, ella sentía que si reflejaba aun más su tristeza les haria mucho más daño, tenia que estar calmada, así que trata de sonreir con natural alegria, pero sus intentos fallaban miserablemente, al menos su amigo no parecía darse cuanta del debate que había en su interior, estaba más ocupado examinando los pokemon, seguia igual de distraido

- Pero yo los veo perfectamente sanos – le consta Ash

- Pika, pika – exclama pikachu, como concordando con su entrenador, los dos seguían sin entender

- Los dos están completamente sanos – le contesta el profesor Oak, mientras revisaba unos análisis, Ash no sabia de donde había salido – sus funsiones básicas, como respiración, metabolismo, circulación, todo es normal, estos pokemon están completamente sanos, al igual que todos los demás, esto es muy extraño

- Y si están sanos, ¿por qué dicen que están enfermos? – pregunta aun más confundido, ¿es que nadie le iba contar? ¿o el era el único que no se había dado cuenta?

- Pika pika – pareció pregunta también su pokemon

- Gracias pikachu, al menos se que no soy el único que no entiende – exclama con alegria mientras su pokemon se coloca de nuevo en su hombro

- Yo te explicare – le contesta Duplica – Dito, trasfórmate en pikachu – le ordeno su entrenadora, el dito observo a pikachu con atención, luego pareció concentrarse, Ash y pikachu esperaron, y esperaron, y, nada

- ¿Qué pasa? ¿por qué no se transforma? Creí que ya había aprendido a hacerlo bien

- Ese es el problema – le contesta la profesora Eve – Dito a perdido la habilidad de transformarse en otro pokemon, al igual que todos sus ataques, no puede defendere ni pelear en ese estado

- ¿Cómo? – pregunta asombrado - ¿es eso posible? Yo nunca escuche de nada as

- Ni nosotros tampoco –  le contesta el profesor Oak – los pokemon son realmente un misterio, no se sabe de donde nacen todos sus ataques, o sus habilidades, la mayoria no tienen una respuesta científica

- Se dice que la fuerza del pokemon nace de su corazón – continua la profesora Eve – de su fuerza interna, o de su propia energía de vida, simplemente es parte de él, miles de teorias se han dado de por que los pokemon poseen tantas habilidades cuando el ser humano no tiene ningún ataque especial, pero no se ha descubierto alguna razón, es parte de los tantos misterios que envuelven el mundo

- Pero ahora, una rara enfermedad esta atacando – continua el profesor – se han presentado varios casos de pokemon que han perdido sus hablidades, pero eso es imposible, nada puede hacer eso, seria como robarles parte de su misma esencia

- Ya entiendo – contesta Ash de manera apesadumbrada – por eso la situación es tan grave, seria terrible que los pokemon perdieran sus poderes, ¿no lo crees pikachu?

- Pika pika, pikachu pika – concuerda el pokemon

- ¿Pikachu puede obtener ese virus? – pregunta Ash de repente, ¿y si era contagioso? No le gustaría que Pikachu perdiera la habilidad de hacer ataques eléctricos – ¿ya sabe como se transmite?

- No – le contesta Oak – los mejores científicos y maestros en el área se han mandado llamar, pero todos han congeniado en una sola opinión, no es un virus

- ¿No lo es? Y como puede ser una enfermedad – vuelve a preguntar, se sentía como que era el único que ignoraba lo que pasaba y eso lo hacia sentir incomodo

- No lo es – le contesta el profesor Elm, uniéndose a la discusión – no hay ningún síntoma de enfermedad, es como si algo hubiera robado el poder de los pokemon, algo esta drenando su energía, por eso los pokemon acuáticos no pueden nadar en mucha profundidad, los pokemon de fuego no pueden lanzar ni un simple lanza llamás, incluso los pokemon que vuelan no pueden volar

- ¿Y que teorías se tienen?

- Hay varias – le contesta el profesor Oak – la mayoría estamos de acuerdo a que pueden estarlos hipnotizando, hay pokemon síquicos que pueden anular el poder de otro pokemon por un determinado tiempo, puede ser que algo esta mandando ondas pareciadas anulando todos los poderes de ataque dejando indefenso al pokemon, incluso puede ser que esten en el aire, con un satelite o algo, y como es lógico no afecta a los humanos

- Pero eso no seria una teoria muy complicada – le pregunta Ash – es ilógico, ¿para que lo arian? ¿y por que el efecto no a desaparecido?

- No podriamos explicarlo, pero es lo más coherente por el momento – le contesta la profesora Eve – desde luego, existen más teorias, por que hay todavía muchos pokemon que no han sido afectados y los casos se han dado por áreas, alejadas unas de las otras, por desgracia es la unica teoria lógica

- Eso no es verdad – les interrumpe una persona

Ash nunca lo había visto, pero era difícil verlo de todos modos por que tenia una montaña de libros que le cubrían asta la cabeza, pero al depositarlos en la mesa noto que era una joven, tendría como 25 a 30 años, aunque él era pesimo para calcular edades, cabellos azules y ojos esmeralda, protegidos por unos pequeños lentes que le quedaban muy bien, en general era bonita, aunque tenia un aspecto de ser una persona muy entusiasta y poco madura, lo cual contrastaba mucho con los rostros serios de aquella habitación

- Ash, quiero presentarte a la doctora Lizz – le presenta el profesor Oak – es doctora, pero en mi opinión nacio para ser arqueóloga, los misterios de pokemopolis son su más grande fascinación

- Sin mesionar todo lo que respecta a los pokemon legendarios – le contesta ella con facinción – siempre he querido saber por que son unicos, ¿por qué su vida es más larga que los demás pokemon? ¿cómo nacieron si son especies unicas? ¿originalmente habían más? ¿por qué son tan poderosos? Todas esas preguntas que cualquiera haría

- Pues yo jamás me lo había preguntado – le contesta el chico con humildad – mucho gusto, soy Ash, y el es pikachu

- Pika – saluda el pokemon

- Es realmente lindo, se ve que son muy unidos, ¿no lo guardas en la pokebola?

- No, no le gusta

- ¿Por qué? Es raro en un pokemon, a ellos les gusta

- Pero a Pikachu no

- ¿Por qué? – insistía la chica como si fuera una niña preguntona de 5 años

- No lo se, simplemente no le gusta – contesta poniéndose un poco nervioso

- No has pensado en hacerle análisis, te puedo recomendar un psiquiatra, es más, yo estudie un poco de psiquiatría, puedo ayudarte, si no siempre podemos hacer uso de os medicamentos – dijo enseñando una inyección con la aguja tan grande que parecía ser para un snowgrat, lo cual asusta a Pikachu, el cual se esconde detrás de Ash

- No gracias, creo que así esta bien

- Bueno, pero tu te lo pierdes – le contesta ella y Ash se permite un suspiro, compartido con su pikachu, la chica lo estaba empezando a poner nerviosa

- Mejor dejemos esa conversación para después – decide hablar el profesor Oak – Lizz, estabas a punto de comentar tu opión en este caso, según me informaron tu teoria es muy interesante

Ash escucho una frace como "otra vez no" y "esa idea es absurda" pero no sabia quien de los 10 que tenia a su espalda lo habían comentado, aunque por los rostros de resignación se dio cuenta que a la chica la escuchaban más por respeto a la libre opinión, por que a leguas se notaba que no le creían

- Claro profesor, Bien, como todos saben – exclama ella con alegría mientras encendía un retroproyector, salido a saber de donde – los pokemon han existido desde milenios, y muchas son las teorias que se han hecho igual que sus investigaciones, aun así, se cuenta que la civilización que llego más profundo en descubrir sus misterios era la antigua pokemopolis, y a los pokemon lejendarios

Exclama la chica mientras en la pantalla salian tomás de las antiguas ruinas, y con forma hablaba varias imágenes se mostraban en la pantalla, Ash estaba realmente maravillado, le encantaba escuchar esas historias, aunque a el le fascinaba cualquier historia, le encantaba conocer y resolver misterios, al igual que Pikachu, ambos eran tan parecidos, pero Pikachu era más tranquilo, no era tan entusiasta como su entrenador

- Disculpe pero, podría ir al punto – le interrumpe la profesora Eve – después de todo esas solo son simples leyendas, las cuales aseguran que la civilización de pokemopolis creo a los pokemon conocidos como legendarios por ser únicos, poderosos y no mueren de vejez, pero no se que tenga que ver con el problema

- A si, disculpe – exclama mientras se ruboriza un poco – me emocione, bien, vamos a lo que les quería mostrar, como ustedes saben, en los antiguos manuscritos se decía que existia un pokemon especial, uno deferente a todos los demás, el más devil de los legendarios, Antarus, ligendario por que es considerado una especie unica, esta es su foto – en la imagen salía un dibujo, muy mal hecho al parecer, apenas se distinguía su forma – se describe como un pokemon de un metro más o menos, camina en cuatro patas, pelaje azul del tipo Psíquico, sus principales habilidades son todas las psíquicas, adicionando el vuelo, el escudo psíquico como principal arma, que es un escudo de protección impenetrable, y su habilada más impresionante, la de robar ataques y poderes a los demás pokemon

- ¿Puede robar ataques? – pregunta Ash – no sabia que existia esa habilidad

- Y no la  hay – le contesta el profesor Elm – ningún pokemon puede hacer eso, anular si, y por determinado tiempo, pero no pueden robarlos, es impósible

- Pero aquí especifica que si – exclama la chica indignada mientras le enseña la tablilla – aquí dice claramente que era el único pokemon con ese poder, también era el más noble de entre todos los pokemon, cullo único deseo era la paz entre todos los habitantes de la tierra

- ¿Y de donde supo todo eso? – pregunta curioso

- Se lo esta inventando – le contesta el profesor Elm – es muy romántica, lee un poco y se inventa lo demás, no le hagas caso, además esa leyenda es la ams ridícula de todas las que hay, ningún cientefio desente la creeria, no existe ningún pokemon con el poder de robar poderes, suena ridiculo

- Bueno, visto de ese modo – contesta pensativo

- Claro que no lo invento – contesta indignada – y si no existe nada ni nadie con ese poder, ¿qué es lo que les pasa a todos esos pokemon? Por que no es un resfriado, ¿ondas de algún satelite? Es la teoria más ridícula que haya escuchado, algo les quito sus poderes, y no descansare hasta probar que tengo razón

La chica simplemente recoge sus cosas dando un gran portazo, se notaba realmente furiosa y Ash se pregunto si estaria bien, parecía haberse tomado muy en serio las palabras del profesor Elm, como también el hecho de que  nadie además de él la escuchaba, claro, con excepción del profesor Oak, el cual es demásiado educado para mostrar desinterés aun cuando sea algo realmente ridiculo

- No te preocupes – le habla Oak – estará bien, es muy dramática, en quince minutos saldrá de ahí como si nada, disfruta la poca paz que tendrás

- ¿De donde la conoció? – pregunta curioso

- Fue alumna mía, es muy inteligente, una genio, pero es muy activa, y sus ideas son un poco fuera de lo normal, pero es muy eficiente en su trabajo

Por un momento Ash se pregunto si realmente era tan loca como decían, él había conocido a muchos científicos, y no muchos eran precisamente cuerdos, algunos hacían y decían una locuras que dejaban de lado a Lizz, pero aun así, ¿sus ideas son realmente tan descabelladas? El no era un científico pero no le parecían tan fuera de lo normal, además estaba muy interesado en la leyenda, tal vez le preguntaría después

Duplica había salido sin que se diera cuenta, sus Ditos tampoco estaban, ¿dónde habrán ido? Tal vez con los otros pokemon, los que estaban en el jardín, todos se miraban tan sanos, ¿hasta cuanto los afectara estar sin sus poderes? El salon se fue quedando vacio sin darse cuenta, mientras se perdía en sus pensamientos

- Esto es muy extraño Pikachu –le habla a su pokemon

- Pika – concuerda este

- No se mucho sobre el tema, pero se que los pokemon siempre han nacido con ciertas habilidades, ¿cómo pueden perderlas? ¿y que pasara con ellos? No me gustaría que algo como esto te pasara a ti – termina mientras acaricia suavemente la cabeza de su Pikachu, le había costado aprender a hacerlo sin que este lo electrocutara, y su pokemon disfrutaba mucho esas caricias – No se que haria, eres muy importante para mi, Duplica debe estar muy triste

- No te imaginas cuanto – le contesta la joven desde la puerta – regrese por que olvide algo – exclama mientras recoge una libreta – es un contrato para dar una presentación, ya sabes, el espectáculo de imitación, pero creo que no podré efectuarlo

Sus palabras trataban de ser tranquilas, pero su mirada estaba más triste que si se pusiera a llorar, sus ojos habían perdido su brillo habitual, este asunto la había afectado mucho y no la culpaba, los pokemon son todo para los entrenadores

- Yo lo siento duplica, si hubiera algo que pueda hacer

- Gracias Ash, pero no creo que puedas hacer nada, ya he perdido la cuenta de los exámenes que les han hecho, al menos debo agradecer que estén sanos, tal vez suene egoísta, ellos están bien, no les duele nada, están perfectamente sanos, pero siento que han perdido parte de su ser, tienen una sensación de vacio, ellos lo sienten, y yo siento su tristeza y su dolor, y ellos sienten la mía, es una cadena, por eso debo ser fuerte y estar agradecida de que nada malo les halla pasado

- Pero ahora están indefensos, han perdido sus habilidades especiales

- Ellos ya son especiales para mi Ash, siempre lo han sido, son parte de mi, es la angustia de ellos lo que me duele, el saber que quizás pierdan algo que es tan valioso para ellos, no tengo idea de cómo será, tal vez es como si yo me volviera ciega y sorda de repente, se puede vivir así, pero no es lo mismo, y estoy en desventaja con los demás

- Lo siento, me gustaría ayudar en algo

- Gracias Ash, al escucharme me has ayudado más de lo que crees – termina dando una sonrisa sincera, la primera desde que llego – ahora que te veo, se que todo ira bien, me has devuelto la esperanza

- ¿Por qué lo dices? – pregunta extrañado

- Por que me ayudaras, como lo has hecho en el pasado, siempre ayudas a las personas, y tienes el don de brindar esperanza, por eso estoy feliz de volverte a ver – el joven pudo cara de incomprensión, lo que le arranca una sonrisa a su amiga, el era tan despistado en ciertas ocasiones - ¿quieres que te cuenta como inicio todo?

- Si, me gustaría, si no es muy incomodo para ti

- No, ya lo he contado tantas veces que no tengo ningún problema, todo inicio hace como tres semanas, yo estaba entrenando con mis ditos, teníamos que ensañar para la próxima función y Mini dit había practicado mucho, al igual que Dito, todo parecía normal, nos encontrábamos entrenando en el bosque, cuando de pronto vi algo moverse entre la maleza, un resplandor me segó por un momento a mi y a mis Ditos y al voltear a ver, no había nada, esa cosa o lo que haya sido había desaparecido, aunque todavía dudo si realmente había algo, tal vez fue solo mi imaginación

- ¿Crees que sea verdad la historia de un pokemon que pueda robar las habilidades de los demás?

- No lo se, es difícil imaginarlo, un pokemon con ese poder, capaz de asimilar todos los ataques y dejar indefenso a su adversario con solo verlo, y no solo eso, como te has dado cuenta la palabra no es anular ni borrar los ataques, es robar, recolecta el poder y energía de los pokemon volviéndose cada vez más fuerte, la verdad no se que pensar, pero prefiero pensar que algo esta interfiriendo con sus ataques, ¿cómo detener a una criatura así? – pregunta lo ultimo en tono preocupado

- Con pokemon no, sin duda, les robaría sus poderes antes de que lograran detenerlo y se haría más fuerte

- Aun así, no creo que exista, ¿te vi muy interesado en la historia? ¿hay algún motivo?

- Si – contesta un poco apenado, pero a la vez deseoso – me interesa mucho esa leyenda, me gustaría saberla más a fondo, ya sabes que me apasiona todos los temas sobre los pokemon

- Si lo deseas puedo llevarte con la profesora, ella puede contarte la historia a fondo si así lo deseas, es una gran doctora, no te dejes confundir con su carácter medio loco, es peligrosa pero es amable

- ¿cómo que peligrosa? Solo se ve un poco eufórica

- Es peligrosa por ser tan buena, es medio loca y le gusta experimentar, tiene una gran inteligencia y creatividad, sus medicamentos son los mejores, te salva pero te escapa de matar al mismo tiempo, créeme, si te enfermás levemente nunca vallas con ella, en cambio si es de gravedad, si ella no te salva será muy difícil que alguien lo haga, es muy buena medica, aunque escapa de matar a sus pacientes, y algunos hasta desean morir antes de caer en sus manos

- Suena realmente peligrosa – contesta con una gota, al igual que su Pikachu, el cual se prometió a si mismo que si se acercaba demasiado le daría un ataque electrico – pareces conocerla bien

- Debo, he estado en este lugar por más de dos semanas, tengo que conocer a la gente, después te presentare a los demás entrenadores que están aquí, todos tienen el mismo caso que yo, hay incluso un líder de gimnasio, ¿puedes creerlo?

- ¿quién?

- Sabrina, entrena Pokemon psíquicos, ¿la conoces?, no se ríe muy seguido, pero es amable, tiene un haunter que  la sigue a todas partes y es el único que la hace reír, más en estos momentos, fue una suerte que no estaba cuando todos los pokemon del gimnasio perdieron sus ataques, creo que Sabrina se hubiera derrumbado si él también hubiera sido afectado

- La vi hace unos meses, yo le conseguí ese Haunter cuando tenia 10 años he iniciaba mi viaje para ser un entrenador pokemon, no ha cambiado mucho con los años, aunque su carácter era más alegre, no puedo imaginar como se siente, menos mal que tiene a Haunter, me gustaría saber que pasa, y poder ayudar de alguna forma, me siento inútil

- No eres científico, no puedes hacer mucho, al igual que yo, solo esperar, los mejores en el área de la investigación se están reuniendo aquí, y pasando a otro tema, ¿dónde están los demás? Nunca viajas solo

- Se supone que nos reuniríamos mañana para iniciar otro viaje, Misty esta en casa de sus hermanas, brock con sus hermanos y su padre, Tracei esta cuidando el laboratorio del profesor Oak, creo que eso es todo

- ¿Así que te vas mañana? – pregunta un poco triste – es una lastima, me hubiera gustado que estuvieras un poco más

- pero tratare de investigar lo que puedo, y si no, tendre que aplasar el viaje, me gustaria pedirle a Brock que viniera, pero con la doctora Eve aquí no creo que le haga bien

- o tal vez sane viejas heridas – se rie la chica

Poder, tenia que conseguir más poder, y solo lo obtendría robándolo de los otros pokemon, no sabia bien quien era, o porque lo hacia, pero tenia la seguridad de que la fuerza era la clave, tenia que tener el mayor poder, el dominio, dominar y conquistar, y después, entender, y sus poderes se hacían cada vez más fuertes, de esta manera esperaba entender

Un grupo de pokemon voladores atraviesan el bosque, seria algo fácil, aunque no aumentaría mucho su nivel, al menos eran un blanco bastante fácil, pronto aquellos pokemon quedan paralizados, no saben lo que les esta pasando, y después caen pesadamente al suelo

Otro pokemon estaba cerca, no, eran más, pero estaban en sus poke ball, ¿entrenadores? No estaba seguro, pero reconoció a esos dos humanos, y también al pokemon que los acompañaba, sus pokemon eran demasiado inútiles para  tomarse la molestia de prestarles atención, pero esta era la tercera vez que los veía, ¿lo estaban siguiendo? Imposible, ¿casualidad? No creía en las casualidades, Y sin darle mucha importancia, se retira de ese lugar con gran velocidad

Minutos antes

- Me muero de hambre – se quejaba meowth

- Si, no hemos comido nada en días – le continua James

- Ya dejen de quejarse – les reprende Jessy – no hemos encontrado un solo buen pokemon en días, y tenemos que tener algo bueno para enseñárselo al jefe

- Si, ya sabemos – se quejan a coro

- Pero no se por que te preocupas – le dice James de manera despreocupada – desde hace mucho que no le llevamos algo bueno al jefe, no creo que espere mucho de nosotros

- Sin mencionar que nunca le hemos enviado nada – continua Meowth, En respuesta la joven golpea a sus compañeros, para luego recuperar la postura

- Me pregunto cuando dejaran ese espíritu de perdedores, no saben que el que persevera alcanza, y de paso no nos hemos topado con el bobo por semanas

- Y hablando del bobo – recuerda James - ¿no les parece raro que no nos hayamos topado con el?, nunca había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que lo encontramos

- En eso tienes razón James – le secunda Meowth – y a propósito, ¿A dónde vamos Jessy? – le pregunta el pokemon, ya que era ella quien guiaba, a lo que la chica se detiene

- No tengo idea, creo que nos perdimos de nuevo – exclama con una gota en la cabeza, misma que aparece en la de sus compañeros

- Mejor nos hubiéramos detenido a arreglar el globo – se vuelve a quejar el joven – no entiendo por que tenias tanta prisa si de todos modos nos volvimos a perder

- Esta bien, reparemos el globo - se rinde la joven

En ese momento los tres sienten algo extraño, una extraña luz inundo el bosque y todo se había llenado de silencio, no se escuchaba ni un solo ruido, los tres solo alcanzan a ver cruzar la figura de un pokemon pero no alcanzan a reconocerlo, fue tan rápido que ni los pokemon fantasmas podían parecer tan escalofriantes, pero aun así Meowth le pareció captar una ligera sombra

- Que fue eso – Pregunta Jessy mientras se abraza a sus otros dos compañeros

- No lo se, pero tengo mello – responde el muchacho, el ruido de una caída los hace saltar, pero rápido notan que era un Pidgeotto, y también cayeron Fearows, y otros pokemon voladores

- Están lloviendo pokemons – se impresiona James – este debe ser nuestro día de suerte, mírenlos, todos están inconscientes

- No seas tonto James – se queja la chica – que no entiendes lo que paso, estos pokemon han sido debilitados de un solo golpe, quien y como, es lo que debemos de saber, además, no es la primera vez en la semana que nos encontramos con esta situación, ¿no te acuerdas?

En esas últimas semanas habían encontrado varios pokemon debilitados, los cuales eran extremadamente débiles, al principio trataron de robarlos pero pronto comprendieron que de nada servia, por que eran demasiado débiles y no serian de utilidad

- Esta es la vez que hemos estado más cerca de ver quien lo esta haciendo – razona Meowth mientras recoge los pokemon caídos y los guarda en un gran saco

- Yo aun no entiendo por que si somos malos no podemos dejar estos pokemon aquí tirados, ¿Por qué tenemos que llevarlos al centro pokemon?  – se queja James, y Jessy estaba de acuerdo, pero Meowth les responde arañándoles la cara dejándola como cuadritos

- Aunque seamos malos, no podemos dejar a estos pokemon indefensos, si estos pokemon son iguales a los otros ni siquiera podrán volar y se morirán de hambre, mi conciencia como pokemon me impide abandonarlos

- ¿Conciencia?, pero si tú no tienes conciencia – se queja la chica – aun así, ¿imaginan todo lo que ganaríamos si atrapamos a ese extraño pokemon? Es lo más raro que he visto, el jefe nos recompensara y nos dejara ser miembros de nuevo del equipo Rocket – exclama con estrellitas, y es que por no pagar sus deudas los habían sacado de la organización

- Seremos ricos – festeja James

- Y seré de nuevo el consentido del jefe – opina Meowth con estrellitas iguales a las de sus amigos - no como esa ridícula mascota que tiene, me desharé de ese Persian

- Si, pero primero tenemos que descifrar como encontrarlo – les dice Jessy – esta es la tercera vez que casi lo vemos, y también la que más cerca hemos estado, se podría decir que tenemos suerte para encontrarlo, pero aun así, ese pokemon me parecía conocido, aunque no alcance a verlo se me hace familiar

- Si, a mi también se me hizo familiar – le contesta Meowth, recordando vagamente la sombra del pokemon moviéndose con rapidez, de pronto recordó – ya se a quien me pareció, a Mewtwo

- ¿Y quien es Mewtwo? No lo recuerdo – trata James de recordar

- Yo tampoco

- Hay si serán olvidadizos, al pokemon síquico que nos encontramos en Johto – les recuerda Meowth – cuando conocimos a Tulipán negro

- A si, esa presuntuosa pedante – se queja Jessy – recuerdo que nos hizo pulir el piso, tomo una cucharada de su propia medicina, que mala suerte que lo olvidara

- Oye chimuelo, ¿Por qué crees que pueda ser el? Yo no vi nada

- Por que mis sentidos pokemon son mucho más desarrollados que los humanos, y estoy casi seguro de que era él

- Pero si fuera Mewtwo ¿Por qué lo haría? – se pregunta James

- Quien sabe, ¿poder? – se pregunta la chica, no, no podía ser eso, aunque casi no conocía aquel pokemon, sabia que los pokemon no tenían ese tipo de ambiciones, pero entonces, ¿Qué estaba pasando? No sabia por que se estaba preocupando, pero algo muy en el fondo de su ser le advertía que este desequilibrio podría causar problemas

Giovanni se encontraba revisando su más nuevo proyecto, el team Rocket había superado todas sus expectativas, es verdad que tenia años dirigiéndolo con mano fuerte y organizada, y hora se había convertido en la organización más poderosa del mundo, sus actividades iban desde las más generales hasta las más complejas, poseía desde un gimnasio, hasta laboratorios genéticos altamente avanzados, claro que era difícil encontrar excelentes científicos fáciles de comprar, la mayoría de ellos tenían principios bastante altos como el caso de profesor Oak, la profesora Eve, y varios cuya lista no alcanzaría a numerar, los cuales eran excelentes en su ramo, aun así eso no le impidió tener sus buenos científicos, los cuales eran un equipo de lo más calificado

Si, definitivamente el Team Rocket se había hecho grande y crecido antes sus ojos, nadie podía parar su poderío, él siempre había tenido un don para manejar y dirigir, tanto a las personas como a los pokemon, pero ese no era su objetivo, quería más, mucho más, su ambición todavía no estaba completa

El observa a su más nueva creación, el pokemon Omega, su nueva adquisición gracias al poder de la genética, se parecía mucho a Mewtwo, solo que era de color negro y medio metro más alto. Hermoso, tan hermoso como podía ser un arma a la vista del asesino, un arma útil, eso es lo que era, pero a este no lo dejaría escapar como al otro, tenia un dispositivo integrado que le impedía escapar, y otro que lo hacia sumiso a sus ordenes, sin mencionar la armadura fuertemente sujetada a su cuerpo que constituía una forma de atadura, este pokemon no se le escaparía

Creado con el material genético de Mew, en base a los adelantos genéticos de Mewtwo, una mezcla del ADN del legendario Lugia, lo cual fue recolectado  gracias a una pluma de plata, y también consiguió apoderarse de una pluma arco iris de Ho-Oh, pero no le sirvió de mucho y finalmente, el ultimo material genético cuidado especialmente desde hace más de 15 años, el ADN de Antarus, aquel antiguo pokemon que conoció tan bien, el cual dio resultados interesantes a su experimento, había guardado esa muestra por más de 15 años, y hasta ahora, que las probabilidades de falla eran casi nulas, había decidido utilizarla, no quiso arriesgar aquella preciosa muestra en su primer experimento que dio origen a Mewtwo

Omega era un pokemon del tipo psíquico, pero podía aprender cualquier tipo de ataque, y la sorpresa fue mayor al ver que no solo los aprendía, también los robaba con facilidad, y los asimilaba, cada día se convertía en un pokemon más poderoso, sus habilidades era cada vez mejores, y mientras más robaba más fuerte era, pero tenia que tener cuidado, no quería que su propia ambición se volteara en su contra, no quería descuidarse como había pasado con el anterior, claro que no, a este lo controlaría

Se pregunto mentalmente que pokemon pudiera rivalizar con un ejemplar así, ninguno, su habilidad de robar los poderes de los pokemon lo hacia poderoso e invencible, ni el mismo Ho-Oh, o Selebi, tendrían una oportunidad, tal vez solo el otro pokemon dueño del ataque original, pero Antarus había desaparecido por completo hace 15 años, y si aparecería, cobraría su venganza, Omega podría ser considerado como su heredero, el heredero de Antares, el cual lo usaría para poder obtener el máximo poder

Mientras tanto, en otro lugar "Antiguamente, existían muchos tipos de pokemons, pero entre los más poderosos estaban los legendarios, los cuales tenían habilidades superiores a los pokemons ordinarios, se caracterizaban por tener ataques de gran poder, y vivir más tiempo de lo ordinario, también por no ser pokemon que se pueden entrenar, ya que son de naturaleza independiente y salvaje, tampoco se dejaban ver de los humanos he incluso de los mismos pokemons, pero eso no es todo"

"Como han de saber, no existen muchos de cada tipo, por ejemplo, se han reportado que existen varios Lugias, así como Moltres y Articunos"

- Si, de hecho, yo vi a unos Lugias, a Molares cuando fui a la liga añil, y a Zapdos y Articuno cuando estaba en Johto – recuerda Ash

- ¿De verdad? – se asombra Duplica – a mi me encantaría poder verlos, y más aun tener la oportunidad de imitarlos

- Pues tienes suerte – le contesta la doctora – es muy raro, muchos científicos se pasan la vida buscando ver aunque sea uno de esas especies

- Si, creo que he tenido suerte, y eso que también he visto a Suicune y a Ho-Oh, pero solo un pequeño vistazo – contesta con orgullo – pero continué por favor

- Bien, como iba contando, existen varios de esas razas, pero los verdaderos legendarios son del tipo único, y tienen una vida tan larga que hasta se cree que es inmortal, en otras palabras, no morirán de vejez, pero eso solo ocurre con uno solo de cada tipo

- No entiendo, ¿a que se refiere?

- Pero si esta claro Ash – le dice Duplica – quiere decir que aunque hayan varios, digamos, Articunos, los cuales han de ser muy pocos, pero de esos pocos hay uno solo que es especial de entre los demás, el más grande, el más poderoso, el verdadero legendario, aquel que realmente puede asombrar a los hombres con solo verse, y que es diferente a los demás Articunos

- Esta en lo correcto – le  contesta la doctora

- Con que solo hay uno solo – se asombra Ash - ¿y que son los demás?

- Pokemon poderosos, más poderosos que los estándares normales – le contesta simplemente la doctora – pero no tienen las mismas capacidades que los únicos, se dice que en las islas naranja, más precisamente en las islas del hielo, fuego y rayo, se encuentras las tres aves legendarias, y su guardián, Lugia, duerme debajo de sus aguas

Ash recordó el evento cuando conoció a Lugia en Johto y en las islas naranja, el Lugia de Johto tenia una pequeña cría, Silver como le llamo aquel niño, pero su padre, aquel Lugia, aunque era muy poderoso, no era tan grande como el de las islas naranja, y también el de las islas naranja podía comunicarse telepáticamente, algo que el de la Johto no podía, también los ataques del lugia de las islas naranja eran más poderosos que el de la Johto, ¿seria posible que en eso radicara la diferencia? ¿El Lugia que vio en las islas naranja seria aquel que se distinguía de los demás Lugias? Difícil saberlo, y de todos modos no tenia verdadera importancia

- Y que pasa con los perros legendarios – se pregunta Ash – y con Ho-Oh, ¿también hay varias especies?

- No, Ho-Oh es un pokemon completamente único, y el caso de los tres perros es una situación especial, se dice que son las reencarnaciones que nacieron gracias al poder que esta ave, la reencarnación del viento del norte, Suicune, la reencarnación del volcán, Entei, la reencarnación del raro, Raikou, son especies completamente únicas

- Y en toda la leyenda, ¿Dónde entra el pokemon Antarus? – pregunta Ash, a lo largo de su vida había visto muchos pokemon, y algunos legendarios, pero nunca había escuchado hablar de ese pokemon

- Antarus se le podría considerar el más débil de entre los legendarios, sus habilidades consisten en un ataque psíquico, un escudo de defensa, también la habilidad de volar a pesar de no tener alas, usa el mismo método que utilizaban los antiguos y extintos Mew, y por ultimo, la habilidad de robar los poderes de los otros pokemon

- ¿Y realmente cree que un pokemon este causando esto? – le pregunta Ash – yo no lo creo, los pokemon son criaturas nobles que no le harían nada a un compañero, y en todo caso, ¿Por qué ese pokemon contaba con esa habilidad?

- Cada legendario tiene su habilidad, supongo que la se Antarus fue esa – le contesta Duplica tratando de encontrar algo de lógica

- En realidad no se podría decir – contesta la doctora – ¿evoluciono ese poder?, ¿nació siempre con el? ¿o lo aprendió de alguna manera especial?, imposible decirlo a  menos que se lo preguntemos directamente, y lo más probable es que allá nacido con él, y de ser así, también habrían muchas hipótesis, lo único que sé, es que Antarus es el único Pokémon legendario que tiene un humano como compañero, el elegido, donde quiera que este el elegido, Antarus debe de estar a su lado

- ¿El elegido? – pregunta curioso

- si, me imagino que conoce la leyenda si estuvo en las islas naranja, es más común en ese lugar, sobre todo cerca de las islas del fuego, hielo y rayo, incluso hay un festival donde todos los años se elige un entrenador para que sea el elegido, pero solo en las manos del verdadero brillaran las esferas, los tesoros que se encuentran en cada templo, y entonces la canción se fusionara con la de lugia trayendo armonía entre los pokemon, se dice que el elegido representa a las cenizas, no estoy segura, no he descifrado mucho esa parte, pero lo que si estoy segura, es que el verdadero elegido tiene que estar protegido por Antarus, por que un humano no podría desempeñar labores tan peligrosas estando solo, y es por eso que Antarus siempre acompaña al elegido, hace como 4 años más o menos, hubo un incidente en las islas naranja, tal vez deba de empezar por ahí – dice para ella misma - después de todo, la labor de Antarus siempre a sido la de pacificador, donde quiera que hay grandes disturbios estaba él

- ¿Estaba? – pregunta intrigado

- le han perdido el rastro, hace años apenas se sabia algo o casi nada de él, pero actualmente no se le ha visto en ninguna parte

- ¿Y sobre la leyenda del elegido? – pregunta extrañado, el recordaba perfectamente el incidente en las islas naranja, pero nunca vio ningún pokemon con la descripción de la doctora, y si se supone que él era el elegido, ¿Cómo es que nunca había visto al susodicho pokemon? ¿entonces él era realmente el elegido? Pero nunca había visto al pokemon, mucho menos que fuera su compañero, pero el fue quien tubo que recolectar los tesoros de las tres islas, y sobre la leyenda de su nombre, todo era demasiado confuso, mejor ni se rompía la cabeza y se olvidaba de todas esas leyendas, o simplemente hacía lo de siempre, imaginar que era totalmente ajeno a esas historias, pero, si Antarus no estaba con él eso demostraba que él no era el verdadero elegido, (un peso menos de encima) pero entonces, ¿Dónde estaba el verdadero elegido y donde se encontraba ese pokemón? ¿o seria todo un simple cuento? Aunque casi todas las leyendas que había conocido resultaban ser verdad

- Esa es una leyenda muy interesante. Por que existen muchas leyendas, y muchas de ellas son realmente asombrosas, pero en esta se entrelazan unas con otras, la leyenda del elegido es muy antigua, casi tan antigua como lo son las aves legendarias, Ho-Oh, o incluso pokemopolis, generación tras generación tratan de mantener la paz y la armonía entre los pokemon y los humanos, hay una gran cantidad de misterios que envuelven la leyenda incluso hay datos que aseguran  – en ese momento suena el teléfono celular de la doctora – me disculpan un momento – exclama mientras se aleja para contestar

Ash se queda por un momento viendo las imágenes de un libro, la mayoría ya las había visto, varias imágenes de Moltres, otras de Articuno, incluso un dibujo que pretendía ser la imagen de Lugia, pero apenas se reconocía

- Disculpen chicos, pero me informan que las últimos resultados de Dito, ¿quieres acompañarme Duplica? Después de todo son tus pokemon

- Claro, me encantaría

- ¿Yo también puedo ir? – pregunta el chico de manera ansiosa

- Lo lamento Ash, pero no por esta vez, es confidencial, ¿Por qué no esperas afuera? Estoy segura que has de conocer a más de una persona, y hay muchos entrenadores con los cuales platicar

- Esta bien, esperare afuera

Mientras tanto, en las lejanas montañas, Entei y Raikou se encuentran observando lo que es la meseta añil, nunca habían dejado Johto, nunca habían tenido necesidad, pero ahora esa extraña sensación llenaba el ambiente, algo andaba mal en la naturaleza, en los pokemón, un desequilibrio como ese podía causar muchos problemas en el ambiente, los legendarios podían ser orgullosos y apartados, pero eran también los más sensibles en lo que al equilibrio se refiere, y el aroma que arrastraba el aire no presagiaba nada bueno, tal vez eran indiferentes al mal que le ocurra a los humanos, pero nunca al de los pokemón, así que con paso seguro, se disponen a investigar sin ser vistos

Ash se encontraba meditando debajo de la sombra de un árbol, pikachu estaba jugando con los otros pokemon, los cuales se miraban normales, pero no lo estaban, este caso era un misterio, sin duda algo los estaba enfermando, el problema era el que exactamente

Sabia que de nada le servia pensar mucho en el asunto, los mejores especialistas en el área pokemon estaban trabajando en ello, y si ellos no podían, dudaba que él tuviera una oportunidad, aun así era de carácter optimista y no se daría por vencido hasta poder desentrañar todo el misterio

- Pareces aburrido Ash – le pregunta gentilmente el profesor Oak – ¿te gustaría irte? Este lugar no es muy tentador para un joven entrenador pokemon

- Claro que no profesor, solo estaba observando – le contesta con su naturalidad alegría – todos se ven muy alegres, parece que no les afecto mucho – observa Ash

Y es que en honor de la verdad, según pensaba el joven, parecía que les había afectado más la situación a los entrenadores que a los pokemons, los cuales parecían tranquilos, como si no notaran que algo les faltara, con excepción de los pokemon voladores claro, ellos eran quienes notaban más la perdida del vuelo

- Los pokemon que no son orgullosos, no se preocupan mucho por lo que pueden o no hacer, se esfuerzan al máximo por su entrenador – le explica el profesor Oak – y no notaran mucho la ausencia de sus habilidades si no están en peligro, en un ambiente normal ellos están tranquilos y seguros, pero si fueran más orgullosos te aseguro que se podrían incluso llegar a una depresión, los entrenadores son muy unidos a sus pokemon, pero también más orgullosos que estos, en la mayoría de los casos, es por eso que ellos también son afectados, y también por ese lazo que une a un verdadero entrenador con su pokemon, como el que tu tienes con los tuyos

Ash medito un momento, habían muchos pokemon orgullosos, el había tenido bastantes de ese tipo, empezando por Charizard, el Pokémon más orgulloso que había llegado a tener, ¿qué pasaría si a charizard le pasara algo como esto? Se deprimiría mucho, eso era seguro, Charizard era del tipo que se enorgullecía de sus habilidades, y siempre se esforzaba por ser el más fuerte, si algo así le pasara no imaginaba como iba a reaccionar, mejor ni quería saberlo

También estaba el caso de Pokémon los cuales dudaba que se dieran cuenta completamente de sus habilidades, ¿qué pasaría si totoday perdiera sus ataques? A veces parecía que se olvidaba que tenia algunos, era tan alegre y lo único que realmente le gustaba era saltar y andar de un lado a otro, tenia muchas energías, si supiera que no puede hacer su chorro de agua no creía que le afectara mucho, es más, hasta llegaba a pensar que casi ni lo notaria, excepto claro si tiene un combate, pero eso aplica lo que le explico el profesor, no lo notaran a menos que realmente lo necesiten o estén en peligro

Bulbasaur era orgulloso, pero no tanto como lo había sido Chikorita cuando la conoció, incluso casi vence a Charizard, esa lucha fue lo que se denomina un empate, lapras en cambio era un pokemon tranquilo, pero el caso de lapras era diferente, al igual que los de vuelo, los pokemon de vuelo necesitaban volar, y lapras necesitaba poder nadar, sin esa habilidad solo podría estar en lugares casi secos, entonces, en resumen, los pokemon más afectados serian los orgullosos, y los que necesitan su habilidad para sobrevivir, y si hacia una lista el numero de pokemons que habitaban en el mundo que formaban parte de ese grupo, era demasiado alto, y aunque no lo fuera, lo que estaba pasando no era algo natural, definitivamente era una emergencia

Pero ¿el que podía hacer? No era ni científico o doctor, el profesor lo había llevado solo por que siempre que puede le acompaña en sus viajes, los cuales han sido muy, muy pocos, pero eso le encantaba al joven entrenador, conocía muchos sobre los pokemon, ¿y el viaje que pensaba hacer al día siguiente? Tal vez debía posponerlo, era más importante resolver el misterio, además siempre podía irse pasado mañana, o la próxima semana, si, definitivamente llamaría a los otros para decir que tendría que posponer su partida, era una lastima por Misty, no la había visto en dos años ¿o serian tres? Desde que se separaron y siguieron rumbos distintos, pero estaba seguro de que ella entendería

- Ash, ¿podría pedirte un favor? – le pide cortésmente el profesor Oak

- Claro profesor, ¿qué necesita? – responde colaborador, como siempre, si el profesor le decía que tenia que ir al otro lado del mundo a recoger algo él iba sin problema

- Solo quería saber si partirás mañana como lo habías previsto

- Pues no estoy seguro, ¿por qué? ¿Necesita algo?

- La verdad si, cerca de ciudad verde hay un pequeño pueblo llamado dulce flor, ¿has escuchado de el?

- La verdad no

- Es una pequeña reserva de pokemon insectos, pero también tiene una gran cantidad de Pidgey, y otros Pokémons comunes, la gente no pasa mucho por ahí, en ese lugar vive un viejo amigo mío, un especialista en pokemon muy hábil en la medicina y crianza pokemon, su opinión podría ayudarnos mucho en este caso, el problema es que no cuenta con teléfono o un medio de comunicación

- Y desea que yo me comunique con él verdad- termina Ash con entusiasmo, siempre le había gustado hacer ese tipo de trabajos al profesor Oak

- Exacto, más específicamente que le entregues una carta y unas muestras que voy a entregarte, pero la tarea no será muy fácil, es una persona algo cerrada, casi no le gusta hablar con las personas, vive como un ermitaño, veras que las cosas se complican, pero es realmente importante que acceda ayudarnos, entonces, ¿Qué dices?

- No se preocupe profesor,  no importa lo que pase lograre que nos reciba, ¿verdad pikachu?

- Pika – exclama el pokemon de manera contenta

- No será problema para nosotros, estaremos encantados de ayudar

- Esa era la respuesta que esperaba, confió en ti Ash

- ¿Cuándo partimos?

- En dos horas

- ¿Tan pronto?

- Si fuera en este instante seria mejor, pero estoy preparando un transporte que te conducirá a ciudad verde, es lo más que podemos llevarte, por lo demás depende de ti, y por favor, no te vallas a perder – exclama esto ultimo casi como un ruego, al joven solo le sale una gotita avergonzada

- Yo ya no me pierdo, bueno, no siempre – reconoce el joven, a pesar de todos sus años de viaje todavía le cuesta orientarse y tenia esa extraña manía de perderse, aun así siempre encontraba gente amable que le indicaba atajos o le llevaba en algún vehículo, si no, jamás terminaría de cruzar para las competencias – entonces iré a llamar a mi mamá para avisarle

- Este bien, nos vemos en la oficina de la entrada en dos horas, ¿sabes donde queda?

- He, bueno – exclama nervioso, la verdad lo había olvidado, ¿Por qué tenia que ser tan distraído? – no se preocupe, nos vemos en dos horas

El profesor solo lo mira alejarse mientras hace un movimiento negativo con la cabeza, era un joven tan entusiasta, como le recodaba a él cuando era joven, tenían la misma determinación y el deseo de ayudar a los pokemón

- El profesor Lawrent se ha negado a contestar a nuestros mensajeros – le recuerda la voz de un colega, volviéndolo a la realidad - ¿Por qué esta tan seguro que Ash lo lograra?

- Ash no es como lo demás Forrest, es demasiado perseverante y adora a los pokemon tanto como Kart, estoy seguro de que se llevaran bien

- Tiene toda la razón profesor – le secunda la profesora Eve – estoy segura que se él no lo logra, no habra nadie capaz de hacer salir a Kart, pero es tan neceó que Ash la tendrá difícil para convencerlo – en esa parte el profesor Oak estaba de acuerdo, desde hacia más de 10 años que no había habido poder sobre la tierra capaz de sacar a su antiguo compañero de su hermetismo, solo esperaba que Ash tuviera mejor suerte

Ash se encontraba en el recientemente construido centro pokemon, se esperaba que esa zona se expandiera, y al encontrarse tan cerca de la liga añil, se considero que también era provechoso para los jóvenes entrenadores que no encontraban alojamiento, como normalmente ocurría cada vez que se desarrollaba la liga

- ¿Entonces cuando regresas a casa? – le pregunta su madre por el teléfono

- No lo se mamá, por que después tengo que reunirme con Brock, y reiniciar mi viaje, tengo que seguir entrenando

- Es una lastima, esperaba que estuvieras más tiempo en casa – exclama con un aire de tristeza – pero esta bien, si es lo que deseas, solo no olvides cambiarte los ya sabes que todos los días, ¿llevas suficiente ropa?

- Si madre, Salí con mi mochila lista por si iniciaba el viaje, te llamare tan pronto llegue al siguiente pueblo

- Eso me daría gusto, por desgracia no estaré en casa, tengo unos asuntos que atender en otro pueblo y no estaré en  por lo menos una semana

- ¿En serio? ¿tienes que marcharte? ¿Por qué? – pregunta triste, su madre rara vez salía y con solo pensar en no encontrarla ya la extrañaba, pero rápidamente se anima, su madre siempre accedía a cada locura que hacia sin ninguna objeción, así que el no podía ser diferente, pero tenia la extraña sensación de que la extrañaría, parecía ridículo pues solo seria una semana, pero aun así – esta bien, te llamare luego

- Claro hijo, cuídate mucho, no te arriesgues demasiado, y no olvides alimentarte sanamente – la madre del joven corta la comunicación con un suspiro

- ¿Ash? – pregunta una voz a la espalda del joven - ¿Eres tú?

El joven voltea, para encontrarse con el rostro de una joven, por un momento la mira con desconcierto tratando de recordar donde la había visto, aunque había conocido a tanta gente, se le hacia fácil recordarla, eran otros detalles los que se le olvidaban

- ¿No te acuerdas de mí? – le guiña el ojo de manera coqueta, y como una luz, recordó, era la chica que la había ayudado en las islas naranja, la que toco la canción de Ligia con su Carina

- Melody, a pasado mucho tiempo, ¿Qué haces aquí?

- El pokemon de mi hermana esta enfermo – exclama ella restándole importancia – aunque yo no tenga un pokemon, se han dado varios casos de pokemon debilitados en varios lugares de las islas naranja

- Si han habido tantos casos, ¿Por qué no había escuchado nada hasta hoy? – exclama con aire ofendido, a lo cual ella suelta una risita

- Los científicos no quieren que cunda el pánico – exclama como si fuera obvio - por eso se esta ocultando la información, y si lo piensas detenidamente tienen razón, ¿te imaginas el caos que provocaría si algo como esto se hiciera del dominio publico?

- Si, creo que tienes razón – acepta el joven, realmente seria desastroso, la gente que cuida pokemon es muy apegada a el, si algo como esto se expandiera, se podría pensar que es una especie de epidemia, podría ser terrible un mal entendido

- Por cierto, ¿Cuánto tiempo estarás aquí? No conozco a nadie y es agradable una cara conocida – pregunta la chica

- Lo siento, pero ya estoy partiendo

- ¿Y a donde vas?

- No estoy muy seguro, es una pequeña reserva cerca de ciudad verde – trato de recordar el joven

- ¿Y donde están Misty y Tracy? - pregunta recordando a sus antiguos compañeros

- No están conmigo en este momento, Tracy ayuda a realizar estudios con el profesor Oak, y a Misty hace un par de años que no la miro, pero habíamos quedado que nos reuniríamos mañana, es verdad, no la llamado todavía para decirle que tendré que posponer el viaje – exclama con un tono alarmado, ella solo le dedica una sonrisa

- Ash, no has cambiado en nada, y me alegro por eso – se ríe la chica – entonces ¿eso quiere decir que estas viajando solo? – exclama ella con ojos brillantes y traviesos

- Si, ¿Por qué? - pregunta de manera confundida

- Entonces te acompañare, este lugar es un poco aburrido y deprimente, ¿Qué te parece? – exclama sin perder su estilo coqueto – solo hasta la primera ciudad, este lugar es muy aburrido, luego me tengo que regresar a las islas naranja

- Bueno, no creo que importe mucho, ¿tu que opinas pikachu? – le pregunta a su pokemon, el cual en contestación el solo mueve sus orejas en símbolo de indecisión, pero termina asintiendo

- Gracias pikachu – le agradece mientras lo acaricia con suavidad la cabeza – te aseguro que no te arrepentirás, iré a avisarle a mi hermana – exclama mientras se aleja saltando de ahí

- Bueno, no creo que cause problemas – se resigna el joven, después de todo, ya estaba acostumbrado a viajar con diferentes personas, y no creía que Melody fuera un problema

Delia se recuesta en su asiento, recordando la llamada que había recibido hace unas horas, era un antiguo compañero, con el cual había llevado a cabo algunos descubrimientos de arqueología, se estaban encargando de estudiar las antiguas y peligrosas ruinas de los Unown, peligrosas por que mucha gente había desaparecido en el proyecto desde hacia años, pero esa investigación había quedado abandonada desde hace años, aunque claro, su compañero era muy insistente

- Ven pronto Delia – le había dicho su amigo – hemos descubierto algo que de seguro te interesara

- No se por que me llamas Marcos, sabes que he dejado la investigación

- Pero esto es algo grande, son ruinas recién descubiertas, y tu eres la más experimentada en la lectura de Jeroglíficos y en la leyenda de los Unown, además, ¿no era este el gran descubrimiento que esperabas?

- Eso era antes, ahora solo quiero una vida tranquila, y no quiero tener otro altercado con esas criaturas, supongo que te enteraste de lo que paso asé poco

- Si, y como me gustaría haber estado en tu lugar, mira que verlos de cerca, por eso insisto, necesito tu opinión

- Esta bien – responde en un suspiro – iré, pero solo estaré una semana, no más

- Claro, estaré esperando, te mando los datos del lugar, ¿tienes aun el helicóptero?

- Ya no lo uso, podrías mandarme el tuyo, ya perdí la practica de pilotear de todos modos

- Esta bien, estará ahí en dos horas, nos vemos

Y así era todo, no podía decir que fuera un desastre, siempre quiso continuar con la investigación, pero pasaron tantos líos en medio, la lucha que hubo entre las aves y los perros legendarios hace veinte años, claro que eso no era algo increíble, las aves y los perros nunca se había llevado bien, la suerte es que las aves rara vez dejan añil, por no decir casi nunca, y los perros legendarios nunca dejan Johto, y aquel encuentro se llevo en Johto, era algo que no quería recordar, un recuerdo que había querido bloquear, todo había cambiado tanto después de eso, y cuatro años después, ocurrió el otro evento que la alejo para siempre de la investigación, había dejado todo para cuidar de su hijo, pero si lo pensaba bien, solo quería alejarlo de todo ese conflicto, no quería que lo que paso hace veinte años se repitiera, pero Ash era tan inquieto, y siempre tenia esa suerte de estar en el lugar y momento preciso para meterse en problemas

Su hijo había escogido su destino, y aunque se arriesgaba más de lo que su corazón de madre le gustaría, pero tal vez ese era el destino, no estaba segura, y aun así, Ash no estaba, así que a él no le importaría si no estaba en casa por una semana, sonrío al fin

Ash y Melody se dirigían a pie para ciudad verde, hubieran llegado antes, de no ser por que el vehículo se estropeo a mitad de camino, para su mala suerte, pero no había problema, había viajado caminando durante mucho tiempo, pero aprovecho ese tiempo para conversar como le había ido a su amiga en esos años, ella era muy dinámica y alegre para conversar

- Pero no hablemos de mi – exclamo al fin después de más de media hora - mejor háblame de ti, ¿Cómo te ha ido? Aun sigues tu sueño de ser entrenador pokemon supongo

- Claro que si, en la liga añil estuve hace poco entre los ocho mejores, eso sin mencionar que gane el trofeo de las islas naranja

- Que bien, te felicito, y hablando de eso, ¿Cómo esta tu Charizard? Por que me parece recordar que tenias uno

- Espero que bien, lo deje hace un par de años cuando entre en la liga Johto, en el valle de los Charizard, el quería quedarse para entrenar

- Mummm, y tu squirtle si no mal recuerdo tenias uno también

- Si, se fue con su antiguo escuadrón de squirtle, necesitaban un líder que los ayudara para poder apagar de una manera más eficiente un incendio y el se ofreci

- Vaya, ¿Y Bulbasaur? ¿también se fue?

- No, el esta ayudando al profesor Oak para que los pokemon tipo agua y hierva se lleven bien, acostumbran pelear si el no esta ahí para detenerlos, le tienen mucho respeto

- ¿Y Lapras?

- Regreso con su familia, era un bebe y necesitaba estar con los suyos, pero luego se convirtió en el líder de su manada

- Ash, quiero hacerte una pregunta, ¿eres un entrenador o un criador? – la pregunta parecía tan verdadera que provoco que el joven se cayera al suelo

- Claro que un entrenador, ya te lo he dicho – contesta con aire ofendido - ¿Por qué lo preguntas?

- ¿Por qué? Fácil, por cada pokemon que te pregunto, me dices que ya lo has dejado en algún lugar, apuesto que el único que todavía te sigue acompañando desde que estuviste en las islas naranja es Pikachu

- ¿Y que quieres darme a entender con eso? – exclama enojado negando a admitir que tenia razón

- Que estas rotando tus pokemon, pero a mi parecer, cada vez que tienes uno nuevo es como si volvieras a comenzar de cero, mira, yo no se mucho sobre como entrenar, pero me parece que el mejor modo no es entrenarlos y luego dejarlos ir en cualquier lugar – exclama con un dejo de ironía

- Yo no los deje ir en cualquier lugar – contesta ofendido – ellos escogieron lo mejor para cada uno

- Aun así eres raro, no todos los entrenadores piensan así, y no todos los pokemon se van con la misma facilidad, pero bueno, como dije antes, yo no he entrenado Pokémons, así que soy la menos indicada para dar consejos, pero insisto Ash, necesitas tener más pokemon y entrenarlos bien para ser un buen entrenador

- Yo los entreno bien – exclama en un estallido de orgullo - al menos lo hago lo mejor que puedo – reconoce con más humildad

- Olvídalo,  mejor háblame de los lugares que has visto, yo siempre he querido viajar, dentro de unos años dejare la isla, después de todo, todos son tan anticuados, con sus leyendas he historias, a veces es tan aburrido, deberían ser más modernos

Ash iba a decir algo cuando un sonido llamo su atención, era más como una sensación, y sus ojos se fijaron en la pradera, al igual que los de Melody, estaba en la frontera del bosque, y luego seguia la pradera

Fue rápido, casi tan rápido como una brisa, pero aun así fue suficiente para que los dos pudieran verlos, dos Pokemon corrían a gran velocidad por las praderas, Raikou, reencarnación del rayo, y Entei, la reencarnación del volcán, aunque estaban juntos se notaba que trataban de permanecer alejados uno del otro, los pokemon legendarios rara vez se llevan bien entre ellos, son muy solitarios, tal vez excepto Suicune, el no había mostrado problemas aquella vez que ayudaron a Selebi, pero una pregunta más importante sobresalía en su mente ¿Qué hacían en territorio añil cuando ellos pertenecían a las tierras de Johto? Con una increíble gracia, y grandes saltos, los dos pokemon Esteban fuera de la vista de los dos

- Viste eso Pikachu – le pregunta a su pokemon

- Pika, pika – afirma el pokemon tipo eléctrico

- Ash, ¿Qué pokemon eran? – pregunta la chica asombrada – nunca antes los había visto

- Son los perros legendarios de Johto, Entei y Raikou, lo se por que ya había visto su imagen en los libros, pero nunca antes los había visto, bueno, Entei no directamente, más bien vi su forma que crearon los Unown una vez

- Pero ellos viven en territorio Johto, ¿Qué los haría aventurarse a estas tierras?

- No lo se, no tengo idea de que es lo que esta pasando, deberíamos seguirlos

- No, nunca los alcanzaríamos, y si es muy lejos menos aun, mejor démonos prisa y sigamos nuestro camino, recuerda que tenemos poco tiempo, y mientras más pronto lleguemos mejor

- Pika, Pikachu – su pokemon concuerda con la chica

- Esta bien, vamos, pero hablare con el profesor Oak sobre esto – termina el chica

- Además, ya hable con una prima y me dijo que me recogería en ciudad verdad, así que lo lamento Ash pero no seguirás contando con el honor de mi presencia – exclama la joven de una manera orgullosa, después de todo, ya habían quedado de que se separarían en ciudad verde

En otro lado del mundo, donde aun el sol no se veía en el horizonte y todo estaba cubierto de oscuridad, Suicune caminaba por las praderas de Johto, el cielo estaba oscuro, era una noche sin luna ni estrellas, pero así le gustaba, en la oscuridad era más fácil ocultarse, pasar desapercibido por las demás criaturas, él no era un pokemon muy sociable, por no decir que era del tipo que le gustaba la soledad, una característica típica de los pokemon denominados legendarios, no les gustaba llamar demasiado la atención

Esa noche le recordaba tanto a otra, hace ya varios años, ¿Cuántos? Como contarlos, los pokemon no llevaban el control del tiempo como los humanos, pero calculaba que había pasado más de veinte primaveras, no estaba seguro, pero el recuerdo era claro en su mente

Antarus lo acompañaba aquella antigua noche, se veía tan pequeño a su lado, era un hermoso pokemon y a simple vista se parecían por que el color era similar, pero aquel era mucho más pequeño, su pelaje más notorio, y su larga y peluda cola se mecía con una pequeña gracia, se parecía bastante a un Ninetales  (Para quien no sabe, o no sabia que se escribía así, pues yo tampoco lo reconocería si lo leyera pero lo saque de mi pokedex por lo que estoy segura que se escribe así, un ninetales es la evolución de vulpix, tiene nueve colas, se parece a un zorro, tipo fuego, creo que es color amarillo, numero 38 en la lista de 250 pokemon), pero no tenia aquel mechón sobre su frente ni tampoco sus nueve colas de aquel hermoso pokemon, más bien se parecía a la de un Eevee, solo que más larga 

Aun así su pequeño amigo no perdía su encanto, era el más débil de todos los legendarios, muy antiguo y olvidadizo, ¿Cómo le hacia para olvidar con tanta facilidad? Ese era un misterio, tal vez por eso parecía tan joven y carente de experiencia cuando en realidad le triplicaba o cuadriplicaba en edad, si no es que más, nunca le había preguntado cuantos años tenia, y estaba seguro de que el otro tampoco se acordaba, la única manera de saberlo era preguntarle a Lugia o a Ho-Oh, que tenían más o menos la misma edad, pero no estaba tan desesperado por saber un detalle tan insignificante como para hacerlo ir a buscar a los otros

- Insisto en que deberíamos hablar con Ho-Oh – le decía el otro de manera telepática – su actitud no le llevara a nada

Suicune solo suspira en resignación, ¿Por qué su amigo era tan neceo? O mejor dicho ¿Por qué lo escogía a él precisamente para molestarlo? ¿Por qué no les daba el mismo sermón a Raikou o a Entei? La respuesta era clara, por que de entre los 3 perros legendarios, Antarus se llevaba mejor con él debido a que era el más abierto

- El tomo su decisión y dudo que se retracte – le contesta el otro, hablando el mismo idioma del otro

- Pero me parece una actitud poco practica y estoica, "hasta que los humanos y pokemon tengan un solo corazón" ¿alguna vez has tratado con los humanos? Eso nunca pasara

- Siempre creí que tu eras el amante de los humanos – le dice en forma burlona

- Sabes que a pesar de todos mis años, casi no los he tratado, solo al elegido, y no es lo mismo, el mundo de los humanos es muy diferente al nuestro, y para ser sincero hay muchas cosas de ellos que no puedo entender, aun así trato, y quizás algún día logremos entendernos, pero eso no pasara si nos alejamos de ellos

- Ho-Oh no a querido aparecer en trescientos años y tiene buenas razones, los humanos son demasiado ambiciosos, si el aparece de nuevo podría despertar la ambición de las personas, la humanidad no esta lista para eso, el poder de los legendarios es demasiado poderoso, y su misma ambición los lleva a querer controlarnos, por eso hay que esperar

- ¿A que la humanidad cambie? Eso es ridículo, los humanos no cambiaran, y menos de esta forma, a este paso nos ocultaremos el resto de nuestra vida

- entonces así será, viviremos de esta manera, no será problema para nosotros – el otro solo da un suspiro de protesta

- A veces mi trabajo es tan difícil, ¿Cómo se supone que uniré a los humanos y a los pokemon si todos son tan necios?

- A estas alturas ya debías de haber renunciado –se burla el otro

- Mientras exista un elegido no renunciare – termina con convicción

Por un momento el lugar se vuelve silencioso, ninguno de los dos se vuelve a comunicar en el lenguaje de la mente, un lenguaje solo conocido por los pokemon psíquicos, y no todos, Selebi no podía comunicarse con esa claridad, pero todos hablaban la lengua de los pokemon, y por eso era tan fácil comunicarse

El ruido de pisadas sobresalta el ambiente, el cual se encontraba en completo silencio, debían ser más de las 3 de la mañana, ¿Quién se acercaría a esta hora? Al parecer eran pisadas de humano, pero ninguno de los dos se sobresalto, ya habían reconocido al dueño de las pisadas

- Antarus, ¿Dónde estabas? Ya me había preocupado – el pequeño detiene sus pasos al ver al otro pokemon, se miraba tan majestuoso e imponente como siempre – Suicune, ¿no tenia idea de que estuvieras por aquí?

Suicune solo da una rápida mirada antes de marcharse, no le gustaba estar en compañía de los humanos, aunque este solo tenia 6 años y tenia el brillo de la inocencia y pureza en los ojos, Jony, así se llamaba el chico, era un niño dulce, le encantaban los pokemon, pero eso tenia que ser obvio, era el elegido, tenían que gustarle, Antarus le había mencionado antes que tenia muchas esperanzas en ese niño, era persistente y de nobles ideales, pero también las había tenido en la madre del chico, el anterior elegido, aunque el padre era bastante hábil también, pero había algo en él que no le agradaba mucho, su corazón era demasiado volátil, típico corazón humano, pero Antarus era tan unido a la familia del elegido que se moriría si algo les pasara, a veces se preguntaba si ellos eran más importantes para el otro que los pokemon

Además tenia que tener esperanzas en ese chico, su nacimiento de por si fue una bendición, casi ni nacía, y si el muriera no había posibilidad de que naciera otro, la cadena de los elegidos se acabaría para siempre

¿Cuántos años han pasado desde esa noche? ¿Cuánto tiempo desde que aquel niño murió y su padre se convirtió en un tirano? Había sido una lucha tan tonta, a los otros no les importo su muerte, normalmente a los pokemon les duele la muerte de los humanos, pero ellos no eran cualquier pokemon, eran legendarios, tenían una vida demasiado larga, no sentían dolor por la muerte de los humanos, Antarus tenia razón cuando le dijo que había mucho todavía que comprender, pero no había vuelto a ver a Antarus tampoco, aunque lo había sentido, por un tiempo lo creyó muerto, pero hace algunos años había sentido su presencia, y había desaparecido con la misma velocidad con que lo había sentido, ¿podría seguir con vida después de lo ocurrido hace años? Si, tenia que estarlo, Ho-Oh también lo había sentido, pero igual de volátil, Ho-Oh es un ave poderosa con grandes dones, pero aun hay cosas que se escapan a su comprensión, y el paradero de su viejo camarada era uno de ellos, tal vez algún día, se volverían a ver

Lo extrañaba, nunca se había dado cuenta de lo mucho que lo apreciaba hasta que desapareció, eran amigos, y extrañamente se llevaba mejor con él que con los demás

Había esperado verlo, había sentido al elegido, es más, lo había conocido, ¿Cuántas veces lo había visto en total? La primera vez fue como un presentimiento, cuando el joven hacia su ingreso por primera vez en Johto, lo había sentido y se había acercado con cautela, pero él rápidamente noto su presencia, aun así fue suficiente para saber que Antarus no viajaba con él, pero entonces, ¿Dónde estaba? Y después, lo había vuelto a sentir, junto con la sensación de peligro, era lógico, él siempre debía estar donde había problemas, aun así le sorprendió su determinación de rescatar al pokemon Selebi, no dudo en ayudarlo en aquella ocasión

El chico desprendía una presencia agradable que le recordaba tanto a su amigo, y luego lo volvió a ver, una tercera y ultima vez, cuando fueron robadas las campanas de cristal, los pokemon se habían inquietado, y en su miedo perturbaban más la armonía que ellos mismos querían conservar, tenia que admitirlo, el muchacho y sus amigos eran valientes, Antarus tenia sus expectativas bien altas en sus elegidos, a pesar de que no siempre era así, pero este, realmente era interesante, parecía tener un sentido mucho más agudo de la armonía que sus antecesores, y un sentimiento de nostalgia y tristeza se apodero de él

¿Dónde estaba su amigo? ¿Por qué había dejado al chico solo? Antarus adoraba a los elegidos, en realidad los elegidos eran los únicos humanos con los cuales se llevaba realmente bien, aunque lo negara, el no era muy cercano a los humanos, aun así era el que más se esforzaba en comprenderlos

Hace mucho tiempo que no pensaba en él, pero ahora lo hacia a cada momento, podía sentirlo, desde hace poco había sentido un aura extrañamente familiar a la de su amigo, pero diferente, lo extraño era que por cada lugar donde se sentía su presencia, había cierta aura de miedo y peligro, dejaba un extraño rastro de dolor que ningún pokemon podría ser capaz de dejar, ¿estaría persiguiendo al causante? No lo sabia, pero tenia que averiguarlo, su instinto de supervivencia le advertía que se alejara de esas zonas, pero su instinto de pokemon, aquel que se esforzaba en restaurar la armonía, le decía que tenía que ir, entonces, ¿Qué hacer?

Sus compañeros, Raikou y Entei ya habían marchado a investigar las zonas, después de todo ellos tres eran los encargados de vigilar Johto, aun así Suicune no esta muy seguro, estaba a punto de seguir el ejemplo de sus compañeros, pero decidió que tenía que buscar a Ho-Oh, había algo en el aire que no le agradaba

Palabras de antaño volvían a su mente con la misma claridad, el recuerdo era tan claro, era parte de aquellos recuerdos que su corazón jamás podría olvidar, sin importar el tiempo y la distancia

Creo que este es el adiós

Tienes muchas cosas que aprender y es mejor que empieces

No quiero dejarte pero se que debes quedarte

Nos veremos algún día

Adiós viejo amigo

No me olvides

Charizard desierta de su sueño, algo no estaba bien, podía sentirlo en el aire, era una voz que lo llamaba, que recordaba, ahora el se había convertido en el más fuerte en el valle de los Charizard, ningún otro charizard podía vencerlo, y aunque no había crecido de tamaño si se miraba bastante imponente, y a pesar de todo, sentía que no bastaba, le faltaba algo

Tal vez era su calor, cuando estaba con su antiguo entrenador todo parecía tan diferente, la vida era divertida y tenia sentido, era relajante y al mismo tiempo interesante, ¿dónde estará ahora aquel joven? ¿Habrá realizado su sueño de ser un gran entrenador? No sabia por que pero tenia la seguridad de que aun le faltaba camino por recorrer, su método de entrenar era demasiado curioso, basado en la suerte y el orgullo de cada uno de los pokemón, era un método al cual no le daba muchas esperanzas de que tuviera éxito, pero era parte de su personalidad, lo que lo hacia especial, habían pasado por tanto, además, tenia que admitir que su antiguo – y para él siempre y único – entrenador era buen estratega después de todo, a la hora de dirigir un combate tenia buenas ideas, eso era lo que le salvaba, fue una pena haber perdido en la meseta plateada, un poco mas y hubiera ganado, quería la revancha, y esperaba volverlo a ver para conseguirla, fue una pena no haber estado en la ultima competencia de la liga añil, siempre se las había arreglado para llegar a los eventos importantes ¿qué estará haciendo en este momento?

Se había perdido de nuevo, Ash no podía creerlo, se había perdido, se sintió miserable, ¿Por qué siempre tendría esa costumbre de perderse? Hace siglos debió de dejar esa costumbre de guiarse por su instinto y comprarse un buen mapa, MUY DETALLADO, ¿y ahora? Melody se había despedido de él al llegar a ciudad verde, su prima llego muy rápido por ella, tenia la impresión de que la chica viajaba más de lo que le gustaría admitir

Aunque aun sus palabras rondaban por su mente, ¿Qué le habrá querido decir? Recordó que justo cuando estaban llegando a la ciudad se había acordado de preguntarle sobre la leyenda de las islas naranja

- Y si tenias tanta curiosidad,¿Por qué me lo preguntas hasta ahora? – pregunta curiosa

- Es que, se me había olvidado – contesta de manera apenada y con una sonrisa

- De verdad que eres un olvidadizo, pero no entiendo para que deseas saberla, eso paso ya tiempo y creí que la sabias por lo que paso

- Si, pero me gustaría saber más sobre un pokemón, Antarus, ¿Por qué no lo mencionan en la leyenda? ¿o es que realmente no existió?

- Si, me parece que si, no se, sabes que no acostumbro creer mucho en las leyendas, pero mi hermana me obliga a aprendérmelas, Antarus según se es un pokemón que acompaña al elegido, pero, no se mucho más de él, parece que desapareció hace tiempo, aunque se rumora que cambio de forma

- ¿Cambiar de forma?

- Si, según me contaron, no me creas a mi, es solo un simple rumor, pero se dice que si se encontraba en una situación extrema, podía cambiar su forma a la de otro pokemón, preferiblemente el más cercano que se encuentre, lo malo es  que no puede volver a su forma original con facilidad, si existe, podría perfectamente haber adoptado otro cuerpo, pero tal vez no, no me creas, ya re dije que no se mucho

En eso suena el pito de un carro, la prima de Melody la estaba esperando y parecía impaciente

- Ya me tengo que ir, espero nos encontremos pronto – se despide la chica mientras sube al carro con rapidez

Y ahora estaba perdido, en medio del bosque, ¿por donde ir? ¿Derecha, Izquierda? Solo esperaba encontrar a alguien que le mostrara el camino, y es cuando escucho unos gritos pidiendo ayuda, que rápidamente se apresuro a prestar

- Aguanta Pidgey, te sacare de allí – exclama un chico, tendría como nueve años, estaba al borde de un acantilado, mirando para abajo al Pidgey que estaba enredado en unas ramas, el chico estaba dispuesto a bajar cuando Ash lo detuvo

- Que ocurre

- Es mi Pidgey, esta atrapado, tengo que subirlo

- ¿Y por que no simplemente vuela?

- Es que le tiene miedo a las alturas – exclama el chico de manera apenada, y el joven entrenador solo le aparece una gota en la cabeza

- ¿Cómo es eso que le teme a las alturas? ¿Qué pidgey le teme a las alturas? – exclama asombrado, parecía ser tan irracional

- Lo se, fue una experiencia que le paso cuando nació, por favor me podría ayudar a traerlo, el pobre esta paralizado de miedo

- Bueno, esta bien, Bayleef – llama a su Pokémon, el profesor Oak le había rogado que se lo llevara en cuanto regreso de Hoenn, no parecía muy interesado en que se lo dejara de nuevo, el Pokémon estaba muy apegado a él y ya se imaginaba el desastre que ocasiono al sentirse abandonada

- Bell bell

- Bayleef, si, yo también estoy contento de verte, pero, ¿podrías bajarte? – el pokemón lo obedece, demasiado lento desde luego – bien, cada día creo que estas más pesada, o yo me estoy asiendo viejo – exclama en broma, después de todo, no tenia ni 15 años – Bayleef, necesito que me ayudes a bajar con tu látigo

- Bell – afirma su pokemón

Bayleef baja lenta y cuidadosamente a su entrenador, pronto este llego a donde estaba el aterrado Pidge, el cual no parecía tener intenciones de salir de su refugio, ni tenerle confianza al entrenador pokemón

- Pidgey, se que tienes miedo, pero te prometo que no te pasara nada – exclama con voz conciliadora, mientras estira la mano para acariciar suavemente su plumaje, el pidgey pareció tensarse ante el contacto pero rápidamente se relajo, y sin darse cuenta, pronto ambos estaban en la sima

- Pidgey, ¿Esta bien? – pregunta el pequeño mientras corre hacia ellos

- Esta bien, solo un poco asustado

- Gracias – exclama mientras el niño toma al pequeño Bayleef en sus manos – no se como agradecerle

- No importa, Bayleef, buena trabajo, ahora regresa – exclama metiendo a su pokemón en la pokebola, pikachu se sube rápidamente al hombro de su entrenador

- Mi nombre es Matt, gracias de nuevo por ayudarme

- De nada, yo soy Ash Ketchum de pueblo paleta – exclama con orgullo

- Pika, pika – saluda el pokemón

- Y el es Pikachu, estamos buscando un pueblo llamado dulce flor, ¿sabes por donde es?

- Claro, yo vivo por ahí, si quieren los puedo guiar, no queda lejos a solo una hora de camino

- Muchas gracias

- Por cierto,¿Por qué van ahí? No es lugar que frecuenten los entrenadores, no hay nada llamativo

- Busco al profesor, déjame recordar, ¿Cómo se llamaba? Kart Lawrent, ¿lo conoces?

- Si, es mi abuelo,  pero no le agradan mucho las personas, menos aun los entrenadores, no creo que desee hablar contigo – claro que las palabras del joven no disminuirían el optimismo de Ash

Mew volaba cerca de donde antes estuvo el castillo de Mewtwo, era una isla normal, desierta, sin ningún habitante, ni humano o pokemón, Isla Nueva, así se llamaba, y le gustaba, aunque a veces era aburrido, después de haber dormido por tanto tiempo el mundo no había cambiado casi nada

Sabia que era especial, había sobrevivido a la extinción, pero aun no sabia por que, antes era diferente a los demás Mew, y aun ahora, es el único sobre la tierra, todos los demás desaparecieron, ¿Por qué? Ya no se acordaba, tal vez por que se quedo dormido, y al despertar, nada, pero así era su vida, dormir y despertar a cada rato aunque tenia que admitir que últimamente había dormido poco, ya estaba cansado de dormir, de jugar a escondidas, pero no tenia más remedio, todos los de su especie desaparecieron, y sentía que no pertenecía al mundo en el que ahora habitaba, era como un extraño, valla, eso ya le empezaba a sonar como a Mewtwo, aunque el otro llegaba al extremo, era, ¿Cómo se clasificaría? Una especie de filósofo, al menos eso dirían los humanos, por que los pokemón no se cuestionan su propia existencia, solo saben del presente, lo que los humanos tratan tanto de explicar y comprender, ellos simplemente lo saben, se dice que humanos y pokemón por igual buscan el significado de la vida, eso era mentira, los humanos buscaban las respuestas a preguntas que no tenían importancia, es verdad que los pokemón no lo sabían del todo, pero estaban demasiado conectados con la naturaleza para preocuparse por eso, habían preguntas más importantes, como lo era el corazón de los seres, aunque el caso de Mewtwo era especial, no era un pokemón al 100% tenia ciertas ideas y pensamientos similares a los de los humanos, buscando, tratando de entender, y ahora que pensaba en él, tal vez debía buscarlo, se sentía solo y aunque el otro era casi un amargado, era mejor que nada, además, tenia que admitir que era con quien mejor congeniaba

Siguió recorriendo y jugando en la isla cuando sintió algo, no estaba solo, había alguien más, a lo lejos le pareció distinguir a forma de Mewtwo, pero no era él, entonces, su natural curiosidad pudo más, sin darse cuenta se acerco demasiado, un extraño brillo lo hizo sentirse mareado, y después, uno de los pokemón más poderosos que el mundo allá conocido, cayo inconsciente

Por fin habían llegado a su destino, el cual tenía un gran parecido a la casa del profesor Oak, tenia todo tipo de pokemón, y un hombre estaba de espalda examinando un pequeño caterpie

- ¿Que desea? – pregunto el hombre de mal modo, ya los había notado

A el no le gustaban las personas, y menos aun los entrenadores, los cuales explotaban a sus pokemón como si estos fueran simples mascotas, o peor aun, objetos, sin importarles el corazón o los deseos de sus pokemón, y había reconocido en el joven a un entrenador, si no, ¿Por qué razón andaría pokebolas? Pero, ¿Qué hacia en ese lugar? Lo más seguro venia a entregar otro aburrido mensaje de ellos, sus antiguos compañeros que le insistían que volviera a la investigación, ¿Qué no notaban que el continuaba investigando?  Como detestaba a esos metiches

- Hola, mucho gusto, mi nombre es  Ash Ket – pero la voz imperiosa del hombre lo interrumpe

- No me interesa quien es, solo quiero que salga de mi propiedad, No me interesa ningún mensaje de ellos, ya han sido varios los que he despachado y usted no será la excepción

- Pero señor, es muy importante – se queja el chico – ellos están esperando su ayuda

- No, ya se los dije

- Por que, se supone que usted ama a los pokemon y usted es un especialista – le recuerda Ash - ¿Por qué no quiere ayudarlos?

- Ya he dicho que no y es mi ultima palabra, Matt, condúcelo a la puerta

- Si abuelo – contesta el niño con timidez, mientras su abuelo sale enojado

- PERO – replica el joven al ver que el hombre se metía en la casa

- Ash no tiene caso – insiste el niño – yo te lo advertí, no le gustan los entrenadores

- Pero tengo que entregar este mensaje a como de lugar, aunque tenga que hacer lo imposible para lograrlo

- Yo hablare con él esta noche, si deseas puedo entregarle el mensaje

- Lo siento, pero tiene que ser entregado personalmente

- Entonces trata de de convencerlo, pero en este momento no te hará caso, ¿Por qué no vamos al pueblo?

Al parecer no tenía muchas alternativas, pero eso no impediría que lo intentara más tarde, por que había algo seguro, Ash jamás se rinde

Demián Había tenido una mala racha, desde hacia años que no ganaba, sus pokemón eran unos perdedores, y poco a poco se había desecho de ellos, ¿criarlos? Ni soñarlo, era la parte amas aburrida de ser un entrenador, pero le iba tan mal que ya nadie lo seguía, recordaba en el pasado cuando lo admiraban por su habilidad, pero ahora, aunque todo había ido en picada desde que se le escapo ese maldito charmander, ¿Cómo pudo rechazarlo? Prefirió al otro mocoso antes de irse con él, era verdad que lo había abandonado en aquella roca un día de tormenta, pero eso no era razón para haberlo despreciado, y lo odiaba por eso, lo odiaba por que le echaba la culpa de su desgracia, era solo un maldito pokemón de fuego inútil, pero desde entonces, cada vez le costaba más que sus pokemón le obedecieran, y aunque los agotaba hasta el cansancio, aunque los explotara, y el sabia todo eso, pero aun así, no comprendía por que no le obedecían, y es que para él los pokemón solo eran objetos para poder subir en la escalera del poder, estaba de acuerdo con las ideas de Team Rocket, y de no ser por que no le gusta que lo mandaran, ya tiempo se hubiera unido

Pero dejo sus pensamientos, el tenia un duelo importante dentro de unas horas, y esta vez se la estaba jugando mucho, apostaba un pokemón por ronda, y una ronda, su mejor pokemón, el único que no lo había abandonado aunque nunca se detuvo a tratar de averiguar la causa, y sus pasos se dirigieron al pueblo dulce flor, ¿dulce flor? Que nombre más entupido, debió haber sido otro entupido el que se lo puso, piensa con desprecio antes de desaparecer

Ash comía en el restaurante del pueblo, la comida estaba riquísima, y la gente era increíblemente amable, aunque la gente siempre era amable donde quiera que fuera, tanto así, que a veces se pregunto como es que decían que existía mal en el mundo, si casi a todos los que conocía eran personas muy buenas, incluyendo el equipo Rocket, que a pesar de fingir ser malos, en el fondo eran buenos

- ¿Y que les pareció la comida? – les pregunta una señora, la cual era gorda pero tenia un rostro maternal

- Esta delicioso señora

- Muchas gracias por la comida señora Helen – contesta Matt educadamente

- No hay problema, casi no vienen visitantes y es un placer que vengan chicos con buena educación a mi restaurante – exclama con una sonrisa al ver como Ash casi se atraganta con la comida, ya que casi no había comido y cuado tenia hambre no comía, tragaba, por lo que las palabras de la señora lo avergonzaron – no te preocupes – dice ella con tono amable – no me refería a eso, me refiero a la manera de ser, se nota que eres un buen chico, y también que quieres mucho a los pokemón, tu madre te educo muy bien

- He, gracias – exclama sin mayor comentario, casi todo mundo quería a los pokemón, no veía por que ese fuera un gran logro

- Lo que pasa es que últimamente una pandilla ha venido a estas zonas, y han tenido sus peleas clandestinas por los alrededores – le contesta Matt

- Son unos bárbaros que no les importa nada – contesta la señora enojada – saben que por aquí no hay un centro pokemón, ¿pero les importa? No, simplemente explotan a los pokemón hasta que caen muertos de cansancio, son unos crueles

- Pero eso no puede ser – exclama Ash indignado

- Pika pika – le secunda el pokemón mostrando igual enfado

- ¿Y las autoridades no dicen nada?

- Esto más que reserva, es un pueblo olvidado – le contesta Matt – la ultima oficial Jenny fue transferida hace un año por que en este pueblo no pasaba nada, pero después empezaron a llegar aprovechándose de la situación, la gente les tiene miedo ya que no cuentan con pokemón para defenderse de ellos, y si tienen, no son entrenados para pelear y por eso no son tan fuertes

- Pero tu abuelo tiene muchos buenos pokemón – pregunta Ash extrañado

- Si, pero el jamás se involucraría en algo así, el adora a los pokemón, y si se entera, solo terminara de perder su escasa fe por las personas

- Pero eso no puede continuar así, yo tratare de detenerlos, ¿estas de acuerdo pikachu?

- Pika Pia pikachu – afirma su pokemón con energía y optimismo

- Espera Ash, no podrás detenerlos, y aunque pudieras, ¿Qué pasara después? Ellos seguirán con lo mismo, ya sea aquí que en otra parte, no podrás cambiar su manera de pensar

- No me importa, debo de intentarlo

- Entonces será mejor que se apresuren – exclama la señora – por que ya ratos comenzaron

Ambos estaban frente a frente, parecía que ya llevaban tiempo luchando, por que ambos pokemón estaban agotados, finalmente el Growlithe perdió, había dado todo por ganar, pero no pudo vencer al Sandslash, y ahora caía pesadamente completamente agotado

- Parece ser que perdiste – se burla el chico, Ash los reconoció de inmediato, eran los mismos que habían estado en la aldea de los Wobbuffet eran aquellos aprovechados que habían atacado la aldea en el festival y el otro chico, era Demian, jamás podría olvidarlo, de no ser por el jamás hubiera conocido a Charmander

- Oigan, que esta pasando – exigió saber el entrenador de pueblo Paleta

- Que este debilucho perdió, y ahora tiene que entregarnos su pokemón como lo habíamos acordado

El otro solo apretó los labios fuertemente, no podía replicar había sido un trato, había perdido y tenia que asumir las consecuencias, por lo que solo baja la mirada

- Lo siento Growlithe – exclama antes de irse, no quería quedarse, no entendía por que, nunca le importo la suerte de los otros pokemón, pero este era diferente, y no quería pensar en lo que había hecho su estupidez

Ash no sabia como mirarlo, el chico se lo merecía, pero al mismo tiempo se notaba tan triste, tan dolido, no solo por haber perdido, había perdido más de lo que su corazón se dignaba a reconocer, no solo era un simple pokemón, el Growlithe solo observa con tristeza el lugar donde había desaparecido su ex entrenador, ya que ahora le pertenecía a otro, ese pokemón parecía irradiar tanta tristeza en la mirada, que Ash no pudo evitar sentir que tenia que hacer algo

Extrañaba a su entrenador, Ash no entendía por que, pero lo extrañaba, y aunque ese Demián no se lo merecía, no podía dejar que las cosas continuaran así, por lo que se levanta con decisión y va a buscar al orgulloso joven

No le cuesta hallarlo, curiosamente cuando necesita encontrar a las personas no se pierde, solo cuando va a pueblos o tiene que atravesar lugares. Se encontraba en la orilla de un río, y parecía pensativo, por un instante no le pareció tan odioso

- ¿Que haces aquí? – pregunta con aire enojado, no quería más sermones de amantes de los pokemón, en respuesta Ash se sienta a su lado

- Demián, ¿Qué harás? ¿no piensas recuperar a tu pokemón? – exclama el chico con enojo, no podía creer que él otro se lo tomara tan simple

- Piérdete – exclama el de más modo

- Mira, yo solo pretendo ayudarte, no se ni por que me molesto – se voltea indignado dándole la espalda, ¿Qué se creía ese tipo? No debería ni interesarle sus problemas

- Pika pika – reprocha pikachu, mientras se acomoda en los brazos de su entrenador, parecía decir un "te lo dije"

Pero, extrañamente, no podía irse, aunque el tipo era un infame que no apreciaba a sus pokemón, y aunque tampoco quería aceptar su compañía, no se sentía bien, simplemente, no podía ver a alguien que tuviera problemas y no ayudarle, era parte de su naturaleza, así era también su madre

El silencio era muy tenso, ninguno de los dos decía una palabra, ambos estaban sentados sin verse el rostro, pasó un largo rato, y cuando Ash iba a decir algo, escucho que el joven suspirara

- ¿Por qué no te has ido? – exclama tratando de que sonara enojada, pero fallo miserablemente y era casi como un lamento o una suplica

- Tu pokemón te necesita – responde casi sin pensar – te extraña

- Tal vez sea lo mejor, soy un fracaso, no merezco tener un pokemón – exclama de manera dolida, después de mucho tiempo de negarlo tenia que reconocerlo, era un fracaso – Charmander tubo razón en dejarme, todos tuvieron razón en hacerlo, ahora lo entiendo

- Pues evidentemente Growlithe no piensa eso, él te quiere, aunque no se por que – exclama con fastidio, aun no entendía al otro pokemón

- El fue mi primer pokemón – exclama en un susurro derrotado, tan suave que Ash apenas logro escucharlo, pero de alguna manera, esas palabras le dieron en el corazón, todos los pokemón son importantes, pero, el primero siempre era especial, para cualquier entrenador, perderlo era algo un dolor que él no se quería imaginar, y aunque aquel chico no se lo mereciera, le dio lastima

- Lo siento, pero si es tu primer pokemón, ¿Por qué no lo has evolucionado? – pregunta con curiosidad, pregunta algo indiscreta, el después de todo no había evolucionado a su Pikachu, pero una persona con la personalidad de Demián ya tiempo debió de haberlo evolucionado con una piedra de fuego (según me contó mi hermano, no puedo evolucionar un Growlithe sin una piedra de fuego, y como utilice la mía para obtener un flareon, ya se, error de mi parte debí de clonar la piedra pero sinceramente no me interesaba, y no tenia deseos de entrenarlo hasta nivel 100 para luego decir, ho, si tenia razón no evoluciona, pues lo deje así, después de todo el es fan y lleva como 300 horas de juego, en solo la versión gold, no se como le va en la amarilla y en la roja, así que confiare en su palabra)

- ¿Y por que tendría que contártelo? No veo que tengas que ver en mis problemas – dice de mal modo

- Solo deseo ayudarte, aunque no lo merezcas, mis pokemón son muy importantes para mi, y nunca podría imaginar mi vida si algo le pasara a Pikachu, es por eso que deseo ayudarte

- Pika pikachu pika – le secunda su pokemón, el pequeño pikachu tampoco imaginaba su vida sin su amigo, a pesar de que no habían iniciado su amistad con buen pie, ahora eran inseparables

- ¿Y como piensas ayudarme? Ya lo he perdido, y tu eres un idiota al no darte cuenta, mejor deberías irte

- Pues eso haré – exclama indignado mientras se levanta con orgullo – vamonos pikachu

Ellos se fueron, pero no le importaba, los recuerdos regresaban a su mente, recordaba cuando había obtenido aquel pokemón, tenía ¿Cuántos? ¿Ocho años? Si, más o menos, esa noche llovía, y el corría rápidamente a casa, fue cuando lo vio, el pequeño pokemón buscaba también refugio, y lo había encontrado en medio de un montón de madera, un refugio improvisado pero le servia, por un momento pensó en capturarlo para usarlo en contra de los chicos mayores que eran unos abusivos y se aprovechaban por que era más pequeño, y estaba solo, pero cuando trato de acercarse este le huyo, finalmente se rindió de atraparlo, pero eso no evito que le diera pesar, parecía estar solo, tan solo como el se sentía, así que simplemente le dejo algo de comida

Después de eso lo miro todos los días, y todos los días repetía la misma rutina, sin darse cuenta se habían convertido en amigos silencioso, ya no le huía, pero tampoco se acercaba, parecía tenerles miedo a los humanos, ¿había tenido entrenador antes? Nunca lo supo, y no le importaba, ya no intentaba atraparlo, pero siempre le dejaba comida, y a veces se quedaba un buen rato cerca, simplemente viéndose a la distancia, como un pacto silencioso, una compañía cuando se sentía mal, se sentía mal por que su madre muerta y su padre un borracho sin amor propio, al cual le tenia miedo, y cuando llegaba borracho, era cuando más tiempo pasaba afuera, en compañía de Growlithe, no muy cerca, pero si lo suficiente para sentirse acompañado, un simple pacto silencioso de compañía, por que el otro también se sentía solo

Un día aquel pacto se rompió, esos niños eran mayores, y lo esperaban para molestarlo, a pesar de que corrió no pudo perderlos, y fue cuando su compañero lo ayudo, era pequeño, pero era valiente, decidido, los intimido con facilidad, desde entonces se convirtió en su pokemón, y ellos nunca volvieron a molestarlo, pero, de algún modo, no supo en que momento, se había hecho popular, no por quien era, si no por la cantidad de pokemón que podía atrapar, tenia que ser el mejor si quería respeto, y después, todo era tan borroso, solo sabia que quería lo mejor, quería ser lo mejor, y poco a poco, fue cayendo, fue perdiendo, sus pokemón perdían, luego lo abandonaban, preferían eso a la constante presión que ejercía sobre ellos, solo él se quedo, solo él no dudo en ningún momento de acompañarlo, siempre juntos, nunca lo evoluciono con una piedra fuego a pesar de que había conseguido una, pero prefirió usarla en otro pokemón, jamás se imagino hasta ahora que no lo había hecho, por que no quería cambiar al único amigo que le quedaba, y ahora lo había perdido, todo era tan claro en este momento, era como si un velo le hubiera estado tapando los ojos todo el tiempo, tal vez ese viejo dicho tenia razón, cuando estas en el fondo, solo te queda subir

Se lamenta de pronto, pero, ¿Qué había hecho? ¿Cómo pudo ser tan tonto? Su pokemón siempre le había sido fiel, era más que un simple pokemón, era el único amigo que jamás le había abandonado, y ahora, le daba la espalda, nunca en su vida se había sentido tan mal, se sentía realmente arrepentido, pero, ¿Qué podía hacer? Nada, aunque era peor quedarse y lamentarse, tenia que haber algo, se levanta con una decisión que no había tenido nunca en su vida

Aquellos tres reían, se burlaban, los detestaba, pero que podía hacer, no podía simplemente llegar y cambiarles su manera de pensar, habían pasado más de tres años y seguían siendo iguales, pero lo que le dolió era como exhibían al pequeño Growlithe como si fuera un trofeo, tal vez los hubiera ignorado, pero el pokemón tenia una mirada de tristeza infinita que le partía el corazón

- Ese Demián es un tonto, mira que retarnos a nosotros – exclaman en medio de risas

- Si, y ahora ya no tiene pokemón

- Es un verdadero idiota, lastimo que el único pokemón que tenia era este inútil Growlithe, no tenia algo que valiera la pena – exclama burlándose del pokemón, el cual solo miraba al suelo con tristeza

Esto fue lo último que soporto el entrenador, quien encaro a los tres jóvenes que se continuaban riendo como dementes

- Hey, ustedes – les llama, pikachu miraba extrañado a su entrenador, no entendía lo que pretendía

- Que quieres chiquillo – exclama de mal modo aquel que le había ganado a Demián

- Si, por que mejor no te vas a jugar a los carritos – se burla el otro

- Para empezar quiero más respeto para los pokemón, pero dudo que sepan lo que eso significa, y segundo, quiero a ese Growlithe, los reto a una batalla

- Te refieres a este – exclama jalando fuertemente la cadena que le habían atado al cuello, el otro solo dio un gruñido de lamento – ¿y que tienes para cambiarlo? ¿tu pikachu?

- ¿Mi pikachu? – pregunta dudoso volviéndose a su pokemón, es verdad que quería recuperar al otro, pero no quería arriesgar al suyo por eso, no era una propiedad que se apostaba, era su amigo, pero tampoco podía dejar al otro de esa manera

- Si quieres perderlo acepto, después de todo solo es una rata pero de algo nos puede servir – se burla uno de ellos

- Si, tal vez como alfombra para la entrada – se burla otro

- Es tan inútil que yo creo que ni para eso sirve

- Pika Pikachu Pika – exclama el pokemón de manera ofendida, pequeñas descargas se formaban en sus mejillas, era orgulloso, y no le gustaba que lo insultaran, por lo que hizo un gesto, que Ash interpreto el significaba como una afirmación para la dicha apuesta

- Estas seguro Pikachu

- Pika – vuelve a afirmar, unos charlatanes no le ganarían, piensa el pokemón, no por nada había peleado tanto en otras ligas, podía ser un simple Pikachu ante los ojos de los demás, pero su nivel de experiencia era alto

- Bien, no dejaremos que nos ganen, y cuando lo haya hecho tendrán que dejar este pueblo

- Lo que tu digas niño, te crees mucho verdad, entonces, si nosotros ganamos, no solo nos darás a tu pokemón, si no que darnos tu pokedex, no tenemos ¿sabes?

- Claro que no tienen., seres como ustedes no pueden ser llamados entrenadores, esta bien, acepto –exclama de inmediato, olvidando las palabras "si me roban o me pierden no puedo ser remplazado" esas eran las instrucciones que había dado el pokedex, definitivamente no podía perder, pero, si estaba apostando lo más valioso que tenia, que más daba el pokedex

- Será un duelo uno a uno, ¿Qué pokemón escoges? Si es que tienes algo mejor que esa rata amarilla

- Pikachu les demostrara que no es una rata amarilla, ve Pikachu y enséñales algo de respeto

- Pikachu – contesta el pokemón yendo hasta el centro del campo con decisión

- Bien, entonces yo escojo a Graveler, ve y dale una lección a ese pikachu

Los otros solo miran con una sonrisa de burla, los pokemón tipo roca tenían ventaja contra los eléctricos, pero eso no intimido al pokemón, ya había peleado en desventaja antes, y esta no seria la vez que perdería, tenia demasiado en juego

- Graveler, envestida – ordena el entrenador, y el pokemón se dirige al pequeño Pikachu con gran velocidad para envestirlo

- Pikachu, movimiento rápido, no dejes que se acerque

- Pika – afirma el pokemón mientras lo evade con facilidad

- Graveler, usa lanza roca

- Pikachu, evade y usa envestida – Pikachu evade las rocas, pero al envestir al pokemón, este logra detener el impacto con su fuerza y es el pequeño pokemón quien termina cayendo al lado contrario

- Ahora Graveler, enviste – Pikachu no logra evadir el ataque y cae lastimado

- Pikachu, ¿Estas bien? – exclama preocupado, el pokemón se levanta con dificultad, ese golpe lo tomo por sorpresa, y sin mencionar que el otro le ganaba en fuerza y sus ataques eléctricos no funcionaban, aunque no por eso se rendiría tenia mucho que perder – Pikachu, se que parece difícil, pero no importa, hemos estado en peores situaciones antes y eso no nos a detenido, no vamos a perder ahora – el pokemón afirma y se dispone a seguir en la batalla

- Muy tierno su discurso, tanto que deseo vomitar, pero no importa, pronto todo acabara, Graveler, lanza roca

- Pikachu ataque rápido, sube a su cabeza – el pokemón obedece sin chistar, y Ash utilizo aquel mismo truco que uso para poder vencer a aquel Rhyhorn hace mucho tiempo – ahora Pikachu, usa tu impactrueno – el pokemón lanzo su impactrueno utilizando su cola para que el impacto fuera en la boca del Graveler, el cual no pudo resistir el impacto y cae inconsciente – muy bien Pikachu – exclama el joven entrenador mientras abraza a su pokemón – sabia que lo harías, por algo somos un equipo

- Pika pika – exclama el otro con firmeza, ninguno de los dos había dudado que ganarían

- Maldición, Graveler regresa, eres un inútil no pudiste ni con un Pikachu, no se ni para que desperdicie mi tiempo entrenándote

- Eso fue increíble – exclama Matt, el cual los había visto desde lejos – no puedo creerlo, nunca imagine que un pokemón roca perdiera contra uno eléctrico

- Gracias – contesta de manera apenada para luego dirigirse hacia los tipos – y ahora cumplan con su palabra

- ¿Qué palabra? – se hacen los desentendidos – no recuerdo haber prometido nada

- Dijeron que entregarían al Growlithe y se irían de este pueblo – contesta Matt de manera furiosa – ahora cumplan

- No recordamos nada, y el pokemón es nuestro

- No es justo – se queja uno de los aldeanos – no tienen honor

- Si – exclama la señora Helen – yo fue testigo, y si no cumplen, nosotros los haremos cumplir

- ¿Y como piensan obligarnos? – exclama tratando de sonar imperioso, pero no pudo evitar que el temor se asomara, estaban empezando a rodearlos, fue en ese momento que el Growlithe los empezó a mirar de manera amenazante, para luego soltarse de sus cadenas y amenazar a los tres individuos, tenia tal mirada de furia que los tres no dudaron en huir pero antes con el que había peleado se volvió – quédate con este, un tipo roca que no vence a un eléctrico no sirve de nada, además esta tan debilitado que dudo que me sirva

Exclama mientras tira la pokebola, y los tres salen del pueblo como habían acordado, después de todo, no querían que la gente lo hiciera, no les miraban con muy buenos ojos en ese lugar por sus constantes pleitos y destrozos, cuando los tres se hubieron perdido de vista, el Growlithe pareció olfatear algo, o alguien, y sus ojos se cruzaron con su antiguo entrenado

- Growlithe – exclama acercándose, pero el otro se alejo, y Demian sabia que debía estar muy dolido, y tenia razón –yo lo siento, se que debes estar enfadado y tienes razón – exclama el otro con una mirada dolida, por un momento parecía que volvían al pasado, y el volvía a ser un pequeño de ocho años, no podía enojarse con el, por eso jamás lo dejo, eran demasiado unidos para eso, pero tampoco quería que el otro lo lastimara de nuevo

- Ve Growlithe – exclama Ash acercándose y el otro pokemón lo miro de manera dudosa – estoy seguro de que esta arrepentido y nunca te volverá a dejar, también te extraño mucho

- Pika – animo el otro pokemón, dándole la razón a su entrenador, no confiaba aun en ese chico, pero sabia que su amigo nunca le diría eso si no estuviera seguro, y el Growlithe lo acepto, aunque después se arrepintiera, pero no podía evitarlo, lo extrañaba, lo añoraba demasiado, un pokemón es unido a su entrenador, y más aun si eres el primero, ese lazo no se rompe con facilidad, y tampoco será este el caso

El pokemón es recibido en los brazos del chico, y se sintió feliz como no había estado en mucho tiempo, era como volver atrás, de nuevo eran compañeros, ya no habían más bandas a quien impresionar, solo estaban ellos dos en ese momento, pero Demián tenia que recordar que Growlithe no le pertenecía ahora, lo había apostado y lo había perdido, y ahora su nuevo dueño se acercaba a ellos y no tenia ningún pokemón para poder retarlo y recuperarlo

- Creo que has ganado – exclama el joven de manera débil – estoy seguro que él estará muy bien contigo – pero Ash negó con la cabeza

- Dudo que el acepte a alguien más que no seas tu, si me lo llevo me ocasionaría demasiados problemas – exclama con una sonrisa – ya vez como es de enojado

- ¿Pero por que? – pregunta el otro de manera extrañada, no entendía que alguien entregara un pokemón así como así, y menos aun si este era fuerte, ¿o consideraba a Growlithe débil? No lo creía, no parecía ese tipo de personas, antes se había llevado a Charmander sin dudar y este no era tan fuerte

- Y también toma esto – exclama dándole la pokebola que le había lanzado aquel tipo, la que contenía al graveler -  es por esto que apostaste a tu pokemón

- ¿Por qué lo haces? ¿Esperas ganar algo a cambio? Por que de ser así no tengo nada

- En realidad si tengo una condición, que los cuides, y sobre todo los respetes, los pokemón no son objetos ni mascotas, son nuestros amigos y de esa manera debemos de tratarlos si es que deseas que estos den lo mejor, o de lo contrario te quedaras solo, ahora que ya tienes tu pokemón, y el que deseabas conseguir, espero que nunca más vuelvas a tratar de comportarte como un cretino, además, se que estarán bien a tu lado

- ¿Y como estas tan seguro que lo haré? – exclama de manera burlona, pero la verdad estaba demasiado extrañado, aunque  eso era decir poco, estaba realmente asombrado, nunca había conocido a nadie que fuera tan desinteresado, no entendía su manera de pensar

- Digamos que soy muy confiado – exclama con una sonrisa infantil, la verdad era que tenia ese presentimiento que le decía que tenia razón, y al ver los ojos del joven sabia que no se equivocaba – y ahora tengo que buscar un lugar para dormir, y para curar a mi Pikachu, y te recomiendo que hagas lo mismo con los tuyos, lo malo es que no se donde habrá un centro pokemón, creo que el más cercano esta en ciudad verde

- También pueden ir a mi casa – exclama Matt – se que mi abuelo no le gustara pero jamás aprobaría que pokemón estuvieran heridos

- Me parece perfecto, tal vez lo vea y pueda entregarle el mensaje

Después de que los pokemón estuvieron cuados, Demian se dispone a irse, y Ash se queda en la casa de Matt para poder intentarlo de nuevo, aunque Matt no le daba muchas esperanzas de que lo recibiera, eso no impedía que lo intentara una y otra vez, lo había prometido y lo cumpliría

- Te agradezco lo que has hecho – le agradece Demián - me has enseñado mucho y ni siquiera se tu nombre – exclama avergonzado, Y Ash recuerda que jamás fueron presentados oficialmente

- Soy Ash de pueblo paleta y seré el un maestro pokemón

- Si sigues regalando los pokemón no se si lo logres – se burla el chico – pero estoy seguro que los tuyos te han de apreciar mucho, serás un gran maestro pokemón

- Y tu también lo serás si aprendes a respetar a tus pokemón, recuerda que lo importante es la amistad y no el solo ganar – "consejo de perdedor" exclamo el cerebro de Ash desanimándolo "no por nada tus amigos te ganaron en la liga añil" y de inmediato se noto la nube de dolor en el joven, el otro lo mira extrañado, pero no dice nada y se despide, tal vez en un futuro se volverían a encontrar "que bueno que no me pregunto por Charizard" piensa el chico con desanimo recordando las palabras de Melody – bien, y ahora tengo que buscar al profesor

- Parece que no tendrás que esperar mucho – exclama el hombre detrás de Ash, el cual se sobresalta de la impresión

- No haga eso, mi corazón es débil

- Si no has de tener más de quince años – se ríe el hombre, y Ash noto que su actitud parecía mucho más amable – hoy fue al pueblo a buscar a mi nieto, y presencie todo, realmente no se que pensar

- No entiendo

- Me he dado cuenta que me he cerrado del mundo, pero hoy me has demostrado que los seres humanos pueden ser nobles cuando comprenden la verdad que esta delante de sus ojos, arriesgaste mucho para obtener nada

- Obtuve algo, ahora esos pokemón estarán mejor

- Pero hubieran estado bien contigo

- Growlithe nunca me hubiera aceptado, y Demián parecía muy desesperado por otro pokemón, no quería que volviera a arriesgar así a su pokemón

- Por eso digo que me has demostrado que aun existe mucha nobleza en el mundo y yo no me he dado cuenta, los aldeanos, el joven al que has ayudado, y eso solo cerca de aquí, ¿Cuánto más habrá afuera?

- Mucho más, créame, hay mucha gente que tiene respeto por los demás, y que esta dispuesta a ayudar, yo he conocido a muchos en mi viaje, no se por que se aisló, pero si sale de este lugar, estoy seguro de que se asombrara

- Tal vez lo haga, lamento mucho mi comportamiento, tal vez debamos de presentarnos de nuevo, Kart Lawrent, profesor dedicado a la investigación pokemon

- Y yo soy Ash Ketchum – saluda Ash – soy entrenador pokemón – las palabras de Ash dejaron pensativo al hombre, por alguna razón se le hacia familiar

- No se por que, pero tu apellido se me hace conocido – exclama con aire pensativo - no importa, ¿Cuál es el mensaje que querías entregarme?

- Es del profesor Oak, le manda unos papeles que desean que vea, aquí tiene – dice mientras saca los documentos de la mochila y se los entrega, por un momento aquel hombre lo mira sorprendido

- ¿Del profesor Oak? Nos conocimos hace mucho, fuimos compañeros de estudio, es realmente brillante, ¿Por qué se habrá tomado la molestia de querer localizarme? Yo le había dicho que me había salido de todos los proyectos, no entiendo que desea

- El solo dijo que entregáramos este mensaje directamente a usted – Exclama Ash mientras se encoge de hombros

El profesor habré con cuidado el sobre de la carta, mientras sostiene el fólder  sellado con los documentos con la otra mano, y los lee en silencio, en ningún momento su rostro muestra algún cambio, después simplemente dobla la carta de nuevo y la guarda, para volver a ver al joven y al pokemon

- Ya oscurece, ¿no deseas quedarte en mi casa por esta noche? – exclama el hombre al fin

Delia estaba en las ruinas recién descubiertas, las ruinas de un antiguo templo Unown, pokemon que eran un misterio para ella, y para varios investigadores, estaba revisando unos manuscritos de las antiguas ruinas cuando su amigo llego llamando su atención

- Te traje comida, desde que llegaste a duras penas has descansado, ¿has descubierto algo?

- Esto es fascinante, a pesar de los años todavía recuerdo como leer jeroglíficos, esta escritura data de la antigua civilización de pokemopolis, pero hay mucho que aun no esta claro

- Esperamos encontrar más mientras sigamos excavando, pero te llame por lo que se encuentra más abajo

- ¿Qué hay abajo?

- No estoy seguro, pero creo que no solo habla del origen de los Unown, ven, te interesara – exclama mientras le ayuda a levantarse

Después de una deliciosa cena, ambos jóvenes se van a dormir, Matt tenia su habitación al lado de la de Ash, esa noche era una noche sin luna, igual que la anterior, era luna nueva, la luna empezaría a aparecer hasta la siguiente noche, pero por el momento, ni las estrellas querían aparecer en el cielo, cubiertas por las nubes que pronosticaban tormenta

Pikachu se encontraba en el séptimo sueño, pero Ash no podía dormir, como su pokemon tenia un sueño muy sensible se levanto lo más delicadamente posible para no despertarlo, y se deslizo por la casa

En la sala había varias fotografías, proyectos de investigaciones, pero una foto llamo su atención, era la foto de una excavación de unas ruinas, habían varias personas con trajes de Arqueólogos, en ella estaba el doctor Kart, pero quien le llamo la atención era otra persona, una mujer, una muchacha que tendría como 24 años, pero aun así pudo reconocerla, ya que estaba casi idéntica, sabia que debía tener veinte años por que al lado de la foto estaba el año en que fue tomada

Lo que no entendía era que hacia una foto de su madre en ese lugar, bueno, no sabia mucho del pasado de su madre solo que fue investigadora, no seria raro que hubiera realizado una investigación con el profesor Kart, los investigadores tendían a conocerse entre ellos, lo que le incomodaba era todo lo que desconocía del pasado de su madre

Salio al pateo, todo era tan callado en la noche, todos los pokemon estaban durmiendo, había un gran silencio solo roto por los Hoot Hoot, los cuales eran aves nocturnas de Johto, los cuales también habían encontrado refugio en ese lugar

- Veo que no puedes dormir – comenta la voz del profesor a espaldas de Ash - ¿es muy dura la cama?

- Ha, hola profesor, no, la cama estaba bien, solo que no podía dormir, ¿y usted?

- Todo es tan silencioso, sobre todo por las noches sin luna, donde todos los pokemon están en silencio, es un buen momento para meditar y dar un paseo, he estado revisando los expedientes que me mando el  profesor Oak, son datos realmente interesantes, pero no avance nada, aun así es un caso que requiere mi atención, pienso ir mañana a verlo a él y a mis viejos camaradas

- Gracias por la ayuda – le agradece Ash

- Aun no he hecho nada, te agradezco que me hallas demostrado que en el mundo aun hay humanos que se preocupan por los pokemon

- Profesor, disculpe que le pregunte pero, ¿de donde conoce usted a mi madre?

- ¿Tu madre?

- Si, vi su foto en su casa, la foto es de hace 20 años, ¿trabajaron juntos en alguna investigación?

- Claro, por eso tu apellido se me hacia familiar, es el nombre de casada de Delia, entonces, ¿eres el hijo de Delia?

- Si, así es, pero aun no me a dicho como la conoci

- Ella es una mujer muy inteligente, fuimos compañeros de colegio, y grandes amigo, de las mejores investigadoras que he conocido, pero se retiro desde hace más de 16 años de la investigación, aunque empezó a retirarse desde hace 20 años, pobre, fue una verdadera pena aunque no haya podido estar ahí para ayudarla, después, ya casi no la miraba

- ¿Qué fue lo que paso?

- ¿No lo sabes? fue la muerte de Jony, el murió hace 20 años

- ¿Quién era Jony?

Vagamente, Ash parecía recordar ese nombre, era una vez cuando el tenia 8 años, había encontrado en su casa una foto de un niño de 5 años, y en la parte de atrás decía Jony, pero cuando le pregunto a su madre esta solo tomo la foto y le dijo que fue una persona que existió hace unos años, y que no volvería a ver, pero por la tristeza que reflejaba su rostro nunca volvió a preguntarle

- Jony era el hijo de Delia, si el viviera tendría 26 años, su muerte cambio por completo el mundo de Delia, creo que ella jamás se perdono por haberlo llevado a uno de sus viajes, desde entonces ella prometió que si tuviera otro hijo, se retiraría a un pueblo tranquilo, al pueblo donde ella naci

- Ella nunca me dijo nada – contesta el joven con tristeza

¿Por qué nunca le había contado? Bueno, era lógico que quisiera olvidarse de todo, pero aun así, se sentía mal por ver que habían tantas cosas que desconocía de su madre, ¿Cómo podía ignorar tanto? Pero una pregunta asalto a su mente en ese momento

- Disculpe pero, ¿Cómo fue que murió?

- No lo se, Delia nunca me lo dijo, pero parece ser que murió en un combate

- ¿En un combate?

- De pokemon, se había desencadenado una pelea entre varios pokemon, Delia trato de ayudar, ella siempre tenia ese don para ayudar a los demás, pero no sirvió de mucho, y en uno de los ataques fue su hijo quien lo recibió

- Pero los pokemon no matan a los humanos, eso no puede ser cierto

- Fue un accidente, y el niño se interpuso, en realidad no se mucho, deberás preguntarle a Delia si quieres saber la verdad

Eso era difícil, pensaba Ash, era bien difícil que su madre le contara en el dado caso de que el tuviera el valor de preguntarle, su madre era  algo cerrada en lo que respecta a su pasado, pero le gustaría saber más, nunca hubiera imaginado que tenia un hermano mayor, aunque este estuviera muerto desde mucho antes de que naciera, y tenia el deseo de saber más acerca de él

- Te pareces mucho a Delia, ella te educo bien, me alegra que haya logrado adoptar el niño que quería, por cierto, ¿desde hace cuanto que vives con ella?

- ¿Adoptar? Ella es mi madre, y he vivido con ella hasta que cumplí los 10 años para iniciar mi entrenamiento como maestro pokemon

- ¿Entonces no te lo dijo? – esta vez pregunta preocupado, como quien a cometido una indiscreción

- ¿Decirme que?

- Nada, no es nada importante, a veces digo cosas sin sentido

- Dígame por favor, ¿Qué es lo que debo de saber?

- Cuando Delia tubo a su primer hijo, se presentaron varios problemas con el parto, y los doctores dijeron que nunca podría tener otro, su matriz no podría retener un óvulo por más de un mes, después de la muerte de Jony, ella trato de adoptar a un niño, supe que se separo de su esposo, pero nunca supe más, pero ahora se que logro lo que quería

- Eso no puede ser, tiene que ser una mentira, ella es mi madre

- Me imagino que debe ser duro, ella nunca querría que te enteraras de esta manera, pero es la verdad, ella misma me lo confirmo hace 17 años, que fue la ultima vez que la vi, ella quería adoptar un bebe, y retirarse a vivir a un pueblo tranquilo, por que no podía tener más hijos

- Pues no fue cierto, por que me tubo a mi – protesta el chico – ella es mi madre, si no fuera así yo lo sabría

En ese momento descubrió lo falsos que eran sus argumentos, no sabia nada del pasado de su madre, ella no le había contado nada, y el profesor le había dicho que llego al pueblo con él, no había prueba de que fuera realmente su hijo, tampoco se parecían mucho físicamente, pero muchas personas le habían dicho que se parecían, aunque era en el carácter, y ese podía ser aprendido, no necesariamente heredado, entonces, ¿Qué pensar?

Pero ella era su madre, siempre lo había sabido, siempre estaba ahí y nadie le había dicho lo contrario, hasta ahora, casi nadie sabia del pasado de su madre, pero aun así, se negaba a creer lo que él le decía, su corazón le decía que era mentira, entonces, ¿Por qué dudaba en ese momento? Tenia que hablar con ella

- Mejor dejemos esta platica – le sugiere él – será mejor que vallas a dormir

Pero esa noche no pudo dormir, miles de ideas y recuerdos volaban por su mente, y la duda era demasiado grande, deseaba hablar con alguien, pero, ¿con quien? No era un asunto que discutir con sus amigos, tampoco quería hacerlo, y menos aun con pikachu, dudaba que su pequeño pokemon le entendiera

Pikachu aun dormía, al entrar lo había despertado, pero rápidamente volvió a dormir, Ash solo miraba por la ventana desde la cama, la noche parecía más oscura ahora

La duda era demasiado, tenia que hablar con su madre de una vez, no creería en suposiciones, pero quería saber la verdad, no, quería asegurarse de que era una mentira, por que si resultaba ser verdad, entonces, ¿Quién era el realmente? Siempre había sabido que era Ash Ketchum de pueblo paleta, pero él ni siquiera había nacido en pueblo paleta, como hace poco se había enterado

Si resultara ser verdad, entonces, no sabia que pensar, habían tantas dudas en su mente, ¿Quién era su padre? Su madre a duras penas lo mencionaba, y en muy escasas ocasiones, no sabía si tenía abuelos, o tíos, o nada, el único pariente siempre había sido su madre, y con eso había sido suficiente, jamás había preguntado más, pero ahora había tantas dudas

La noche dio paso a día, y el sol brillaba sobre el pueblo, Pikachu se encontraba desayunando con su entrenador y amigo, pero noto preocupado que el ánimo de Ash parecía decaído, pero no era el  mismo decaimiento que cuando perdía, parecía casi perdido, ¿Qué le pasaría? Pikachu no podía entenderlo

- Pika pika – trata de animarlo, y pregunta que pasaba, devolviendo a la realidad a Ash, el cual solo acaricio a su pokemon

- Lo siento pikachu, creo que estaba distraído

- ¿Qué tal la comida? – le pregunta el profesor mientras se sentaba frente a Ash – apenas has probado bocado

- Esta bien, gracias, solo no tenia mucha hambre

- Parece que tu y tu pokemon son muy unidos – exclama el hombre con una sonrisa – sabes, llegue a pensar que esa unión entre los humanos y pokemon era imposible, pero me has ayudado a abrir mis ojos

- Yo no soy el único, hay mucha gente que realmente quiere a sus pokemon, y juntos trabajan como compañeros, en mi viaje he conocido a muchas personas

- Tu has visto la bondad que mis ojos se habían negado a ver, siempre he pensado que la pokebola es un método de esclavizar a los pokemon, cuando este es atrapado, se crea un vinculo entre el entrenador y el pokemon, pero siempre he pensado que es un método esclavizante, ya se que para ti es algo normal, tal vez yo ya me haya convertido en un viejo cerrado, pero creo que el verdadero desafío es entrenarlos, como he visto que entrenas a tu Pikachu

Si era un desafió, era en cierta manera fácil entrenar un pokemon una vez que este es atrapado por una pokebola, ya que se creaba ese lazo con el entrenador que hacia la tarea más fácil para el entrenador, pero si lo pensaba de otra manera, casi todos sus pokemon lo había seguido, no los había atrapado primero, había creado esa unión desde antes de atraparlos, entonces, ¿eso quería decir que las pokebolas no son realmente tan necesarias? Pero entonces tendría que llevar consigo todos sus pokemon, un poco incomodo, con pikachu no había problema, era pequeño, pero no se imaginaba estar viajando con Snorlax, con lo pesador que era y lo comelón, no le salía bien.

- ¿Entonces regresaras a tu casa?

- Si, deseo hablar con mi madre

- Entonces, buena suerte, y saludas a Delia de mi parte

Y así Ash emprende el camino de regreso a pueblo paleta, seguido de pikachu, miles de pensamientos se asomaban en su mente, pero un último pensamiento le divirtió, ¿Dónde estaría en ese momento el equipo Rocket? No era normal en ellos estar tanto tiempo sin dar señal de vida

- Acéptalo Jessy, estamos perdidos – se queja James – no hemos visto ni al bobo ni a ese raro pokemon

- Si – secunda Meowth – y yo ya tengo hambre, juraría que he visto esa piedra antes

- Es por que es la quinta vez que pasamos por ella – le recuerda James – Jessy, ¿no crees que deberíamos revisar un mapa?

- Ya cállense, yo se lo que hago – se queja la chica – además vean el lado bueno, no nos han derrotado en semanas, esta vez el equipo Rocket esta teniendo la victoria – termina triunfal mientras los otros solo la ven con una gota en la cabeza, pero siguen su camino

Esta historia continuara

Un desafió cada lugar

Tu destino encontraras

Y cada día voy a pelear

Una lucha sin igual

Ven conmigo el tiempo es hoy

No hay un equipo mejor

Sabemos que vamos a ganar

No solo un sueño ser

Pokemón tengo que atraparlos

Nuestro destino así es

Te enseñare y tu también

Pokemón

Atraparlos ya

Atraparlos ya

Pokemón

Fin del capitulo 1

Bien, este es el final del primer capitulo, ¿un poco extraño? Pues si, no tiene tanto romance, (pienso incluirlo después) ni tanta acción, veré como mejoro esto, este capitulo es casi una forma de pensar, tratare de mostrar todas las maneras de pensar de las personas que viven en el mundo pokemón, y intentare, al menos me esforzare, en no inventar tantos personajes, ya llevo cuantos, perdí la cuenta, tendré que esforzarme más

Ya se que Demian es un miserable en la serie, mira que ser tan odioso, pero tenia que poner algún medio villano arrepentido y me pareció bueno este, y respecto a la pelea, ¿alguien a jugado pokemón y a tratado de derrotar a un pokemón tipo roca con uno eléctrico? Yo lo intente una vez y el de roca me masacro, no le baje casi nada, en cambio si los atacas con uno de agua les ganas en el primer ataque, en la serie esas diferencias no parecen importantes, pero en el juego si, y como ven, mezclo un poco de la información de la serie con el juego

Espero que les haya gustado este capitulo, escriban comentarios

Luria: bien, pero, ¿Qué haces escribiendo ese? Deberías estar escribiendo el de sailor moon

Lizett: lo siento, pero me dio el deseo de escribirlo, hace tiempo que tengo este capitulo por la mitad

Luria: ¿y el de sailor Moon?

Lizett: si, ese tiene prioridad, prometo continuarlo…. Cuando tenga ganas

Luria: y recuerda que aun me debes al continuación del de Ranma, ¿Cuándo lo empiezas?

Lizett: ya deja de regañarme, ya se que no te gusta pokemón pero, ¿Por qué nadie a aprobado que escriba este fic? Hasta mi hermano me dijo  que pokemón era su área y que no se metiera, tuve que ponerme a jugar el juego pokemón cristal, y después de 130 horas logre conseguir un espion y un humbreon, lo que me lleva a la siguiente pregunta, ¿Cómo puede alguien tener tanta paciencia para un juego tan aburrido? Ver como 200 capítulos de pokemón, lo cual me lleva a otra pregunta, ¿Quién es el personaje principal? En cada capitulo, los personajes principales cambian, es la persona que justo acaban de conocer y Ash solo actúa como un espectador y alguien que ayuda a los demás, esa es mi manera de pensar, pero como es el único constante, eso lo convierte en el principal, ¿no? Bien, el punto es que ni mi hermano a querido apoyarme mucho

Luria:  Ya no exageres además es tu culpa no tengo idea alguna de quien es el personaje principal y a decir verdad ni siquiera se cual es la verdadera trama de pokemón y tu hermano tiene razón, ES POKEMON a mi no me gusta pokemón, pero bueno, con tal de que termines el otro no hay problema

Lizett: mala, ¿Por qué nadie me apoya? ¿Alguien me apoyaría para poder continuar la historia? Por favor, alguien que medio me anime, de lo contrario, con esta presión, tendré que dejarlo hasta que termine la serie pokemón, o hasta que yo cumpla 50 años, lo que suceda primero