¿Fe…li…ci…dad? ¿Felicidad? ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo de determina esa palabra en una acción directa del ser humano? ¿En qué forma toca la conciencia y la hace recorrer desde el cerebro hasta el corazón para darle un significado tranquilizante pero voraz? O ¿Es otra cosa que se hace pasar por esta anomalía? ¿Si quiera existe? No lo entiendo. He pasado tiempo buscando un entendimiento a esas incógnitas que no tengo una respuesta clara.

Paso a paso por las aceras de esta capital la gente camina sin mirar atrás usando mascaras en diferentes estilos emocionales, dejándome pensativo en lo que significa vivir una vida. Algunos van vestidos de ejecutivos y plantean sonrisas falsas, otros visten ropas menos formales y se ven peor que una montaña rusa en altos y bajos. ¿Somos tan cambiantes?

Es extraño, si te pones a analizar cada pequeño detalle que tengas a tu alrededor, te das cuenta que nada es lo que parece a simple vista. La misma vista es un método tonto de engaño involuntario de uno para uno mismo que ve lo que quiere ver.

Si bien las emociones humanas son muy complejas como para darles un contexto claro, siento que no las he llegado a entender en un cien por ciento. Durante la niñez, nuestro sentido de comprensión motora es tan básico que solo nos limitamos a percibir lo que obtienen nuestros ojos que dejamos atrás el resto de los sentidos característicos. Los cambios se logran si tratas este pequeño defecto infantil dándote cuenta que debes ser alerta con todo a tu alrededor, por no decir que debes de desconfiar.

La desconfianza no es sinónimo de ser alguien muy alto en ego que cree poder hacerlo solo o un consiente muy bajo que te encierra en un cuarto mental de cuatro paredes porque sientes miedo, sino más bien un sistema de seguridad que no permite la entrada a extraños a nuestra vida tan fácilmente. Esto proviene en muchos casos a los constantes golpes negativos y dolorosos que traen los que en su momento fueron tus cercanos o conocidos. Llegas a un punto que desaparecer el grado de amabilidad inicial por un recelo para mantener tus propias emociones y cordura es lo correcto.

Por eso desde el inicio me planteo esto ¿Qué es la felicidad? Muchos hablan de ella, piensan en ella pero no veo que demuestren que verdaderamente están usándola o, al menos haciendo alarde de ella. ¿Sera amargura, estrés o la responsabilidad lo que desemboca en esta palabra?

Tal vez la experiencia propia me haya convertido en un completo ignorante del asunto ¿Quizás un trauma?

Ahhhh maldición

Otra vez estos pensamientos corruptos que no paran de dar vuelta en mi mente.

Me llevo una mano al cabello y lo revuelvo entre mis dedos sin parar por la exasperación de esta ocasión negativa.

Un nuevo día esta sobre mi cabeza, el sol no para de hacer presencia mediante sus rayos iníciales que se disparan en continuación de su lento ascenso para iluminar todo el espacio que da a este parque, esto claro a excepción de los arboles que generan pequeñas sombras que protegen lo que queda de la noche bajo una cálida brisa.

Casualmente me tocó el banco que se posiciona justo bajo un buen árbol, así cuando la estrella ardiente se levante el tronco me cubre por algunos minutos más para poder seguir durmiendo. Levanto mi brazo derecho para hacerlo crujir un poco al estirarlo frente a mí, paso al otro y obtengo otros impactos leves que me despiertan. Me redirijo al Angulo de mis piernas y realizo el mismo procedimiento en pos de tomar unas sentadillas que activan el ardor de los músculos.

Esta serie de ejercicios es un recordatorio persistente a no ceder bajo la fina capa de la debilidad innecesaria y mantenerme activo en momentos clave.

Lo singular del asunto es tener que dormir en un sitio como este es que básicamente te dice o te pinta de primera mano quien eres, eso mientras lo asume junto a la vestimenta un tanto sucia que en mi caso poseo. También son los dolores musculares que te mandan señales justo al activar tu cerebro después del sueño.

Ceso mi calentamiento muscular y dándome un suave golpe en las mejillas me preparo para irme del sitio después de agarrar mi sudadera blanca, ponérmela y elevar mi estatus óptico con solo cubrirme la cabeza con la capucha que trae esta ropa. Parezco intimidante sin yo hacer mucho, lo cual es beneficioso para no atraer molestias y perjudicial porque me convierte en un delincuente desautorizado.

No por nada vivo en las calles como un errante sin control o motivación más que la obvia de vivir. El clima pinta muy bien y no parece que quiera llover, simplemente perfecto para cometer uno o dos robos para llenar este estomago vacio. Los idiotas no se interpondrán entre mi desayuno y yo, desconocer la potencia de un hombre hambriento es una gran ventaja.

A paso lento procedo a salir del campo público abierto en ruta determinada al centro donde hay muchos puestos de comida comúnmente lleno de verduras o frutas. Con solo verlas ya me quedaba maravillado e inclusive mi propio tanque estomacal salta por lo delicioso que se ve. Tome un tiempo aproximado de diez minutos para estar aquí y mi energía ha llegado a la mitad.

Algunos ponen los ojos bien abiertos al ver mi figura caminar entre la multitud, solo sonrió por este descaro que estoy cometiendo al volver aquí. Ya he agarrado cosas sin que se dieran cuenta y entiendo que tengan las sospechas muy altas. Nadie quisiera que sus productor fuesen robados eso es entendible, pero no es razón para negarme el saturarme hasta el cuello con comida.

Uhh, espera ¿Por qué están colocando palos de madera en sus mesas? ¿Están tratando de amenazarme? Obviamente es un claro mensaje de si me tocas algo de lo que está en venta ¡Te mueres!

¡No he robado tanto como para que esos brillos asesinos sean verdaderamente hacia mí! Podría armarme de valor y enfrentar a uno pero luego me caerían los refuerzos aliados de los lados. Saldría mas morado que una berenjena o la policía hace su tan ansiado asalto. No sé cual es peor.

Percibo leves sonrisas siniestras en cara de estos vendedores ¡Señora a su edad hacer ese tipo de caras no es bonito!

Maldición, tendré que recurrir al plan b. No queda de otra porque ir a otro sitio es para que acabe desmayado por falta de combustible.

Mmmm, esto de elegir no es entretenido. Mejor usare aquella táctica milenaria que fue usada hasta por los mismos mayas para hacer elecciones potenciales. Busco entre mi bolsillo aquel legendario objeto hasta rozarlo con mis dedos y pasarlo a mi palma derecha. Saco y abro mi mano.

El objeto en cuestión es una moneda que me encontré al segundo día de llegar a Tokio antes de pasar a llamarse Shintou teito. No es deprimente ¡Es fabuloso!

No tan lejos de mi posición he captado una figura femenina de cabello purpura hasta la cintura que viste un atuendo morado tradicional de miko. Carga una cesta con algunos elementos muy interesantes que no puedo tomar por la falta de una cocina, pero casualmente entre ellos hay unas jugosas manzanas que tienen un brillo asombroso. En mis experiencias pasadas me es fácil reconocer lo vulnerable que se encuentra, mas encima que veo muy poca gente por esta calle.

Uno mis dedos pulgar e índice para hacerla girar en el aire a una velocidad simple. Cara, la hago mi blanco. Sello, busco otra opción.

Cae en la palma de mi mano zurda y observo el resultado. Justo lo que esperaba una gran cara de hojas verde. Trago saliva por la inesperada suerte, la regreso a su sitio y al tronarme el cuello termino la decisión.

¡A por ella!

Acercarme en una caminata olímpica súper disimulada fue una táctica militar muy bien hecha, tanto que no se ha tomado mi presencia por ahora, lo cual es algo cómico. Señora tiene a un sujeto de apariencia extraña acercándose como si fuera un pervertido en potencia y no parece hacer siquiera caso de su entorno ¿Qué le pasa?

Bah, esas manzanas lo valen en total.

Estoy tan cerca…

"Ano ¿Qué estas tratando de hacer?" Una voz aparece de la nada junto a un incremento impresionante de presión en el aire. Quedo paralizado en el acto, veo mi brazo extendido en varios parpadeos y luego cambio en subida a la única fuente de sonido vocal que razonablemente es en quien puedo pensar. Con solo medio ver su rostro girado me basto para dar marcha atrás y arrancar de detrás de mis vaqueros un arma provisional.

"De verdad siento este inconveniente pero deseo tomar sus manzanas. No es nada personal". Que mejor para amenazar sin ser tomado en serio que una resortera metálica y goma. Ella pasa de hostil a curiosa en un segundo pero manteniendo una verdura blanca sostenida.

Señora no me tiente a lanzarle esta piedra que tengo aquí, no seré responsable de un daño innecesario. Tiene mucho poder para hacerle un corte sangrante.

Eh ¿Una sonrisa? ¿Por qué esta sonriendo?

"¿Qué clase de ladrón eres?". Ella pasa a apuntarme con el alimento cubriéndose en un aura purpura muy tétrico. ¿E-es eso una m-mascara voladora? Que genial…

Torpemente me doy cuenta que tiene los mismos ojos que gente de mi pasado. Diablos…

"Uno que solo quiere comida". Dejo de apuntar automáticamente y permanezco con las manos en el aire como si un policía estuviese arrestándome. Esta mujer estrecha sus ojos, me está analizando eso no es bueno. Soy un buen y mal chico dependiendo de la conveniencia. Todo sea por sobrevivir.

"¿No deberías ser estudiante de una universidad antes de ser esto que haces?" Por alguna razón ese comentario encendió una chispa de gracia que advertía en hacerse forma con mis labios.

Hubiese centrado ese momento para reírme cómodamente y sin que ningún mañanero me juzgara, pero la condición especial de mi vida que me trajo hasta esta tierra japonesa en primer lugar fue lo que me distrajo de hacerlo. Que será, que será lo que trunco mi intento de alegría como un bufón loco para convertirla en una cara de póker.

Si hago una apuesta y dijera que puedo observar los destinos enlazados de dos individuos independientes de su existencia sin que ellos se den cuenta ¿Ganaría la apuesta o un pasaje de solo ida a un manicomio sin derecho a reclamo del premio?

Vale, tal vez este exagerando un poco pero quien sabe, el mundo puede componerse muy fácil de locos sin saber que en realidad lo son.

Peculiar es el sentido de este revuelto purpura radiante que emerge sin control en un baile que no tiene un sentido lógico al son del mover del viento, sus movimientos lo van estrechando y cerrando en un nudo bien sujeto. Los altos impactos emocionales son los culpables de que este tipo de cosas ocurran dejando de lado el hecho de conseguir un nuevo lazo por motivos ajenos a mi incumbencia.

¿Recuerdan que dije que depende mucho de la situación que sea bueno o malo? Esta es una.

Esta mujer se asombra que suelte el objeto en mi mano y de un paso al frente para sujetar con fuerza esa estructura. Ha puesto el vegetal lo bastante rápido en mi mano lo cual me deja quejándome un poco del dolor, sus ojos no paran de querer entender lo que hago. Creería que tengo la intención de golpearla como un animal pero mi propósito es otro.

Al segundo abro mi mano, ella al no moverse me deja el paso libre para tirar de una diminuta punta que sobresale permitiendo la increíble expansión que conforman una sola conexión. Normalmente no pasaría nada más que la plena recuperación de su canal para recuperar el destino bloqueado, insólitamente eso no paso. La cesta cae al suelo lo que provoca que dos manzanas al instante del choque, se salgan y rueden a mis pies. Un leve grito que desencadena un abrazo a sí misma, caída de rodillas al suelo y un enrojecimiento inusual que recorre sus mejillas.

Doy dos pasos atrás después de agarrar las frutas junto a la resortera porque el destello delgado no paraba de arremolinarse a su alrededor en un espectáculo increíble. Para cuando me doy cuenta estoy escapando de la escena después de presenciar la horripilante mirada vacía que esa misma fémina me estaba dando. Fue un escalofrió tremendo que recorrió mi espalda.

Empiezo a comerme una roja por el miedo y dejo la otra en el bolsillo. Llego a la calle principal para agarrar un poco de aire.

"Que desastre". Digo entre jadeos "Lo último que necesito ahora es que me haya denunciado con la policía".

Calmo mi mente del momento e intercambio los pensamientos por algo que me llama la atención que salta de improvisto por el lado de mi hombro derecho.

Oh, toca correr de nuevo tras este problemático brillo que no para de danzar en el aire como un mechón de cabello que busca atención de alguien quien sinceramente está cansado de eludirlos y actuar como si no estuvieran ahí.

¿Qué ha que voy con este palabrerío intrigante de hace segundos? Eso es fácil de explicar a través de una referencia, según recuerdo existe una leyenda llamada el hilo rojo del destino en donde se crea una conexión invisible entre dos individuos que nunca desaparece y permanece atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia.

No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. Su dueño es el destino.

Llegados a este punto es sencillo adivinar que un alto porcentaje tomaría esto como una simple broma o fantasía folclórica que data de muchos años que solo se toma en cuenta como una simple razón histórica, sin embargo en mi criterio propio tendría que hacerles retroceder, incluso matando a los escépticos que no podrían lidiar con la realidad. Explotarían sus cabezas si esto fuese una convención en donde revelaría un acontecimiento casi imposible.

Puedo ver lo que la leyenda relata, veo una enorme cantidad de hilos rojos trasparentes cubriendo la zona y atravesando como fantasmas tanto edificios como casas ¡Incluso la naturaleza!

Todo a mi alrededor es un desastre de fibra textil que no parece detenerse, siempre encuentro muchos más de los que vi al cruzar una esquina. Esto es para llegar a volverse loco por lo rara que es la situación sin que fuese una amenaza de verdad a la vida normal. Es aquí en donde la leyenda falla en un punto crucial, el hilo no está conectado a los dedos sino al mismo corazón. Los azares de la vida son tan extraños para darle una dirección compacta al susodicho destino, digo por lo interesante de ser el blanco de alguien que en algún momento de la vida se conocerá.

Un error de traducción o alguien simplemente decidió que ahí era mejor, supongamos que es así.

Una movilización en un trote algo acelerado marca el susto en cadena de la población en creencia de que soy un asaltante, cosa que es mentira porque robar alimento es más directo que quitarle el dinero a un pobre incauto. Es muy aburrido y lento, muchas veces no funciona bien. Correría con una suerte impresionante si encontrara un maletín lleno de billetes.

Algo que me llama la atención es que este hilo y el anterior liberado es uno de los muchos que se hayan dando vueltas libremente con un color mas solido, como si el mismo destino se desesperara por hacer que se haga el encuentro de una forma algo torturadora para uno de los dos.

El camino me lleva a una intersección en donde el mismo hilo me lleva a otros hilos ¿Qué demonios?

Por un lado veo que los sentidos se disparan al primer camino en donde el hilo se conecta con dos gemelas maids, el otro se precipita al cuerpo de una figura femenina de cabello corto caminando cargando dos espadas cortas en la cintura en la otra acera y la otra en plena vista tenía el pelo largo con una lanza en la espalda.

Levanto una ceja por las imágenes de sus rasgos faciales que se veían resignadas por algún tonto incidente o idea en concreto que tapaban muy bien bajo mascaras de alegría y seriedad. Bajo el ojo firme de un vagabundo entrenado puedes ver lo que normalmente no es fácil de percibir.

Estoy parado como un eje que no para de desplazar sus iris a los tres caminos que no se detendrán por nada en sus actos comunes. Cambio el enfoque a blanco y negro para darle una atención lenta.

Esto es estar fuera de lugar

¿Por qué estos tontos hilos quieren que manipule los destinos elegidos como un reparador de decisiones estúpidas? ¿Qué gano yo con esto? Aparte ¿Qué clase de loco lleva armas filosas por una calle concurrida? ¿Cosplay? ¿Evento de una banda musical? ¿Reto perdido? ¿Prueba de abusadores?

Muchas preguntas que tendrían sentido en este sin sentido.

Traslado mis ojos fuera del campo de las tres siluetas jóvenes para buscar una posible pista de los que supongo yo, se identificarían los culpables. Izquierda, derecha, diagonal, centro, nada que pueda validar mis incógnitas. La gente es indiferente y curiosa en cierto punto, se lo dejo pasar a las trabajadoras rodeadas por ahora porque es obvio.

Se acaba el enfoque en un cerrar de ojos y una pequeña expulsión de aire tranquilo. Vuelvo a cerciorarme de la anormalidad dibujada en trazos bailarines que no paran de fastidiarme y levanto un solo dedo. Me basta con solo avanzar tres pasos para darles un final silencioso a aquello que les sacaba esas feas respuestas en sus caras.

Aquí es cuando el acto noble se transforma en un problema aleatorio.

Mis cuencas no pueden abrirse más de lo debido por este acontecimiento que ha vuelto como pasó con la mujer anterior. Todas han caído al suelo de rodillas pero no con un efecto tan devastador como la primera.

"Esto no había pasado antes". Doy varios pasos hacia atrás en la completa confusión con una gota de sudor bajando. Es hora de emprender la huida no quiero ser partícipe de una sesión detectivesca.

Lo que pase ahora no es mi problema, se lo dejare a los rumores para mantener mi existencia bajo el radar. Un pequeño ladron jamas se mete en el ojo central de nada.


Sin saberlo por estar metido en su mente cuatro hilos han conectado con su ser.

El destino puede ser muy travieso cuando quiere, incluso con los que no se consideran un protagonista como tal.