Aterradoramente Bella
Adaptación de una Película Koreana que hace un par de años vi, que en lo personal me encanto, hace poco salió la versión estadounidense de esta misma historia, y ahora se me ocurrió tomar la idea de esta película para hacer el siguiente fic, haber que tal me quedo.
Reseña de filme "My Sassy Girl"
TITULO ORIGINAL Yeopgijeogin geunyeo (My Sassy Girl)
AÑO 2001
DURACIÓN 143 min.
PAÍS Korea
DIRECTOR Jae-young Kwak
GUIÓN Jae-young Kwak (Novela: Ho-sik Kim)
MÚSICA Johann Pachelbel & Hyun-seok Kim
FOTOGRAFÍA Sung-Bok Kim
REPARTO Tae-hyun Cha, Ji-hyun Jun
PRODUCTORA Shin Cine Communications
GÉNERO Y CRÍTICA Comedia romántica / SINOPSIS: Basada en las historias anónimas que un joven colgaba en internet. El amor del chico era una jovencita bebedora y de carácter rebelde. Una comedia romántica que estuvo 6 semanas como número uno en la taquilla coreana.
Capítulo 1 ~° Recuerdos °~
Hace ya tres años que ella y yo enterramos aquí en esta colina nuestra caja del tiempo; prometió volvernos a encontrar en este mismo lugar hace un año… pero ella… ella nunca apareció… yo solo decidí esperarla; no sé, si algún día que tendré de nuevo el valor para pasar a la siguiente pagina de mi vida, donde ella solo sea un recuerdo, no sé, si algún día la volveré a ver, si será una simple coincidencia o un encuentro planeado, si solo nos veremos por unos segundos y nos diremos adiós al instante o si nuestro encuentro será para no volvernos a separar…
Bueno por el día de hoy tengo que darme prisa, pronto volveré a visitar este lugar… es tan hermoso… como no volver a ver de nuevo el amanecer en esta bella colina, bajo este enorme y frondoso árbol, rodeado de verdes praderas… tan verdes como sus ojos.
Será por eso que aun sigo frecuentando el sitio, yo creí que la única razón era porque aquí prometimos rencontrarnos, pero no… no solo esa es la razón por la que regreso; como puedo engañarme a mí mismo, si estoy aquí es por este viento que corre libremente por los alrededores igual que su alma… siempre libre… y al ver el intenso verde de esta pradera es volver a ver sus ojos, esos ojos que me regresaron a la vida, esos ojos que ahora solo los veo en mis sueños y recuerdos.
Pero que puedo hacer; solo continuar con la vida y seguir escribiendo en la misma página en la que ella me dejo. Por hoy, basta de melancolías, aun me queda alrededor de una hora de camino hacia chicago… tengo muchos pendientes que hacer, eso de haber tomado las riendas de los negocios si que era mas pesado de lo que llegue a pensar; además de la aburrida junta con los nuevos socios y la comida con mi hermana.
Esa comida me preocupa un poco; cuando entenderá Pauna que no quiero conocer a nadie… pero ella insiste en presentarme a esta chica.
A mi hermanita la adoro; ella es mayor que yo, siempre fue la consentida de mis padres y tíos por ser hija única, hasta que llegue… bueno en realidad no me esperaban, mi madre era aun muy joven cuando nació Pauna, ella tuvo muchos problemas con su embarazo, así que los médicos le dijeron que era poco probable volver a quedar encinta… al paso de los años mi bella hermana se convirtió en una adolecente y después en una hermosa señorita, que termino casándose demasiado joven para el gusto de mis padres… lo que nadie imaginaba es que cuando ella les diera la noticia de que pronto serian abuelos, ellos le tendrían también una sorpresa a ella… en seis cortos meses Pauna tendría un hermanito.
Creo que mi hermana reacciono mejor de lo que pensaban mis padres y cuando nací dice la tía Elroy que era la más feliz aunque no podía ocuparse mucho de mí ya que su embarazo estaba a un par de meses de culminar y ella se cansaba con mucha facilidad, más bien creo que le serví de práctica para cuando naciera su retoño, aun así sé que desde ese momento ella me quiso igual o más que lo que yo la quiero.
Con el nacimiento de mi sobrino Anthony todos estaban felices y también yo por que tenía un compañero de juegos; aunque era muy pequeño para saberlo, creo, además éramos idénticos, muchos creían que era mi hermano gemelo y más cuando a Pauna se le ocurría vestirnos igual… Recuerdo vagamente que en algunas de las reuniones en casa de ella, una de sus amigas le preguntaba quién era la hermosa niña de ojos azules del retrato que colgaba de la pared, yo voltee a ver el dichoso retrato y para mi sorpresa era yo... en ese momento puse atención a él, cosa que jamás había hecho… y mi sorpresa fue que efectivamente Pauna me había vestido de niña… su escusa fue "No encontré un par de trajes iguales para niño, pero me gusto tanto el modelito, así que compre el de niño y el de niña… y como Albert tenía el cabello más largo…" no quise escuchar lo demás… y en ese momento decidí que nunca dejaría que una mujer escogiera mi ropa y mucho menos diría como vestirme, pero creo que no lo cumplí.
Entre mi sobrino y yo, se puede decir que toda nuestra infancia fue muy unida y más aun cuando mis padres murieron en aquel fatal accidente; aunque no recuerdo muy bien que paso, yo apenas tenía cinco años, pero aun los extraño… – sigo contándoles mi historia– después de la muerte de mis padres, Pauna y su esposo se hicieron cargo de mi y ella no solo fue mi hermana si no también mi madre e hizo que el dolor por la ausencia de nuestros queridos padres fuera menos, sé que para ella también fui un consuelo porque a pesar de no tenerlos a ellos, me tuvo a mi y yo siempre la tuve a ella…
Paso el tiempo y entre juegos y travesuras Anthony y yo crecimos juntos, hasta que la tía Elroy decidió hacerse cargo de mi educación y me mando a Escocia para así conocer mejor los orígenes de la familia que algún día tendría que dirigir; si supiera que odio cada vez que toca ese tema.
A pesar de todo no fue tan malo ese cambio de vida, porque Escocia es hermoso y siendo yo un amante nato de la naturaleza, estar en ese lugar no es algo de lo que me pueda quejar; me encantaba pasar los fines de semana en la villa Andrew, las cabalgatas al amanecer y respirar de ese aire puro hicieron de mi adolescencia inolvidable.
Pero si de algo me arrepiento, es de no haber estado con mi hermano del alma en sus últimos años de vida… y eso me duele demasiado…
Fue un día de otoño, cuando al llegar a la villa, Lucy la ama de llaves del lugar, me informo de que la tía Elroy había llamado varias veces y dejo dicho que en cuanto llegara me comunicara con ella o con su esposo George, eso me preocupo un poco ya que ellos no acostumbraban esos comportamientos.
En cuanto Lucy se retiro me dirigí al despacho y telefonee a la casa de mi tía, después de varios intentos en los que nadie me contesto y mi inquietud se acrecentó, George por fin tomo el teléfono pero la noticia que me dio no hizo que mi calma volviera, a pesar que intento hablar con el mayor tacto posible, cada palabra se anclo con gran pesar en mi corazón, la terrible noticia que tal vez era mejor nunca saber: Anthony, mi hermano había muerto al caer de un caballo durante una cacería.
En primera no podía creer ni una sola palabra, pero, como iban a jugar con algo tan serio, realmente no sé que sentí en ese momento, fue una mezcla de sentimientos que aun no puedo explicar, fue dolor, un dolor arrasador mezclado con la rabia de no poder hacer nada, fue tristeza, una tristeza llena de melancolía al llenar mi mente de los momentos que ya no volverán nunca más; por unos instantes el silencio me embargo, era como caer al borde de un precipicio, es cierto, ya me había pasado algo muy similar cuando perdí a mis padres, pero era tan niño, y al pensar en ellos la recordé a ella… y sin darme cuenta una fuerza nació en mi, todo por la persona más querida por mi… ella… la persona quien estaba sufriendo aun más que yo… mi hermana… mi querida Pauna, y sin dudarlo le dije a George que estaría en Chicago lo más pronto posible.
Las horas fueron interminables… el aeropuerto un caos total, los vuelos estaban repletos, además de la tormenta que azotaba la ciudad y yo ahí en medio de esa tempestad sin encontrar una manera de irme al lado de mi familia… No pude llegar a tiempo para despedirme de Anthony, pero hice lo posible por ser de nuevo el consuelo de ella, al principio todo fue muy difícil para toda la familia, pero un día ella nos sorprendió con su actitud dando ánimos a cada uno de nosotros y demostrándonos que la vida sigue, intento regalarnos su mejor sonrisa y aunque todos creían que ella estaba bien, yo sabía que no era así del todo, a sus ojos les faltaba un brillo que antes tenían, su voz no sonaba igual, y como iba a ser la vida igual para ella, después de perder a un hijo, a su único hijo, era algo imposible de superar pero con gran fortaleza siguió viviendo; su vida desde entonces la ha dedicado a los pequeños huérfanos de un hogar cercano a Lakewood que desde antes, cuando yo era niño ella ayudaba, también visita a los enfermos de algunos hospitales, siempre llevándoles una poca de distracción, sé que alguien la acompañaba, al parecer una chica que fue novia de mi sobrino, pero nunca eh tenido el gusto de conocerla.
Cuando Pauna y su esposo volvieron a vivir en su casa, esa casa que yo alguna vez habite, donde estaban los recuerdos de la vida de Anthony, todos tuvimos un poco de miedo, pensamos que su estado de ánimo decaería, pero ella nos demostró que era fuerte y que estar ahí no le hacía daño, al contrario la animaba y la hacía sonreír al llenarse de tan gratos recuerdos, tantos momentos que resguardaron aquellas paredes, ella muchas veces me ha dicho, que estar ahí es volver a sentir que tiene a su par de niños inquietos, haciendo mil travesuras y escondiéndose después detrás de los muebles… "No te preocupes mi querido Albert, en cierta forma siento que aquí, él me acompaña, y que aun cuando no lo vemos, siempre cuidara de nosotros, de su familia, él vive en cada uno de nosotros, en ti que fuiste su hermano, en mi que fue y es parte de mi ser, en su padre a quien tanto respeto y en este hermoso jardín lleno de rosas que tanto amo..." las palabras de mi querida Pauna nunca las voy a olvidar…
Y era verdad estar en esa casa, era sentirlo a él, y más en su jardín, entre sus rosales, el delicado perfume de esas rosas blancas era algo especial, fue su creación, y creo que fueron las que más amo.
Yo me quede a vivir en la casa que alguna vez fue de mis padres junto a mi tía Elroy y a mi tío George que más que nada es mi amigo, mi mejor amigo es por ello que prefiero llamarlo solo George; reanude mis estudios y la vida solo siguió su curso… hasta aquel día…
Capitulo 2 ~° Bruja – Hada°~
Hasta aquel día... Como olvidarlo...
Flash Back...
–Albert tienes días que no vas a ver a Pauna…
–No es porque no quiera tía, solo que nunca la encuentro en su casa, además no entiende que yo no quiero conocer a nadie por el momento y ella insiste tanto…
–Hijo compréndela, ella solo te quiere ver feliz, además creo que le hace mucho bien verte… te pareces tanto a Anthony…
–Intentare ir hoy después de la universidad tía… Pero antes le llamare para ver si está en casa, te parece.
–Está bien hijo, cuídate mucho entonces…
Salí casi huyendo de mi tía, aunque no acostumbraba a ser impuntual, ese día me había dormido más de la cuenta, así que tenía que correr si quería llegar a clases. El día en la universidad fue como siempre y un poco antes de entrar a mi última clase, telefoneé a Pauna y me dijo que estaba esperando a una amiga y me invitaba a comer con ellas… sabía bien la intención de mi hermanita, así que decidí no ir, y mejor opte por pasar la tarde con mis primos Stear y Archie, estuvimos platicando hasta tarde en un pequeño bar, más que tomar algunos tragos no la pasamos jugando billar aunque en cuestiones de jugadas Stear es el mejor de los tres. La tarde era agradable a pesar de que aun me acompañaba un sentimiento de culpa por no ir a mi cita en mi hermanita, sabía bien que no tardaría mucho en que me llamaran y me reclamaran mi acción y así fue… estaba a mitad de un tiro cuando mi móvil comenzó a vibrar…
–Diga…– era mi tía
–Albert donde estas…? – no dejo que le contestara y prosiguió– Pauna me dijo que le llamaste y te invito a comer y no fuiste… ¿Donde estas?– creo por su tono que está molesta y preocupada…
–Tía estoy con Stear y Archie, ya sabes cuidando de ellos…– claro que no le diría en donde estoy junto a sus queridos hijos porque si lo hiciera los chicos me matan y ella me remata.
–Quiero que vayas con Pauna en este momento entendiste… y diles a ese par que regresen a casa ahora… – dijo antes de colgar.
Siempre tan autoritaria… era buena mujer no lo puedo negar, pero siempre quería tener el control de todo, aunque mis primos no podrían ser un dolor de cabeza para ella, Stear que es el mayor es una excelencia académica y el mejor portado, su único defecto son esos experimentos locos que se le ocurren y que nos usa como sus conejillos de indias y Archie es muy buen tipo, no tan inteligente como su hermano pero se defiende, aunque también tiene un defecto, es perfeccionista en cuanto a su apariencia y les puedo asegurar que dura mucho más que una mujer arreglándose. Tengo mucho en común con ellos, sus padres murieron cuando ellos eran casi unos bebes y quedaron bajo la tutela de la tía Elroy, ella y George después de no poder tener hijos adoptaron a los hermanos Cornwell para brindarles una verdadera familia.
En cuanto termine la llamada, solo me limite a darles el recado a los chicos y me encamine a dirección del subterráneo, definitivamente tengo que ir pensando en comprar un automóvil, pero no quiero aceptar el dinero de la familia para comprarme lo que suelo llamar lujos, así que seguiré ahorrando y algún día lo tendré… eso espero…
El viajecito en el tranvía no fue muy cómodo que digamos, además que todo el camino tuve que ir parado… siento mis piernas dormidas de ir en la misma posición, el subterráneo iba hasta el tope y no había manera de moverse ni un centímetro, pero ya ni lamentarse es bueno, cuando por fin baje en la estación, me dirigí hacia el suburbio donde vive Pauna, iba un poco cansado pero la noche era tan bella que decidí caminar un poco en vez de tomar un taxi, y así fue como su vida y la mía se cruzaron.
Mientras iba admirando la belleza de la luna de Octubre reflejada en las aguas del tranquilo lago del parque por donde caminaba, mi atención fue robada por una bella joven de melena rizada y rubia, la chica parecía inquieta y mientras observaba su propio reflejo en el lago, enjuagaba sus blancas manos en el agua, poco a poco mi andar me acerco a ella… era algo extraño pero mi mirada no se podía separar de ella, y fue entonces cuando escuche su voz… cerca de la orilla del lago se encontraban un par de bancas donde unos muchachos charlaban mientras junto a ellos paseaban una pareja de ancianitos buscando un lugar donde reposar; la rubia observo a los chicos y luego su mirada se dirigió hacia los ancianos, en su frente aparecieron un par de arrugas al fruncir el ceño y su gesto era de una persona sumamente enfurecida, con un movimiento ágil se paró en seco y casi corrió hacia las bancas…
–Hey… ustedes… idiotas… que no ven que ellos necesitan las bancas para descansar, no les han enseñados a respetar a las personas mayores…
El grupo de chicos solo la miraban algunos con gestos atónitos y otros más un poco burlones por el atrevimiento de la joven, y yo a la distancia me preguntaba como un ángel podía llegar a ser una especie de demonio tan fácilmente… pero que pensaba, no puedo comparar con un demonio a esa chica que defendía una razón justa.
–No van hacer nada… muévanse de aquí… largo… – exigió la rubia y sin pensarlo dos veces, comenzó a golpear a los muchachos que estaban frente a ella… aun cuando no les gusto mucho la idea de una chica ganándoles la partida, los chicos se levantaron a regañadientes y se alejaron del lugar… la joven volteo a ver con una enorme sonrisa en el rostro al par de viejecillos que tenían sus ojos abiertos como un par de platos por el comportamiento de aquella chiquilla, pero al mismo tiempo el agradecimiento ante la acción de la joven se dibujaba en sus rostros… igual de sorprendido que la pareja me encontraba yo, sencillamente me sentí hechizado por el hada de rizos dorados… – Es toda suya abuelos…– dijo la rubia señalando la banca ahora vacía…– venga le ayudo…– sin esperar una negativa tomo el brazo de la mujer y la ayudo a sentarse, el anciano las siguió y se sentó junto a su esposa…
–Gracias jovencita… – dijo el anciano apoyando una de sus manos sobre su bastón y con la otra tomaba la mano de la anciana y brindándole una mirada llena de amor.
–Gustas sentarte con nosotros pequeña…–la dulce voz de la anciana se dejo escuchar.
–No tienen nada que agradecer abuelos… es muy lindo verlos así tan contentos…– la joven se percato del amor que desprendía la pareja de viejecitos y el cariño y delicadeza con la que ambos se trataban… – tan llenos de amor… –de sus ojos se comenzaron asomar las lagrimas pero antes que sus acompañantes se dieran cuenta– bueno señores los dejo descansar… hasta luego… – y con una leve reverencia y una sonrisa la chica se dio la vuelta y se dirigió a su antiguo puesto, volvió a observar el lago…
Yo seguía bajo el embrujo de aquella bella hada, continúe caminando pero ahora inconsciente de que mis pasos se dirigían a ella, fue casi imposible que mi andar fuera sigiloso ya que el otoño había hecho de las suyas cubriendo de cientos de hojas secas los prados y mis pisadas eran acompañadas de los pequeños grujidos de las aquellas hojas.
Mientras tanto ella miraba como al arrojar pequeñas piedritas las ondas que se creaban en el agua deformaban su reflejo una y otra vez, vi como su cuerpo se tenso y se abrazó a ella mismo por un instante, después viro como queriendo tomar su mochila pero de nuevo su cuerpo se volvió a tensar y fue cuando sus ojos se percataron de mi presencia, solo era poco menos de dos metros lo que nos separaba, su mirada me recorrió, yo intente sonreírle pero mi poca concentración se termino cuando vi sus ojos llenos de lagrimas, su respiración se volvió agitada, su cuerpo comenzó a templar y de un momento a otro no pudo más y se desvaneció al tiempo que casi como en un suspiro murmuro algo antes de caer al lago…
–Mi amor…– aquellas dos breves palabras taladraron mi mente…
Continuara…
Machel Andrew
