Bueno, pues aqui la mayor locura que se me ha ocurrido.
disclamer: no me pertenecen los personajes no de ao no exorcist, ni los de kuroshitsuji, pertenecen a sus respectivos autores o a quien los compre, solo me pertenece Alice-chan y la cantidad de problemas en los que se va a meter toda esta gente
CAP 1: SI LE DICES A ALGUIEN QUE NO TOQUE ALGO, LO TOCARÁ SEGURO.
Ciel empezaba a estar más que harto de tanto alboroto y deseando que toda esa gente se marchase a su casa cuanto antes, y es que con motivo de la llegada del verano a Soma se le había ocurrido la "fantástica" idea de montar una fiesta. El pequeño conde se había negado en rotundo desde el principio, no le gustaba tener la mansión llena de gente ruidosa (y a su demoniaco mayordomo tampoco le hacía demasiada gracia tener que organizar todo y limpiar después por muy bien que lo disimulara), Sin embargo Soma nunca ha entendido la palabra 'no' y como siempre hizo lo que le dio la gana. Asique así estaban, todos en el jardín disfrutando del buen tiempo y de la merienda que Sebastian como siempre había preparado con tanto esmero (a quien quiero engañar, todos sabemos lo poco que le cuesta a Sebastian preparar la comida, no tardó ni diez minutos). Y cuando digo todos me refiero a TODOS, porque Soma se había dedicado a contactar e invitar a toda persona relacionada con Ciel que él conociese, lo que incluía la siguiente lista:
Lizzie, que había venido con su hermano Edward y su madre (para disgusto de conde y mayordomo que ya estaban perfectamente repeinados y con un tic en el ojo por lo molesto que les resultaba); Lau y Ranmao, que evidentemente se apuntan a todo incluso si no les invitas; el Undertaker (¿que? Pues si, soma solo le vio una vez, pero le pareció que necesitaba luz solar y por eso le invitó); Nina Hopkins, la costurera feminista de Ciel que desde que jugaron todos en pascua a Soma le pareció muy divertida; y por último los habituales de la mansión, es decir, el cuarteto de sirvientes, Snake y evidentemente Sebastian y Ciel.
Pues toda esa gente se encontraba reunida en la mansión Phantomhive ese día y Ciel ya no sabía si cortarse las venas para acabar esa tortura o dejárselas crecer y cuando ya creía que no podía ir a peor, Lizzie propuso jugar al escondite en equipos ¿Por qué tenía que ser tan hiperactiva? Pensaba Ciel, a él le parecía que estaba muy bien estando sentados, pero como un caballero tiene que complacer a su dama le tocó callar y jugar.
Una hora y media después estaban todos en el salón de la mansión, el equipo de Ciel ganó la partida (como todos sabíamos, para eso tiene a Sebastian) y Soma estaba curiosamente callado…Soma callado y quieto, eso no es posible asique algo tiene que estar entreteniéndolo y el conde por mucho que se haga el adulto es un niño, un niño curioso asique se arriesgó a preguntar.
-Oye, Soma-dijo Ciel acercándose a dónde el príncipe estaba sentado.
-Mmm-fue la única respuesta, el chico se encontraba muy concentrado observando algo que tenía entre las manos.
-¿Qué es lo que estás mirando tanto?-espero respuesta, pero no llegó-…Soma.
-Mmn-otra vez, a Ciel le volvía su tic en el ojo.
-Soma, ¡te estoy hablando!-por fin el otro dio señales de estar escuchando y volvió la cabeza hacia Ciel con una mirada interrogante, el conde suspiró- te preguntaba qué que es eso que tanto miras.
-Oh, ¿esto?- soma mostró una especie de medallón compuesto por cuatro piezas que se unían por una esfera central- no sé que es, lo encontré detrás de un árbol del jardín cuando jugábamos al escondite.
-¿No deberías entonces preguntar si es de alguien?-le regañó Ciel con su tono de "soy un conde súper maduro independientemente de mi edad".
-Lo hice, es de Undertaker, pero dijo que podía jugar con ello un rato y que si averiguo como funciona y que es tendré un premio- en los ojos de soma brillaba su curiosidad y la emoción ante un nuevo juego y un premio.
-Tal vez deberías devolvérselo…-conociendo a Undertaker, al conde no le parecía buena idea jugar con un objeto suyo.
-Eh ¿por qué?- pregunto soma inocentemente para después echarse a reír ante la mirada aprensiva que el menor le daba al medallón- oh vamos chibi-Ciel no seas así, si Undertaker me lo ha dejado es que no puede ser peligroso ¿no?
Pero Ciel no estaba tan seguro de la integridad moral del siniestro enterrador (en fin, quería regalarle una ataúd por su cumpleaños ¿Quién regala un ataúd a alguien que acaba de cumplir trece años?) y el hecho de que alguien tan despreocupado como Soma estuviese jugando con algo perteneciente al peligris le preocupaba, y mucho.
-En serio, no deberías tocar algo que ni siquiera sabes como funciona o que es…
-¿No te fías de Undertaker? Creía que era amigo tuyo- Ciel medio asintió con un gesto dudoso, en realidad Undertaker era más bien un contacto pero prefería no tratar de explicárselo al hindú- y si es tu amigo ¿Por qué desconfías tanto? No está bien desconfiar de los amigos- terminó Soma con el ceño fruncido ligeramente.
-No es que desconfíe (mentira, era precisamente eso)es que a veces Undertaker puede ser, cómo decirlo…un poco-pero el pequeño conde no tuvo tiempo de terminar la frase, soma no le había hecho caso y había seguido hurgando el medallón hasta "accidentalmente" activarlo. Ninguno de los presentes en la sala fue muy consciente de lo que pasó, simplemente estaban conversando (o vistiendo ridículamente a Tanaka, cofcofLizziecofcof) cuándo de pronto una luz iluminó el lugar cegándolos por completo. Al instante siguiente estaban en un lugar que no habían visto nunca y una expresión de sorpresa absoluta se dibujaba en sus rostros, excepto en el de Undertaker que mantenía su clásica sonrisa divertida mientras analizaba a sus shockeados acompañantes por debajo del flequillo.
