Ladybug estaba sentada en el tejado de una casa con una gatita blanca en sus brazos que habia aparecido de pronto, enfrente de ella, quien era muy cariñosa y ronroneaba entre sus brazos al solo estar en esa posición. El bichito se dedicaba a pasar su mano en su pelaje múltiple de veces, mientras esperaba que apareciera su compañero gatuno y comiencen su patrullaje nocturno.

No obstante al llegar, no se esperó que la gata que llevaba en sus brazos, literalmente, se lanzara a los brazos de Chat Noir, más precisos a su cara, comenzando a maullar como ronronear.

— Parece que se encariño contigo —Dijo con una sonrisa al ver ese espectáculo. Él la saco de su cara y tomándola entre sus brazos, la gatita comenzó a maullar con más ímpetu. Reclamando su atención.

— ¿Celosa? —Chat Noir esbozó una sonrisa de autosatisfacción. Ladybug solo se rió. No le podía importar menos que una gatita este en celo con su compañero gatuno.

Ella negó con la cabeza.

— Estas muy equivocado, gatito —Empezó— ¿Por qué lo estaría? —Cuestionó— No creas que quiero ni anhelo que un gatito se me tire encima —Dijo como tirándole una indirecta a Chat Noir ya que "prácticamente" él se le lanzaba encima.

— ¿Empezamos con la ronda de patrullaje? —Preguntó, ignorando lo dicho por su Lady, sonriendo. Ella asintió.

— Yo voy a la Torre Eiffel y tu quédate acá con la gatita —Dibujándose una sonrisa— Se ve que quiere estar a solas contigo —Añadió juguetonamente.

— ¡Espera! —Exclamó con reciente señal de alarma— ¡No quiero estar con la gata! ¡Quiero estar contigo!

— ¿Y poner celosa a la felina? —Ella negó la cabeza en señal de reprobación— No, no —Y sonriendo de forma divertida. Añadió: Tienen una chispa, gocen el estar juntos.

— ¡No! ¿Qué? —Interrogo desconcertado— ¡No quiero tener y no tengo nada con la gatita!— Y la dejo en el suelo ante los maullidos de reproche que producía la felina por la reciente actitud— ¡Recién la acabo de conocer!

— Como digas —Encogiéndose de hombros— Pero, yo voy hacer el patrullaje nocturno en la Torre Eiffel —Expresó— Sola — Agregó mientras se despedía con una mano y tiraba su yo-yo balanceándose en dirección al monumento— ¡Disfruta la compañía!

Entretanto Chat Noir se ponía en marcha en perseguirla ignorando que la gata blanca se había quedado prendida en su pierna con sus afiladas garras, la cual intentaba liberarse, zarandeado su pierna como si tuviera una pulga y no una gata alzada.

— ¡Vamos, My Lady! —Expresó mientras intentaba llegar hasta ella— ¡Déjame estar contigo!— Tratando de atraparla— ¡No es mi culpa, que sea tan encantador!

El bichito rodó los ojos. Entretanto seguía su camino hacia la estructura, Chat Noir la perseguía y la gata seguía rodeando la pierna de Chat con fuerza.