Diario de vida de un Gangrel

Disclaimer: Aclaro que la trama principal del fic no es mío, el texto si je je porque esta modificado pero la historia en si es de nuestro juego cuyo master es mi padre adoptivo Patito el fic va dedicado a ti…

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// Pensamiento del personaje //

//Pensamiento del narrador //

(Conversación telefónica)

[Intermedio entre los personajes

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Capítulo 1: El Abrazo

Bueno que puedo decir, además de que soy un vampiro, si… tal como lo leen un vampiro y no por mi propia voluntad, es más, siempre dije que esas cosas de vampiro solo eran para películas de ciencia ficción o de terror y no muy buenas.

Como comenzó todo… ja, ni yo estoy muy seguro, solo son recuerdos vagos en un principio y luego… bueno, ahora debo esconderme de la luz del sol, beber sangre, etc.…

Mi nombre, Kaede Syaoran Lee… si lo sé, pero bueno es el nombre que me dieron mis padres unos japoneses que llegaron a Chile y pues luego nací yo, ambos fallecieron, si otro huérfano más y los médicos nunca pudieron saber de que fue mi único compañero es un perro aunque entre nosotros… de muy dudosa reputación // aclaro que es un lobo, pero no se le nota mucho de tan domesticado que está//.

Muy popular entre mis amigos con los que salimos de juerga cada vez que podemos y estando en una disco fue como comenzó todo.

Estaba con los amigos de siempre en una discotheque conocida de la ciudad de Concepción, cuando salimos un rato para respirar un poco de aire puro y fumar un cigarro, cuando cerca de ahí unos tipos estaban golpeando a un perro, los observe detenidamente, eran 4 así que pensé; si, puedo con ellos, comencé a caminar cuando Mauro me tomo por el brazo y me dijo:

- ¿dónde planeas ir Kaede¿ya vas a ir a buscar pelea?

- Como se te ocurre¿tan poco me conoces? Sólo iré a decirles que dejen al can tranquilo.

- Nosotros no te ayudaremos esta vez, - dijo Felipe, quien estaba apoyado a la pared del local - ya sabes que recién salimos de una y no terminamos muy bien que digamos.

- Primero que nada chicos no les he pedido ayuda y no se las pediré tampoco, segundo, si ven que me pasa algo… solo cuiden de Lycaon tercero y último, con amigos como ustedes para que quiero enemigos – les dije irónicamente sonriendo .

El lugar hacia el cual me dirigía era la antigua estación de trenes, todavía se conservaban algunos vagones un poco oxidados y casi todo el sector se conservaba sin luz así las pandillas que habitaban o reinaban en ese sector hacían y deshacían a su antojo rayando los vagones o asaltando a la gente que pasaba por ahí de noche, sobretodo los que salían pasados de copas de las discos que se encontraban cerca.

Comencé a caminar rápidamente antes de que la cosa pasara a mayores, estaba tan enojado que lo único que escuchaba eran los llantos del perro en cuestión y cuando ya estaba cerca, dije.

- ¿Por qué no molestan a alguien que pueda defenderse, que sea de su tamaño y que estén de igual a igual cobardes?

- ¿Uno así como tú? – dijo el que creo era quien lideraba al grupo

- Mmmmm tal vez, pero ustedes estarían en desventaja – contesté tranquilamente.

- Ja ja ja ja¿nosotros en desventaja? Por si no te has dado cuenta somos cuatro y tú estás solo- dijo otro burlonamente.

- Vaya me sorprende que tipos como ustedes sepan contar pero insisto están en desventaja si no, no estarían maltratando a un pobre animal que no les ha hecho nada – conteste sarcásticamente.

En eso uno de ellos viene a golpearme, esquivo a mi agresor sin problemas y le doy una patada dejándolo en el suelo, los otros al ver a su compañero no dudaron en atacarme así que uno viene por el frente mío, otro por la izquierda y el último por la derecha, el que viene por mi derecha saca una navaja y camina hacia mi // ahora que recuerdo no tome en cuenta que estos tipos siempre andan armados… Kusso! (maldición) y ahora que demonios hago //

Por estar preocupado entre mis pensamientos y el tipo que tenía el arma, no me percaté del sujeto de la izquierda, el cual me dio una patada baja logrando que yo quedase de rodillas. Me levanto lo más rápido que puedo y me tiro encima golpeándolo reiteradamente creo que le quebré la mandíbula, no recuerdo muy bien, excepto que se retorcía de dolor. Mi rodilla lastimada hace que por un momento me incline apoyando la pierna sana en el suelo cuando siento que alguien me toma por la espalda y me levanta, recibo un golpe en el estómago y luego varios más que incluso me llegan en las costillas, el sujeto me suelta y caigo al suelo, me patean, uno va dirigido a mi cara y utilizo mi antebrazo como escudo me vuelven a levantar, yo tengo mi rostro mirando el suelo, sentía la sangre correr por mis labios // reconozco que siempre me ha gustado ese sabor // y el tipo que esta frente a mi lo levanta mirándome a los ojos…

- Ja ja ja ja¿no fuiste tú quien dijo que fácilmente podía con nosotros cuatro? – se reía irónicamente.

- Mmmm // no quería contestar para aprovechar los pocos segundos o minutos que duraría el sermón y así poder recuperarme //

- Eso es lo que pasa cuando un niño como tú intenta pasarse de listo con gente grande –el que me sujetaba me hablaba al oído atrayéndome más a él.

- // Vamos, sigue hablando… ¿y como que niño? Tengo 23 años idiota, que no se me notan es otra cosa ¬¬ //

- Miren… si el niñito se está enojando y está mirando feo ¿parece que quiere llamar a su mamá? – dijo el que estaba frente a mi.

- // Sigue insultando y no te quedaran dientes que mostrar… do'aho ¬¬ (torpe)//

- Sujétalo bien Gato, que quiero darle el golpe final a este mocoso.

- Si hombre no te preocupes que de este amarre no sale – dijo el que estaba tras de mi.

- // No saben con quien se meten… Yossha! (bien!) ya descansé, es hora de actuar//

Veo como suelta mi mentón y quedo con la frente en alto viendo sus movimientos, recoge su brazo para soltar un combo y…

- Auch!!!! Este desgraciado me quebró la nariz.

// Si hay algo que agradezco es lo dura que tengo la cabeza//

Con el impacto del cabezazo el "Gato" me soltó quedando solo yo frente a frente con mi cuarto agresor.

- Arigato (gracias) por el descanso – dije – ahora solo quedas tu ya que el micifuz está preocupado porque le quebré su nariz de botón.

- Ya verás mal nacido que conmigo no te resultará tan fácil.

- Eso lo veremos a ver si con todos tus matones en el suelo eres capaz de valerte solo (¬¬)x – contesté con tono amenazante.

Y nuevamente comenzamos a pelear esta vez con todos mis sentidos en alerta por si alguno quería golpearme a traición.

Ambos salimos a pelear con puños pero logro evitar su golpe aunque él no puede esquivar el mío el cual llega firme a su mentón.

Voy a soltar el segundo gancho cuando siento un golpe en las costillas y me hace recordar la pateadura de hace un momento atrás

Afirmo disimuladamente mi codo en ese sector. // Ese cabrón no se saldrá con la suya//

Me trata de golpear otra vez y para bloquearlo utilizo mi antebrazo izquierdo y con la derecha un golpe directo a su costilla // para que sienta lo que duele //… aprovechando que quedó sin aire y con unas costillas rotas comencé a golpearlo sin darle tregua, creo que ya estaba bastante enojado con lo que le habían echo al perro y por los golpes que recibí así que puedo decir claramente que me desquite.

Ya estando el tipo semiinconsciente en el suelo me aleje de ahí para ver como estaba el perro.

- ¿Te sientes bien amiguito? – le pregunté al perro.

- Garf – ladró amistosamente el can.

- Lamento la demora pero estaba un poco… mmm… ocupado - le dije sonriendo.

- Guau, guau – el perro comenzaba a mover la colita.

- Ya es tarde y no encontraremos ninguna veterinaria abierta y no sé si puedes caminar – dije serio.

El perro comenzaba a mirarme como dándome las gracias y ladraba juguetonamente.

// Tal vez debería llevármelo a casa para que descanse esta noche y ya mañana lo llevo al veterinario//. Le acaricié la cabeza y luego el lomo… cuando mi nuevo "amigo" comenzó a gruñir.

- Vaya, vaya ¿qué tenemos aquí? – dijo una voz cerca mío.

- Si es el chico de la semana pasada ¿ya te las estas dando de salvador de animales? – dijo otro.

Me doy vuelta del sitio de donde estaba y eran los sujetos con los que me había peleado anteriormente…

- Y ustedes¿qué hacen aquí? O acaso no tuvieron bastante con la semana pasada – pregunté mientras me levantaba.

- Ja, incluso estando solo dices cosas de grandes y a todo esto… ¿Dónde están tus amiguitos? – dijo el líder mirando hacia los lados – no me digas que quedaron mal los pobrecitos.

- Primero eso no es de tu incumbencia… Ulloa… segundo, me las puedo contra ustedes con o sin ellos realmente me da lo mismo, tercero… no tengo ganas de perder mi tiempo con ustedes no valen ni mi atención, ahora si me disculpan tengo asuntos que atender – respondí tranquilamente.

Me quedaron mirando Ulloa se acercó, apoyo su mano en mi hombro y me dijo:

- Kaede, pagarás por lo que hiciste la semana pasada ¿sabías?, esas cosas no podemos dejarlas pasar ya sabes… nuestra reputación está en juego así que no te dejaremos ir tan fácilmente, no esta vez – dijo tranquilamente.

Saque su mano de mi hombro de un manotazo y los miré desafiante.

- Vamos chicos… no querrán tener problemas conmigo de nuevo además, veo que todavía estás mal, mmm, mejor dicho, están mal ¿qué creen que pueden hacer en su estado? – dije ya algo molesto que no entendieran que quería estar tranquilo.

- Kae… ¿crees que estaríamos solos en estos lugares? – dijo Ulloa

- No sé… de ustedes me espero cualquier cosa

Ulloa sonreía tranquilamente y veo como van llegando cerca de diez sujetos comenzando a agruparse cerca de mí. Iba a ir de nuevo a la pelea, aún sabiendo la gran diferencia que había, ya que cuatro contra uno no es mucho… sobretodo si uno sabe técnicas de artes marciales, pero ¿¡diez!? Por lo menos no me dejarían tal mal herido, bueno eso pensaba ya que de la nada, siento un golpe en la cabeza dejándome levemente mareado, doy media vuelta y veo a un sujeto con un tubo en la mano y me llega otro hierrazo cayendo de una sola vez sin poderme defender. Caigo al suelo con los ojos cerrados, dentro de mi cordura escucho golpes, pero yo no los siento, gritos de dolor, pensé que eran mis amigos que al fin habían llegado, cesaron los gritos, se detuvieron los golpes, abro lentamente los ojos y veo a una mujer que me sonríe, es hermosa – pensé – se acercó y después… caí desmayado…

En otro punto de la ciudad (02:35 a.m. día Jueves)/

Una mujer se encuentra en uno de los laboratorios de la Universidad de Concepción//para ser exactos en el laboratorio de genética// trabajando en un informe sobre el ADN y ARN sus compuestos, entre otras cosas…

- Veamos, los ácidos nucleicos son macromoléculas complejas de suma importancia biológica, ya que todos los organismos vivos contienen ácidos nucleicos en forma de ácido desoxirribonucleico (ADN) y ribonucleico (ARN). Sin embargo; algunos virus sólo contienen ARN, mientras que otros sólo poseen ADN y bla bla bla, mmm, los investigadores han aceptado que el origen del código genético que portan estas moléculas es muy cercano al tiempo del origen de vida en la Tierra. Por ello, es que gracias al arduo trabajo realizado por los científicos, han conseguido descifrarlo, es decir, determinar la forma en que la secuencia de los ácidos nucleicos dicta la estructura de las proteínas – leía en voz alta la chica.

- Vaya, este trabajo será agotador, después de este informe deberán darme unas merecidas vacaciones – pensaba en voz alta – ¡o por Dios¿Esta es la hora? He pasado todo el día en este laboratorio y todavía debo terminar de revisar el documento, capaz y pase toda la noche aquí TT.

- Bueno sigamos con el informe… Se han identificado al menos dos funciones fundamentales de los ácidos nucleicos: transmitir las características hereditarias de una generación a la siguiente y dirigir la síntesis de proteínas específicas. Los ácidos nucleicos están formados por un azúcar (pentosa), bases nitrogenadas (purinas o pirimidinas) y ácido fosfórico.

La mujer dejó el documento en su escritorio, se sacó los lentes y delicadamente restregó sus dedos sobre los ojos denotando el cansancio que sentía en ese momento. Colocó los lentes sobre la mesa se levantó y fue a prender el hervidor para servirse un café cuando golpean la puerta.

- Adelante – dijo sin preocuparse de quien sería a esas horas.

- Señorita Leonora ¿qué hace tan tarde por estos lados? – preguntó el hombre.

- ¡Don Miguel tanto tiempo¿cómo está? – exclamó efusivamente la chica.

- Yo muy bien gracias volviendo al trabajo como puede ver y por lo visto, usted también está trabajando.

- Uff ni me lo recuerde es un informe para un colega, sólo se lo estoy revisando antes de entregarlo y la verdad es que está muy complicado

- Bueno, si está muy ocupada la dejo entonces – dijo el hombre.

- No por favor quédese, no me hará mal un poco de conversación ¿quiere un café? – dijo Leonora.

- Realmente se lo agradezco Señorita, pero debo seguir con mi guardia – dijo cabizbajo.

- No le hará mal, cualquier cosa usted me dice y yo hablo con su jefe.

- Está bien, le acepto un café solo para que no diga que soy malagradecido .

Mientras Leonora servía el café le preguntaba por los días de licencia que tuvo el guardia, hablaban de cosas triviales, de los hijos, estudios, algunas sin importancia, otras para quitarse el estrés acumulado hasta que….

- Señorita Leonora¿está usted al tanto de la desaparición de una chica de la Universidad? – preguntó Miguel.

- Mmmm, creo que algo escuché, pero tal vez sea algo sin importancia, pudo haberse ido con el pololo, escaparse de casa, hay tantos motivos para hacer algo así – dijo ella sin preocupación, mientras bebía un sorbo de su café.

- Sabe que no me convence, con tantos casos de desapariciones en esta región, no me sorprendería que no encuentren a la chica o que la encuentren muerta – dijo el hombre.

- No sea tan trágico Miguel, en una de esas la chica simplemente no ha venido a clases, tal vez esté con licencia, búsquele un lado positivo y no vaya a la muerte tan rápido.

Interrumpiendo la grata conversación se escucha el sonido de un celular, ambos registran sus ropas toman el teléfono y contestan…

- Aló? – dijeron al unísono.

(Leonora¿Dónde estás?) – dijo una voz masculina al otro lado de la línea.

- Ah… eras tu – dijo con desgano – revisando tu informe¿qué más podría estar haciendo?

(¿Todavía? – preguntó incrédulo – pensé que habías terminado…)

- Mmmm… yo soy minuciosa para hacer las cosas, prefiero algo bien hecho que algo a medias – dijo la chica ya impaciente.

[Don Miguel le hace gestos a Leonora despidiéndose para poder seguir ambos trabajando y dejar a la chica hablando tranquilamente por teléfono, a su vez ella le dice que espere un poco que ya va a colgar.

(Si, lo que tu digas ¿Qué harás mañana? –preguntó el hombre.)

- ¿Para eso llamaste? Podríamos haber hablado mañana, por si no te das cuenta son las 04:19 a.m. – dijo enojada y colgó el teléfono.

- Disculpe Don Miguel – dijo apenada.

- No se preocupe srta. Leonora de todas formas ya me estaba retirando, muchas gracias por el café jeje con estos fríos es conveniente andar trayendo el termo como cantimplora – reía Miguel.

- Eso es verdad, no me gusta la lluvia pero es preferible antes que el frío que está haciendo y aunque es imposible que nieve no me sorprendería que lo hiciera – decía Leonora absorta en sus pensamientos.

- Bueno, ahora si que me retiro no quiero hacerme responsable si algo sucediese o se perdiera, sobretodo en el laboratorio de Medicina, ya que con estos grupos llamados sectas, nunca se sabe.

- Aunque es una lástima que solo ocupe la luma para defenderse, últimamente los jóvenes de hoy van armados ¿cree que puede defenderse con eso? – preguntó incrédula la chica apuntando con su dedo el "arma".

- He de hacerlo, no estamos autorizados para portar armas, no pregunte el por qué pues no lo sabemos, así que no queda otra que confiar en este palo – explicaba Miguel tomando su arma por el costado – A propósito de sectas ¿a escuchado acerca de esos tipos que tienen complejo de vampiro?

- ¿Se refiere a los góticos? – preguntó la chica.

- No srta. Vampiros, tal como lo escucha, salen de noche en grupos de cinco o más personas y cuando abren la boca se les ven los colmillos – decía Miguel en tono asustado.

- Ja ja ja, no me diga qué cree en esas cosas, de seguro son grupo de góticos con extensión de colmillos – decía Leonora escéptica – ya no saben que hacer para llamar la atención.

- Si usted lo dice… puede que sea así, pero los crédulos pensamos distinto…

Se escuchan pasos fuera del laboratorio y se abre la puerta de golpe

- ¡Miguel¿qué haces aquí? Deberías estar haciendo turno conmigo – decía un chico

- Ya voy Alejandro, la srta. Leonora me estaba haciendo unas preguntas.

- Srta. Leonora era usted, disculpe, como mi compañero no aparecía pensaba que había pasado algo pues no avisaron que estaría usted trabajando hoy y vi luz en el laboratorio – decía apenado.

- No te preocupes Alejandro, si gustan cuando terminen su turno o en un rato más, pueden venir y servirse un café… es aburrido estar leyendo más de doscientas hojas de informe…

- Gracias srta. Le cobraremos la palabra – decía Alejandro – hasta luego y nuevamente le pido disculpas.

- Bueno srta. No trabaje hasta muy tarde //aunque dudo que no lo haga// muchas gracias y buenas noches – decía Miguel mientras cerraba la puerta tras de él.

Leonora observaba los documentos en su escritorio, se preparó otro café, no supo cuanto tiempo estuvo pensando en lo que le dijo Miguel, "los crédulos pensamos distinto". Volvió a mirar su reloj 05:00 AM , era hora de volver a trabajar, sólo tenía tres horas antes de entregar el informe, iba camino al asiento cuando escuchó gritos…

- ¡Detente ahí! – la voz era de Miguel

- ¡Jefe mire! – gritaba Alejandro

Comienzan a escucharse balazos, Leonora sabe que aquellos guardias están sin armas, de una de las estanterías saca un bisturí y decidida camina hacia la puerta, la abre y…

- ¡No srta. Leonora! – gritó miguel

La chica observa su cintura la cual está cubierta de sangre, se toca la herida y sonríe levemente cayendo al suelo… Los guardias están paralizados, el hombre comienza a acercarse tomando a Leonora en sus brazos y levantando su arma les disparó.

El hombre caminaba por los pasillos con la mujer desangrándose en sus brazos, la bala no había penetrado suficiente como para matarla, eso no estaba en sus planes puesto que la necesitaban para un experimento.

- Haces mucho ruido – dijo una voz cerca de él.

- ¡¿Quién es?! –dijo sin soltar a la mujer.

- Eso no te importa, no serviría de nada – dijo la voz cada vez más cerca.

- ¡¿Qué es lo que quieres?! – decía nervioso.

- A la chica que llevas por supuesto – la voz se escuchaba prácticamente a su lado.

- ¡Si la quieres debes quitármela por qué yo no te la daré! – dijo en tono amenazante.

- Juego de niños es pan comido, buenas noches…

No hubo más conversación, el hombre yacía aturdido en el suelo y la chica en brazos del nuevo desconocido. Le movió un mechón de su cabello, dejando su cuello al descubierto, se acercó y la mordió.

05:50 En el Principado/

Dos cuerpos se encuentran en camas separadas en una misma habitación, frente a cada una hay un hombre y una mujer. Ella estaba frente a la cama del joven que se encontraba durmiendo plácidamente. Lo observaba atentamente, cada gesto al dormir, las marcas de las peleas recientes y de otras más antiguas. Se podía ver que el chico media fácilmente 1.93 metros, cuerpo atlético, rasgos orientales, le calculaba unos 17 años de edad, se preguntaba como un chico así podría estar solo a esas horas y en ese lugar, si se había escapado de casa, en fin tantas preguntas de las cuales probablemente tendría respuestas más adelante. A su vez, el hombre también observaba a la chica, preguntándose para que sería necesaria.

Los dos se miraron por un momento…

- ¿Por qué él/ella? – dijeron al mismo tiempo.

- Las damas primero – agregó inclinándose.

- Yazid, tu no cambias… te explicaré, iba caminando haciendo mi ronda por el barrio estación cuando escuché llorar a uno de mis amigos, fui lo más rápido al lugar y me encuentro con el chico ¿sabes? estaba sólo contra cuatro mortales tuvo una pelea difícil y salió levemente ileso se acercó a Fenrir y comenzó a hablarle, tu sabes como es ese perro no deja que nadie se le acerque, pero no solo lo dejó si no que además jugueteó con él – dijo la chica.

- ¿Y por eso decidiste convertirlo? – preguntó Yazid.

- Deja terminar de contarte ¬¬ - dijo molesta debido a la interrupción – En eso dos tipos se le acercan y se ponen a discutir, creo que ya habían peleado antes o al menos eso fue lo que escuché y también fue debido a que el joven ayudo a otro animal…

- ¿Qué pasó después? – volvía a interrumpir Yazid.

- Está bien… ¬¬ //apurón// -decía y pensaba la chica – en resumen les pidió que lo dejasen tranquilo una vez que lo aburrieron y decidió pelear, aparecieron diez sujetos, uno de ellos lo golpeó dos veces con un fierro en la cabeza y pues, tuve que involucrarme , no podía dejar al niño ahí TT.

- Uff, si tu lo dices Freya ¬¬ – dijo bufando – yo creo que lo salvaste porque salvo a tu can.

- Pos no… era seguro que no sobreviviría a tanto golpe, así que preferí dar unos buenos golpes y que el chico fuese uno de los nuestros .

- ¬¬ tú no cambias…

- ¿Cuál fue tu motivo? – preguntó Freya curiosa.

- Ninguno, solo fui a dar una vuelta a la guarida de Ricardo y me la encontré – dijo sin mucha importancia.

- Yazid, lo de la guarida puede que te lo crea… pero yo solo tengo la cara, tonta no soy ¬¬ - dijo enojada Freya.

- Esta bien, sí fui a dar una vuelta a la guarida de Ricardo para ver que había y escuché unos gritos y pisadas de gente corriendo así que dirigí mis pasos al Laboratorio de Genética.

- ¿Qué encontraste? – preguntaba la chica expectante al relato de su compañero.

- Dos guardias contra un Ghoul creo… y sí, estaba ofuscado – respondió rápidamente Yazid al ver que su compañera abría la boca – parecía que la chica era muy importante para él ya que tuve que darle un buen golpe para que la soltara, además la chica es genetista…

- Algo deben estar tramando y nada bueno como siempre – comentaba Freya con los ojos hacia el cielo – bueno es hora de dormir ya pronto amanecerá…- dijo lo último en un bostezo.

- ¿Fran? – dijo Freya a una chica que estaba junto a ellos en la habitación.

- No hubo respuesta por parte de la chica, parecía absorta en sus pensamientos mientras veía a la pareja descansar.

- ¡Francesca! ¬¬ - repitió Yazid ligeramente molesto.

- Perdón señores¿se les ofrece algo? – dijo Francesca

- Si, vigílalos y avísanos cuando despierten por favor - respondió Freya.

- Ambos salieron de la habitación, Yazid cerraba la puerta tras el.

- No deberías ser tan rudo con ella – Freya lo retaba.

- No le tengo confianza eso es todo… - decía Yazid.

- Tú no confías en nadie, ni siquiera en ti – la chica le recriminaba.

- Tienes toda la razón querida, ni en mi sombra.

- ¿Ni siquiera en mí? TT – preguntaba la chica con ojos de lobo degollado.

- Ya no empieces que no tengo tiempo para tus juegos infantiles – dijo terminando claramente la discusión.

- Vale, pero si el Príncipe la tiene aquí es por algo – pensaba Freya en voz alta.

- ¬¬...

- Esta bien, que genio… nos vemos Yazid

- Mmmm… - respondió.

- Y ambos se fueron a sus respectivas habitaciones.

19:30 En el Principado (día Viernes)/

// Creo que hay alguien ¿estaré en el hospital?

[Francesca seguía en la habitación tal y como había ordenado Freya, durmió claro está y en cuanto se despertó los siguió vigilando, se encontraba en un rincón de la habitación sentada leyendo un libro que tenía las tapas viejas a veces levantaba la mirada, sobretodo cuando escuchaba algún movimiento.

Abro los ojos despacio y observo que hay una chica leyendo un libro vuelvo a cerrarlos, espero que no me haya visto, que raro, no siento mi pulso, cosa sin importancia, imposible que esté muerto//que estupideces piensas Kaede…// trato de abrir nuevamente los ojos dejándolos entreabiertos, la chica está muy preocupada por su lectura, comienzo a mirar la habitación, se nota muy antigua, así como las películas de la edad media mezclada con la contemporánea como gótica, hay una chica al lado mío, en otra cama, ella está durmiendo y se ve mayor que yo… tengo hambre, no mucha¿a qué hora darán de comer?, me siento un poco raro toco disimuladamente mi pantalón, todavía están mis cosas ahí, pero al apretar los puños estoy helado, pero a la vez no tengo frío, tal vez tengan puesto el ventilador y como no estoy tapado me helé, las cortinas son demasiado oscuras para mi gusto y además están cerradas… ¿qué hora será? Cierro los ojos, siento que la chica me esta mirando, la respiración no se me agita, podría decirse incluso que no estoy respirando, la chica me sigue observando lo sé, escucho cambiar de página, miro de reojo, ella sigue en la lectura, que raro, no hay de esos típicos aparatos de hospital, tampoco tengo suero conectado en mi brazo, lo último que recuerdo fue que me dieron unos palos en la cabeza y a una chica ¿quién será? Ojala la vuelva a ver y ver que pasa , creo que el golpe me dejo tonto¿qué chica podría ir a esos lados¿Y Lycaon? Tal vez los chicos vayan a darle alimento, seguro están preocupados por que desaparecí je je, que se preocupen un poco por mi no les hará mal, ups, tenía que ir a trabajar hoy, ya tendré que pedirle disculpas al jefe… vaya la chica está despertando mejor cierro los ojos y me hago el dormido…

- ¿Quién eres? – preguntaba la voz de una chica que estaba a mi lado.

- Ya has despertado eso es bueno… - decía mientras miraba al joven – y tu deja de hacerte el dormido, sé que estás despierto hace rato.

- Je je ¿cómo lo has sabido? – pregunté.

- Sólo lo sé – contesto secamente la chica mientras seguía hojeando el libro.

- je je – dije sentándome en la cama - ¿dónde estamos?

- En el Principado – contesto

- ¿Qué hospital es ese? – preguntaba la chica que estaba frente a mi.

- ¬¬ no es un hospital, es nuestra guarida y ahora su guarida, informaré a los demás que han despertado ¿alguno de ustedes tiene hambre? – preguntó la chica.

- Yo si tengo hambre gracias – contesté cortésmente.

- Yo tengo demasiada, siento como si me hubiesen vaciado el estómago – dijo la chica.

- Les traeré algo para comer esperen aquí – dijo con tono autoritario.

Mientras ella salía de la habitación pregunté otra vez su nombre, parecía que no había escuchado a la chica.

- Me llamo Francesca…

Y cerró la puerta.

Observé a la chica que miraba atentamente a su alrededor, como anotando mentalmente cada detalle de la habitación.

- Disculpe… ¿Cómo se llama? – pregunté

- Leonora Arcas… ¿y tu?

- Ore wa Lee Kaede desu - contesté.

- ¿Uh? – miraba contrariada la chica.

- Gomen… Me llamo Kaede Lee – volví a contestar

- ¿Eres japonés?

- Doble nacionalidad, mis padres eran japoneses y yo nací en Chile - contesté animosamente – además de tener otras cualidades… realmente ellos me enseñaron bien. ¿Y qué dice de usted?

- No me trates de usted que me siento vieja y no lo soy tanto, mi padre es un general retirado y ahora viven en un campo en La Serena.

La puerta se abrió y Francesca entró con un cáliz, nos observó y me lo entrego.

- Bebe eso, te hará sentir mejor.

- Mmmm¿Qué es? – pregunte curioso – huele rico, pero no parece vino.

- Sólo bébelo, si tienes hambre te hará bien.

- Si, pero no tengo tanta Leonora tiene más hambre que yo je je – dije soltando una risita.

- ¬¬ //Cobarde//…

- Está bien… dame eso… glu glu glu glu… Está rico - exclamé – ¿puedo tomar otro poco?

- No… además tú no tienes tanta hambre – contestó sarcásticamente.

- TT

- Y tu debes beber tienes mucha hambre – comento Francesca

Leonora recibió el cáliz pero al ver su contenido le dijo.

- No gracias yo no beberé esto – dijo secamente.

Francesca la miró directamente a los ojos y le ordeno que bebiera, no entendí muy bien en un principio el por qué Leo se había negado así como tampoco entendí que obedeciera al instante la segunda orden, pero igual se lo bebió todo.

- ¿Qué era eso? – pregunté.

- Sangre – contestó Leonora

- ¿Uh¿cómo que sangre? – pregunté.

- Es verdad, lo que acabas de beber es sangre y desde hoy es su nuevo alimento – dijo Francesca.

- ¿Cómo que nuevo alimento? – dijo Leonora.

- Eso no me corresponde decírselo, solo diré que son parte del mundo "no viviente" ahora si gustan, pueden cambiarse de ropa, sobre todo tu – dijo apuntándome – no creo que al Príncipe les guste verlos así, ahí hay un ropero con distintas ropas y accesorios pueden cambiarse yo esperaré afuera.

- ¡Oe Fran¿Cómo pretendes que me cambie de ropa con Leonora aquí?

- Busca el modo y no hagan esperar más a los señores, además, antes de preocuparte si te van a ver deberías haberte abrochado la camisa primero – dijo apuntando mi torso que se encontraba desnudo.

- ¡oO orooo!!!! –exclamé.

Rápidamente me abroche la camisa, aunque no sabía para que si me tenía que cambiar de ropa, miré a Leonora que observaba divertida la escena.

- Ja ja ja… deberías haberte visto la cara cuando Francesca te dijo eso – dijo Leonora divertida.

- ¿Por qué no me avisaste? –pregunté.

- No le di importancia, como si fuese la primera vez que viese a alguien así… ¿no me digas que nunca has ido a la playa?

- Si he ido… pero mmm tienes razón… ¿Qué quiso decir Francesca con "no viviente"? – pregunté

- No lo sé… pero no me gusto mucho que digamos… ya cámbiate de ropa para que no nos sigan esperando, no te preocupes elijamos la ropa y cada uno se da vuelta para cambiarse – dijo segura – así no piensas que te estaré mirando.

- Está bien – conteste resignado.

Ambos elegimos la ropa, unos blue jeans sueltos para mi, polera blanca, camisa negra, zapatillas también negras, un gorro y unas cadenas ajustadas en la hebilla del jean y mi billetera, Leonora eligió un pantalón negro acompañado de una blusa blanca y una gabardina que le llegaba cerca de los tobillos, fue en ese momento que me percaté que ella también era muy alta. Llamamos a Francesca, que al vernos nos dijo que ya era hora de irnos pues estábamos muy retrasados, la seguimos por un pasillo y bajamos las escaleras, llegamos a una especie de hall que al igual que la habitación la casa parecía tener un estilo Gótico habían estatuas y cuadros, una alfombra roja que bajaba de la escalera y se cruzaba con otra de igual color que llevaba de la entrada hacia el hall, abrió la enorme puerta que había y nos hizo entrar.

- Aquí están los nuevos señor – dijo Francesca inclinándose levemente.

Pude reconocer a la chica que vi antes de desmayarme //vaya no era un sueño//, la cual al verme me sonrió, habían otros sujetos más y uno, el llamado "Príncipe", estaba sentado cerca de una chimenea.

- Sus nombres por favor – dijo el Príncipe.

- Ore wa Lee Kaede desu – contesté automáticamente.

- ¿Perdón? oO – preguntaron todos a la vez

- Dice que su nombre es Kaede, y el mío es Leonora – contesto la chica por mí.

- Ahh… ¿ese es tu muchacho Freya? – volvió a preguntar.

- Si señor, él es de quien le hablaba – la chica sonreía al decir eso.

- Y supongo que la chica es tu discípula Yazid…

- Así es… - contestó el otro

- ¿Cuál es su edad y qué hacen ustedes? – preguntó nuevamente.

- Pues yo soy actor y trabajo en algunos pubs como cantante, tengo 23 años y vivo solo con mi mascota – conteste

- Y yo soy genetista de la Universidad de Concepción tengo 31 años – contesto Leonora.

- Bueno ya basta de las presentaciones, ya habrá más tiempo para eso Kaede, tu acompaña a Freya para que te explique la situación y Leonora tu vas con Yazid, una vez que estén al tanto vengan a verme nuevamente que les tengo una orden – dijo el príncipe.

Una vez dicho eso Freya me tomo del brazo, no pensaba que aquella chica fuese tan alta, debía medir por lo menos 1.84 metros. La seguí hasta llegar a un patio, en el había varios arbustos, unas estatuas estilo colonial lo que me hizo pensar que estaba frente a unos maniáticos del arte, también había una fuente rodeada de pilares y nos sentamos ahí…

- Te preguntarás varias cosas ¿no es verdad? – dijo Freya aún sonriendo.

- Pues la verdad es que si, por ejemplo que es eso de la Camarilla, los no vivos y lo de discípulos. – dije observándola, realmente era más hermosa de lo que la vi por primera vez.

- Para resumirte, los no vivos en los cuales estás tu ahora son los vampiros, espera no hables todavía, ya habrá tiempo para las preguntas – dijo antes de que la pudiese interrumpir – yo te encontré mientras salvabas a Fenrir…

- ¿El perro? – pregunté.

- Así es y antes de que te dieran muerte eterna yo te di la vida eterna, no podía dejar que una persona que ama a los animales muriese.

- ¿Qué es la Camarilla?

- Primero he de explicarte algo, todas las noches jugamos a algo llamado "la mascarada", es decir, tratar de evitar de que los humanos sepan que existimos, eso no nos conviene en lo absoluto ya que si esto sucediese habrían más y más personas tratando de cazarnos, la Camarilla es parte de esto, somos los que protegemos la mascarada, existen varios clanes dentro de el y otros que se hacen llamar los independientes, también esta el Sabbat, el cual es todo lo contrario, mientras nosotros tratamos de proteger nuestra identidad e inexistencia ellos van por las calles chupando sangre y alterando a la humanidad.

- Por decirlo así… ¿somos los chicos buenos? – pregunté

- Eso ni lo pienses, si igual somos vampiros, solo que somos más conscientes, necesitamos de los humanos para vivir, no nos conviene matarlos – ahora estaba un poco más seria.

- Disculpa por decirte esto, pero te vez mejor cuando sonríes - dije tratando de reanimar el ambiente.

- Gracias… - contesto, pienso que si hubiese sido mortal se hubiese sonrojado.

- Por decir la verdad no se agradece - dije sonriendo.

- Cualquiera pensaría que estás tratando de ligar conmigo… Kaede. – dijo acercándose un poco más.

- ¿Cómo se le ocurre? Se supone que yo soy su discípulo ¿no? – dije no muy convencido y alejándome un poco.

- Si era una broma ¿alguna otra pregunta? – preguntó, esta vez mirándome a los ojos.

- Mmmm, si ¿qué es eso de discípulo? – no quería terminar ese contacto visual me encanta el color de sus ojos… un celeste muy especial, fuerte, a pesar de ser vampiro tenían ese "algo" especial que te hace caer y te sientes indefenso.

- Pues verás, lo que ustedes llaman la "mordida de un vampiro" para nosotros es el "abrazo", lo que hice fue beber hasta la última gota de tu sangre y luego debo reponerla rápidamente con la mía, si esto no se hace simplemente mueres y luego debes de hacer desaparecer el cuerpo, por lo tanto, es mejor beber solo un poco y luego borrar los recuerdos, creo que me estoy desviando un poco del tema – dijo pensando.

- Shimapi suru na (no te preocupes), así aprendo mejor para no cometer algún error a la hora de alimentarme - tal vez lo dije de forma cómica, pues se rió.

- Ja ja ja tienes razón eso es algo que debo explicarte después, bueno para traspasar mi sangre a tu cuerpo, debo hacerme un corte, puede ser en cualquier parte de mi cuerpo y hacer que corra por tus labios y la garganta, con sólo retrasarme un poco puedes morir, en verdad es algo complicado, no es tan fácil como parece – explicaba Freya – así me convierto en tu "madre" por decirlo humanamente pero, técnicamente hablando, nos convertimos en sires.

- Ahh… ¿y solo se debe beber sangre humana? – pregunté cada vez más interesado.

- No, también puedes beber sangre animal, aunque los más antiguos no pueden, pero esa dieta, a la larga, no es muy buena, por cierto… Francesca te dio a beber sangre ¿cierto? – preguntó.

- Si, en cuanto despertamos nos dio sangre¿por qué fue eso?

- Pues verás, todos llevamos una "bestia" dentro, si el neonato, es decir, los nuevos no reciben esa sangre se vuelve en estado de "frenesí" mordiendo cualquier cosa a su paso sin medir en las consecuencias de sus actos y te meterías en graves problemas.

- Mmmm, entonces conviene tener una reserva de sangre para cuando despierte – dije convencido.

- Así es, oye ¿de verdad tienes 23 años? – preguntó no muy convencida.

- Si quieres te muestro mi carné de identidad, dice que nací el año 1984, por lo tanto tengo 23 – dije algo molesto, no me gusta que me descuenten la edad.

- Ahora eres tú quién se molesto, realmente te ves como un perro enojado, solo que sin sacar colmillos – dijo Freya riéndose – ya mi niño deja que te abrace un rato para que se te quite el enojo .

Como me iba a negar a esa petición si es lo que he estado esperando desde que la vi, fue algo raro, los dos estábamos helados debido a que somos vampiros pero sentía un ligero calor por parte de mi sire, me acomodé un poco agachándome para quedar a la altura de su pecho.

- Kaede… ¿por qué estabas sólo en ese lugar? – preguntó Freya sin soltar el abrazo.

- Pues solo no estaba, me encontraba con unos amigos cuando vi a tu perro en problemas – conteste apegándome un poco más.

- ¿Y dónde estaban entonces? – ya me estaba acariciando el pelo.

- No me quisieron ayudar, la semana anterior ya me había metido en problemas por algo parecido y por eso fui solo.

- ¿Y tus padres? – volvía a preguntar.

- Están muertos – lo dije casi en un susurro.

- Lo siento, no sabía – dijo en un tono que hubiese jurado que estaba triste.

- Shimpai suru na – dije – ya me acostumbre…

- ¿qué cosa?

- Que no te preocupes, mis padres fallecieron cuando tenía 18 años quedando solo con Lycaon y con la herencia que me dejaron – dije cabizbajo.

- ¿Lycaon es tu hermano? – preguntó curiosa

- Ja ja ja, no, es mi lobo, etto… perro – dije un poco nervioso

- ¿tienes un lobo de mascota? – preguntó curiosa alzando mi vista cruzando sus ojos con los mios.

- Hai… (si) – dije mirando al suelo.

Freya deshizo el abrazo y se levanto yo la observaba atento sin moverme del lugar se dio media vuelta y me observaba, me estaba colocando nervioso quería levantarme y abrazarla, sentir de nuevo su piel con la mía, como explicarlo… quería sentirme vivo nuevamente y creía que solo ella podía lograrlo.

- Oe… ¿en qué piensas? – pregunté mientras me levantaba para quedar frente a frente con ella.

- Kaede…

Lentamente nos fuimos acercando, sin quitarnos la vista uno del otro hasta llegar al roce de nuestros labios…

- Scheibe //mierda en alemán… puede ser "joder"// - dijo Freya dando media vuelta

Yo quedé congelado… casi beso a mi sire y al parecer ella se arrepintió.

- Etto (esto)… ¿qué sucede Freya? – pregunte acercándome y tomando su hombro.

- Kaede, olvida lo que ha pasado ¿bueno?, esto no debería haber sucedido, solo me deje llevar por no sé que cosa, será mejor que volvamos nos deben estar esperando – dijo seria.

- Esta bien, demo… onegai shimasu (pero… por favor // tono de súplica para la frase //, cambia la cara – dije melancólico – pueden pensar que sucedió algo y no ha pasado nada – dije sonriendo para que se sintiera tranquila.

- ¿Qué dijiste? – preguntó Freya girando para quedar frente a mi.

- Dije por favor… lo siento, es algo que no puedo evitar, tu sabes las raíces llaman - contesté.

- Es cierto, a mi también se me olvida a veces.

- Bueno… ¿volvamos? – pregunté

- Si, dejaremos la conversación para más tarde - contesto sonriendo.

- Yossha! (bien!) Vamos.

Comenzamos a caminar y al entrar nuevamente a la casa vimos Leonora con su sire, el tipo estaba serio y que decir de Leonora que además tenía una cara de aburrida, al parecer no se entretuvo tanto como yo. Leo me miro con cara de "quítenme a este pesado" y yo me largue a reír.

- ¿qué te paso Kaede? – preguntó Freya sorprendida.

- ¿Viste la cara de Leonora? – pregunté casi en un susurro

- No ¿por qué? – volvió a preguntar.

- Porque se notaba que estaba aburrida – dije sin parar de reírme.

- Eso es porque su sire es Yazid, es un antisocial y no de muchas palabras, tal vez tengas que decirle tu las cosas que yo te explique – dijo sin poder contener una risita.

Nos observamos y nos largamos a reir aún con más ganas como si nos hubiesen contado un chiste. Ellos nos observaron y Yazid se volvió aun más serio… si es que se puede poner más serio aún.

- Freya, nos estamos demorando mucho, apresúrense que el príncipe espera para dar la primera misión – dijo Yazid.

- Ya vamos, por Dios ¿puedes quitar esa seriedad de tu rostro? Tu chiquilla se puede asustar.

- ¬¬ - (Yazid).

- Vamos Kaede – dijo Freya.

- Hai! – conteste rápidamente.

Una vez que entramos al hall el príncipe dio la orden.

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NdA.:

El lugar de residencia de estos personajes es la ciudad de Concepción ubicado en el país de Chile.
La luma es el palo que utilizan los guardias que a diferencia del "churro" de los carabineros (policias) éste no tiene un fierro al medio.

Espero que haya sido de su agrado el primer capi